TEMA 13B: HEGEL Y EL IDEALISMO.- TEMA 14: MARX Y EL MARXISMO


 

T13B. HEGEL (1770-1831) Y EL IDEALISMO
 
 
Hegel portrait by Schlesinger 1831.jpg
 
 Gottlob Wilhelm Friedrich HEGEL (1770-1831) por Schlesinger en 1831
 
 
 
1. HEGEL Y LOS PROBLEMAS INSOLUBLES LEGADOS POR EL IDEALISMO TRASCENDENTAL DE KANT

          Tanto Hegel como los demás idealistas del periodo romántico en Alemania - BEETHOVEN nace el mismo año que Hegel- se proponen pensar los dos conceptos básicos de la tradición filosófica desde Aristóteles y Rousseau: la Naturaleza y el Espíritu (Geist) . El primero lo descubrió Grecia: la phýsis; el segundo lo revela el Cristianismo pero es también el objeto principal de la filosofía moderna desde Descartes: la conciencia, la subjetividad). El proyecto hegeliano "consiste en pensar la interna unidad y conexión entre uno y otro, de modo que quepa elaborar una teoría unitaria, total y cerrada sobre la realidad en su totalidad. Mas para ello se requiere que Hegel lleve a cabo una crítica y superación de aquella filosofía que a su juicio, había alcanzado la mayor madurez ´ crítica y reflexiva´ y que sin embargo ofrecía las mayores dificultades para ese proyectado ´sistema unitario, cerrado y total en que debe consistir la filosofía. Aquella filosofía es la filosofía de KANT". (NAVARRO y CORDóN, Historia de la Filosofía, ed. Anaya, 1980)

          Kant era ineludible pero su filosofía finalmente mantenía abiertas cuatro escisiones insuperables :

1ª La distinción entre entendimiento y razón. El entendimiento era la facultad para conocer lo finito y lo limitado, la razón tiende hacia lo absoluto; busca la Totalidad, lo Absoluto, lo en-sí pero sin poder alcanzarlos.

2ª La distinción entre fenómeno o cosa para mí y noúmeno o cosa en sí. Derivada de lo anterior. Hay un límite de realidad inalcanzable al conocimiento, queda un margen para que no todo lo real sea racional.

3ª La separación entre ser y deber ser, entre la mera teoría y la praxis, entre el pensamiento y el mundo de la acción; tal divorcio aboca al fracaso, es imposible realizar por completo el deber ser; es imposible ser perfectamente bueno, tener una voluntad santa que siempre quiera la ley moral.

4ª La escisión entre lo finito y lo infinito; entre la naturaleza y Dios, el mundo y el espíritu ("con la grave circunstancia además de que un `infinito´ distinto y separado de lo `finito´ se convierte, dice Hegel, en `finito´") NAVARRO y CORDÓN, op. cit., p. 329.

          Para Aristóteles la filosofía era un amor al saber, una tendencia. Para Kant es también la tendencia hacia un saber universal y necesario, absoluto y total pero una tarea inalcanzable para la razón humana. La filosofía no puede ser más que Filosofía Crítica, no puede hacerse metafísica como ciencia. Pero Hegel replicará que no se puede aprender a nadar sin tirarse al agua: La filosofía tiene que dejar de ser tendencia al saber para transformarse en efectivo saber, tiene que ser ciencia (Wissenschaft), no crítica sino sistema. "Este es ni más ni menos, el proyecto hegeliano. Semejante proyecto tiene una clara naturaleza y significación teórica o de interpretación de la realidad; pero surge desde un marco histórico-social, se alimenta desde su implantación mundana y procura `iluminar´ el sentido en que la realidad, toda la realidad, y especialmente la realidad histórica y social, tiene que llegar a ser plenamente racional. El adjetivo que mejor cuadra a la concepción hegeliana de la realidad es `dialéctica´" (Ibidem).

          Hegel va a disolver las antinomias o escisiones kantianas (o a resolverlas) con las siguientes síntesis:

1ª Síntesis o superación de la dicotomía razón-entendimiento.

2ª Síntesis o posibilidad de conocimiento de lo en-sí (que es Espíritu: idealismo absoluto).

3ª Síntesis entre teoría y praxis.

4ª Fusión o cancelación de la dicotomía entre infinito (Dios) y finito (naturaleza).
 

 

FRIEDRICH El Caminante sobre el mar de nubes (1817/1818)
 
 
 
2. HEGEL Y LA FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU (1807)

          Phänomenologie der Geist es un libro clásico cuyo propósito es ir más allá de las insuficiencias de la teoría crítica kantiana. Se terminó de escribir cuando Napoleón entraba en Jena. Yo siempre me he imaginado a Gottlob Wilhelm Friedrich (al que todo el mundo, hasta su mujer, se refería como "Hegel") mojando la pluma a la luz de los incendios de la guerra. Trataré de explicar algo nuevo, algo vivo de su muy complejo pensamiento. Hegel tenía problemas económicos. Hegel, mientras sus amigos publicaban y cosechaban éxitos, no había terminado ninguna obra "importante". Además había dejado embarazada a una chica. La génesis de esta obra fue pues turbulenta. Rüdiger SAFRANSKY llama a esta época "los años salvajes de la filosofía" pues nunca antes ni tampoco después hubo tal cantidad de talento y de energía entregadas a la causa de Sócrates. Es el siglo de la Revolución que ha prohibido la religión cristiana y la ha sustituido por la diosa Razón. Lo que más tarde se llamará Alemania, permanece disgregada en múltiples Estados, como la Italia de los tiempos de Maquiavelo. En las tierras de Lutero, todavía no ha penetrado la industrialización. El país del profesor Hegel es todavía y sobre todo agrícola, muy lejos aún del emporio siderúrgico de Hitler.

          La "fenomenología" es el estudio y la descripción de la cosa en sí, de la Conciencia a través de sus avatares históricos. La fusión anti-kantiana de Naturaleza (materia) y Dios (espíritu) le lleva a Hegel en páginas apresuradas de difícil lectura tanto en alemán como en traducciones, a mostrar el calvario de la conciencia desde sus niveles más básicos como la mera constatación de datos "físicos" ("tengo frío, tengo hambre, tengo sueño") o la auto-conciencia ("yo estoy triste" o "yo soy") hasta superaciones, cancelaciones o síntesis cada vez más elevadas como la secuencia: I. Grecia- Cristianismo (auto-conciencia)- Renacimiento y II. Reforma- Revolución francesa- el Terror- Napoleón- el Estado prusiano actual (1800). Etapas o manifestaciones diversas en el camino hacia la Libertad del Espíritu Absoluto. La cosa en sí que Kant no se había atrevido a ver era el espíritu, es decir la libertad, la conciencia humana.

          Se dice pronto. Por algo esta obra -mal leída, o leída a medias, luego prestada, releída, incesante inspiración a lo largo de por lo menos 20 años; superada, negada, afirmada, reafirmada... - este libro subsiste como la vida.

