HFIL T6. CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA: SAN AGUSTÍN.


TEMA 6. CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA:
SAN AGUSTIN

 

1. PLANTEAMIENTO

La confrontación entre cristianismo y filosofía puede entenderse de dos formas: a) como el enfrentamiento continuado entre dos actitudes intelectuales (razón y fe) o b) como el acontecimiento histórico que tuvo lugar durante el Imperio Romano (siglos II al IV principalmente). Nos centraremos a continuación en el segundo punto de vista.

Algunas doctrinas judeocristianas chocaban con el pensamiento grecorromano:
1) el cristianismo pone a Dios en relación con la Historia mientras que los paganos ponían a lo divino en relación con la naturaleza; 2) el cristianismo se presenta como poseedor de la Verdad absoluta mientras que para la Antigüedad ninguna escuela posee más que verdades relativas; 3) el cristianismo ofrece una imagen de Dios ajena a la filosofía griega: Dios único (monoteísmo judaico en oposición al politeísmo pagano), creador ex nihilo, omnipotente, hacedor de milagros, y padre; 4) y una nueva concepción del ser humano: hecho a imagen y semejanza de Dios, con un alma inmortal, destinado a la resurrección; 5) así la historia se representa como una línea de progreso hacia la resurrección final y el Reino de los Cielos y no, como en Platón y otros, como un ciclo de edades que se repiten; 6) la moral deja de ser intelectualista: los bienaventurados son los "pobres de espíritu" y no los sabios; aparecen los temas de la libertad, el pecado original y la gracia divina.

Desde los primeros cristianos (san Pablo y los padres apostólicos) hasta la declaración del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano por Teodosio (380 Edicto de Tesalónica) se suceden una serie de luchas para definir el dogma pues no existía una sola manera de interpretar los Evangelios ni una sola Iglesia.
 
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Arriba, el símbolo ichtus o ichthys (en griego, en letras mayúsculas, IXΘΥΣ). El vocablo significa pez, pero constituye además un acrónimo: ησοῦς Χριστός, Θεοῦ Υἱός, Σωτήρ, (Iēsoûs Christós, Theoû Hyiós, Sōtḗr), que se traduce al español como Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador. El ichtus o ichthys fue uno de los primeros símbolos cristianos, y se convirtió en emblema del cristianismo primitivo. Abajo, el término IXΘΥΣ labrado en mármol, en las ruinas de Éfeso.
(Wikipedia)
 

2. FILOSOFÍAS NO CRISTIANAS

En la Antigüedad tardía subsistían las escuelas morales vistas en el tema anterior. Algunas -sobre todo el estoicismo y el platonismo, más tarde el aristotelismo- serán cristianizadas en un largo proceso que culmina en santo TOMÁS DE AQUINO (siglo XIII). Se suele considerar a PLOTINO (204-269 d.C.) el último filósofo pagano. Gozó del favor de altos personajes, entre otros del emperador Galieno y su esposa. Su obra más importante fue las Enéadas. En Roma solían pedirle ayuda y consejo convirtiéndose en una especie de "director espiritual". Plotino, según parece, recogía  en su casa a niños huérfanos. Su discípulo Porfirio cuenta que Plotino experimentó cuatro veces la unión mística con Dios.
 
El neoplatonismo de Plotino intenta resolver tres problemas heredados de la Teoría de las Ideas:  
1) La relación entre la Idea de Bien y el Demiurgo;
2) el lugar del mundo inteligible;
3) cómo de un principio supremo se origina la pluralidad de los seres.

Las respuestas neoplatónicas a estas cuestiones son:

R1) El Bien es Dios, el Uno, pero absolutamente trascendente;
R2) las Ideas están en la Inteligencia (Nous), primera emanación del Uno;
R3) la pluralidad de seres surge por emanación a través de una escala de realidades    intermedias.

R1.- EL UNO (Dios) es absolutamente trascendente y está "más allá de la mente y de la ciencia". Es inefable, es decir no se puede predicar nada acerca de él porque está más allá de todo objeto del que tengamos experiencia y si le diéramos alguna cualidad lo delimitaríamos, lo convertiríamos en una cosa particular. Sí se puede decir que Dios es el Bien pero no podemos atribuirle pensamiento porque esto implicaría una distinción entre objeto y sujeto. Ni Voluntad ni Actividad. Tampoco Autoconciencia pues al estar más allá de toda distinción ni siquiera puede distinguirse él mismo de sí mismo.

R2.- LA INTELIGENCIA (Nονς; Pensamiento o Espíritu) es la primera emanación del Uno. Es intuición inmediata con un doble objeto: el Uno y él mismo. En el Nous están contenidas las Ideas o modelos de todas las cosas, es el mundo inteligible. También se identifica con el Demiurgo a diferencia de Platón que separaba las Ideas del Dios-Artesano. Así, es en el Nous donde aparece por primera vez la multiplicidad. El Nous es eterno y atemporal. Conoce todas las cosas juntas, simultáneamente, en un eterno presente.

R3.- LA EMANACIÓN: ¿Cómo surgen los seres finitos? No pueden ser partes de Dios porque lo limitarían, ni creaciones porque el Uno carece de actividad. De ahí la emanación. En el proceso emanativo Dios no disminuye de ninguna manera, el mundo sale o procede de Dios por necesidad. Porque es un principio necesario que lo menos perfecto salga de lo más perfecto. El Uno es semejante a una Luz Increada y las criaturas son como luces participadas ordenadas jerárquicamente según sus grados de luminosidad. Pero el Primer Principio permanece igual en sí mismo. Plotino sigue un camino intermedio entre el panteísmo (todo es Dios, Dios se vierte en sus creaturas) y la creación teísta (un Dios personal crea el mundo a partir de la nada como algo diferente de Él mismo).

Del Uno emana el Nous, del Nous EL ALMA (tercera hipóstasis o realidad primordial), correspondiente al Alma del Mundo del Timeo platónico. Habría un alma del mundo superior más cerca del Nous y sin contacto inmediato con el mundo material y otra segunda alma, engendro de la primera, alma real del mundo fenoménico, a la que llama phýsis (naturaleza). El alma humana procede del alma del mundo y también tiene un elemento superior que pertenece al dominio del Nous y otro inferior en contacto directo con el cuerpo. El alma existe antes de su unión con el cuerpo (que se representa como una caída) y transmigra tras la muerte aunque olvidando su existencia terrenal. Plotino admite la inmortalidad personal y a la vez todas las almas individuos se unen en el seno del Alma del mundo.

LA MATERIA: Por debajo de la esfera del alma está la del mundo material. La emanación es como una irradiación de luz que al alejarse de su fuente se hace cada vez más oscura. La materia en sí misma es la oscuridad total, el grado más bajo del proceso de emanación del Uno, su antítesis, representa la "ciega necesidad". Pero en la medida en que es iluminada por la forma y entra en la composición de los objetos materiales (como la hylé de Aristóteles) no es completa oscuridad. Plotino se opone al desprecio gnóstico del mundo. Es una criatura eterna y unitaria cuyas partes se acoplan de manera armónica y gobernada por la Providencia divina, una imagen de lo inteligible aunque sea demasiado pedir que lo reproduzca con entera precisión.


EL ALMA HUMANA: aunque su parte más alta tiene sus raíces en el mundo inteligible, debido a su unión con el cuerpo está contaminada y necesita una ascensión para "hacerse semejante a Dios". La primera fase de esta ascensión es una catarsis (purificación) consistente en librarse de la tiranía del cuerpo y de los sentidos elevándose a la práctica de las virtudes cardinales (la phrónesis o prudencia es la más alta). En una segunda fase el alma se eleva por encima de lo sensible hacia el Nous ocupándose de la filosofía y de la ciencia. En una etapa superior el alma va más allá del pensar discursivo hasta la unión con el Nous pero conservando la conciencia de sí. En la etapa final se alcanza la meta de la unión mística con Dios o el Uno en un éxtasis donde ya no hay ninguna dualidad.

 
 
Representación imaginaria  de Hipatia en la Escuela de Atenas de Rafael
 

Una seguidora de Plotino, HIPATIA de Alejandría (355 ó 370 - 415 ó 416) filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, fue linchada por una turba de cristianos.

Si con Plotino la filosofía se convierte en religión con el GNOSTICISMO (siglos I al IV) nos hallamos ante una religión que hace del conocimiento espiritual (gnósis) más que de la fe, la condición de la salvación. Fue especialmente importante en Alejandría (BASÍLIDES) y en Roma (VALENTÍN) durante los primeros siglos de nuestra era. Para los gnósticos, como para Plotino, Dios es absolutamente trascendente y no puede ser el creador del mundo; el mundo es la tentativa de unir el bien y el mal, la mezcla de la luz y las tinieblas pero con predominio de las tinieblas. La materia es el origen del mal y la salvación está en la gnósis, el conocimiento de tipo intuitivo y místico. En los gnósticos hay un dualismo de los principios supremos semejante al mantenido por el MANIQUEÍSMO (fundado por el persa MANI o MANES (216-276): según su doctrina hay dos sustancias -no solo morales sino cósmicas-  el Bien y el Mal mezcladas y en lucha desde toda la eternidad. Existe una lucha perenne entre el Príncipe de la Luz y el Príncipe de las Tinieblas del mismo modo que en el interior del ser humano se da un combate entre el alma luminosa y la ténebre).

Los gnósticos realizaban una lectura alegórica y no literal de los evangelios, eran partidarios de la igualdad de sexos e incluían en la Trinidad a una deidad femenina (Sophía) semejante a la Deméter de los misterios paganos. Más que centrarse en la creencia de una Jesucristo histórico que hubiese resucitado para salvarnos, consideraban que todo hombre poseía un Cristo interior -un "yo superior" o daemon- y que "resucitar" consistía en despertar a la verdad. Algunos creían en la reencarnación y en general trataban de asumir la sabiduría de las religiones mistéricas y de la filosofía griega. En lo moral les parecía más importante la sabiduría que el seguimiento de unas reglas o mandamientos impuestos por autoridad. La interpretación literal de las Escrituras era para ellos una simplificación de la verdadera religión cristiana, de la cual ellos se consideraban los verdaderos defensores. -Esta versión más tolerante del cristianismo con elementos judíos y helénicos, fue perseguida por la Iglesia católica y destruidos sus textos, de modo que sus doctrinas solo se conocieron a través de sus detractores. Sin embargo en 1945 en Nag Hammadi (Egipto) fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos que permite un conocimiento independiente-. En España fue importante el gnóstico PRISCILIANO de Ávila (Galicia 340 - Tréveris 385) que acogió a esclavos y mujeres en sus reuniones, se mostró partidario de la libre interpretación de la Biblia y se opuso al enriquecimiento de la jerarquía eclesiástica. A consecuencia de ello acabó decapitado junto con sus discípulos por orden del Emperador bajo la acusación de brujería (danzas nocturnas, uso de hierbas abortivas y práctica de la astrología cabalística). De acuerdo con investigadores como Unamuno y Sánchez-Albornoz son los restos de Prisciliano -y no los de Santiago- los que están enterrados en Compostela.

 
La herejía gnóstica sobrevivió en la herejía cátara que en la Edad Media sufrió el martirio a manos del Papado y de la monarquía. La Inquisición fue establecida en 1229 para extirpar el catarismo.

 
Nag Hammadi Codicese
                                    Códices gnósticos de Nag Hammadi

 
3. PANORAMA GENERAL DE LA FILOSOFÍA CRISTIANA


3.1. PATRÍSTICA (siglos I al V) 

Se denomina así la época de los Padres de la Iglesia, es decir, a los que fundaron sus dogmas. Comprende desde los orígenes (SAN PABLO, s.I) hasta SAN AGUSTÍN (354-430). Se caracteriza esta fase por la indistinción entre razón y fe y viene marcada por la polémica contra los anticristianos y las sectas heréticas, la apología de las verdades reveladas y los primeros intentos de asumir el pensamiento grecorromano. La mayoría de los autores son adversos a la filosofía pagana: así, TERTULIANO que defenderá la superioridad de la fe precisamente porque es irracional: "Credo quia absurdum" ("Creo porque es absurdo").

