TEMA 7. LA ESCOLÁSTICA: TOMÁS DE AQUINO



TEMA 7. LA ESCOLÁSTICA: TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)


1. VIDA Y OBRA
 
No ha podido fijarse con exactitud la fecha de nacimiento de Tomás de Aquino, sin embargo es probable que su nacimiento sucediera en 1224 ó 1225. Igual problema presenta el lugar donde vio la luz, ya que distintos lugares se arrogan dicho privilegio, sin embargo el lugar más aceptado es Roccasecca, un castillo situado en la cumbre de una montaña, cerca de Aquino, Italia. Su familia pertenecía a la nobleza napolitana. Hijo del Conde Landolfo de Aquino, estudió en la Abadía de Monte Cassino[i] y después en la Universidad de Nápoles. En el año 1244 tomó el hábito de la Orden de Predicadores y conoció a Alberto Magno, con quien estudiaría en Colonia. La decisión no fue del agrado de su familia, que hubiera preferido que santo Tomás sucediera a su tío al frente de la abadía de Monte Cassino. Enterada de que  Tomás se iba a dirigir a Bolonia para participar en un capítulo general de la orden, y que posteriormente sería enviado a París para continuar sus estudios, fue raptado por sus hermanos y retenido por ellos durante más de un año en el castillo de Roccasecca, con la intención de disuadirlo de su ingreso definitivo en la orden, cosa que no consiguieron, dejándole, finalmente, cumplir su voluntad.

 
Se ha dicho que muy pocos filósofos o teólogos han logrado escribir como él tanta cantidad de trabajos, de tan alta calidad, en el plazo que lo hizo Aquino, un poco menos de tres décadas. Posteriormente se doctoró, y en 1252 ejerció como maestro de Teología en la Universidad de París, y en otras ciudades europeas como Orvieto, Roma, Viterbo, Bolonia y Nápoles. La Summa Theologiae  fue concluida durante el último periodo de su vida posterior a 1259 y a su enseñanza en París. "Su salud iba decayendo. A su fiel amigo y secretario, Reginaldo de Piperno, que le exhortaba a terminar su obra, le expresó: Raynalde non possum, quia omnia quae scripsi videntur mihi paleae [Reginaldo no puedo porque todo lo que he escrito  me parece paja]" (REALE y ANTISERI op.cit. p. 481).Luego de una polémica actividad regresa a Nápoles el año 1272, con el encargo de establecer una casa de estudios (studium generale), donde abandona totalmente su actividad docente y de autor, encontrándose frecuentemente arrebatado por experiencias místicas que le absorben por completo.
 
Permanecerá allí hasta 1274, muriendo en el trascurso del viaje iniciado ese año para dirigirse de Nápoles a Lyon, donde iba a celebrarse un concilio convocado por el papa Gregorio X. Murió el 7 de marzo de 1274, cerca de Terracina, camino del segundo concilio de Lyon. Posteriormente, el 28 de enero de 1369, los restos mortales del gran filósofo y teólogo fueron trasladados a Tolosa de Languedoc, motivo por el cual la Iglesia católica celebra su memoria en esta fecha.



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    Velázquez, Tentación de Santo Tomás de Aquino (1632)
"El cuadro representa a Santo Tomás de Aquino, cuando todavía es novicio, tras superar la tentación de una ramera que se vislumbra en la puerta abierta del fondo y a la que ha hecho huir con un leño encendido que descansa a sus pies. El santo es sostenido por un ángel mientras otro se prepara para ceñirle una cinta blanca que simboliza la castidad" (Wikipedia). Tal vez en alusión al episodio del rapto de santo Tomás por parte de sus hermanos para impedir que se ordenase sacerdote. Se cuenta que durante su encierro fue sometido por su familia a presiones, como la que escenifica Velázquez,  para que abandonase el camino religioso
                                           
Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino fueron condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, quien en 1277 lanzó una gran condena de 219 tesis respecto a la Universidad de París. A pesar de esto (era una condena importante, pero local), Tomás de Aquino fue canonizado el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.

 
 




 

 


    Castillo de Roccasecca                                                    
                                                                Ruinas de Monte Cassino 1944


           
           La obra escrita de Tomás de Aquino es inmensa. Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus Sumas: la Summa Theologiae, la Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre es teológico, cuenta también con varios comentarios a obras filosóficas, con obras filosóficas, polémicas o litúrgicas. A lo largo de la historia se le han atribuido obras espurias, que con el paso del tiempo han dejado de ser consideradas de su autoría.
 
2. FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA.
Este tema es esencial en santo Tomás: distinguir verdades racionales y verdades de fe, teología natural y teología revelada. ¿Cuál es la diferencia entre ambas? La filosofía, como las demás ciencias humanas, trabaja solo con la razón. La teología, también, pero acepta ciertos principios por autoridad, por fe.


 
Es Dios y no el ser humano el objeto principal de sus reflexiones. La razón y la filosofía no son más que preambula fidei (preámbulos de la fe). No se trata de que la razón y la fe hablen de temas distintos pues ambas tratan de Dios, del hombre y del mundo. Sino que la filosofía procura un conocimiento imperfecto mientras que la teología brinda un conocimiento perfecto de tales asuntos en relación con la salvación eterna. La fe mejora a la razón igual que la gracia perfecciona a la naturaleza. Lo que no significa que una elimine o sustituya a la otra.

 

          La teología no substituye a la filosofía: "Existen algunas verdades que superan todos los poderes de la razón humana, por ejemplo que Dios es uno y trino. Hay otras verdades a las que se puede llegar a través de la razón natural, por ejemplo, que Dios existe, que Dios es uno, y otras semejantes" (Summa contra Gentiles). Hay que partir de las verdades racionales porque estas constituyen el terreno común a todos los hombres (para discutir con los judíos se podría partir de la base del Antiguo Testamento; para hacerlo con los herejes, de toda la Biblia). Pero para debatir con los paganos y gentiles, y en general con cualquiera, el único supuesto posible será la razón. -Además despreciar la razón equivaldría a menospreciar el rasgo que distingue al ser humano y dejar de lado la filosofía griega que forma ya parte de la tradición cristiana.
 
"Para la salvación humana fue necesario que, además de las materias filosóficas, cuyo campo analiza la razón humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y esto es así porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la comprensión a la que puede llegar sólo la razón. Dice Isaías 64,4: ¡Dios! Nadie ha visto lo que tienes preparado para los que te aman. Sólo Tú." (TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, I, c.1, art. 1) (texto de Selectividad; primeras líneas).
 
El filósofo parte del mundo de la experiencia y se remonta a Dios (por ejemplo parte de la experiencia del movimiento y se remonta a la existencia de un Primer Motor Inmóvil). El teólogo parte en cambio de Dios para descender a la criatura. Teología: de la revelación a la razón. Filosofía: de la razón a la revelación.
 
No se trata de que la teología trate temas distintos de los que trata la filosofía. Las dos, por ejemplo, afirman la existencia de un Creador. Pero mientras que la filosofía la demuestra al término de una serie de argumentos nacionales, la teología acepta ya como punto de partida la existencia de Dios porque así nos ha sido revelada en la Biblia. "El fin tiene que ser conocido por el hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su exclusiva razón humana" (Suma Teológica I, c. 1, art.1)
Por tanto, no se diferencian porque traten temas distintos, sino porque los tratan de manera distinta.
         ¿Qué elaborará concretamente la teología? Definir el dogma, desarrollando su contenido, mostrar la racionalidad de su significado mediante razones y analogías. Hacer inteligible la revelación. ¿Y la filosofía qué labor cumplirá?: Refutar las filosofías que contradicen la fe mostrando que no pueden ser verdaderas. Hacer inteligibles y demostrables las Escrituras en la medida de lo posible. Es mejor entender que creer, siempre que se pueda elegir.
 
Entonces, ¿para qué la revelación?,  ¿para qué esas verdades de fe que superan la razón?
 
a)   Para que la razón aprenda a desear algo que está totalmente por encima de ella.
b)   Para reprimir la presunción de la razón humana.
c)   Para que el alma se perfeccione conociendo aunque sea imperfectamente cosas superiores.
d)   Porque la mayoría de los hombres -faltos de reflexión, estudio, capacidad- no llegarían a establecer esas verdades por la sola razón.
e)   Porque incluso el mayor filósofo erraría al construir su sistema si no estuviera orientado por la brújula de la verdad revelada (así le habría ocurrido a Aristóteles).
 