          Fenomenología significa descripción de los diversos fenómenos o formas de la conciencia. Del mismo modo que en una "novela de formación" (Bildungsroman como el Wilhelm Meister de Goethe o El Quijote) el héroe al principio ingenuo, cándido, a través de una sucesión de aventuras y enseñanzas va convirtiéndose en lo que ya era, en sí mismo; de forma análoga el Espíritu va evolucionando hacia una mayor conciencia de sí. Es como un actor que se arranca de la cara sin cesar más y más máscaras. Una suerte de camino en espiral es el proceso histórico, un ascenso a lo largo de curvas desde las que se atisban cada vez mayores horizontes. O por utilizar una tercera comparación: la Historia es semejante a un artista, a un genio que debe viajar y ensayar con diversos estilos y materias hasta encontrarse a sí mismo. Los pueblos tienen su carácter: no es lo mismo el espíritu de los españoles a lo largo de su Historia ("el orgullo inútil") que el espíritu griego. Los pueblos tienen su espíritu (Volkgeist) que debe desplegarse en un ciclo de nacimiento, madurez y decadencia (cfr. Oswald SPENGLER, La Decadencia de Occidente). Son seres colectivos con su propio numen y su correspondiente ciclo vital. Hegel ha sido llamado el "Aristóteles Alemán" (Kant habría sido el Sócrates y Schelling su Platón) (Walter KAUFMAN, Hegel)  y ciertamente recoge del Estagirita la teleología: las cosas sólo muestran su condición cuando pasa el tiempo y maduran, la naturaleza es perfección, la naturaleza es finalidad. La semilla sabremos si era de limonero o de calabaza cuando germine y crezca. Lo que añade el filósofo romántico a la apacible teleología de Aristóteles -una cosa para cada lugar y un lugar para cada cosa- es la visión del conflicto, la negación, la lucha y la muerte como parte necesaria del proceso histórico. Hegel no ahorra palabras duras para calificar la Historia, nuestro pasado: La evolución del espíritu absoluto desde la democracia de Atenas a "la actualidad" (1808) es un calvario: Basta hojear un periódico o leer los libros: el mundo es un infierno, un via crucis . -Pero como la Historia no es sino el escenario donde Dios se va manifestando, todo quedará justificado: Todo lo real habrá sido racional. Y todo lo que podía ocurrir habrá ocurrido: Todo lo racional será real. Tantas guerras no son más que un "ardid de la razón", un juego del Espíritu para terminar reconciliándose consigo mismo.

          Leszek KOLAKOWSKI decía en Las Principales corrientes del Marxismo, que el origen del idealismo absoluto había que ir a buscarlo hasta el Divisione Naturae de Escoto ERÍGENA  y aún más atrás en ARISTÓTELES: La naturaleza no hace nada en vano, lo que cada cosa llega a ser tras su cumplimiento, tras la realización de las potencialidades o virtudes de su esencia, eso es su naturaleza pero como "lo verdadero es el Todo" (Hegel), la contingencia del mundo creado, de todas las creaturas, lleva a la idea de una reconciliación final de todas las contradicciones. Si nada es necesario, ¿por qué empezó a existir algo? Pero si todo es contingente ¿por qué dejó de existir la nada? A Platón, a Aristóteles, a san Agustín, a Ockham,y a pensadores de todos los tiempos y lugares les ha acechado esta pregunta: Si nada vale nada, ¿por qué comenzó a haber algo?

          Hegel es grande, el último creador de un sistema filosófico, tal vez el último filósofo antes de los publicistas NIETZSCHE, MARX et alii, contesta con un rotundo sí romántico a la vida y al espíritu. - (Hegel tiene más fe que el Alcoyano que perdía 12 a 0 y pedía prórroga: Dios existe;  es el orden racional, el infinito, llámalo como quieras, pero existe, la dialéctica y la fenomenología no son ateas ni deístas. "Todo lo real es racional". La Historia -con sus diversas masacres- no es más que un ardid de la razón, un juego de negaciones fecundas que van caminando insaciables hacia la libertad, el Paraíso sobre la Tierra.

          Hegel dijo o pudo decir en uno de sus inextricables librejos llenos de chascarrillos, que lo verdadero es el Todo, que "la historia de la filosofía es la filosofía de la historia".- Aforismo hegeliano que casi siempre propongo a los estudiantes como acertijo. ¿Por qué la historia, la crónica de la sucesión de diversos sistemas filosóficos es a la vez el sentido de la historia? - En la medida en que la conciencia comprenda sus propias exteriorizaciones como exteriorizaciones de la conciencia aprendidas a través de las sucesivas etapas de un conflicto, más cerca nos hallaremos del Paráclito, la Segunda Venida, la realización del Espíritu, el fin del calvario de la historia.

          Lo difícil es considerar a la sustancia como esencialmente sujeto. - Esta frase me martillea casi a diario desde que la leí y la copié hace tal vez 20 años. Es fácil considerar a la sustancia, a la realidad esencial como objeto, como estímulo de los sentidos, materia muerta frente a mi alma viva y es difícil mirarla como creación, libertad, sed de experiencia, movimiento,  alma. -Medito en los últimos modelos de partículas como la Teoría de Cuerdas y recuerdo tanto la monadología de LEIBNITZ como el idealismo de Hegel para quien hasta la materia era una emanación de conciencia y las cargas eléctricas positivo-negativo, la diferenciación sexual masculino-femenino o los cristales, otras tantas manifestaciones o fenómenos del espíritu en su lucha por alcanzar la identidad sobre sí mismas.

          Siento que hay algo de visionario, de saber absoluto en estas palabras y otras de Hegel. Por otro lado Hegel no pretende ser la última y definitiva filosofía (como antes lo habían sido en una especie de sucesión dinástica de "sistemas" Kant, FICHTE y SCHELLING) sino comprehenderlas todas y superarlas en esa misma acción de comprender el conflicto. El motor del proceso histórico es el dolor. La Historia es el drama de Dios no ya hacia la consumación de la Ciudad Eterna sino algo más laico, más moderno que la utopía de san Agustín: la Historia es el desarrollo del Espíritu a través de periódicas contradicciones. MARX parte de esto para su inversión dialéctica o intento de poner la Dialektik de Hegel cabeza arriba.
 
 

EX-CURSUS: ARTHUR SCHOPENHAUER,
EL MUNDO COMO VOLUNTAD Y REPRESENTACIÓN



Arthur Schopenhauer (1778-1860)

 

          Uno de los mayores adversarios del idealismo absoluto de Hegel, el solterón adinerado y aristocrático, el vivo retrato del Tío Gilito, sí, el autor de Die Welt als Wille und Darstellung (El Mundo como Voluntad y Representación), alguien que llegó a provocar al genio de Jena  poniendo sus clases a la misma hora que las de Hegel (recordemos que en las universidades alemanas se cobraba entonces según el número de alumnos. ¿Qué ocurriría hoy en día de aplicarse este régimen retributivo a los profesores universitarios?), Arthur SCHOPENHAUER -el maestro de NIETZSCHE excepción hecha de HERÁCLITO- sentirá que la verdad está en otra parte, la cosa en sí no es el Espíritu, el Geist de Hegel sino la Voluntad (Wille) y es el Deseo, la Voluntad, la Sed la que nos mantiene encadenados a este infierno de la vida material con "torturadores y torturados". Pero el Buddha, el Despierto habrá extinguido toda voluntad y todo pensamiento, al menos durante "ciertos momentos" más allá de la voluntad (querer) y de la representación (pensar).
- Schopenhauer en mi imaginario es ese viejo cascarrabias que ha conseguido a su manera ser feliz, un segundo Voltaire, un filósofo inteligible que dice las cosas con gracia y a la vez con rigor, el precursor del que será más romántico que los románticos de fines del XVIII: NIETZSCHE (cfr: Nietzsche, "Schopenhauer como educador" de las Consideraciones Intempestivas). Aunque no nos detengamos en él, posponiendo la exposición de su filosofía de la Voluntad para el tema de Nietzsche, baste por ahora con señalar la enorme influencia de Schopenhauer sobre la literatura, la música y el arte. El mayor actor de todos los tiempos, Charley Chaplin,  dedicó años enteros de su vida a estudiar y asimilar el pensamiento de El Mundo como Voluntad y Representación.  