 

3.2. ESCOLÁSTICA (siglos IX al XIV)

Es la filosofía típicamente medieval que se enseñaba en las escuelas y universidades. Se caracteriza en general por la armonía entre razón y fe dentro de la subordinación de la primera a la segunda: Philosophia ancilla theologiae (la filosofía, sierva de la teología). Se distinguen tres momentos:

 
3.2.1. ETAPA DE FORMACIÓN o ALTA ESCOLÁSTICA.

Desde ESCOTO ERIÚGENA (s.IX) (De Divisione Naturae) hasta principios del siglo XII. Esta época está marcada por la polémica sobre los universales (es decir el tipo de realidad que tengan los conceptos generales). Son importantes PEDRO ABELARDO (1079-1142) y ANSELMO DE CANTERBURY (1033-1109), ambos de tendencia platónico- agustiniana. Abelardo es conocido tanto por sus aportaciones a la lógica y a la ética como por su relación con Eloísa (discípula y amante de la que acabará teniendo un hijo). Anselmo por la demostración a priori de la existencia de Dios o argumento ontológico: 1.Dios es, por definición, el mayor ser que puede imaginarse. 2.Hay más grandeza en la existencia tanto en la realidad como en el entendimiento, que en la existencia únicamente en el entendimiento de uno mismo. Ergo: 3.Dios debe existir en la realidad, pues si no existiera, no podría ser un ser mayor que pudiera imaginarse. Del concepto de Dios se sigue necesariamente su existencia.


3.2.2. ETAPA DE APOGEO o DE LAS GRANDES SÍNTESIS

El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, en que se fundan las universidades y surgen las órdenes mendicantes (órdenes religiosas que vivían de la limosna o mendicidad, dominicos y franciscanos, mayormente), de donde procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época. Los dominicos asimilaron la filosofía de Aristóteles a partir de las traducciones e interpretaciones árabes de AVICENA (980-1037) y AVERROES (1126-1198). Los franciscanos seguirán la línea abierta por la patrística, y asimilarán el platonismo, que era mucho más armonizable con los dogmas cristianos.

Entre los franciscanos destacan SAN BUENAVENTURA (1221-1274) y ROBERT GROSSETESTE (1775-1253), aunque este último perteneció también a la Escuela de Oxford, mucho más centrada en investigaciones científicas y en el estudio de la naturaleza y una de cuyas principales figuras fue ROGER BACON (1210-1292), defensor de la ciencia experimental y de la matemática. ALBERTO MAGNO (1206-1280) fue el primero en introducir y articular con el cristianismo los textos aristotélicos. Fue profesor de SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274) el Doctor Angélico, autor de la Summa Theologiae máximo exponente de la Escolástica y, en general, de la filosofía cristiana. Será Tomás de Aquino quien vierta en moldes cristianos el hilemorfismo y la cosmología de Aristóteles.

 

3.2.3. CRISIS DE LA ESCOLÁSTICA (s.XIV)

Representada por DUNS ESCOTO (1266-1308) y GUILLERMO DE OCKHAM (1285-1349). El "credo in unum Deum Pater Omnipotente" resume toda la filosofía del franciscano nominalista Ockham: su crítica a la realidad de los universales y el escepticismo respecto a la capacidad de la razón humana. El fideísmo (la creencia en la superioridad de la fe) sería la base de ambas actitudes. Así se rompe la esperanza del siglo anterior en la síntesis de teología natural y teología revelada: Ockham y sus seguidores -JUAN BURIDANO, NICOLÁS DE ORESME, JUAN DE SAJONIA- utilizarán la filosofía para mostrar la imposibilidad de apoyar el dogma en la filosofía. El movimiento ockhamista tendrá una doble influencia: en Teología el repliegue de la ciencia sagrada sobre sí misma; en filosofía la orientación hacia cierta forma de empirismo que antecede a la revolución científica del Renacimiento.

 

 
San Agustín
 

4. SAN AGUSTÍN DE HIPONA (354-430)

4.1. VIDA Y OBRA
 
San Agustín vive la caída del Imperio Romano de Occidente: En el 410 los bárbaros toman y saquean Roma "la eterna". Como reacción san Agustín escribe La Ciudad de Dios. Es una época de conspiraciones políticas, de gran desintegración en las provincias, de crisis. Esto hará que su filosofía tenga un carácter existencialista (o existencial).

Aurelio Agustín nace en Tagaste (Numidia, África del Norte). Su padre, Patricio, pequeño propietario rural de religión pagana, solo se convertirá al cristianismo al final de su vida. Su madre, Mónica, ferviente cristiana, derrama lágrimas por la conversión de su hijo, el profesor de retórica, que por fin a los 33 años (387) recibirá el bautismo en la fe de Cristo tras mucho tiempo profesando el maniqueísmo (religión fundada por el persa MANES en el s. III, ver apartado 2. "Las Filosofías no-cristianas"). Tras un tiempo en Roma y en Milán (donde conoce al obispo Ambrosio) regresa a Tagaste, vende los bienes paternos, funda una comunidad religiosa y adquiere reputación de santo. En 391 es ordenado sacerdote por las presiones de los fieles. El relato de su vida hasta la conversión son Las Confesiones.

San Agustín, que llega a ser obispo de Hipona (actual Túnez) -donde muere durante un asedio de los vándalos a la ciudad-  mantiene numerosas polémicas contra el maniqueísmo, contra los pelagianos (que no reconocen el pecado original sino que sostienen la inocencia del recién nacido haciendo así innecesaria la gracia de Dios pues para salvarse basta con las obras y la buena voluntad) y otras sectas que pasan a ser consideradas heréticas puesto que la versión de san Agustín llegó a ser la doctrina oficial de la Iglesia católica.

 
4.2. INFLUENCIAS.

Conoce el Hortensio de CICERÓN (106-43 a-C.), filósofo romano ecléctico que le hace anhelar una filosofía entendida como arte de vivir o sabiduría. Parece que a través de traducciones latinas -ya que no conocía el griego- leyó el Fedón de Platón y Las Enéadas de Plotino, que le sirven para hacerse una noción más clara de lo incorpóreo  y del mal (que a partir de entonces contemplará como una privación de ser y no como substancia). Considera que el platonismo es afín al cristianismo: "Los platónicos mismos han de someter sus piadosas cabeza a Cristo, rey único e invicto, con solo que cambien unas cuantas cosas de acuerdo con las exigencias de la fe cristiana". Otras influencias fueron la ya citada del maniqueísmo, el escepticismo de la Academia y sobre todo san Pablo y el Nuevo Testamento.

 

4.3. FE Y RAZÓN.

San Agustín  no traza fronteras entre fe y razón como se hará posteriormente (cfr. Santo Tomás de Aquino, s. XIII). Filosofa como cristiano. No basta con creer sino que hay que comprender lo que se cree: "Creo para entender; entiendo para creer" ("credo ut intelligam; intelligo ut credam"). Todo lo contrario del "Credo quia absurdum" de Tertuliano ("Creo porque es absurdo"; postura irracionalista o fideísta). La fe puede iluminar u orientar a la razón; la razón puede aclarar y explicar los contenidos de la fe. La fe es un cogitare cum assesione ("pensar asintiendo"), de modo que no elimina a la inteligencia sino que le indica el camino: para que exista fe, algo necesita ser pensado: no existiría fe si no hubiera pensamiento. Por otro lado, es partiendo de las Escrituras Sagradas como se llega a entender: "Sin haber creído, no entenderéis" (Nisi credideritis, non intelligetis). La filosofía y la razón no destruyen las creencias religiosas sino que las refuerzan y las esclarecen. En conclusión, ambas son complementarias: "La fe busca, la inteligencia encuentra ; (...) El hombre debe ser inteligente para buscar a Dios"  (De Trinitate: La Trinidad).

Por ello su actitud hacia el pensamiento clásico será benévola y utilitarista. Es decir, en general se mostrará partidario de incorporar de los griegos todo lo que le parezca provechoso para su filosofía.

 

4.4. INTERIORIZACIÓN Y AUTOTRASCENDIMIENTO.

"No salgas fuera, vuélvete a ti mismo; la verdad habita en el hombre interior". Para buscar la verdad no hay que partir del mundo exterior y sensible sino de la intimidad de la conciencia. Para hallar a Dios no es necesario salir del hombre puesto que el hombre es un vestigio de Dios. "Si quieres saber dónde encuentra el sabio la sabiduría, te responderé: En sí mismo". El verdadero problema y el verdadero motivo de admiración no es el cosmos sino el ser humano.

Este punto de partida no es el hombre abstracto -como en Plotino que jamás hablaba de sí mismo, sus padres o su patria y rechazaba dejarse retratar- sino el yo concreto e irrepetible. La persona Agustín, con sus luchas, se convierte en el protagonista de su filosofía. Es en la tensión entre su voluntad individual y la voluntad de Dios, donde descubre el yo en un sentido que no existía en los griegos: "Cuando me hallaba deliberando sobre el servir sin más al Señor mi Dios, como había decidido hacía un instante, era yo quien quería, y era yo quien no quería; era precisamente yo el que ni quería del todo, ni lo rechazaba del todo. Porque luchaba conmigo mismo y yo mismo me atormentaba".


Esto significa la interiorización: replegarse sobre sí mismo. ¿Para qué? Para ir más allá, para trascenderse. Pues el autoconocimiento hace que reconozcamos nuestros propios límites. Pero al tomar conciencia de nuestra finitud tendemos hacia el infinito. "Encuentras que tu naturaleza es mutable, trasciéndete a ti mismo; pero no olvides que en este trascendimiento es el alma raciocinante quien te trasciende; tiende pues allá donde se enciende la luz misma de la razón". Esto es el autotrascendimiento.


Dios se refleja en el alma. No se encuentra a Dios investigando el mundo sino profundizando en el alma. Conocernos a nosotros mismo es conocernos como imágenes de Dios. La interiorización es una forma de recordar a Dios.

 

4.5. TEORÍA DE LA ILUMINACIÓN DIVINA.

Por autotrascendimiento e interiorización constatamos que somos mutables y sin embargo encontramos en nosotros mismo verdades inmutables, eternas (como las de la Lógica, las Matemáticas, la Metafísica o la Estética), superiores por tanto a nuestra propia naturaleza. Así, fijándonos en los objetos exteriores nunca podríamos llegar a las ideas: a criterios de conocimiento como los de igualdad o desigualdad absoluta o belleza. ¿De dónde llegan a nuestra mente estos criterios? ¿Los fabrica ella misma? No, puesto que nuestra alma es mudable y relativa y las ideas inmutables y absolutas. "Por tanto es preciso concluir que por encima de nuestra mente hay una Ley que se llama Verdad, y no hay duda de que existe una naturaleza inmutable, superior al alma humana".  "Las ideas son formas arquetípicas o esencias permanentes e inmutables de las cosas, que no han sido formadas sino que han existido eternamente y se hallan contenidas en la inteligencia divina". El mundo sensible es creado a partir de la idea que Dios tiene del mundo sensible. El mundo participa de las Ideas, todo ser creado es una huella de Dios.- Es evidente que san Agustín asume la visión de Platón pero corrigiéndola en dos puntos: 1) las ideas ahora serán los pensamientos de Dios; 2) no hay reminiscencia ni preexistencia del alma sino iluminación.



De acuerdo con Platón, Agustín concibe el ser verdadero como essentia, es decir, como inmutabilidad. Así Dios es identificado con el mundo inteligible platónico. La verdad es una regla inmutable como que dos y dos son cuatro. Reconocer tales verdades inalterables es ya reconocer la existencia de Dios pues no pueden tener su origen en las sensaciones (que son siempre pasajeras) ni tampoco en mí mismo (que soy mudable y contingente). Por tanto es necesario que estos conocimientos residan en la unidad con algo que no es el hombre mismo: Dios ("más íntimo a mí mismo que mi misma intimidad").
Las ideas están en la mente de Dios. ¿Cómo las conoce el hombre? "La naturaleza del alma intelectiva ha sido hecha de tal modo que estando unida -según el orden natural dispuesto por el Creador- a las cosas inteligibles, percibe a éstas mediante una especial luz incorpórea, del mismo modo que el ojo carnal percibe lo que le circunda gracias a la luz corpórea, habiendo sido creado capaz de percibir esta luz y ordenado hacia ella" (De Trinitate). Se trata de la alegoría del sol de Platón pero transformada por el creacionismo: Dios como ser supremo produce el ser de las cosas creadas y a la vez produce la luz intelectual que nos permite conocer la verdad. Mediante una iluminación divina (una luz no física sino meta-física), la parte superior del alma, que "es vecina de Dios" capta las ideas inmutables; pero para esta visión "no todas y cada una de las almas son idóneas, sino solo aquella que sea santa y pura, la que tiene una mirada santa, pura y serena, con la que intente ver las ideas, de un modo que resulte similar a las ideas mismas". Es decir, para recibir esta iluminación el alma debe estar asimilada a lo divino, debe haber sido purificada.

 

El alma recuerda, entiende y quiere. Es decir: piensa. Aunque pueda equivocarse acerca de lo que piensa, no puede dudar de que piensa y por ello está segura de su ser.- Este argumento lo reproduce DESCARTES (1596-1650) aunque con intenciones distintas: en Agustín la Verdad no consiste en el "Yo pienso" sino en Dios y lo que pretende mostrar es que a Dios se le encuentra en el interior porque solo lo interior es indudable.