    " Más aún: Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de muchos análisis y con resultados plagados de errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación del hombre, pues en Dios está la salvación. Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma más fácil y segura, fue necesario que los hombres fueran instruidos acerca de lo divino, por revelación divina. Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias filosóficas, resultado de la razón, hubiera una doctrina sagrada, resultado de la revelación" (Suma Teológica I, cap. 1, art.1).
 
Las relaciones entre razón y fe y razón están condicionadas por la recepción de la obra de Aristóteles en el siglo XIII. (Ver "el autor en su momento histórico").
 
 
 
Diagrama de la teoría del conocimiento de santo Tomás que, como se ve, coincide
con la de Aristóteles (historiadelafilosofíaparacavernicolasblogspot) 
 
3. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
Está implícita en el texto.
¿Cómo concibe Tomás el conocimiento humano? Los objetos corpóreos actúan sobre los sentidos (sobre el compuesto de alma y cuerpo). Los sentidos no pueden captar sino realidades particulares. ¿Cómo se pasa al conocimiento de lo universal? Mediante la abstracción. Es decir, mediante la operación de separar la forma de la materia. Esta operación la lleva a cabo el entendimiento activo no sobre los datos de la sensación directamente sino sobre las imágenes interiores ("fantasmas") que nos hacemos de ellos. Abstrae del fantasma lo universal separándolo de las notas particulares. Como el entendimiento activo es puramente activo no puede imprimir en sí mismo el universal sino que lo imprime en el entendimiento pasivo. Ahí surge el concepto en sentido estricto.
¿Qué relación guarda esta teoría del conocimiento con el texto? La relación consiste en lo siguiente: Solo podemos conocer cosas sensibles. Pero Dios no es una cosa sensible, por ello "el entendimiento humano no puede llegar naturalmente hasta la substancia de Dios ya que el conocimiento en esta vida tiene su origen en los sentidos". De modo que no podemos conocer a Dios directamente, no podemos conocerlo en su esencia. Esto implica la necesidad de una Revelación (especie de ayuda divina suplementaria -como la Gracia- más allá de nuestras facultades naturales). 
 
¿Podemos conocerlo de algún otro modo?
 
4. EL CONOCIMIENTO ANALÓGICO DE DIOS
Aunque en esta vida carecemos de la intuición de la esencia de Dios debido a que nuestro conocimiento depende de la sensación, Tomás acepta tres modos en que sí podemos conocer algo de Dios:
a)   Podemos conocer su existencia (demostración por las cinco vías).
b)   Podemos conocer lo que Dios no es (que no es corpóreo, que no es mudable, que no es compuesto de materia y forma, etc.) (teología negativa).
c)   Podemos conocer a Dios por analogía con las criaturas.
 
Nos centraremos en la tercera posibilidad. A ella hace referencia santo Tomás cuando dice: "Las cosas sensibles principio del conocimiento racional, tienen algún vestigio de imitación divina, tan imperfecta sin embargo que son totalmente insuficientes para darnos a conocer la substancia del mismo Dios".
 
4.1. SENTIDO UNÍVOCO, SENTIDO EQUÍVOCO Y SENTIDO ANALÓGICO.
Podemos emplear los nombres con un sentido unívoco: significando lo mismo pero aplicado a dos objetos distintos ("Juan es sabio; Pedro es sabio"). O bien con un sentido equívoco: significando algo completamente distinto cuando se aplica a un objeto o a otro ("Juan es bueno; esto es un buen veneno"). También podemos usar los nombres en un sentido analógico, es decir, en un sentido aproximado, por comparación o semejanza ("sus cabellos son de oro", lo que no quiere decir que el pelo de una persona esté hecho de ese metal sino que se parece por su color).
 
Los nombres que aplicamos a Dios no tienen un sentido unívoco puesto que si decimos que Dios es sabio no lo es en el sentido en que puede ser sabio un hombre. Tampoco posee un sentido puramente equívoco puesto que si así fuera no nos daría ningún conocimiento de Dios.
 
Sin embargo nos referimos a Dios con palabras tomadas de nuestra experiencia, con palabras que aplicamos a las criaturas. ¿En qué sentido usamos "bueno" y "sabio" cuando nos referimos a Dios? En un sentido analógico. Esto es, usamos la misma palabra para objetos distintos con significado en parte semejante y en parte diferente. Así por ejemplo decimos que Dios es sabio en un sentido en parte semejante a como es sabio un hombre (puesto que el hombre es una creación de Dios) y a la vez en un sentido diferente a como es sabio un hombre (puesto que el hombre es infinitamente inferior a Dios).
 