 
Eugène Delacroix, La Muerte de Sardanápalo (1827). Pintura romántica: Oriente, Lujuria y Muerte
 
 
3. HEGEL Y LA DIALÉCTICA

(Wikipedia: artículo "dialéctica")

"La dialéctica (del griego διαλεκτική(dialektiké), τέχνη(téchne), literalmente: técnica de la conversación; con igual significado, en latín (ars) dialectica) es una rama de la filosofía cuyo ámbito y alcance ha variado significativamente a lo largo de la historia.

"Originariamente designaba un método de conversación o argumentación análogo a lo que actualmente se llama lógica. En el siglo XVIII el término adquirió un nuevo significado: la teoría de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos, así como la detección y superación de estos contrapuestos. De manera más esquemática puede definirse la dialéctica como el discurso en el que se contrapone una determinada concepción o tradición, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como antítesis. De esta confrontación surge, en un tercer momento llamado síntesis, una resolución o una nueva comprensión del problema. Este esquema general puede concretarse como la contraposición entre concepto y cosa en la teoría del conocimiento, a la contraposición entre los diferentes participantes en una discusión y a contraposiciones reales en la naturaleza o en la sociedad, entre otras.

"El término adquiere un significado no circunscrito al ámbito de la retórica gracias, fundamentalmente, a los escritos del filósofo alemán G.W.F. Hegel. En la época en que escribe una de sus grandes obras (Fenomenología del espíritu, 1808) el mundo parece haberse puesto en movimiento, transformando de forma visible lo que había durado siglos. Se trata de los primeros momentos del modo de producción capitalista que, a diferencia de los anteriores, se basa primordialmente en la circulación de las mercancías y del dinero. Entonces el viejo problema filosófico del cambio se agudiza: ¿cómo entender racionalmente que una cosa pueda cambiar de apariencia y seguir siendo la misma cosa? Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo. Este esquema es el que permite explicar el cambio manteniendo la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado.

"Con el mismo proceder Karl Marx analizará la realidad social y, claramente en sus escritos a partir de 1842, la entenderá como una realidad conflictiva debido a la contraposición de intereses materiales incompatibles. Así dirá, en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases"; esto es: la confrontación entre clases sociales es el motor del cambio histórico.

"En el siglo XX el filósofo alemán Theodor W. Adorno titulará Dialéctica negativa (1966) una de sus obras capitales. Esta obra se inicia con una afirmación provocativa: "La formulación dialéctica negativa atenta contra la tradición". Se refiere Adorno a que en la dialéctica de Platón o en la de Hegel el resultado del movimiento de contraposición es la afirmación de algo, mientras que lo que él pretende es subrayar el carácter inconcluso de cualquier momento del movimiento de contraposición, tanto a nivel social como cultural".

       Me siento muy lejos de entender todo el profundo sentido que encierra la dialéctica hegeliana. El término "dialéctica" no es nuevo sino que ya había sido usado por Kant para hacerlo sinónimo de pseudosaber, vano juego de ideas de la razón especulativa, metafísica imposible como ciencia. Anteriormente también poseía una historia que se remonta a Platón y al proceso de diálogo-interrogatorio-sobre-definiciones-frustradas de Sócrates. Sin embargo, Hegel usará este término, este concepto con connotaciones antiguas y añadiéndole algo nuevo: Dialéctica Trascendental no será la demarcación de límites de la verdadera metafísica o de la religión natural (como en Kant). Tampoco, a la manera de Platón-Sócrates el "arte de preguntar y de responder bien" o el symphilosophein (co-filosofar o filosofar-con-otros, no solo) de los griegos felices , sino algo más: el conflicto fecundo.

      La dialéctica hegeliana no es más que una estructura triádica constituida por un momento afirmativo, uno negativo y otro que siendo la negación de la negación obtiene un nivel de síntesis más elevado antes de reencarnarse como nueva tesis de segundo grado a la que habrá de oponerse una antítesis de cuya oposición habrá de brotar gracias al conflicto fecundo o dialéctica una nueva síntesis-tesis... de tercer grado y así ad infinitum.

        Se dice pronto: Hegel pretende mediante su estructura de tres fases (momento afirmativo, negativo y superación-cancelamiento) haber desvelado El Secreto del Universo, la cosa en sí que Kant no llegaba a comprender: Lo que hay es primero la Revolución francesa (tesis), luego el Terror de Robespierre (antítesis) y por último la fusión superadora: El estado constitucional (síntesis) (supongo que se refiere al bonapartismo que recogería lo mejor de los dos momentos anteriores pero llevándolo a un nuevo nivel). Del mismo modo, por poner un ejemplo no ajeno a la Teoría de los Colores de GOETHE -uno de los mayores poetas y sabios de Alemania, contemporáneo de Hegel y Schopenhauer- que la mezcla de amarillo y azul no da un azul desvaído ni un amarillo obscuro sino una nueva cualidad: el verde).
 
        O bien, en el terreno de las artes: primero el clasicismo y su mesura, primero  la Ilustración (tesis), luego el Sturm und Drang o Romanticismo (antítesis), por último la madurez, por ejemplo,  de Goethe tras el Wilhelm Meister: Neoclasicismo (síntesis).
 
        - La triada dialéctica está en la esencia de todo: en una simple oposición de argumentos entre dos personas que discuten, en la evolución pendular o polar que siguen las corrientes artísticas, los sistemas filosóficos, las leyes, las religiones y los imperios (Espíritu Absoluto: Historia)  tanto como en la diferenciación sexual de los organismos, en la polaridad eléctrica, en la estructura de la Lógica o de la Música y en un gran número de fenómenos (Espíritu Absoluto: Naturaleza),  se pueden apreciar los tres momentos de afirmación, negación y negación de la negación. 

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Ludwig van BEETHOVEN (1770-1827) en cuyas sonatas se ha creído ver la estructura dialéctica

 
 
 
3.1 "DIALÉCTICA DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA ALEMANA"

(Wikipedia)

"Para Immanuel Kant la sensibilidad tiene como formas a priori el espacio y el tiempo y la razón humana tiene, también anteriores a toda experiencia, un conjunto de categorías para concebir los objetos, siempre que haya fenómenos sobre los cuales ellas puedan actuar. Cuando tal cosa no ocurre, como en el caso de los objetos denominados "metafísicos", el entendimiento deriva en las llamadas antinomias, en las cuales puede demostrarse como verdadera tanto una posición como la contraria, hay argumentos en favor y en contra de las tesis y de sus respectivas antítesis. La solución no puede ser dogmática sino crítica de la razón pura, distinguiendo la "cosa en sí" del mundo fenomenológico, que no existe independientemente de nuestras representaciones.

"Para Johann Gottlieb Fichte del yo, del sujeto se deriva todo y de acuerdo con los principios lógicos de la identidad y negación, al afirmarse el yo engendra por oposición el "no yo" y ambos están subordinados a un principio de unidad total. Así como el yo entra en contradicción consigo mismo y posiciona el no yo, elimina esta oposición mediante la limitación de ambos y fluye un proceso infinito y que se formula en la tríada dialéctica: tesis, antítesis y síntesis.

"El filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel aplica el término dialéctica a su sistema filosófico y a su lógica centrada en el devenir, la contradicción y el cambio, que sustituye los principios de identidad y no contradicción, por los de la transformación incesante de las cosas y la unidad de los contrarios. Hegel pensaba que la evolución de la Idea se produce a través de un proceso dialéctico, es decir, un concepto se enfrenta a su opuesto y como resultado de este conflicto, se alza un tercero, la síntesis. La síntesis se encuentra más cargada de verdad que los dos anteriores opuestos. La obra de Hegel se basa en la concepción idealista de una mente universal que, a través de la evolución, aspira a llegar al más alto límite de autoconciencia y de libertad.