          El alma posee esta condición porque es una imagen de Dios, una cierta presencia de Dios. Todo lo sensible es temporal. Pero la medida del tiempo tiene lugar gracias al recuerdo. "La retención de lo que pasa y la medida del tiempo tienen lugar en el alma como una imitación de la unidad y eternidad de Dios; entre Dios, que es y conoce todo a la vez, y lo sensible, que simplemente pasa sin consistencia alguna, está el alma, que retiene lo pasado, de modo que sólo así hay tiempo" (Martínez Marzoa, op.cit., p.366).


          El conocimiento sensible es posible porque el alma retiene lo que de suyo está disperso. Por encima de la sensación, está la ciencia (scientia) que, como se ha dicho antes, reconoce reglas universales y necesarias; tales reglas tienen validez porque en el fondo del alma está presente el Creador de todas las cosas. Así el conocimiento es de mayor o de menor nivel según sea conocimiento del alma de mayor o de menor nivel. O lo que es lo es lo mismo: según sea conocimiento de Dios de mayor o de menor grado.

 


4.6. FELICIDAD Y AUTOTRASCENDIMIENTO.

El autotrascendimiento no se da solo en el conocimiento sino también en la voluntad misma. El hombre busca la felicidad más allá de sí mismo porque solo puede colmarle algo más grande que sí mismo: el amor de Dios (Amor Dei). Aunque algunos -por ejemplo los epicúreos- "ponen la esperanza en sí mismos", lo cierto es que "la criatura racional ha sido hecha de tal modo que no puede ser ella misma el bien que la haga feliz". La felicidad está en la posesión de Dios. La beatitud verdadera no es posible en esta vida pero sí se puede lograr un reflejo de la misma antes de la muerte gracias al amor de Dios: "Pero ¿qué amo, amándote a Ti? No una belleza corpórea, no una donosura transitoria, no un resplandor como el de la luz, que agrada a estos ojos, no dulces melodías provenientes de toda clase de cantos, no un suave perfume de flores, de ungüentos, de aromas, no el maná y la miel, no miembros festivos y dispuestos al abrazo carnal. No amo estas cosas, cuando amo a mi Dios. Y, sin embargo, por así decirlo, amo una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo del hombre interior que hay en mí, donde resplandece en mi alma una luz que no se desvanece en el espacio, donde resuena una voz que el tiempo no arrebata, donde se huele un perfume que el viento no se lleva, donde gusto un sabor que no mengua con la voracidad, donde me estrecha un abrazo que la saciedad jamás disuelve. Esto es lo que yo amo, cuando amo a mi Dios" (Confesiones)

 

El movimiento del alma que lleva desde las cosas sensibles hacia Dios es una trascendencia hacia dentro y es un movimiento de "caridad" (amor). La esencia del alma es amar aunque no sabe lo que ama y lo busca y solo cuando encuentra el verdadero objeto de su amor, puede reposar.




 
4.7. EL ALMA.
 
"El hombre es un alma racional que se sirve de un cuerpo mortal y terrestre". Hay una razón inferior (ciencia, conocimiento sensible) y una razón superior (sabiduría, conocimiento de las Ideas; iluminación).

Sobre el origen del alma "nunca osé proferir una sentencia definitiva", advierte Agustín.  Sí es cierto que rechaza la preexistencia y la reencarnación (lo que tal vez indique que estas teorías eran corrientes entre los gnósticos y maniqueos). Pero oscilará entre las posturas siguientes: 

a)   Creacionismo: Dios crea un alma individual ex novo (creación directa de una nueva alma) cada vez que nace un niño.

b)   Generacionismo o traducianismo: Dios crea el alma de Adán y a partir de él se transmite de padres a hijos junto con el pecado original.

Como ya se ha mencionado, rebatirá las doctrinas de PELAGIO, según las cuales el niño al nacer no es malo ni posee una tendencia innata hacia el mal.

Por otro lado el alma humana es una imagen de Dios y como Él es una y trina: La mente es, conoce y ama del mismo modo que Ser, Verdad y Amor (o Bien) constituyen los atributos del Ser Supremo. En el alma humana hay un reflejo de la Trinidad. 

 

4.8. LA LIBERTAD Y EL PROBLEMA DEL MAL.

La ética agustiniana tiene poco que ver con el intelectualismo moral de los griegos (mal = ignorancia). Con Agustín la voluntad pasa a ocupar el primer plano. El hombre puede conocer el bien y hacer el mal -en contra de la concepción de Sócrates- porque la voluntad es una facultad distinta e independiente de la inteligencia.

El pecado original de los dos primeros seres humanos fue un pecado de soberbia: "un deseo desordenado de una perversa excelencia". Es decir, Adán decidió complacerse a sí mismo y convertirse en principio de sí mismo en vez de permanecer firme en su amor al Bien supremo. Después de este pecado original la voluntad humana se debilitó y se vio necesitada de la ayuda divina o gracia.

Es el ser humano quien elige condenarse o salvarse. Pero no elige del todo pues está sujeto a dos fuerzas sobrehumanas antagónicas, de modo que casi no es libre: Por un lado, el pecado original nos empuja a la concupiscencia ("deseo ansioso de bienes materiales o "apetito desordenado de placeres sensuales o sexuales" según WordReference) por lo que casi no somos libres de hacer el bien ; por otro, la gracia, la ayuda de Dios, nos empuja hacia el bien de forma que casi no somos libres de hacer el mal.


Si Dios es omnipotente y bondadoso, ¿de dónde procede el mal? El "problema del mal" atormentó a san Agustín hasta hallar la respuesta en los platónicos:

 

Las ideas según Agustín son consubstanciales a Dios, Dios las contiene  en sí mismo, no las produce. Al identificar a Dios con lo inteligible se hace corresponder la oposición Creador/creado con la oposición platónica ser/cosa: todo lo necesario queda del lado de Dios, todo lo contingente del lado de lo sensible. De este modo lo sensible, al salir de la Creación, adquiere un carácter positivo: La materia no es mala en sí misma ni es un límite de la Creación pues ella misma es creada. Tampoco es el origen del mal en el hombre el estar unido al cuerpo sino la sobrevaloración del mismo, el invertir la jerarquía de los valores.

            Rigurosamente hablando "nada es un mal, el mal no es en ningún sentido" (Martínez Marzoa, op.cit., p.368). El mal no es sino la ausencia de un cierto bien que por naturaleza un ser debería poseer.

 Por otro lado es cierto que el hombre está en el mal porque se ha vuelto hacia lo material. En el pecado original  de Adán hemos pecado todos (idea que Agustín reconoce incomprensible) y por ello somos "una sola masa condenada" que no puede cumplir la ley. Dios podría condenarnos justamente a todos pero le complació -o "le plugo", lo que indica el carácter voluntario o hasta no-racional de su decisión- otorgarnos la Gracia y la Redención. Esta gracia es un don gratuito que el hombre no podría ganarse por sí mismo. Consiste en la fe y no se puede obtener racionalmente. Tampoco puede ser una gracia universal (los que no son cristianos no la han recibido) pues en ese caso sería una ley; Dios no estaba obligado a salvar a nadie y por tanto puede salvar a quienes quiera.

            Agustín reconoce en el hombre la capacidad de decidir o libre albedrío (liberum arbitrium) pero como está en el mal, lo usa para el mal. Solamente la gracia o ayuda divina nos capacita para utilizar la libertad para el bien. El nivel más alto de libertad -inaccesible en esta vida- es no poder querer sino el bien.

            El mal no es un ser, no es una substancia -pues si lo fuera, habría de ser un bien-  sino una privación de bien,  una carencia como la oscuridad respecto a la luz. Por tanto no es necesario un principio (o un Príncipe) del Mal como en el maniqueísmo. El universo es un cosmos ordenado por leyes eternas, creado por Dios y tendente a Dios. El mal se explica por la libertad del hombre pero no por la existencia de otro creador, el Enemigo o Diablo.


Agustín distinguirá tres planos del mal: a) el mal metafísico-ontológico (mal del cosmos como por ejemplo catástrofes naturales o animales nocivos); b) el mal moral (pecado); y c) el mal físico (enfermedades, dolores y muerte). El del primer tipo se justifica como necesario para el conjunto del universo: desde la perspectiva del mundo como un todo, cualquier ser y cualquier acontecimiento tiene sentido y en cierta forma es positivo. Respecto al mal moral, solo depende de la mala voluntad del hombre: "El bien que hay en mí es obra Tuya, un don Tuyo, y el mal que hay en mí es mi pecado". En cuanto al mal físico, es la consecuencia del pecado original: la carne es corruptible porque decidimos apartarnos de Dios; pero, en la perspectiva de la salvación,  hasta nuestros sufrimientos poseen un aspecto benéfico.

 

4.9 LAS DOS CIUDADES.

San Agustín es el primer en hacer teología de la Historia. La razón es que el cristianismo (y las Escrituras judías) ponen a Dios en relación con los fenómenos de la Historia (cfr. más tarde HEGEL (1770-1831); además influye en el proyecto de la obra, la experiencia de la caída de Roma que se consideraba sempiterna y cuyo declive demostró la caducidad de las civilizaciones.

El mal es soberbia o amor de sí, y el bien es amor al verdadero bien, amor a Dios. Esto se aplica al individuo pero también a la sociedad: "Hay dos ciudades", escribe en La Ciudad de Dios, "la de aquéllos que se aman a sí mismo hasta el desprecio de Dios y la de aquéllos que aman a Dios hasta el desprecio de sí mismos". Es decir, la Ciudad del Diablo (o de la carne) y la Ciudad de Dios. Las dos buscan la felicidad pero de distinta manera. Las dos aparecen mezcladas en las ciudades reales hasta el final de los tiempos. "La ciudad terrena es la de aquellos que viven según el hombre, y la otra es la de quienes viven según Dios". Ambas ciudades surgen con Caín y Abel y aun antes con los ángeles rebeldes y los que permanecieron fieles a Dios. Así la historia adquiere un sentido lineal distinto del de los griegos y marcado por los siguientes acontecimientos: I) Creación, II) pecado original, III) espera del Salvador, IV) encarnación de Cristo y creación de su Iglesia, y V) juicio final.  Aunque en nuestro mundo, es el ciudadano terrenal el que parece dominar y  el miembro de la ciudad de Dios lleve la peor parte, el primero está condenado para toda la eternidad y el creyente está destinado a la salvación eterna.    

Una interpretación de estas teorías fue el llamado agustinismo político o Estado teocrático: es decir, debe ser la Iglesia la que dicte los principios morales que rijan la política y las leyes del Estado (igual que hoy en día en países musulmanes no hay una constitución laica sino una ley coránica que es la palabra de Dios para todo lugar y todo tiempo).
 

Para terminar cinco citas memorables del gran escritor y suponemos que excelente orador:

-        Si fallor, sum (Si me equivoco, existo).

-        Amaba amar.

-        Ama y haz lo que quieras.

-        ¿Qué hacía Dios antes de crear el cielo y la tierra?

-        ¿Qué es el tiempo? Cuando no me preguntan, lo sé; cuando me preguntan no lo sé.

-        Dame castidad pero no todavía.

-        La felicidad consiste en tomar con alegría lo que la vida nos da  y en soltar con la misma alegría lo que la vida nos quita (citado por el terapeuta Joan Garriga en La Llave de la Buena Vida, eds. Destino 2014). 

 



TEXTO Y COMENTARIO

"Donde no se dé la justicia que consiste en que el sumo Dios impere sobre la sociedad y que así en los hombres de esta sociedad el alma impere sobre el cuerpo y la razón sobre los vicios, de acuerdo con el mandato de Dios, de manera que todo el pueblo viva de la fe, igual que el creyente, que obra por amor a Dios y al prójimo como a sí mismo; donde no hay esta justicia, no hay sociedad fundada en derechos e intereses comunes y, por tanto, no hay pueblo, de acuerdo con la auténtica definición de pueblo, por lo que tampoco habrá política, porque donde no hay pueblo, no puede haber política".

San AGUSTÍN, obispo de Hipona, La Ciudad de Dios, XIX, cap. 23.

 

El autor y su momento histórico: La actividad filosófica de san Agustín se desarrolla en un período en el que el Bajo Imperio romano está sometido a fuertes tensiones internas y a la presión de las tribus bárbaras, que terminarán por provocar el desmoronamiento de la parte occidental de forma definitiva a finales del siglo V: en el 476 es depuesto Rómulo Augusto, el último emperador romano.