      Ya Aristóteles había hablado de la relación de semejanza entre  substancia y accidentes: La entidad de una cosa -por ejemplo "estar sano"-, su esencia, su definición general (substancia) tiene una relación de analogía, de similitud  con sus modificaciones o propiedades (accidentes) -así, con la medicina que causa la salud o con el buen color del rostro que es su efecto. Tomás trasladará esta relación horizontal entre los seres finitos a una línea vertical: entre Dios y las criaturas hay una relación de analogía.
 
          Las criaturas se parecen en parte al Creador y en parte son diferentes de Él. Lo que se predica de las criaturas se puede decir de Dios pero no en el mismo sentido ni en el mismo grado. Esto ocurre porque Dios al causar comunica a lo causado algo de su ser. Sin embargo el parecido es incompleto porque no conocemos la naturaleza de Dios. Por ello la teología negativa -determinar lo que Dios no es- es superior a la positiva. La analogía está más cerca de la equivocidad que de la univocidad. Así los entes finitos participan -llevan una parte-  del ser de Dios porque son muchos y Él es uno. Tienen algo de Él pero no en acto ni en toda su plenitud.
 
De este modo podemos conocer a Dios a partir de los seres creados: Elevando al infinito las perfecciones que encontramos en los seres creados y atribuyéndoselas por analogía a Dios. Esto nos lleva a:
 
Representación de Dios (Ipsum Esse Subsistens: Ser subsistente por Sí Mismo) y de la creación de acuerdo con el modelo cristiano de santo Tomás. El paralelismo con la ontología de Platón es evidente: El mundo espiritual es el mundo de las Ideas, el material es el mundo sensible. Por un lado Dios causa mediante su pensamiento el mundo material; por el otro lado del triángulo, el Creador y sus Ideas son la razón suficiente (la explicación) de la existencia de los seres físicos.   (Wikipedia: artículo: Analogía)
                                         
 
5. LA CREACIÓN
¿Qué tipo de semejanza hay entre el Creador y los seres creados? Hay una semejanza de participación: Los seres creados participan de las perfecciones de Dios. Igual que en Platón los seres sensibles participan de las perfecciones de las ideas. Solo que en Tomás estas ideas están en la mente divina.
Por eso la semejanza (base del conocimiento analógico de Dios) entre el Creador y las criaturas es:
a)   Unilateral: Las criaturas son semejantes a Dios pero Dios no es semejante a las criaturas,
b)   no es una semejanza perfecta: puesto que la criatura es una imitación imperfecta de la idea divina.
 
Sus creaciones ya preexistían en Su inteligencia al modo en que preexiste la idea de la casa en el arquitecto antes de construirla. Las perfecciones preexistentes en Dios son solamente imitadas limitada y deficientemente por los seres creados.
 
Las perfecciones pasan de Dios a las criaturas por una especie de descenso. El orden de tal descenso es una escala jerárquica de perfección con los ángeles en lo más alto y los cuerpos en lo más bajo. El mal es una limitación inevitable que conlleva toda criatura. No es propiamente nada, es una carencia de ser y por ello no es imputable al Creador (igual que  san Agustín, Tomás cree que el mal no es un ser ni una substancia sino una privación de ser).
 
 
6. DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS MEDIANTE LAS CINCO VÍAS.
 
Entre las verdades que pueden ser alcanzadas por la razón natural está la existencia y unidad de Dios: "Las que incluso demostraron los filósofos guiados por la luz natural de la razón" (Suma contra Gentiles cap. III, p. 99). En efecto, algunas de las cinco vías fueron formuladas ya por Aristóteles y por pensadores árabes.
La demostración de la existencia de Dios tal como la expone Tomás:
1)   parte de un fenómeno real y de ámbito universal,
2)   aplica a ese fenómeno el principio de causalidad,
3)   muestra que es imposible un regreso al infinito en la serie de las causas,
4)   concluye en la existencia de Dios.
Esta es la estructura común a las cinco vías. Lo peculiar de cada una de las vías es el fenómeno real del que parten:
 
1º Vía). Por el movimiento: En el mundo hay cosas que se mueven. Todo lo que se mueve es movido por otro. Pero es imposible ir de un móvil a un motor que es a su vez un móvil movido por otro motor y este a su vez... Por consiguiente es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nada: DIOS.
 