"El filósofo alemán Karl Marx aplicaba el concepto de dialéctica a los procesos sociales y económicos. El llamado materialismo dialéctico de Marx es con frecuencia considerado como una revisión del sistema hegeliano. Este proponía una solución a un problema generalizado de extremos económicos por medio de los tres conceptos: tesis, antítesis y síntesis. La primera era la fuente del problema en este la propiedad del capital concentrada en la clase burguesa. La segunda la clase proletaria creadora del valor con su trabajo y despojada de todo medio de producción. Estas dos darán como síntesis el comunismo, la propiedad social de los medios de producción.

 

El Werther, el más romántico de los románticos acabó provocando una oleada comprensible de suicidios. En una ocasión el mismo autor, Goethe,  sacó muerta de un río a una muchacha que llevaba en la enagua un ejemplar del Werther. Hay que imaginarse la tribulación y el dolor moral que invadirían al alma bella de Goethe y a su corazón sensible al comprobar que su obra hacía que la gente se tirase al río.- Libros que inspiren ganas de matarse son también -de acuerdo con rumores y datos nada exactos ni verificados- los del filósofo rumano- francés Emil M. CIORAN (1911-1995) - En las Alturas de la Desesperación, Del Inconveniente de haber nacido; Diario de la Podedumbre y muchos otros. Se dice que los jóvenes franceses al llegar al nivel de conocer a Cioran, cometen suicidio. Gracias a Dios no existe este problema en nuestro país donde casi nadie corre el riesgo de ahorcarse tras digerir los pensamientos de Cioran o del Werther, incultos pero no tan suicidas.- He escogido esta estampa por la interfaz o más bien la larga mirada apasionada que se dirigen los enamorados por encima de la niña, la muñeca y el teclado.

 

3.2 "LA DIALÉCTICA DE HEGEL"

(Wikipedia)

"El acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción. El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre precisamente en contradicción: A debe ser +A ó -A, con lo cual ya queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni - y por lo mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa. Esto significa la superación de la lógica formal y el establecimiento de la lógica dialéctica.

"Todas las cosas son contradictorias en sí mismas y ello es profundo y plenamente esencial. La identidad es la determinación de lo simple inmediato y estático, mientras que la contradicción es la raíz de todo movimiento y vitalidad, el principio de todo automovimiento y solamente aquello que encierra una contradicción se mueve.

"La imaginación corriente capta la identidad, la diferencia y la contradicción, pero no la transición de lo uno a lo otro, que es lo más importante, cómo lo uno se convierte en lo otro.

"Para Hegel toda la realidad tiene un sentido lógico: lo que existe, no existe caprichosamente, sino que responde a una necesidad interna de todas las cosas, que las hace ir evolucionando –cambiando– según una dialéctica de oposición de los extremos: Una cosa, una idea, una circunstancia histórica cualquiera, pueden ser tomada como una posición, o sea como una tesis. Como ninguna cosa ni idea es completa y perfecta, frente a esa posición surge una que se le opone, la oposición, o sea la antítesis. De la confrontación o el encuentro entre estos dos opuestos surge la composición, o sea la síntesis, que supera ambas posiciones anteriores y alcanza una nueva más completa y perfecta que las incluye a las dos, pero que está abierta a su vez a una nueva oposición, con lo que la evolución de la realidad, del mundo, de la historia, de lo que sea, nunca se detiene.

"Un corolario –una consecuencia– de esta evolución lógica es el famoso enunciado "Todo lo real es racional" (todo tiene una razón lógica para ser real), "y todo lo racional es real". Esto último es mucho más importante en sus consecuencias, porque significa que todo lo que el intelecto pueda llegar a concebir –la utopía marxista, el nazismo, el estado por encima de las personas– puede también hacerse real, y en cierto sentido debe hacerse real, de modo que va a surgir inevitablemente aunque no lo conciba la razón humana, porque por encima de nuestro espíritu está el Espíritu Absoluto, que se piensa a sí mismo y nos piensa a nosotros y al mundo. Como consecuencia, la historia no es algo que el hombre pueda modificar, sino que es la manifestación en el mundo del Espíritu Absoluto, que a través de ella se auto-conoce.

"Como se deduce de esto, el hombre no es un ser libre sino que es una pieza necesaria de la evolución del Espíritu Absoluto –que es una especie de Dios lógico, pero no justo ni piadoso, sino solamente todopoderoso–. Otra consecuencia de esta manera de ver la realidad es que se absolutiza al Estado frente a las personas, por lo que el hegelianismo está en la base de todos los totalitarismos modernos –y en todas las seudo-democracias como los EE.UU. y la Unión Europea–.

"Cuando se aplica la dialéctica a las relaciones sociales y personales, aparece otro famoso enunciado de Hegel: "La dialéctica del amo y del esclavo". Este es otro corolario –consecuencia– del planteo de la realidad como un proceso de tesis-antítesis-síntesis. En este caso –y aquí aparecen las relaciones de poder que son el tema de su estudio– significa que en toda organización humana, en toda institución o aún en cada parte de una institución –por ejemplo, la enfermería dentro de la estructura de un hospital– aparece la tendencia de algunas personas o grupos a afirmarse como tesis y ejercer el poder sobre los demás, que pasan a ser la antítesis de su posición. Ya sea a través del diálogo y la colaboración, o de la resistencia y la lucha más o menos solapadas, con todos sus condimentos de murmuraciones, mentiras, injurias, calumnias, hostilidades, actitudes deshonestas, etc., lo cierto es que un sector tiene el látigo en sus manos –el amo– y el otro recibe los latigazos –el esclavo–.

"Lo más importante es que el hecho de estar sometido al poder –de los jefes, autoridades, superiores– no convierte necesariamente al esclavo en una buena persona que sólo sufre y despierta nuestra compasión y simpatía, sino que el individuo o el grupo dominado –la antítesis de la tesis representada por el individuo o el grupo dominante– trata de encontrar la manera de hacerse a su vez con el poder, con el látigo, no sólo por un comprensible deseo de venganza o revancha, sino por exigirlo así la dialéctica de los acontecimientos, que no está en manos de los amos ni de los esclavos, sino que es una consecuencia inevitable de la dialéctica del espíritu absoluto que se piensa a sí mismo a través de ellos. Esta superposición del esclavo sobre el amo, se logra debido a que el esclavo trabaja, y al trabajar logra su realización; mientras que el amo cae en una dependencia absoluta de su subyugado. No debe confundirse los términos amo y esclavo con los términos señor y siervo, pues al hablar de señor y siervo se produce una relación dialéctica diferente a la que produce el amo en oposición al esclavo".

 
Goethe en la Campiña Romana (1787), óleo de Tischbein. Goethe (1748-1832), el mayor Poeta de Alemania.
 
 
 
CONCLUSIONES PARA LOS QUERIDOS ALUMNOS Y VIGENCIA DE HEGEL

        Se ha dicho de la dialéctica hegeliana que era "el álgebra de la revolución" porque Marx y Engels sustituirán el idealismo absoluto por el materialismo histórico conservando no obstante la dialéctica. Por eso sería Hegel una especie de profeta del marxismo: Como si Hegel fuese Juan el Bautista y san Carlos Marx, nuestro Señor Jesucristo. Es decir, Hegel y el idealismo nada más que un antecedente más o menos interesante.
 
       Así lo consagra la penosa elección de micro-textos de la PAEG o PAU de Castilla-La-Marcha, que no incluye ninguno del autor de la Fenomenología. - No estoy de acuerdo con esta sobrevaloración de Marx, militante político internacional partidario de la revolución violenta y prolífico redactor de libelos, artículos, manifiestos y obras en colaboración con Engels. - No creo que Hegel prefigure la lucha de clases de Marx con su dialéctica del amo y el esclavo.