En cuanto a la sociedad y la política, San Agustín expone sus reflexiones en La Ciudad de Dios, obra escrita entre los años 413 y 427 a raíz de la caída de Roma en manos de Alarico (410) y de la desmembración del imperio. Los paganos habían culpado a los cristianos de tal desastre, argumentado que el abandono de los dioses tradicionales en favor del cristianismo, convertido desde hacía tiempo en la religión del imperio, había sido la causa de la pérdida del poder de Roma y de su posterior destrucción. En esa obra san Agustín ensaya una explicación histórica para tales hechos partiendo de la concepción de la historia como el resultado de la lucha de dos ciudades, la del Bien y la del Mal, la de Dios y la terrenal, de la luz y de las tinieblas. La ciudad de Dios la componen cuantos siguen su palabra, los creyentes; la terrenal, los que no creen. Esa lucha continuará hasta el final de los tiempos, en que la ciudad de Dios triunfará sobre la terrenal, apoyándose san Agustín en los textos sagrados del Apocalipsis para defender su postura.

En cuanto al contexto filosófico, sabemos que san Agustín constituye la culminación de la Patrística y la cristianización del platonismo. Es el defensor de la ortodoxia católica frente a las herejías gnósticas y maniqueas de su época.

 

El tema del texto es la justicia entendida como imperio de Dios o sumisión a sus mandatos. Ideas asociadas a esta son las siguientes: 1) la sociedad debe estar regida por la ley de Dios igual que el cuerpo debe estar regido por el alma y los vicios deben estar refrenados por la razón; 2) sin este tipo de justicia no puede haber sociedad basada en el interés común; 3) y por tanto no puede haber política ni pueblo en sentido estricto.

Hay un cierto eco aristotélico en esta noción del bien común: si el pueblo no sigue el interés general, no se puede considerar que sea una verdadera comunidad humana sino una horda o una manada. Pero a diferencia del filósofo griego, esta unidad de intereses, Agustín la hace descansar en la fe y en la obediencia a ley de Dios. La relación de la política con su concepción del alma es clara: El ser humano es un alma que se sirve de un cuerpo; del mismo modo la sociedad, la política y la Historia son herramientas de Dios.

 

En cuanto a la vigencia o actualidad de esta visión, la prioridad de la Iglesia sobre los poderes políticos, exigiendo su sumisión, será utilizada más tarde en la Alta Edad Media. Es lo que se llamó agustinismo político o Estado teocrático: el poder de los gobernantes procede directamente de Dios y los reyes y emperadores deben ser en cierta forma delegados del Papa. Las constituciones modernas a partir de la Ilustración asegurarán la separación de Iglesia y Estado, desplazando el fundamento teológico de los derechos y libertades desde Dios a la razón y a la naturaleza humanas. Es decir, se seculariza la teoría de la justicia. Sin embargo esta concepción laica de la política -contraria al pensamiento de san Agustín- todavía en el siglo XXI es rechazada por naciones donde perdura la teocracia y la ley religiosa es la ley política.



ADDENDA SOBRE LOS ORÍGENES OCULTOS DEL CRISTIANISMO

   Gran parte del contenido del presente tema (aunque no todo) ha sido resumido de la Historia del Pensamiento Filosófico y Científico de Giovanni REALE y Dario ANTISERI, conocida Historia de la Filosofía en tres volúmenes cuya primera edición en el original italiano data de 1983. Al ser G. Reale un autor vinculado a la Universidad Católica de Milán, he querido compensar la "versión oficial de la Iglesia" con dos breves reseñas que dan un punto de vista distinto acerca de los orígenes del cristianismo y su relación con las religiones mistéricas, los gnósticos, los maniqueos y la antigua religión egipcia.

Espero con ello alentar la búsqueda de los estudiantes acerca del Misterio de Jesús más allá de dos posturas simplificadoras: que  todo lo que nos han contado sobre él es mentira o que todo es verdad.

 
 

  
Timothy FREKE y Peter GANDY,  Los misterios de Jesús. el Origen Oculto de la Religión Cristiana (1999), ed.Grijalbo 2000.
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
                        Amuleto del s.III d.C. donde se representa a un
crucificado junto a la inscripción Orfeo-Baco, dos
nombres asociados a Osiris-Dioniso. Imagen escaneada del libro Creative Mithology de Joseph CAMPBELLhttp://atopiablog.blogspot.com.es/2008/03/orfeo-baco-crucificado.html

 

          En esta obra, al igual que en otras similares aparecidas en los últimos tiempos, los autores plantean que la historia de Jesús no es la biografía de un mesías histórico sino "un mito que se basa en leyendas paganas imperecederas" (obra citada, página 10). Es decir la adaptación judía de la religión mistérica greco-romana. Los eruditos del Renacimiento y de fines del XIX ya apuntaban en esta dirección pero en aquel entonces cualquier desafío a la ortodoxia se consideraba tabú.

 

          Es cierto que el culto a los dioses del Olimpo era poco más que "pompa y ceremonia externas" (op. cit., p. 11) pero la religión pagana no era solo superstición e idolatría: La verdadera espiritualidad se expresaba en las religiones mistéricas. En todas ellas había misterios exotéricos -que todo el mundo conocía y en los que podía participar quien quisiera- y misterios esotéricos -reservados a los iniciados que constituían un secreto sagrado y revelaban el significado místico de los misterios exteriores.- Filósofos antiguos como Pitágoras eran los maestros de tales misterios interiores.

 

          El centro de estos mitos era un dios-hombre que moría y resucitaba. Tenía diversos nombres: Osiris (Egipto), Dionisio (Grecia), Atis (Asia Menor), Adonis (Siria), Baco (Italia) o Mitra (Persia). -Ya Jenófanes y Empédocles (s. V a.C.) se burlaron de la interpretación literal de tales historias que serían más bien alegorías de la experiencia espiritual del ser humano.

 

          Los diversos mitos del dios-hombre comparten una misma estructura de fondo, una "misma anatomía"  (según la expresión de Joseph CAMPBELL). Estas son las principales coincidencias con Jesús:

 

1) Osiris-Dionisio es  Dios encarnado y salvador.

2) Hijo de Dios y de una virgen mortal.

3) Nace en un establo o en una cueva ante pastores en torno al 25 de diciembre.

4) Ofrece a sus seguidores la oportunidad de nacer de nuevo gracias al bautismo.

5) Convierte el agua en vino milagrosamente en unas nupcias.

6) Entra en la ciudad montado en un pollino mientras la multitud agita palmas en su honor.

7) Muere en Pascua como sacrificio por los pecados del mundo.

8) Tras morir, baja al Infierno, al tercer día resucita y asciende al Cielo.

9) Sus devotos esperan que al fin de los tiempos resgrese para juzgar a los humanos.

10) Su resurección y muerte se celebran con un ritual donde se come pan (su cuerpo) y se bebe vino (su sangre).

 

          La Iglesia hizo cuanto pudo para ocultar estas coincidencias. Sin embargo resultaban obvias para los autores de los primeros siglos (así por ejemplo para CELSO). Tal vez se habían tomado prestados algunos temas paganos para injertarlos en la biografía de Jesús igual que las fiestas greco-romanas se adoptaron como días de los santos cristianos. Pero tampoco las enseñanzas de Jesús eran originales.

 


Las representaciones de la diosa egipcia Isis con Horus
                             recuerdan a las de María y el niño Jesús en la iconografía cristiana.
 
 

            En realidad la Iglesia primitiva de los primeros siglos se componía de dos grupos: Los literalistas ( el relato de la pasión, muerte y resurección de Jesucristo es la crónica fiel o literal de acontecimientos históricos sucedidos en Palestina durante el Imperio romano) y los gnósticos. El primer grupo mantuvo su versión adoptada por Roma en el siglo IV d. C. y persiguió e hizo (casi) olvidar a los gnósticos.

 

          Esta situación cambió a raíz del descubrimiento en 1945 de los evangelios gnósticos de Nag Hammadi (Egipto), llamados "apócrifos" (es decir, falsos o de dudosa autenticidad) como los de Tomás, Felipe, Judas, etc. La Iglesia solo aceptó los textos de Mateo, Marcos, Lucas, Juan (evangelios sinópticos o canónicos) y Pablo.

 

          Los gnósticos eran vistos por los literalistas como peligrosos herejes paganos mientras que ellos se veían a sí mismos como la verdadera tradición cristiana y afirmaban conocer los misterios interiores que los literalistas ignoraban.

 

          Es cierto que los gnósticos coincidían con los paganos en varios puntos: Creían en la reencarnación; honraban a la diosa Sophía (Sabiduría); estaban imbuidos de la filosofía mística de Platón; gracias a sus enseñanzas secretas podían impartir la gnosis, es decir, el conocimiento de Dios basado en la experiencia directa; la meta del iniciado era convertirse él mismo en dios; y la historia del Jesús histórico no les interesaba sino como alegoría (enseñanza cifrada como la de Osiris-Dioniso).

 

          Tal vez el cristianismo "ortodoxo", el que acabó triunfando, fue una desviación del gnosticismo (síntesis del judaísmo y de la religión mistérica pagana).

 

          "Era cada vez más obvio", - narran Freke y Gandy-  que se nos había engañado de manera deliberada, que los gnósticos eran en verdad los cristianos originales y que una institución autoritaria se había apropiado de su misticismo anárquico para crear una religión dogmática, y que luego habia recurrido a procedimientos brutales para imponer el mayor encubrimiento de la historia"   (op.cit. pp.20 y 21).

 

          Uno de los protagonistas de esta falsificación fue Eusebio, escritor al servicio de Constantino (coronado en 321 como primer emperador cristiano) y supervisor del credo del Concilio  Nicea (325) que aún se repite en las iglesias. Él, Eusebio, es quien recopila, valiéndose de leyendas y mentiras, la única historia de la Iglesia primitiva que prevalece hasta la actualidad.

 

          La tesis de Los Misterios de Jesús no pretende combatir al cristianismo sino recuperar su continuidad con la "evolución de la espiritualidad humana universal" (op.cit. p. 23). La historia de Jesús tal como aparece en los evangelios no es más que un mito, un primer paso: los misterios exteriores. "Su significado debía explicarlo un maestro iluminado cuando la persona que buscaba la verdad estuviera madura desde el punto de vista espiritual" (ibidem). Este significado oculto era el de los misterios interiores y va mucho más allá de la simple creencia en dogmas. Con frecuencia, los místicos cristianos de épocas posteriores lo captaron de forma intuitiva.

 

 

Felipe MARTÍNEZ MARZOA, Historia de la Filosofía. Filosofía Antigua y Medieval (ed. Istmo, 1973)
"La Filosofía de la Religión. El Cristianismo"



          La filosofía helenística había perdido ya el sentido del fundamento del problema del ser y se preguntaba  por el problema de la vida del hombre (sabiduría-virtud-felicidad). Sin embargo, cuando conseguía definir la sabiduría se encontraba con un puro vacío: apatheía (ausencia de pasiones), ataraxía (ausencia de perturbaciones) o epojé (suspensión del juicio). El hombre de esta época entiende su situación en este mundo como una deficiencia y por consiguiente se plantea la filosofía como remedio. Así también nace ahora la religión como salvación de la condición natural miserable del hombre. Esta orientación es la que va a tener en adelante la religión.

 

          Entre los elementos que el helenismo incorpora a su pensamiento están las religiones mistéricas: "Todo culto mistérico es referido a un dios que muere y renace" (Martínez Marzoa, op.cit., p. 314). Así ocurría con el dios griego Dioniso, el frigio Atis, el semita Adonis, y el egipcio Osiris. Todos ellos sufrían una pasión o tortura antes de renacer. El ritual de los misterios tiende a identificar al fiel con el dios torturado (los devotos de Atis y sus sacerdotes llegaban a castrarse). El dios se convierte en un mediador  y queda al alcance del ser humano (algo muy diferente de la lejanía inhumana de los olímpicos). Si el fiel se identificaba con el dios existía una esperanza de que renaciese y se salvase. En una ceremonia asociada a Atis y Cibeles el fiel descendía a una fosa cubierta con un enrejado sobre el cual se sacrificaba a un toro cuya sangre caía sobre el iniciado; la fosa era el mundo de los muertos y cuando salía de ella el devoto había renacido como un Atis. En otros rituales los fieles llevaban a cabo una ingesta del dios (mediante la carne de un animal o un vegetal asociado a él), de modo que se incorporaban su propia substancia.

 

          En sincronía con este clima de ideas, lo que incorpora el helenismo son los mitos de Platón. Las idas y venidas del alma entre el mundo sensible y el ideal son tomadas al pie de la letra aunque en Platón no eran sino alegorías. Es decir se ponen al servicio de la religión, de la salvación.