2º Vía). Por la causalidad: en el mundo hay causas. Nada es causa de sí mismo. Pero no podemos prolongar indefinidamente la serie de las causas. Por consiguiente es necesario que exista una causa eficiente primera, una causa incausada: DIOS.
 
3º Vía). Por la contingencia: Hay seres contingentes. Que pueden existir o no existir. Pero no todos los seres pueden ser contingentes. Debe haber un ser necesario: DIOS.
 
4º Vía). Por los grados de perfección: Hay seres más o menos perfectos (más o menos nobles, más o menos bellos, etc.) Pero el más y el menos suponen siempre un término de comparación: lo absoluto. Hay pues una verdad y un bien en sí, un ser absolutamente perfecto: DIOS.
 
5º Vía). Por el gobierno del mundo: En el mundo los seres naturales obran con cierta finalidad para conseguir lo que más les conviene. Pero estos seres carecen de conocimiento. Y lo que carece de conocimiento no se dirige a un fin a menos que alguien lo oriente a él. Por consiguiente hay un ser inteligente que dirige todas las cosas a su fin: DIOS.
Del zapato el zapatero, del reloj al relojero, del orden al ordenador, de las criaturas al Creador. De los efectos (seres creados) a la Causa Primera (Dios). Esta es la base tanto del conocimiento analógico de Dios como de la demostración quíntuple de su existencia.
 
 
 
 
7. IMPLICACIONES POLÍTICAS.
 
El texto puede relacionarse con la teoría política de Tomás desde la siguiente equivalencia:
                      
 Fe                          Iglesia
-------      como      ------------
Razón                     Estado      
 
Esto es, la fe tiene su propio campo de trabajo y la razón el suyo. Pero en última instancia es la fe la que manda. Paralelamente la Iglesia tiene su esfera: El destino sobrenatural del hombre. Y el Estado la suya: Su destino terrenal: que haya paz, orden y prosperidad en la sociedad. Pero en última instancia el Estado está subordinado a la Iglesia porque el fin sobrenatural del hombre es más importante que su fin natural.
 
Porque si el Estado debe procurar la vida buena (=vida virtuosa) de los ciudadanos no lo hará sino para que éstos lleguen a gozar de Dios en el otro mundo. El Estado se convierte así en un siervo de la Iglesia: Reyes cuidando de que sus súbditos vayan al Cielo. El Estado como instrumento de Dios.
 
Tomás sigue en política a Aristóteles. Pero se enfrenta a un problema que Aristóteles no tuvo: las relaciones entre Iglesia y Estado. Como Aristóteles, Tomás afirma que la sociedad y el gobierno tienen su origen en la naturaleza humana, en el hecho de que seamos animales sociables. Ahora bien, Dios ha creado a la naturaleza humana. Por tanto, Él ha querido la sociedad humana y el gobierno político. Por eso no tenemos derecho a decir, como parecía decir san Agustín, que el Estado sea consecuencia del pecado, y que sería innecesario si nadie obrase mal. El Estado según Tomás es una institución natural.

Por otra parte para un aristotélico como Santo Tomás todas las cosas naturales se dirigen a un fin propio, ¿cuál será en fin propio del Estado? Garantizar el bien público: es decir, que haya paz, que cada cual trabaje en lo suyo y que se provean las necesidades vitales.
         
La monarquía es el mejor tipo de gobierno porque garantiza mejor que ningún otro la unidad y el orden del Estado. La tiranía el peor puesto que una fuerza que hace el mal resulta peor cuando está más unida.
 

 
Hasta aquí Tomás es aristotélico; lo que plantea Tomás como cristiano es lo siguiente: ¿Para qué garantizar el bien público? Para que llevando una vida ciudadana virtuosa llevemos una vida cristiana virtuosa. El rey procurará que sus súbditos se comporten bien no sólo para que la sociedad sea perfecta (como en Aristóteles o en Platón) sino, sobre todo, para que alcance la vida eterna.
 
Pasa lo mismo, volviendo al texto, que con la filosofía: ésta sirve no sólo para conocer mejor la realidad o llevar una vida más elevada (sería la versión de Platón y Aristóteles) sino también para comprender mejor la religión cristiana. La filosofía va más allá de la filosofía: se convierte en teología natural. El Estado va más allá del Estado: se convierte en un instrumento de Dios, en un asistente de la Iglesia (en el siglo XIV Ockham rechazará esta subordinación).
 