Permitidme queridos alumnos añadir alguna pincelada más personal de mi contacto con el pensamiento de Hegel.
 
        Cuando por primera vez empecé a imaginarme con 15 o 16 años lo que decían los idealistas como SCHILLER - en sus Cartas para la Educación Estética del Hombre-  me sentí embriagado y, aunque hacía mucho que había pasado aquel tiempo,  quedé plenamente convencido hacia la primavera de 1981 de que no había más que hacer que ser romántico. No sabía muy bien lo que esto significaba; pero lo sentía latir dentro de mí como una especie de fe en la poesía y en las cosas grandes.- Algo más tarde leí sin provecho los Escritos de Juventud de Hegel y más tarde estudié algunas páginas y epígrafes de la Fenomenología igualmente sin resultado como no fuera percatarme de lo muy compleja que era la lectura de la Fenomenología. También recuerdo esa primera sensación de estupor al imaginarme lo que decían Hegel y los idealistas: que el mundo era espíritu, que la materia era una vibración espiritual densa hecha de polaridades dialécticas. Me parecía una fantasía utópica. No podía creer que nadie pudiera decir semejante cosa en serio: que todo era espíritu. - Cuando fui a la India vi que todo el mundo allí -de una manera o de otra- era hegeliano. La filosofía de vida hindú (la que yo conocí o sentí) era de un idealismo absoluto. De modo que al recapacitar, encuentro que Hegel ha influido en mi vida.

Antes de terminar quisiera decir algo sobre la forma de expresarse de Hegel, su estilo literario: Hegel, dejando a un lado el contenido de su filosofía es un genio de la forma literaria con múltiples recursos. El traductor suda la gota gorda traduciendo Sittlichkeit y Moralität como Eticidad y Moralidad, o Afterdienst por cultus spurius: falsa religión o religión positiva. Resulta asombrosa la forma de escribir de Hegel.

        El presente trabajo sobre Hegel y el Idealismo también podría ser un modesto avance de El Espíritu en su conquista de la reconciliación puesto que de acuerdo con Hegel todo es un paso del espíritu humano pero... ¿hacia dónde? La historia esa que circula en resúmenes y manuales de que el Estado prusiano post-napoleónico -en fin su sociedad- era la encarnación definitiva de la Razón, me parecía una especie de chiste sobre el que no merecía la pena ni detenerse. Yo no conseguía leer a Hegel con claridad pero estaba seguro de que no iba a decir algo tan estúpido como que lo último siempre es lo mejor ni mi tiempo es el mejor.

No decía eso. Ni siquiera decía que la clave de todo fuese la estructura de tesis-antítesis-síntesis. Decía que cualquier sistema de ideas y creencias si se toma en serio y se lleva hasta sus últimas consecuencias conduce al absurdo. Pero que a la vez todos los momentos contienen un atisbo de la verdad porque, si todo esto al final tiene algún sentido, la historia de la humanidad no puede ser una sucesión arbitraria de batallas y de masacres sino que ha de perseguir algún designio y ese designio no puede ser otro que la realización de la Libertad y de la Autoconciencia del Espíritu Humano. - Esta meta es también la realización de la filosofía pero no se lleva a cabo sin desgarro y contradicciones:-  En el desarrollo de la materia, de los individuos, las instituciones o de los países, los entes llegan a un extremo de auto-enfrentamiento que les catapulta a un nivel más elevado de conciencia (sin embargo el avance no es lineal según Hegel, de modo que "lo último no siempre es lo mejor"); este nivel se convertirá a su vez en germen de una nueva auto-contradicción superadora o sublimadora (Aufhebung) que dará lugar a una nueva síntesis, y así ad nauseam pues el Espíritu es precisamente lo que no encuentra nunca sosiego. 
Napoleón (1769-1821) a caballo
 
 

BIBLIOGRAFÍA

- GOETHE, el Werther; el Fausto; Viaje a Italia; Poesía y Verdad (memorias), poesía, teatro, ciencia, etc., etc. etc.

- Paul HAZARD, El Pensamiento Europeo en el siglo XVIII

- J.G.W. HEGEL, Fenomenología del Espíritu

- HÖLDERLIN, Hiperión o el Eremita en Grecia.

- Walter KAUFMANN, Hegel

- Leszek KOLAKOWSKI, Las Principales Corrientes del Marxismo

- NOVALIS, Himnos a la Noche

- SCHILLER, Cartas sobre la Educación Estética del Hombre
 
 
 
 
 
 
 
T14. MARX (1818 – 1883) Y EL MARXISMO: MATERIALISMO HISTÓRICO, MATERIALISMO DIALÉCTICO, LA ALIENACIÓN Y LA TEORÍA DE LA PLUSVALÍA.

 
 Karl Marx y Friedrich Engels en la imprenta de1 la Rheinische Zeitung. Cuadro de E. Chapiro 

 
“¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, en que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo .”

 Karl MARX, Manuscritos: Economía y filosofía.

( trad. de F. Rubio, Madrid, 1986, p. 108).

 

0. CONTEXTO

        El marco histórico de Marx es el de la revolución industrial. Como es sabido, hacia 1800 en Inglaterra la aplicación de las máquinas a la producción (sobre todo siderometalúrgica y textil) dará lugar a una serie de cambios sociales como el incremento demográfico y el crecimiento de la población en grandes ciudades. No es pues de extrañar que Marx, creyera que grandes cambios de todo tipo eran promovidos por los profundos cambios en la forma de producir.

        En lo social, el contacto directo con la miseria de los trabajadores (los desfavorecidos del boom urbano de la revolución industrial) explica también la postura revolucionaria del autor. Sin duda el contacto con la clase obrera de su tiempo le marcó.

        En lo cultural este énfasis en subrayar la importancia de la “base real” (economía) y de denunciar la falsedad de la superestructura ideológica y su dependencia de lo social, se puede relacionar con el paso del romanticismo al realismo (Zola en literatura, Courbet en pintura y otros) en el arte contemporáneo a este escrito.

        En lo filosófico, las doctrinas que expone son deudoras del idealismo alemán (Hegel (1770-1831), Feuerbach (1804-1872) y la izquierda hegeliana), los economistas liberales ingleses como Adam Smith (1723-1790) o David Ricardo (1772-1823), el socialismo llamado “utópico (Saint-Simon, Fourier, Owen y otros) y en general el comunismo y los movimientos obreros.

        A Hegel y a los idealistas los invierte conservando la dialéctica como “álgebra de la revolución”. A los socialistas anteriores los tacha de “utópicos” en el sentido de quiméricos pero también de ignorantes de la verdadera realidad. A los fundadores de la “economía política” les critica dar por supuesta la propiedad privada sin entender el mecanismo del robo de la plusvalía.

 

1. LA ALIENACIÓN: El término “Alienación”.

        Según Marx el hombre ha alcanzado en la sociedad capitalista el grado máximo de alienación.

        La palabra alienación es sinónima de enajenación y de extrañamiento. En general significa “estar fuera de sí”. También se usa en expresiones como “enajenar todos sus bienes” o “alienar sus derechos” –con lo que se quiere decir: traspasar a otro, cedérselos, dejar de ser de uno.

        En Hegel lo que se aliena o sale de sí es el Espíritu. Se objetiva en las diversas formas culturales e históricas para conocerse a sí mismo.

        En Feuerbach la alienación fundamental es la religiosa: el ser humano se des-posee de sus mejores cualidades para proyectarlas en un ser trascendente y así queda empobrecido.

        En Marx el origen de la alienación no se encuentra en la mentalidad religiosa ni tampoco en un Espíritu Absoluto o autoconciencia que creara la realidad para cobrar conciencia de sí misma. Es la base económica (la forma de trabajar y de distribuir los bienes resultantes) lo que enajena al ser humano, lo que le impide realizar todas sus potencialidades.