 

          En Alejandría hacia el siglo III a.C. se tradujo del hebreo y del arameo al griego el Pentateuco y el resto de la Biblia judía. Es la llamada Biblia de los Setenta por atribuirse a 70 traductores que trabajando por separado habrían llegado a la misma versión (lo que resulta difícilmente creíble). Al utilizar términos de la tradición filosófica como phýsis, lógos, noῡs, se trataba más que de una traducción de una "helenización sistemática de la Biblia" ( Martínez Marzoa, op.cit., p. 318).

 

          La principal figura del judaísmo de Alejandría fue el rabino FILÓN (aprox. 15 a.C- 41 d.C.) cuyos tratados intentan dar una interpretación alegórica y mística de la Biblia a base de conceptos helenísticos. El punto principal de su doctrina es la absoluta transcendencia de Dios y por tanto su incognoscibilidad absoluta. Definir a Dios de cualquier manera sería idolatría. Sin embargo en nuestro conocimiento del mundo conocemos un vestigio de Dios. No conocemos su esencia o substancia pero sí sus "potencias": que es, que gobierna el mundo, que es benevolente, que manda hacer lo que se debe y que prohibe lo que no se debe. Por primera vez aparece en Filón el concepto de "creación" o de "producción" del cosmos. A diferencia de Platón,  el mismo mundo inteligible -a partir del cual se produce el sensible- es una creación divina. -El hombre no es parte del cosmos sino una imagen del todo, un microcosmos: está en lo sensible pero puede elevarse a lo ideal, es una cierta presencia del pensamiento de Dios (lógos).

 

          Cuando Filón quiere poner un ejemplo de "santo judío" habla de los esenios, unos 4000 judíos disidentes(lo que era un número bastante elevado para la población de la época) , pacifistas, (tal vez vegetarianos), con fama de piadosos,  retirados al desierto tras la revuelta Macabea (166-159 a.C.) y auto-suficientes allí mediante trabajos agrícolas, con vínculos evidentes con las figuras de Juan el Bautista y el mismo Jesús de Nazareth (o Cristo: Christós=Ungido), tenían todos sus bienes en común  y llevaban una vida rigurosamente disciplinada de acuerdo con la ley (Toráh). Practicaban el bautismo. Creían en un alma imperecedera dentro de un cuerpo mortal, prisión de la que nos libramos con la muerte.

 

          Desde el descubrimiento en 1947 de los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán los esenios han adquirido una enorme actualidad como los documentos de la Biblia hebrea más antiguos que se conocen (el registro bíblico más antiguo aparte de estos es el llamado texto masorético que data físicamente del siglo IX después de Cristo). Otros aspectos de sus creencias fueron los dos caminos (el de las tinieblas y el de la luz), los hijos de las tinieblas y de la luz, el espíritu de las tinieblas y el de la luz. Hay un Maestro de Justicia (Mesías) (identificado por algunos con Jesucristo)  que es perseguido y martirizado (o, según otras versiones: mata a sus enemigos). Y un Juicio final  donde el Elegido salvará a los elegidos para una Nueva Alianza.

 

          Todas estas analogías han llevado a muchos estudiosos a ver el esenismo -en particular la forma en que se narra la persecución del Maestro de Justicia- como el fundamento histórico del cristianismo:

 

 "Todo es, en efecto, muy sugerente : las coincidencias en la doctrina y en la fraseología, el mismo hecho geográfico y cronológico: los esenios estaban en el mismo desierto en que según los evangelios- predicaba Juan el Bautista, en el mismo desierto (a pocos kilómetros de Belén) al que -según los mismos Evangelios- Jesús sue "llevado por el espíritu", en el que permaneció "cuarenta días y cuarenta noches" y en el que fue bautizado por Juan. Que el esenismo juega un papel importante en los orígenes palestinos del cristianismo es cosa que no se puede poner en duda seriamente; cómo lo juega es cosa que todavía no sabemos". (Martínez marzoa, op. cit. p. 325)

 

 

"Respecto a si Jesús perteneció a la congregación de los esenios o compartió sus puntos de vista, se sabe por los evangelios sinópticos que es posible que Jesús haya celebrado la Pascua en la fecha indicada en el calendario seguido en Qumran, ya que los mismos indican claramente que la última cena fue una celebración de Pascua (Mateo 26:17-19, Marcos 14:12-16, Lucas 22:7-15) y además que la unción de Betania ocurrió dos días antes de la fiesta de los panes sin levadura y la Pascua (Marcos 14:1-9), mientras que el evangelio de Juan indica que la unción de Betania fue seis días antes de la Pascua (Juan 12:1) y Jesús murió el día anterior a la Pascua oficial (Juan 16:31).[12] La Biblia sin embargo no menciona el término Esenio; tampoco se ha encontrado una fuente histórica en hebreo o arameo que designe a alguna comunidad o secta con el nombre griego de "Esenios" y los rollos de Qumran usan designaciones como "comunidad de los santos", "congregación de los pobres" y "asamblea de los numerosos".[13" (wikipedia, artículo "Esenios").

 

El Cristianismo

 

          Hasta hace poco la mayoría de los historiadores creían que el nacimiento del cristianismo se debía más que a Jesús a la interpretación de su vida, pasión y muerte por los evangelistas, sobre todo Pablo. Sin embargo los hallazgos de Qumrán obligan a replantear ciertas matizaciones: Desde el siglo IV d.C. se constituye el Nuevo Testamento: un conjunto de escritos en griego  que incluye: a) las "epístolas de Pablo", primera figura histórica del cristianismo primitivo y también el pionero en abrir la fe a los no-judíos; b) los llamados "evangelios", ninguno de ellos anterior a Pablo (no parece probado que ninguno de ellos haya sido redactado por un solo autor y de una sola vez).

 

          ¿Qué puntos de coincidencia con las religiones mistéricas presenta el cristianismo? En primer lugar el hecho de que la salvación humana tiene lugar por una gracia del cielo y que esa gracia se debe a un acontecimiento sensible e histórico. La consecuencia es que tal salvación está reservada a los elegidos. También es mistérica la identificación del adepto con el dios que muere  y algunos aspectos del ceremonial como la ingestión del dios (los esenios partían y comían el pan ante la presencia mística del mesías).

 

          ¿En qué sentido se aparta el cristianismo de las religiones mistéricas? Las religiones del helenismo eran menos excluyentes -no se rechazaba cualquier otro culto como falso- y menos universalistas -no pretendían predicar y convencer a todo el mundo. Pero sobre todo es la tesis central del cristianismo que el lógos, la verdad, el pensamiento de Dios, se ha hecho carne, se ha hecho sensible. Los primeros cristiano se daban cuenta de hasta qué punto esto resultaba absurdo para la mente griega pero no intentaban disimular su postura: como la filosofía conduce a la desesperación, la salvación se da porque sí, porque Dios quiere: "...puesto que (...) el mundo no conoció a Dios por medio de la sabiduría, pareció bien a Dios salvar a los que creen por medio de la locura proclamada en alta voz" (San Pablo, I Epístola a los Corintios I 20-24). A partir de ahora la metafísica se hace historia, la verdad se convierte en algo sensible, en revelación; los que se salvan son los que se identifican con el Cristo, los que creen en Él y creen en Él los que Dios elige.

 

La gnosis

 

          Los gnósticos eran una secta cristiana de los primeros siglos de nuestra era. No se les puede calificar de herejes porque todavía no había un cristianismo oficial, un dogma del que apartarse.- Los gnósticos hablaban de un Dios que estaba por encima de todo conocimiento: Dios es indecible. El dios del Antiguo Testamento no es ese "dios desconocido" sino una especie de demiurgo que ha hecho las cosas lo mejor que ha podido pero contando -como el de Platón- con algo que no ha creado él mismo; por ello debe maniobrar, castigar y prohibir; es el dios de la ley y del pecado, no el Dios de la gracia.- Del Dios desconocido se generan los eones o entes suprasensibles  que a su vez dan origen al mundo material.- El principio del mal para los gnósticos tenía que ver con la materia (hýle), con el mundo sensible: el demiurgo se autoafirma como Dios supremo (como en la rebelión de Lucifer). Así el mundo se aparta de su origen y se hace necesaria la intervención de un eón suprasensible: el Cristo.

 

 

          [Por último Martínez Marzoa menciona dos obras importantes para la formación de las religiones helenística: Los Oráculos Caldeos (segunda mitad del s.II d.C.) y los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto (Corpus Hermeticum) (ss.I-III d.C.)]
Tumba de los Diez Osarios
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La tumba de los diez osarios es la tumba donde, según el análisis científico de sus descubridores (Amos Kloner, Charles Pellegrino y Simcha Jacobovici) y la IAA (Autoridad de Antigüedades de Israel), se encuentran los restos de un Jesús hijo de José, que teóricamente sería Jesús de Nazareth. Fue descubierta el 28 de marzo de 1980 en Talpiot, Jerusalén. Desde entonces se ha investigado rigurosamente cada uno de estos osarios, la tumba y el terreno donde está ubicada. Se obtuvieron no hace mucho análisis de ADN de los osarios, descubriendo así parentescos familiares directos, por lo que se sabe científicamente que los restos humanos que estaban enterrados en estos osarios pertenecían a la misma familia.[1]
Índice
 