 

1.1. Niveles de Alienación en Marx

        Alienación del Trabajo (económica)- El producto, a pesar de ser una creación humana, se ha vuelto ajeno al trabajador: No pertenece al obrero. Incluso se vuelve contra él pues cuanta más riqueza produce más pobre se vuelve.- También la propia actividad de trabajar se ha vuelto extraña: lo más humano (trabajar) se ha vuelto inhumano y mortificante mientras que lo animal (comer, dormir, engendrar) se ha convertido en lo humano. No sirve para realizar nuestras capacidades sino sólo para sobrevivir. No es voluntario sino trabajo forzado. No nos pertenecemos a nosotros mismos cuando trabajamos sino a otro. El trabajador se convierte en una mercancía- Pero también el capitalista está alienado: “seré feo pero puedo comprarme la mujer más guapa, paralítico pero el dinero me procura 24 pies, sinvergüenza y estúpido pero el dinero es respetado”: el empresario ya no es un hombre sino la personificación abstracta del dinero.

        Alienación del producto, alienación de su actividad y alienación del capitalista son tres caras de la alienación económica. De ella se derivan las restantes formas de alienación a distintos niveles:

        Alienación Social- Como el mundo aparece dividido en explotadores y explotados los hombres no pueden ser hermanos ni colaborar ni ayudarse. El espíritu comunitario (la solidaridad) queda alienada por causa de la lucha de clases.

        Alienación Política- El Estado también asume un carácter independiente respecto a la sociedad aunque fue creado por ella. No puede ser un árbitro imparcial que administre justicia sin distinciones. En realidad es un instrumento de opresión al servicio de la clase dirigente. Cuando desaparezcan las clases el Estado se convertirá en una estructura superflua y se irá extinguiendo (transición desde el socialismo al comunismo).

        Alienación Ideológica- La ideología de cada sistema consiste en el conjunto de representaciones que tienden a justificar y distorsionar la situación real socioeconómica: concepciones jurídicas, políticas, morales, educativas, artísticas o religiosas que predominan. La ideología dominante en cada época es la ideología de la clase dominante. Es decir, una interpretación de la realidad que encubra la auténtica situación y así posibilite la existencia de explotadores y explotados. Así, por ejemplo, la religión será entendida por Marx como un consuelo ultraterreno de las miserias y fatigas de este mundo. Mantiene a los oprimidos en una situación de pasividad y de espera. De ahí el lema: “la religión es el opio del pueblo”. En una sociedad revolucionada dejará de tener sentido. En ciertos aspectos ideología equivale a superestructura.

        El Fin de la Alienación- Desaparecen todas las formas de alienación cuando desaparezca la alienación económica, fundamento de todas las demás. Entonces la actividad laboral funcionará para “el desarrollo pleno y libre de todos los individuos”. La iniciativa individual no estará en guerra con el beneficio colectivo. El reparto de la riqueza se efectuará de acuerdo con el principio “De cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades”. Desaparecerán las clases y el antagonismo entre ellas igual que el Estado y las falsas formas de conciencia. El “poder sobre las personas” será sustituido por la “administración de las cosas”.

        Para Marx esto no era una mera utopía sino una consecuencia necesaria del sistema burgués moderno (=capitalista): En él la alienación llega a su grado máximo y por esa razón dará paso a la emancipación definitiva. La eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción (conseguida mediante una revolución proletaria violenta) es la clave para transformar el sistema de trabajo y a partir de ahí el sistema como un todo. Inevitablemente el comunismo dominará el mundo. Lo único que hacen los revolucionarios es “acelerar los dolores del parto”.

        Marx presenta el nuevo modo de producción como definitivo. Al haber dado fin a las contradicciones sociales, realizará la esencia del ser humano. Será el final de su alienación, la “solución del enigma de la historia”.

 

2. EL MATERIALISMO HISTÓRICO. Superación y Síntesis del Idealismo Hegeliano y del Materialismo Clásico.

        Marx es materialista en su concepción de la Historia: lo que mueve la Historia es el cambio de las condiciones materiales o económicas y no –como en Hegel- el desarrollo del Espíritu.

        Marx es materialista en su concepción de la realidad: Frente a la “prioridad del pensar sobre el ser” (idealismo) defiende que es más importante el ser material que lo espiritual: el primero determina al segundo  y no al revés.

        Esto ya lo habían dicho los materialistas clásicos como Demócrito. Y también Feuerbach (“Der Mensch ist was er isst”). A diferencia de ellos Marx sustenta un materialismo dialéctico, histórico y práxico. El dilema entre materialismo y espiritualismo, la pregunta sobre la esencia del mundo no es un problema teórico sino práctico. Porque todo conocimiento y toda filosofía están comprometidos con algún interés y todas transforman el mundo.

 

2.1 Fuerzas Productivas, Relaciones de Producción, Superestructura.

        Según el diamat (materialismo histórico) la Historia se explica por las condiciones de vida materiales de los hombres (aunque las ideas, la religión y otros factores no-económicos también influyan a veces). La lucha de clases o antagonismo más o menos latente entre opresores y oprimidos es la clave de los cambios sociales y políticos. En resumen, los factores económicos y la lucha social son los determinantes fundamentales.

“El resultado al que llegué y que una vez obtenido me sirvió de guía en mis estudios puede formularse de este modo breve: en la producción social de su existencia los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva una superestructura jurídica y política y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia. El modo de producción de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su conciencia”.

Karl MARX,  Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859)

 

        Fuerzas Productivas: “Huesos y músculos de la producción”. Conjunto de medios técnicos y humanos de que dispone una sociedad en un momento histórico concreto para dominar la naturaleza y resolver sus necesidades de producción. Las personas que producen directa o indirectamente, su formación técnica, los instrumentos de trabajo, la tecnología y la ciencia. Desde la Prehistoria estas fuerzas han ido desarrollándose y determinando el resto del aparato social: El molino manual produce la sociedad feudal y el de vapor el capitalismo.

        Relaciones de Producción- Cómo se organizan los miembros de una sociedad histórica concreta para trabajar y qué parte se lleva cada cual del producto global. Abarca la división social del trabajo (qué le toca hacer a cada uno en ese modo de producción) y las relaciones de intercambio de actividades. Lo más importante es el régimen de propiedad que haya en cada caso: esclavista, feudal, etc. La propiedad privada sobre los medios de producción comporta la lucha de clases abierta o latente: “La historia de todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia de la lucha de clases. Hombre libre y esclavo, patricio plebeyo, barón y siervo de la gleba, maestro y oficial de gremio, en una palabra, opresores y oprimidos”.

        Las Fuerzas Productivas junto con las Relaciones de Producción constituyen la Infraestructura Económica o base real de la sociedad. Pues son estas condiciones materiales las que explican los conflictos sociales y los grandes cambios históricos. Según el materialismo marxista la Historia progresa de una forma dialéctica: las fuerzas productivas llegadas a cierto punto de su desarrollo entran en contradicción con las relaciones de producción; entonces se produce una época de crisis o de revolución social tras la cual nace un nuevo modo de producción destinado a su vez a albergar otras contradicciones. Así, de las contradicciones internas de la sociedad esclavista nace el feudalismo y de la crisis del feudalismo la sociedad burguesa.

        Superestructura- Conjunto de concepciones jurídicas, políticas, morales y filosóficas que corresponden a una infraestructura socioeconómica concreta. Así el Derecho y el Estado suelen ser las leyes y el Estado de la clase dominante. Lo mismo que los contenidos del sistema educativo, las instituciones y las “formas de conciencia social” o ideología de cada momento histórico. “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina sus ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”. No quiere decir con esto que los factores económicos sean los únicos que explican cualquier fenómeno histórico. Las ideas religiosas y políticas también pueden ser determinantes en cuanto a la forma que adopte la lucha de clases. Pero aunque no son los únicos sí son en última instancia los más decisivos.