En el pasado
Los Evangelios cuentan que el cuerpo de Jesús, después de haber sido crucificado, fue bajado de la cruz envuelto en lienzos perfumados y llevado a una tumba familiar perteneciente a uno de sus discípulos, José de Arimatea. Según las antiguas leyes judías, que siguen vigentes en la actualidad, los cadáveres tenían que ser inhumados en el suelo, antes del atardecer del día del óbito. Las tumbas cavadas en roca eran y son consideradas sepulturas "En el suelo", dado que, en la mayor parte de Jerusalén, el lecho de roca se localiza a tan sólo unos pocos centímetros por debajo de la superficie del suelo. Por esta razón, los difuntos eran colocados en túneles preexistentes, cavados en las laderas. Durante la gran parte del siglo I d.C. la mayoría de las tumbas de Jerusalén eran cuevas creadas por el hombre, talladas en roca sólida y situadas en el exterior de la muralla de la ciudad.[2]
Normalmente las tumbas de la época constaban de dos cámaras donde en la primera cámara, la exterior, era depositado el cuerpo del difunto envuelto en un sudario blanco perfumado, y la segunda cámara era destinada para depositar, un año después de la muerte del difunto, sus huesos guardados en un osario.[3]
Nombres en los Osarios
En la tumba de Talpiot se encontraron 10 osarios. Según Jacobovici y Pellegrino uno de ellos desapareció, fue robado y vendido en el mercado negro de antigüedades. No obstante, Joe Zías, quien fue el primero en catalogar los osarios niega tal hecho.[4] De ellos 6 aparecen tallados o rayados con un punzón u otro objeto punzante los siguientes nombres escritos en un lateral del osario. El agrupamiento de estos nombres en una misma tumba resulta único.[5]
  • Yehshúah Bar Yoshef (Jesús, h[ijo] de José)
  • Mariamne he Mara (Mariamne, la Señora)
  • Yehudah Bar Yehshúah (Judas, hijo de Jesús)
  • Yosh(e) (José-Josá)
  • Mar(í)ah (María-Marah)
  • Matithyahu (Mateo)
Yehshúah B[ar] Yoshef
Esta inscripción está escrita en arameo. En verdad en esta inscripción no hay una palabra clara para "hijo" pues la inscripción está gastada, pero la opinión general es que la letra "B" indica a la palabra aramea "Bar" que significa hijo, es decir; "Jesús, hijo de José". De todas las inscripciones catalogadas, se han hallado hasta ahora dos con la combinación "Jesús, hijo de José". Los descubridores de la tumba subrayan que el nombre “Jesús” es difícil de leer, y se inclinan por esta lectura debido al osario 80-501, que sí dice claramente “Judas hijo de Jesús”. Si se trata de una tumba familiar y hay un “hijo de Jesús” cabe esperar encontrar también al padre allí. Si la lectura es correcta, este sería el segundo osario con la inscripción “Jesús hijo de José” que se encuentra en el área; otro fue hallado por el profesor Sukenik en 1926, y en él se lee claramente “Jesús hijo de José”.[6] [7]
Mariamne he Mara
Esta inscripción es la única de la tumba que tiene un nombre griego griego, pero escrita en arameo. Es una forma del nombre "Mariamne", una versión griega de "María". De los "Hechos de Felipe", una obra apócrifa del siglo IV atribuida al apóstol Felipe, (quien, según el texto, sería además el hermano de María Magdalena), que fue recientemente recuperado de un monasterio del monte Athos en Grecia, el profesor Fraçois Bovon (de la Universidad de Harvard) ha determinado que el nombre real de María Magdalena era "Mariamne". Además, en los "Hechos de Felipe" y en el "Evangelio de María Magdalena", ésta es presentada como apóstol por derecho propio. La inscipción del osario llama a esta Mariamne, "he Mara" que significa "la amargura", pero también "la Señora", lo que le atribuiría una gran autoridad y estatus. Basándose en esto actualmente algunos revisionistas creen que realmente la auténtica promotora y fundadora del movimiento de Jesús de Nazareth fue María de Magdala (antigua ciudad Palestina) más conocida como María Magdalena.
Toda la cristiandad católica-ortodoxa, y aun la protestante, y la paraprotestante, que hay en la actualidad, niegan rotundamente tales conjeturas.
Yehudah Bar Yehshúah
Esta inscripción está escrita en idioma arameo. La traducción literal al idioma español significa "Judas, hijo de Jesús". A pesar de las especulaciones no existe ningún escrito apócrifo o canónico, anterior a esta inscripción, que mencione o indique que Jesús de Nazaret tuviese un hijo.
Yosh(e)
Esta inscripción está escrita en hebreo. Este nombre un tanto extraño parece ser una contracción o diminutivo cariñoso del hebreo "Yoshef" (José). El nombre de José en la Judea del siglo I era muy popular. El evangelio de Mateo indica que Jesús tenía cuatro hermanos: Jacob (o Santiago), Judas, Simón y José. En el Evangelio de Marcos, que según la erudición moderna es el más antiguo de los evangelios del Canon, este último José es llamado en griego "ιωση" ("Iosē"). Curiosamente, al no escribirse las vocales en el arameo de esa época, bien la inscripción puede ser este nombre. Los religiosos discuten si eran auténticos hermanos, hermanastros, medio hermanos, o primos. Los estudiosos generalmente concuerdan en que todos ellos eran hermanos debido al uso de los términos griegos excluyente "adelfoi" y "adelfai", y no meros primos. Hasta la fecha, la inscripción de "Yosha-Yoshe" que aparece en la tumba de Talpiot es el único ejemplo de este nombre encontrado en un osario.
Mar(í)ah
Esta inscripción está escrita en hebreo. Se cree que es una forma de "María", un nombre muy popular en ese tiempo, pero como en hebreo no se escribían las vocales, las letras aquí (MRH) pueden ser el nombre Marah (amargura). Además, de nombres como Mariam, al igual que sucedía con muchos otros, se adoptaron numerosas variantes. En fuentes literarias cristianas el nombre de la madre de Jesús siempre fue referido de una manera única: "María" (Versión latinizada del arameo "Mariam"). Encontrar una versión latina de un nombre hebreo y escrito con letras hebreas sería muy raro, de hecho, en varios miles de osarios descubiertos tan solo han sido encontradas ocho inscripciones de características similares.
Matithyahu
Esta inscripción está escrita en hebreo. Es el nombre original en hebreo del nombre castellanizado "Mateo". Ningún escrito apócrifo o canónico, ni el propio evangelio atribuido a Mateo, dicen o indican de modo alguno, que el apóstol del mismo nombre fuera un pariente de Jesús. Sin embargo, la genealogía del Evangelio de Lucas 3:23-38 sí señala a varios "Matatías" (variante de Matithyahu) en su familia.
Investigación arqueológica
Tumbas como la del documental, en efecto, habían sido encontradas ya desde antes, primero en 1873 el erudito francés Charles Clermant-Ganneau, dentro de la caverna había 30 osarios,[8] varios de ellos tenían signos cruciformes junto a nombres tan conocidos para la fe cristiana como "Juan" o "Jesús", incluso en griego. Luego, en 1945, se descubrió una tumba en "Talpiot", cerca de Jerusalén por el Profesor E. L. Sukenik del "Museo de Antigüedades Judías de la Universidad Hebrea de Jerusalén". Dos osarios tienen el nombre de “Jesús” en hebreo. El segundo de éstos tiene también cuatro cruces grandes dibujadas. El Prof. Sukenik concluyó que las inscripciones y las cruces estaban relacionadas, y les atribuyó significado religioso. Dijo que eran "expresiones de pesar por la crucifixión de Jesús", y en efecto parecían coincidir con el período de tiempo del desarrollo del cristianismo, pues a la luz de estudios paleográficos estas inscripciones datarían desde el siglo I a. C, al I d. C.[9]
Posteriormente, el 28 de marzo de 1980 unos trabajadores de la construcción descubrieron este hallazgo al excavar los cimientos de un bloque de edificios en el Este de Talpiot. Lo que se encontró fue la cueva (Tumba) excavada en roca de unos dos mil años de antigüedad que contenía 9 osarios (Originalmente había 10, uno desapareció). Estos fueron supervisados por el arqueólogo israelita Amos Kloner. El sepulcro fue explorado por el inspector de antigüedades Yosef Gat, los arqueólogos Eliot Braun y Amos Kloner. Shimon Gibson realizó un croquis de la tumba.
Según el informe publicado por Kloner, la tumba tiene un patio de 4,2m de ancho y una antecámara de 2m x 2,4m, cuyo techo fue casi en su totalidad destruido por las topadoras. La fachada de la cámara mortuoria se hallaba en la pared norte de la antecámara y estaba decorada con una cornisa en forma de V invertida por encima de un círculo y una roseta incompleta. La entrada mide 43cm x 47cm y tiene una pestaña donde encajaría una piedra cuadrada a modo de cierre (Golal), que no pudo hallarse. La cámara medía 2,3m x 2,3m y tiene una altura apenas mayor de 1,5m. Había dos nichos (Arcosolia), uno en la pared occidental y otro en la pared opuesta a la entrada. Estaban vacíos excepto por fragmentos de huesos. En la cámara principal se hallaron tres calaveras, vértebras y fragmentos óseos.[10] Había seis osarios sin sus tapas, dos en cada una de las paredes excepto la de la entrada. En total se encontraron diez osarios. La mitad de ellos estaban decorados y la otra mitad lisos, sin decoración alguna.

Arriba: "Yehshúah B[ar] Yoshef". Abajo: Marcas de dirección. Del catálogo Rahmani.
En cuanto al programa del Discovery ChannelEl grupo de Osarios estaba por encima del promedio en la proporción de los que tenían inscripciones (seis de los diez = 60%) y en que cinco de las seis inscripciones estaban en hebreo y una en griego, cuando la proporción general es cuatro en hebreo cada tres en griego.[11] De acuerdo con la IAA (Autoridad de Antigüedades de Israel) seis de estos diez Osarios contienen los nombres: Jesús, Hijo de José, María, Madre de Jesús, José, Hermano de Jesús, Mateo, Mariamne, y Judas, Hijo de Jesús. El Arqueólogo Judeo-Británico Shimon Gibson elaboró los planos de la tumba y el académico israelí L.Y. Rahmani publicó en el año 1994 el "Catálogo de Osarios judíos" conteniendo los datos esenciales relacionados con los diez Osarios que fueron encontrados en la tumba de Talpiot.[12] En lo que sigue se empleará la numeración según el sitio del hallazgo de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), según la cual los Osarios llevan los códigos IAA 80-500 a IAA 80-509.
Respecto a la "exploración" de Jacobovici, Kloner, el investigador original del sitio, la calificó de "descuidada, explotadora e irresponsable".
Respecto a las marcas cruciformes la opinión más actual de los arqueólogos es que este tipo de marca, que en verdad aparece en el 40% de los osarios encontrados en Israel, se usaba simplemente para alinear la tapa a manera de marcas de albañil. Esta interpretación está confirmada por la presencia, en otros osarios, de un asterisco en vez de una x en el mismo lado de la tapa de los osarios. Esta es la opinión de arqueólogos como L. Y. Rahmani, y Amos kloner. Rahmani las llama "Marca de dirección".[13] Esta conclusión es compartida por la investigación sobre supuestas marcas de cruces cristianas sobre una serie de osarios judíos del profesor R. H. Smith.[14]
Sin desmedro de lo anterior, otros académicos creen que los judíos no cristianos del tiempo de Jesús si usaban una “x” o un signo “+” como símbolo de protección basados en Ez 9:4.[15] En todo caso, sólo sería una marca simbólica de protección, no una cruz basada en el martirio de Cristo. Por ejemplo, una inscripción hebrea, datada del 136 d. C., encontrada en Palmira, una antigua ciudad de Siria, contiene una inscripción hebrea encerrada entre dos “x”:
"X Una persona cuyo nombre es bendito por siempre. Engendrado por Shlomo, hijo de Nesa, hijo de Tsaïda, hijo de Baraq, por su salud y la de sus hijos. En el mes de Nisán del año 447 X". [16]
Investigación científica
Resultados de ADN
La IAA ha catalogado los osarios de Jesús y de Mariamne con los siguientes nombres:
  • IAA 80-503: Yehshúah Bar Yoshef (Jesús, H[hijo] de José).
  • IAA 80-500: Mariamne he Marah (Mariamne, la Señora).
La información genética se almacena en la molécula de ADN como un código lineal compuesto por A (Adenina), C (Citosina), G (Guanina) y T (Tiamina), en cierto modo análogo al código binario utilizado en el Software informático del Siglo XXI, pero sólo en cierto modo por que el código cuaternario del genoma ofrece una variación infinitamente mayor que la que puede proporcionar el código binario.
Uno de los directores del Laboratorio de ADN de Lakehead en Ontario (Canadá), Cartney Matheson analizó el ADN mitocondríaco extraído de la pátina del fondo de ambos osarios, confiando en que jamás fueron reutilizados, pues no hay ningún resto óseo al cual tomarle pruebas. A continuación se aprecia una muestra del análisis en la línea 120 del código genético donde se ven variaciones entre ambos:
IAA 80-503:
Marcador 120: CCAGTAGGAT
IAA 80-500:
Marcador 120: ACCCACTAGG
Lo que apreciamos aquí es un "Poliformismo" o variación genética empezando esta con C y A, en las cuales hay una clara desigualdad. Esta es la variación de dos individuos en el mismo marcador y en la misma secuencia del gen, por lo que este poliformismo muestra sólo una diferencia entre estas dos personas. A continuación el análisis de la línea 130 del código genético:
IAA 80-503:
Marcador 130: ATCAACAAAC
IAA 80-500:
Marcador 130: ATACCAACAA
Aquí hay otro poliformismo en la secuencia genética de dos personas. Cuando vemos diversos poliformismos entre dos secuencias, podemos concluir que estos dos individuos no estaban relacionados, o, al menos, no estaban relacionados por vía materna.
Conclusión: Si no son hermanos, y si no son madre e hijo o padre e hija y están enterrados en una tumba familiar cabe la posibilidad de que sean marido y mujer. Se sabe que en la mayoría de las tumbas familiares conocidas del Siglo I sólo se enterraban en las mismas a familiares o cónyuges, con excepciones claras, como Jesús mismo, quien fue enterrado en la tumba de otro.
Estadística matemática
Andrey Feuerverger, profesor de estadística y matemáticas de la Universidad de Toronto ha llegado a la conclusión de que existe una probabilidad estadística de que la tumba de Talpiot es realmente la tumba familiar de Jesús. En un estudio, Feuerverger examinó todos los nombres que aparecían en la tumba.[17]
FRECUENCIA DE LOS NOMBRES EN JERUSALÉN EN EL SIGLO I (¡¿?!)
Jesús, H[ijo] de José
Mariamne
Mateo
Yoshe-Yosha
Marah-María
1 de cada 190
1 de cada 160
1 de cada 40
1 de cada 20
1 de cada 4
 
CÁLCULO INICIAL
\left ( \frac{1}{190} \right ) \times \left ( \frac{1}{160} \right ) \times \left ( \frac{1}{40} \right )\times \left ( \frac{1}{20} \right ) \times \left ( \frac{1}{4} \right )= \frac{1}{97.280.000}
 
SEGUNDO CÁLCULO
Se elimina el nombre de Mateo porque no está explícitamente mencionado en los Evangelios como pariente
\left ( \frac{1}{190} \right ) \times \left ( \frac{1}{160} \right ) \times \left ( \frac{1}{20} \right ) \times \left ( \frac{1}{4} \right )= \frac{1}{2.400.000}
 
TERCER CÁLCULO
Ajuste por divergencias no intencionales en las fuentes históricas (¿?)
\frac{2.400.000}{4} = 600.000
 
CUARTO CÁLCULO
Ajuste a todas las posibles tumbas de Jerusalén del Siglo I, descubiertas o no (¡!)
\frac{600.000}{1.000} = 600
 
FACTOR DE PROBABILIDAD
\frac{600}{1}
Objeciones y críticas
Sin embargo, los cálculos probabilísticos efectuados sobre las combinaciones de los nombres en las inscripciones, tal como los que se presentan en la sección anterior, fueron fuertemente objetados por arqueólogos como Joe Zias, ex curador hasta 2007 de la Autoridad de Antigüedades de Israel quien afirma que se trata de esfuerzos puramente sensacionalistas por parte de quienes, sin siquiera ser profesionales en el área, declaran que se trata de la tumba del Jesús cristiano. Nombres como "Jesús", "José", "Jacob (Santiago)", "Judas" y "María" eran muy comunes en esa época, pero se desconoce su porcentaje real entre la población como para hacer cálculos probabilísticos como los de Feuerverger. Considerando también que ningún resto óseo presenta evidencias de una crucifixión, Zias concluye: "Proyectos como estos (de Jacobovici) son una burla de la profesión arqueológica."[18]
Por su parte Stephen Pfann, quien preside la University of the Holy Land (Universidad de Tierra Santa), señaló que el supuesto planteado por Andrey Feuerverger se basa en un número de falacias y en la incorrecta aplicación de la ciencia estadística, según se detalla en los siguientes puntos:[19]
1) No existe una base de datos en Judea o en Galilea (ni genealogías con excepción de la de Jesús que presentan los evangelios, ni registros) que sirva de fundamento para establecer la probabilidad de sus afirmaciones.
2) Los registros de quién y cómo muchos individuos eran enterrados en una dada tumba familiar en la Judea y Galilea del siglo I no pueden ser descifrados únicamente sobre la base del examen de los nombres existentes en los osarios que sobreviven en la tumba. Esto es debido a las siguientes circunstancias:
·        La mayoría de las tumbas ya fueron visitadas y saqueadas en la antigüedad o en los últimos tiempos, dejando incompleto el registro de sus contenidos originales.
·        No todos los osarios se rescatan durante las excavaciones para ser almacenados y registrados. A menudo, sólo se conservan aquellos osarios que presentan inscripciones, decoraciones o ambos.
·        De acuerdo con L. Y. Rahmani (1994), A Catalogue of Jewish Ossuaries, de 917 osarios en las colecciones del Estado de Israel, sólo 231 (25,2%) tienen sus nombres inscriptos. La tumba de Talpiot Oriental es inusual, ya que 6 de sus 9 osarios registrados (66%) fueron inscriptos con nombres. Si todas las tumbas contuvieran un porcentaje similar de osarios con nombres inscriptos, un censo comparativo entre varias tumbas sería razonable y posible. Sin embargo, éste dista mucho de ser el caso.
·        Los osarios que llevan nombres a menudo contenían los restos de más de un individuo. Los nombres de estas personas nunca se sabrá. Por ejemplo, el osario de Caifás contenía los restos de varios individuos, entre ellos un hombre de mediana edad.[19]
Fraude
El Osario de Santiago (El desaparecido Osario nº10)
El único fraude de toda la investigación es el del Osario de Santiago. Fue localizado en un mercadillo de antigüedades de Israel. Su propietario era Oded Golan, actualmente detenido en prisión con cargos por "Fraude Arqueológico". Oded Golan vendía en un mercadillo de antigüedades un osario de dos mil años de antigüedad con la inscripción en Hebreo: "Ya'akov Bar Yoshef Akhui di Yehshúah" (Santiago, Hijo de José, Hermano de Jesús). En realidad, el osario es auténtico, y se sabe que es el osario que falta de la tumba de los diez Osarios en Talpiot, mide 50,8 cm de largo, 30,5 cm de alto y 25,4 cm de ancho. Estas medidas coinciden con las medidas del osario que faltaba en la tumba de los diez osarios. Pero el fraude está en la inscripción Santiago, Hijo de José, Hermano de Jesús, de la cual sólo es auténtica la primera parte: "Santiago, Hijo de José", el resto, "...Hermano de Jesús", fue añadido por Oded Golan. Los análisis científicos sitúan la primera mitad de la inscripción en la primera mitad del Siglo I, pero la segunda mitad de la inscripción fue realizada en tiempos modernos. Esta reliquia fue saqueada de la tumba original y vendida de forma ilegal en el mercado negro de antigüedades. A posteriori, se le añadió esta segunda mitad de la inscripción, para, probablemente, aumentar el precio (Ya de por sí, incalculable) de semejante reliquia arqueológica.[20]
El Osario de Santiago ha sido exhibido en el museo Royal Ontario en Toronto, en el tercer piso, en un cuarto bien iluminado. Las paredes del cuarto se llenan de información sobre Santiago, los osarios, costumbres de sepultura judía y el Osario de Santiago. Este osario sufrió un desperfecto en el tránsito entre Israel y Canadá pero ha sido restaurado por el staff del museo.[21]
James Cameron
El famoso director de cine James Cameron, se encargó de dirigir el documental que lleva por nombre "The lost tomb of Jesus" para el canal Discovery Channel, que se rodó (27 años después del descubrimiento) en el lugar del hallazgo y no intervino en ningún momento en la investigación arqueológica ni científica.[22] En el libro que escribió Charles Pellegrino con Simcha Jacobovici bajo el título "La tumba de Jesús - El descubrimiento, la investigación y la evidencia que podrían cambiar la historia" (Editado por primera vez el 27 de febrero de 2007), James Cameron colaboró escribiendo únicamente el prólogo.[23]
Desde el punto de vista de la Iglesia Católica, «El director de cine James Cameron quiere lograr visibilidad pública para su nombre, filmando una especie de documental sobre la Religión Católica y el Cristianismo, al estilo de El código Da Vinci. Es decir, pretendiendo mostrar su falta de fundamento. Si hay una tumba de "la familia de Jesús", científicamente acreditada, ni hay resurrección ni nada de nada: Cameron se instala en la senda escandalosa de Dan Brown».[24]
Referencias
  1. Volver arriba ↑ Official report on the James Ossuary by Dr. Rochelle I. Altman
  2. Volver arriba ↑ Jerusalem - The Old City
  3. Volver arriba ↑ Jesus' Tomb Claim Slammed By Scholars
  4. Volver arriba ↑ "Amos Kloner tiene razón, ya que yo recibí y catalogué los objetos; el décimo [osario] era liso y lo puse en el patio con todo el resto de osarios lisos, como era el procedimiento estándar cuando uno tiene poco espacio de almacenamiento disponible. Nada fue robado ni extraviado y ellos estaban totalmente conscientes de este hecho, sólo que no encajaba en su agenda"Joe Zias, 1 March 2007. Mensaje reproducido en http://benwitherington.blogspot.com/2007/03/smoking-gun-tenth-talpiot-ossuary_9874.html
  5. Volver arriba ↑ Charles Pellegrino y Simcha Jacobovici (2007). La tumba de Jesús y su familia. Barcelona: Ediciones El Andén. ISBN 978-84-935758-9-2. 
  6. Volver arriba ↑ James D. Tabor. The Jesus dynasty. New York: Simon & Schuster, 2005, pp. 22-31.
  7. Volver arriba ↑ G. Ernest Wright. Arqueología bíblica. Madrid: Cristiandad, 1975; pp.353-356.
  8. Volver arriba ↑ cajas talladas en piedra para guardar las osamentas de los difuntos.
  9. Volver arriba ↑ E. L. Sukenik. Ancient Times (“Los Tiempos Antiguos”), Vol. 3, Nº.1, julio de 1958, Pág. 35. Vol. 5, Nº. 3, marzo de 1961 Pág. 13.
  10. Volver arriba ↑ http://ministeriosprobe.org/docs/sepulcro-olvidado.doc
  11. Volver arriba ↑ Amos Kloner. A tomb with inscribed ossuaries in East Talpiyot, Jerusalem. Atiquot 29: 15-22, 1996.
  12. Volver arriba ↑ L. Y. Rahmani. A catalogue of Jewish ossuaries. Jerusalem: The Collections of the State of Israel, 1994.
  13. Volver arriba ↑ L. Y. Rahmani, "A catalogue of jewish ossuaries in the Collections of the State of Israel" (Jerusalem: Israel Antiquities Authority; Israel Academy of Sciences and Humanities, 1994).pp.: 222-224, 304. Nº. 319 y 322, osarios 701-709.
  14. Volver arriba ↑ R. H. Smith, “The Cross Marks on Jewish Ossuaries,” Palestine Excavation Quarterly 106 (1971), 53-66.
  15. Volver arriba ↑ Theological Wordbook of the Old Testament, p. 966.
  16. Volver arriba ↑ M. Loconsole “Il Simbolo Della Croce Tra Giudeo-Cristianesimo E Tarda Antichità: Un Elemento Della Translatio Hierosolymae”. 2002, pp.: 217-284. Inscripción traducida en: Adalbert De Vögué, Syrie centrale. Inscriptions sémitiques, vol. LXXVI, Paris 1868.
  17. Volver arriba ↑ http://fisher.utstat.toronto.edu/andrey/OfficeHrs.txt
  18. Volver arriba ↑ Medved, Michael (11 de marzo de 2007). «Scene 1: Discredit religion; Scene 2: See Scene 1». USA Today. Gannett Company. Consultado el 4 de abril de 2012.
  19. Saltar a: a b Pfann, Stephen (2012). «The Improper Application of Statistics in "The Lost Tomb of Jesus"» (en inglés). University of the Holy Land. Consultado el 12 de octubre de 2012.
  20. Volver arriba ↑ The 'James' Ossuary Inscription
  21. Volver arriba ↑ Biblical Studies
  22. Volver arriba ↑ The Lost Tomb of Jesus: Discovery Channel
  23. Volver arriba ↑ Charles Pellegrino y Simcha Jacobovici (2007). La tumba de Jesús y su familia. Barcelona: Ediciones El Andén. ISBN 978-84-935758-9-2. 
  24. Volver arriba ↑ Iglesia.org
Véase también
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Manuscrito del Mar Muerto o Rollos de Qumrán
 
Colaboración de la Universidad Complutense en la investigación y edición de los

 
Manuscritos de Qumrán
        
·        por Julio Trebolle Barrera
Director del Instituto de Ciencias de las Religiones (UCM)
    


En la serie de Oxford Discoveries in the Judean Desert en la que se editan los Manuscritos del Mar Muerto, acaba de aparecer el volumen XIV de textos bíblicos de la Cueva IV. Colaboran en el mismo los miembros del equipo internacional de edición de estos manuscritos E. Ulrich (Notre Dame), F.M. Cross (Harvard), E. Tov (Jerusalem), S.W. Crawford (Albright College) y J.A. Duncan (Princeton) y Julio Trebolle Barrera, de la Universidad Complutense. El editor, E. Ulrich, agradece en el prólogo el apoyo prestado a los trabajos de investigación por parte de la Universidad Complutense, junto con las otras universidades antes citadas y otras instituciones académicas: The American Council of Learrned Societies, the Center for Jewish Studies at the University of Pennsylvania y the American Schools of Orientals Research. Expresa de modo especial el agradecimiento a S.M. la reina doña Sofía, que presidió la Sesión de Clausura del Congreso de Manuscritos del Mar Muerto celebrado en El Escorial en 1991.