        No hay una conciencia pura ni una filosofía o teología puras, desligadas de la vida social y material de los hombres. Todas las ideologías están al servicio de un determinado modo de producción. Cuando este cambia los hombres también cambian sus pensamientos. Loa clase que tiene el poder material también ejerce el poder espiritual. Pero los sujetos no son conscientes de que sus ideas se derivan del proceso productivo.

        A la suma de infraestructura y superestructura la denomina Marx Modo de Producción. Hasta ahora han existido cuatro: Despotismo Oriental o MP Esclavista Antiguo, MP Feudal y MP Moderno Burgués o Capitalista.

        El MP Capitalista lleva al máximo de alienación por varias razones: desarrolla en extremo las fuerzas productivas, divide a la sociedad en dos grandes campos enemigos (burguesía y proletariado), acumula el capital cada vez en menos manos mientras empobrece cada vez más a un mayor números de obreros, se muestra incapaz de suprimir las crisis comerciales. Todo esto hace que aumente la conciencia de clase de los trabajadores.

        Las contradicciones internas del capitalismo darán lugar al Modo de Producción Socialista. Se distinguen varias fases: 1) revolución proletaria a través de sus organizaciones políticas; 2) dictadura del proletariado o socialismo propiamente dicho: los oprimidos ejercen su dictadura sobre los antiguos explotadores arrebatándoles por la fuerza los medios de producción, se distribuyen los bienes sociales en proporción a la calidad y cantidad de trabajo con que uno ha contribuido, se elimina la división entre trabajo intelectual y manual, ciudad y campo, la discriminación de la mujer, etc.; 3) el comunismo: la fase más desarrollada de la organización social donde han desaparecido las clases y con ellas el Estado, el egoísmo, la codicia y la rivalidad ya no son las fuerzas motrices de la economía.

        Con esta formación social “termina la prehistoria de la sociedad humana”. El comunismo no es una fase más porque ha solucionado el problema básico de donde arrancaban los conflictos: la lucha de clases. Por eso es una etapa definitiva, el cumplimiento total de las exigencias humanas, “la solución del enigma de la historia”

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3. ACTUALIDAD O VIGENCIA

        Marx se ha asociado con Freud y Nietzsche bajo la etiqueta de “filósofos de la sospecha”. Los tres nos han enseñado a desconfiar de la razón y de las racionalizaciones. La libido (energía sexual) según el fundador del psicoanálisis, la voluntad de poder según Nietzsche o las relaciones de producción (lucha de clases) según Marx, constituyen la base real o impulso primordial sobre la que se edifican las ideologías y los ideales. Ya no será posible creer –como creían los ilustrados- en la razón como árbitro supremo del conocimiento y de la vida.

        Los tres autores han marcado la historia del siglo XX. Marx dijo (en la tesis numero 11 sobre Feuerbach) que hasta entonces los filósofos se habían conformado con interpretar el mundo pero que ahora se trataba de cambiarlo. Treinta años después de su muerte se produce la siguiente cadena de acontecimientos más o menos relacionada con el marxismo: Revolución rusa, Guerra Civil española, Segunda Guerra Mundial, Revolución Cultural de Mao en China, Revolución Cubana, Guerra Fría, caída del Muro de Berlín y fin del bloque comunista. El comunista Marx pronosticó el fin del capitalismo pero lo que ha fracasado ha sido el comunismo. Gorbachov, presidente de la Unión Soviética, a partir de 1986 reconoció que la economía centralmente planificada (sin libre comercio sino controlada por el Estado) no funcionaba. Para algunos la desvertebración del bloque del Este significaba el fin de la historia (así lo diagnosticó el pensador norteamericano Fukuyama) en el sentido de que ya no habría más que un sistema posible: el capitalista.

        Pero el capitalismo también ha fracasado como resulta evidente: un mundo cada vez más neurótico, más desigual y más violento. La enajenación del trabajo, tema del texto, sigue siendo tan actual como cuando se escribió. Nuestra sociedad está alienada por mucho que algunas de las demandas de los movimientos obreros hayan sido asimiladas por el sistema político (seguridad social, subsidios de desempleo, impuestos progresivos, etc.). Quizás lo peor de todo es que nadie, y mucho menos los más jóvenes, parece creer en la posibilidad de llegar a un mundo que haya superado el problema social. En mi opinión, darlo por imposible es hacerlo imposible.

        Ha habido muchos intentos de revisar y de actualizar el pensamiento de Marx. Así la llamada Escuela de Frankfurt o Teoría Crítica –“revisionistas” del marxismo-   a la que pertenece  Jürgen Habermas (autor con texto en la PAU).

        Dentro de la vigencia de Marx y del marxismo cabría aludir tal vez a la gran cantidad de partidos políticos del mundo que se adscriben a esta ideología. La nación que se cree tomará el relevo a los Estados Unidos en la hegemonía del imperio mundial –la República Popular China, Dios la bendiga- sigue siendo dirigida por un único partido comunista.

        Con frecuencia se han observado los errores de Marx y el desacierto de sus predicciones: No valoró la importancia que el nacionalismo y la religión iban a cobrar en el juego político. Sin embargo sí fue más científico en su predicción de las crisis periódicas del capitalismo debido al agotamiento de su propio ciclo interno.

        No quiero terminar esta reflexión sin referirme a la llamada Teoría de la Conspiración aunque desaconsejo que el alumno se atreva siquiera a mencionarla en el examen de Selectividad. De acuerdo con esta teoría –considerada quimérica por muchos- el mundo está dirigido por una minoría casi invisible de magnates que celebran reuniones periódicas discretas y deciden las guerras y los grandes cambios económicos, políticos y hasta culturales. Ha podido ser demostrada la existencia de estas asambleas de notables mundiales: Club Bilderberg. La mentalidad de este grupo recogería lo peor del pensamiento humano: el nazismo y el comunismo. Sus planes podrían comprender el exterminio de un tercio de la población mundial y su objetivo sería acabar por completo con la democracia y la libertad. Aunque fuera falso, no cabe duda de que estamos trabajando para ellos.

        Trabajadores del mundo, uníos.

 

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ADDENDA: ACTUALIDAD DEL TRABAJO ENAJENADO EN MARZO DE 2014.INCONCLUSO

      La vigencia del pensamiento marxiano acerca de la producción y el trabajo va más allá de lo apuntado en el epígrafe anterior, que redacté, creo, el curso pasado.-  De acuerdo con el marxista francés Louis ALTHUSSER, Marx habría defendido dos doctrinas, por así llamarlas, , de alguna manera incompatibles: El Marx joven –el del texto de los Manuscritos- una filosofía humanística; el Marx viejo –el de Das Kapital- una antihumanística, una filosofía cínica que cree saber el Destino de la Historia y hallarse en el lado de los vencedores.

        Según la visión de SLOTERDIJK en Crítica de la Razón Cínica (Madrid, 2003), y simplificando en extremo: Marx sería responsable del brote psicótico de Althusser, que –como es sabido- terminó estrangulando a su mujer, una socióloga bolchevique. Marx mató su parte izquierda o “femenina” al caer en el objetivismo cínico del materialismo histórico (vide epígrafe anterior del mismo título) y abandonar el humanismo de la teoría de la alienación (vide epígrafe). Del mismo modo, pero en sentido literal, Althusser –uno de los pocos filósofos asesinos- al oprimir hasta la muerte el cuello de su mujer la comunista, intentaba eliminar una parte de sí mismo.

        Como puede observarse, en estos mismos apuntes para blog están presentes estos dos Marx: el de izquierdas-femenino-quínico ( el Marx joven de la teoría de la alienación) y el de derechas-masculino-dominante-cínico (el del materialismo histórico).  –Si se me permite añadir mi opinión personal: A mí siempre “me gustó más” o más bien “me pareció más verdadera” la tesis marxiana de que estamos enajenados o alienados por una falsa equivalencia de trabajo, valor de uso y valor de cambio (teoría de la plusvalía) que su presunto Socialismo Científico que como pronóstico falla más que la escopeta de la feria (valga esta expresión castiza).

        Puede que Marx, Nietzsche y sobre todo Freud –es decir los últimos autores, junto a Wittgenstein y acaso Ortega, interesantes que nos quedan por ver- fallaran en sus predicciones. Puede que Freud sea un Fraud (como señala el filósofo hindú U.G. KRISHNAMURTI) (no confundir con Jiddu KRISHNAMURTI, también filósofo y avatar espiritual del siglo XX). Puede que el Marx viejo fuese una verdadera maldición para la humanidad. Y puede que el marxismo haya sido una verdadera plaga; una plaga que no termina de pasar.

 

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Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao, sucesión de revolucionarios casi con color de santos
 
COMPARACIÓN DE LA FILOSOFÍA DE MARX CON LA DE OTROS AUTORES
 
       MARX (1818-1883) parte de FEUERBACH (1804-1872) y de los “hegelianos de izquierda”. ¿Qué comparte con el autor que critica la alienación religiosa? ¿Qué les diferencia?  

     Se opone al idealismo romántico de HEGEL (1770-1831) pues no cree que el mundo esté regido por las ideas sino por las relaciones de producción , las condiciones materiales de vida  de los hombres concretos y  la lucha de clases (materialismo histórico). Coincide no obstante con el autor de la Fenomenología del Espíritu (1807) en otros puntos: Indica en cuáles y explícalo.

     KANT  (1724-1804) fue un ilustrado; Marx es un post-romántico: Al autor del Manifiesto Comunista (1847) no le interesa la “Razón Pura” pues no cree que haya conocimiento sin praxis (acción). Tampoco cree en una ética universal a priori como la kantiana ni que la existencia de Dios o la inmortalidad del alma sean postulados de la razón práctica.

      Sin embargo fueron ilustrados como  Kant y ROUSSEAU (1712-1778) los que pusieron las bases del marxismo en el sentido de criticar el origen de la propiedad privada, de la desigualdad entre los hombres y del Estado. La idea de voluntad general se distancia de los intereses de clase igual que de la confianza en el contrato social o en la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad gracias al uso público de la razón, la libertad de expresión y el valor de servirse del propio entendimiento.

      DESCARTES (1596-1650) no se había atrevido a tanto: “…me persuadía de que no sería razonable que alguien proyectase reformar un Estado, modificando todo desde sus cimientos, y abatiéndolo para reordenarlo” (Discurso del Método) (1637). Su intención no había sido otra sino reformar sus propias opiniones. Pero el racionalismo con su duda metódica a la larga terminará  por minar la autoridad de la Iglesia, a pesar de sus precauciones.

       La fundación de la ciencia política por MAQUIAVELO (1469-1527) y su realismo político también presentan algunas similitudes con el socialismo científico de Marx en la medida en que se separan ambos del iusnaturalismo de santo TOMÁS de AQUINO (1224-1274) y   de la visión aristotélica de la política (ARISTÓTELES (384-322 a.C.).

       No se puede olvidar que la teoría política de PLATÓN (427-347 a.C.) a pesar de su idealismo aristocrático defiende en la República el comunismo (ausencia de propiedad privada) para los guardianes, bien que dentro de un contexto muy distinto.

       Tampoco que la tesis doctoral de Marx  versó sobre la Diferencia entre las filosofías de la naturaleza de EPICURO (341-270 a.C.) )  y DEMÓCRITO (460-370 a. C.),  materialistas y atomistas.

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En este otro cromo comunista los Santos Padres de la Revolución alcanzan distintos grados de éxtasis ante el resplandor de la Bomba Atómica 

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

- T. W. ADORNO, Dialéctica de la Ilustración.

- Isaiah BERLIN, Marx.

- Albert CAMUS, El Mito de Sísifo; El Hombre Rebelde.

- DOSTOYEVSKI, Los Endemoniados,

- Ludwig FEUERBACH, La Esencia del Cristianismo.

- HEGEL, Fenomenología del Espíritu.

- Lezslek KOLAKOWSKI, Las Principales Corrientes Marxistas.

- Milan KUNDERA, La Vida está en otra Parte; La Broma (novelas).

- Herbert MARCUSE, Eros y Civilización.  

- Karl MARX, El Capital

- Karl MARX, La Ideología Alermana.

- Karl MARX, La Sagrada Familia.

- Karl MARX y Friedrich ENGELS, Manifiesto Comunista.

-Karl Raimund POPPER, La Sociedad Abierta y sus Enemigos.

- Karl Raimund POPPER, Miseria del Historicismo.

- Ernesto SÁBATO, Hombres y Engranajes.

- Jean-Paul SARTRE, Las Manos sucias.

- Peter SLOTERDIJK, Crítica de la Razón Cínica.

- Max STIRNER, El Único y su Propiedad.

 

Comentarios

  1. Pedro Sánchez-Montañés Pérez 2ºH

    Hegel y los demás idealistas del período romántico en Alemania tienen dos conceptos básicos de la filosofía: la Naturaleza y el Espíritu.
    El proyecto de Hegel consiste en pensar la interna unidad y la conexión entre uno y otro de modo que se elabora una teoría unitaria total y cerrada sobre la realidad en su totalidad.
    Razón- entendimiento, conocimiento de lo en-sí teoría y praxis, infinito (Dios) y finito (Naturaleza).
    Hegel y la Fenomenología del Espíritu que es un libro clásico cuyo objetivo es ir más allá de la teoría Kantiana. Fue la época de los años salvajes de la filosofía (con gran cantidad de talento y de energía entregadas a la causa de Sócrates). La “fenomenología” es el estudio y la descripción de la cosa en sí, de la Conciencia a través de la historia.
    Hegel y la Dialéctica; el acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción. Todas las cosas son contradictorias en sí mismas y ello es profundo y esencial. La imaginación corriente capta la identidad, la diferencia y la contradicción, pero no la transición de lo uno a lo otro de cómo se convierte.
    Para Hegel toda la realidad tiene un sentido lógico: lo que existe, no existe caprichosamente, sino que responde a una necesidad interna de todas las cosas que además van evolucionando. Una cosa, una idea, etc., puede ser tomada como una tesis y frente a esa posición surge una que se le opone, la antítesis. Cuando se aplica la dialéctica a las relaciones sociales y personales aparece otro famoso enunciado de Hegel: “La dialéctica del amo y del esclavo”. Significa que en toda organización humana, en toda institución parece la tendencia de algunas personas a ejercer el poder sobre los demás, que pasan a ser la antítesis de su posición. Unos tienen el látigo en las manos (el amo) y otros reciben los latigazos (el esclavo). Pero puede haber una superposición del esclavo sobre el amo.
    Para Hegel el mundo tiene una belleza meta física y abstracta, la belleza de la Razón, la fría lógica de la Razón. Para él, las tragedias de la humanidad son necesaria, de acuerdo al estado del desarrollo del espíritu.
    Como opinión podemos decir que Hegel tenía un pensamiento romántico del idealismo, veía en las cosas su lado positivo y negativo. Los cosas existen porque tienen que existir y para lo que unos es lo ideal para otro en lo es.

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