·        Este Congreso, organizado por la Universidad Complutense, constituyó un punto decisivo de inflexión en el proceso de investigación y de colaboración entre los investigadores de varios países. Así se reconoce en el mismo prólogo: «The Congress, as rich in elegant hospitality as in academic productivity, suceeeded in providing a significant impetus to the publication of the scrolls as well as a new level of valuable interaction and communication of knowledge among the individuals in the various countries publishing and interpreting the scrolls.» El editor general agradece a los profesores del Departamento de Estudios Hebreos y Arameos de la UCM, Luis Vegas Montaner, Javier Fernández Vallina y a quien firma estas líneas el trabajo de organización llevado a cabo para el feliz éxito del Congreso y la publicación de los trabajos del mismo.
·        Los manuscritos de la Biblia hebrea
·        El volumen aparecido, que será seguido por otros dos, contiene la editio princeps de 24 manuscritos bíblicos de la Cueva IV correspondientes a los libros de Deuteronomio, Josué, Jueces y Reyes. Estos textos son aproximadamente mil años más antiguos que los manuscritos hebreos conocidos hasta el presente.
·        El estudio de los manuscritos bíblicos de Qumrán ha demostrado que, en la época inmediatmente anterior a la aparición del cristianismo, la tradición textual bíblica era mucho más plural y variada de lo que cabía imaginar hasta ahora. Así, por ejemplo, el manuscrito 4QJudgesª ha sido saludado por E. Tov, editor principal del equipo, como uno de los más importantes manuscritos bíblicos hallados en Qumrán, pues da a conocer un texto antiguo más breve que el transmitido por el texto tradicional conservado en el judaísmo. Prueba que el libro de los Jueces, como otros libros bíblicos, tuvo un largo proceso editorial y admitió a lo largo de un tiempo interpolaciones diversas.
·        Otros manuscritos publicados recientemente demuestran que algunos libros bíblicos, como el de Jeremías, conocieron una segunda edición, generalmente «corregida y aumentada». Algunos de los manuscritos dados a conocer recientemente ofrecen textos que se sitúan en las fronteras de lo que más tarde llegó a ser el texto autorizado o canónico de la Biblia. Contienen extractos de textos jurídicos, litúrgicos, aggádicos, etc., muy emparentados con los textos bíblicos.
·        Técnicas de análisis de los manuscritos
·        Los estudios más actuales y llamativos se refieren a las técnicas de análisis de los manuscritos. Acaban de hacerse públicos ('Atiqot 28, 1966) los resultados de un nuevo análisis de radiocarbono y d13C, ampliado a 14 manuscritos en pergamino y 4 en papiro. Para mayor control se incluyeron en el análisis algunos manuscritos cuya fecha es bien conocida gracias a datos contenidos en los propios manuscritos. Los resultados confirman las fechas que el estudio paleográfico había asignado a los diferentes textos.
·        Próximos congresos ofrecerán nuevos informes relativos al desarrollo de una técnica que permite leer en imagen plana en texto enrollado del Rollo de Cobre, a la aplicación de técnicas de radar en la investigación arqueológica, al análisis del ADN de la piel de los pergaminos, con lo que se espera poder «casar» mejor los pequeños fragmentos del inmenso rompecabezas que es la biblioteca de Qumrán, etc. Se anuncia la edición de una «biblioteca electrónica» de Qumrán en CD-ROM, que incluye una colección computerizada de imágenes digitalizadas de todos los manuscritos, transcripciones, traducciones, concordancias, diccionarios y bibliografías para estudio (Oxford-Leiden-Utah).
·        No hay misterios ocultos, pero sí muchos agujeros negros
·        Hasta hace unos años, los estudiosos se quejaban de que los volúmenes de edición largo tiempo anunciados no aparecían nunca. Ahora se quejan de que no tienen dinero para comprar ni tiempo para digerir los volúmenes que aparecen a ritmo frenético, además de toda la literatura científica que los mismos generan.
·        En cuatro años, han aparecido siete grandes volúmenes y, en este año 1996, aparecerán otros cuatro. Han sido publicados también el primero de cinco volúmenes que integran la publicación definitiva de las excavaciones arqueológicas de Khibert Qumrán, una edición facsímil en microfichas, una colección completa de fotografías de los manuscritos, una edición de los textos realizada por ordenador sobre las concordancias elaboradas por los editores, traducciones a diversas lenguas, etc. Las nuevas técnicas de estudio y edición mediante ordenador han facilitado la publicación de un trabajo ingente que había sido ya iniciado en la década de los ochenta por un equipo ampliado de investigadores.
·        Se espera que en los cuatro o cinco años se complete la edición de los 34 volúmenes previstos. Se proyecta también la reedición de los 7 volúmenes publicados en los primeros años de investigación sobre Qumrán.
·        Ya no cabe decir que exista o haya existido ocultación de los manuscritos por manos negras movidas desde instancias religiosas, políticas, editoriales o académicas, o de todas ellas confabuladas.
·        Lo que resta por publicar constituye un sinnúmero de fragmentos de manuscritos, plagados de lagunas,, que hacen muy difícil la reconstrucción del manuscrito y la interpretación de su texto. Los agujeros son a menudo, sin embargo, muy elocuentes. El manuscrito 4Juecesª presenta una laguna a la altura de la línea cuarta (fotografía). En el espacio de texto perdido, no caben más de diez caracteres hebreos, que no pueden ser otros que los correspondientes a una lectura «breve», ‘[yn mispar wy]'w, atestiguada únicamente por una variante de la Vetus latina, quoniam non erat numerus.
·        Colaboración entre múltiples disciplinas
·        El estudio de los manuscritos exige la colaboración entre especialistas en lenguas muy diferentes (hebreo, arameo, siríaco, armenio, etiópico, copto, griego o latín), así como en campos de estudio muy diversos: arqueología, epigrafía, y paleografía, historia en todas sus facetas, literatura en sus múltiples géneros, historia de las ideas y de las religiones, etc. Los estudiantes que inician sus tesis doctorales han de pasar un tiempo previo especializándose en lenguas y haciéndose con el dominio de un terreno bien acotado de datos para la investigación posterior.
·        Los trabajos de edición de los manuscritos suponen un avance paralelo en la tarea de interpretación del contenido de los mismos. El momento actual es de análisis minucioso de los innumerables datos que están saliendo a la luz. Las visiones de síntesis avanzadas en los primeros años de la investigación sobre Qumrán resultan ahora insuficientes o parciales. Se está lejos todavía de lograr una visión sintética de lo que representa la biblioteca de Qumrán y, más lejos aún, de alcanzar un panorama completo sobre la historia del judaísmo y de los orígenes cristianos en los siglos que precedieron y siguieron al cambio de era.
·        Este panorama ha de recoger además los resultados de otros muchos hallazgos arqueológicos realizados en Jerusalén, en Palestina y el antiguo Oriente Próximo. Obliga a reinterpretar las relaciones entre todas las fuentes judías, cristianas, orientales y grecolatinas del período helenístico y fuerza también a repensar los presupuestos hermenéuticos de toda la labor de interpretación moderna, condicionada muchas veces por los planteamientos de la propia disciplina o escuela, el mundo de ideas religiosas judías o cristianas, los planteamientos intelectuales de un determinado momento o de una tradición académica (germana, anglosajona, latina o semítico-oriental), etc.
·        Hipótesis llamativas pero insuficientes o desvariadas
·        En estos años, han hecho mucho ruido hipótesis que difícilmente pueden explicar el conjunto de lo hallado en Qumrán. R. Eisenman y también los periodistas Baigent-Leigh, que airearon la especie de una conspiración vaticana contra la publicación de los manuscritos, resucitaron una vieja teoría ya propuesta por J. L. Teicher y desautorizada por H.-J.Schoeps. Según esta teoría, los textos de Qumrán procedían de ambientes judeocristianos o ebionitas. Los análisis de radiocarbono antes aludidos no permiten una datación tan tardía, en época cristiana, de los manuscritos. Algunas de las copias proceden del siglo I d.C., todos los manuscritos hallados en Qumrán corresponden a obras de autoría judía y de época precristiana. La identificación que Eisenman propone, de Santiago, «hermano del Señor» (Cristo), como el «Maestro de Justicia», y de Anás II como el «Sacerdote impío», a los que se alude en los textos de Qumrán, es producto de la fantasía propia del género de ciencia-ficción.
·        La hipótesis que convierte el yacimiento de Qumrán en una fortaleza zelota o la que hace de este lugar una «villa» de recreo para saduceos, no tienen base suficiente en la arqueología (no se encuentran, por ejemplo, murallas ni otros elementos propios de una fortaleza) y no explican la conexión existente entre el asentamiento de Qumrán y los rollos encontrados en las cuevas próximas con las jarras típicas, los tinteros y el material inscrito hallado en el propio yacimiento, etc. La hipótesis de Golb, avanzada ya por Rengstorf, según la cual la biblioteca de Qumrán procedía de Jerusalén o de la biblioteca del Templo y representaba la producción literaria de todo el judaísmo de la época, tampoco ha sido aceptada por la generalidad de los estudiosos. Es cierto, por otra parte, que no todos los manuscritos fueron escritos en Qumrán y que bastantes de ellos son anteriores o corresponden a obras existentes antes de la creación de la comunidad de Qumrán a mediados del siglo II a.C.
·        Es significativo que en Qumrán no aparezca ningún escrito fariseo o saduceo y sean, por el contrario, numerosos los textos atribuidos a los esenios. La mayoría de los investigadores piensa que se trata de un asentamiento esenio, aunque no resulta fácil compaginar los escasos datos de las fuentes clásicas con los hallazgos arqueológicos y las nuevas fuentes manuscritas.
·        El judaísmo anterior al judaísmo rabínico
·        Los manuscritos de Qumrán ofrecen un testimonio de primera mano y de primerísima calidad para el conocimiento de la historia del judaísmo clásico y de los orígenes del cristianismo en el marco del judaísmo del período helenístico.
·        Una de las discusiones más vivas actualmente, basada en un texto publicado en 1994, se refiere al origen saduceo o esenio de este escrito y de la comunidad de Qumrán. Se trata de una carta o tal vez de un tratado escrito por el famoso «Maestro de Justicia», fundador de la comunidad de Qumrán. Esta «Carta haláquica» (Miqtsat ma`ase ha-tora) enumera una veintena de normas jurídico-religiosas en las que los «qumranitas» apoyaban su separación cismática respecto a las autoridades religiosas de Jerusalén. Se refieren en gran parte a cuestiones relativas al espacio y al tiempo sagrado. La toma de posición de los qumranitas es siempre extremadamente rigorista: en el templo de Jerusalén, por ejemplo, sólo pueden ser admitidos los israelitas físicamente íntegros y en estado de pureza ritual; los no judíos y los minusválidos no pueden entrar en el recinto sagrado. este escrito critica la actitud más liberal sostenida por los fariseos, por lo que, según H.-L. Schiffmann, debería ser atribuido al ámbito del saduceísmo. El estudio de las relaciones entre sadoquitas, saduceos, hasidim, esenios, fariseos, celotas y demás grupos judíos de la época constituye uno de los campos más interesantes y complejos de la investigación de Qumrán.
·        La discusión sobre los orígenes esenios del cristianismo
·        La posición de los primeros judeo-cristianos en este mosaico de grupos judíos es una de las cuestiones que suscitan mayor interés. Son muy llamativos los numerosos paralelos y coincidencias entre textos esenios de Qumrán y textos cristianos del Nuevo Testamento. Un texto publicado recientemente contiene, por ejemplo, una frase que recuerda mucho a otra del evangelio de Lucas: «Será denominado hijo de Dios, y le llamarán hijo del Altísimo». Algunos textos interpretados como claras alusiones a figuras cristianas y a un supuesto Mesías muerto como el Cristo crucificado han producido gran revuelo en los medios de comunicación, especialmente en Norteamérica. Al final se ha visto que todo el revuelo se diluía en una confusión gramatical. Resulta que el texto en cuestión, «Destrucción de los Kittim» (4Q285) forma parte del Libro de la Guerra y no dice que «matarán» al Mesías, sino que éste matará al enemigo en los tiempos escatológicos. Los esenios de Qumrán no podían concebir un mesías perdedor sino únicamente victorioso.
·        La frase de Renán, «El Cristianismo es un esenismo que alcanzó el éxito», no se ha visto refrendada en Qumrán. Las diferencias pesan más que las coincidencias. El influjo esenio parece haber sido mayor en sectores de la segunda generación cristiana que en las figuras de Jesús y de Juan Bautista, que pudieron conocer el esenismo extendido por Palestina más que el propio de la comunidad de Qumrán.
·        Quisiera señalar aquí, a modo de ejemplo, uno de los muchos campos que se abren al estudio en relación con los orígenes del cristianismo. Los manuscritos de Qumrán han dado a conocer, aunque sólo sea fragmentariamente, una vasta literatura apócrifa en arameo. Hasta ahora se conocía una vasta literatura apócrifa en griego y una literatura judeohelenística, que constituyeron el puente de unión del judaísmo con el mundo griego, el mismo por el que transitó más tarde el cristianismo en su difusión por el mundo grecorromano. Ahora es posible reconstruir otro puente, el que enlazaba al judaísmo precristiano con el mundo de habla aramea. Por este puente pasaron ideas del mundo oriental antiguo al cristianismo y por él pasó también el cristianismo en su difusión por el mundo semítico.
·        Los escritos en lengua aramea se refieren preferentemente a figuras y personajes prediluvianos como los gigantes, los ángeles, Enoc, Amrán y Noé o constituyen textos apocalípticos que presentan una perspectiva más universalista que la puramente referida a Israel. Por el contrario, las obras escritas en hebreo se refieren preferentemente a personajes israelitas posteriores a Moisés y ofrecen una perspectiva judía y particularista más acentuada. Aquella literatura en lengua aramea contiene gérmenes universalistas desarrollados más tarde en la literatura cristiana.
·        Los manuscritos de Qumrán ofrecen numerosos campos de investigación, en los que se puede desarrollar el trabajo de Institutos como el de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense.
·        ·  Texto publicado en Gaceta Complutense, mayo-junio 1996 nº 116, pp. 14-17. https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero4/qumran.htm
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 


 


 

 

 



 


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