7.1 LEY NATURAL Y LEY POSITIVA.
 
Tomás ve el origen del mal (carencia de bien como en Agustín) en el libre arbitrio. El hombre tiene un habitus o disposición para comprender los principios que guían las buenas acciones. Pero comprender no es actuar: Pecamos cuando infringimos de forma deliberada esas leyes morales racionales.
 
          Tomás distingue tres tipos de leyes: a) Lex aeterna es el proyecto racional de Dios, el orden cósmico a través del cual dirige cada ser natural hacia su fin, el plan de la Providencia que solo conocen Dios y los bienaventurados. -b)  Lex naturalis: pero el ser humano puede conocer en cuanto es racional una parte de esta ley eterna: esto que conocemos como racional es la ley natural cuya base principal se formula "hay que hacer el bien y evitar el mal" y que se concreta en otros preceptos relacionados con nuestras necesidades: conservación, unión de hombre y mujer, crianza de los hijos, conocimiento, vida social, etc. Es decir lo natural en el hombre es lo que le dicta su razón.- c) Lex humana: es la ley jurídica, el derecho positivo, la ley establecida por el hombre, es decir, promulgada por la colectividad o por quien se haga cargo de ella con vistas al bien común; el Estado -siguiendo a Aristóteles más que a Agustín- es una necesidad natural. Sin embargo la ley humana debe basarse en la ley natural por deducción y por especificación: así, la prohibición del homicidio se deduce de la ley natural pero la gravedad de las penas para los homicidas es lo que especifica el Derecho positivo. La existencia de este tipo de ley se justifica porque hay hombres inclinados al mal que no pueden ser guiados solo por la persuasión sino que deben ser obligados por la fuerza y el temor. Siempre que la ley humana va en contra de la ley natural, deja de ser justa y se convierte en una corrupción de la ley (esta observación ha tenido mucha influencia sirviendo para impugnar cualquier norma que parezca contradecir el derecho natural). Es necesario desobedecer cualquier ley ilegítima si se opone a la ley de Dios del mismo modo que está justificado rebelarse contra los tiranos.  
 
 
 
 En resumen, para Tomás hay dos clases de leyes: la ley natural y la ley positiva. La ley natural es universal e inmutable. La componen ciertos principios prácticos evidentes por sí mismos. El más fundamental es: debes obrar bien y evitar el mal. La ley positiva, en cambio, es la ley que impera en cada Estado y en cada época, como la ley de los jueces.
 
¿Qué relación debe darse entre ambas? La ley positiva debe ser una aplicación a casos concretos de la ley natural. Si la ley natural prescribe no asesinar, la positiva dirá qué se considera asesinato y qué sanciones conlleva. Solo será verdadera ley en la medida en que se derive de la ley natural (igual que la filosofía solo acierta en la medida en que no contradiga la fe).
 

Toda autoridad y todo poder proceden de Dios (igual que todo conocimiento de la razón natural procede asimismo de Dios). Dios, de acuerdo con Santo Tomás, le da la soberanía al pueblo como un todo, y el pueblo se lo da al gobernante. Si este último no lo usa para promover el orden público, estará traicionando al pueblo y, en última instancia, a Dios. Tomás se inclina, como Aristóteles, por una monarquía con algunos tintes democráticos.
 
Por último, observar esta teoría política dentro de su sistema filosófico global. Un sistema a la vez teleológico y cristiano: cada ser natural tiene un fin dentro del universo. La sociedad política es una institución necesaria para que la naturaleza humana pueda alcanzar su autorrealización. Pero esta realización -y en esto Tomás se aparta de Aristóteles- está orientada a su vez a una meta más alta: la vida eterna.
 
En el fondo se trata del problema central del texto: afirmar la autonomía de dos órdenes: el de la razón y el de la fe para el conocimiento, el del bien terrenal y el del bien sobrenatural para la política, pero otorgando siempre la primacía, en el fondo, al orden de la fe.
 
 
 
 
 
 
TEXTO Y COMENTARIO
 
"Para la salvación humana fue necesario que, además de las materias filosóficas, cuyo campo analiza la razón humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y esto es así porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la comprensión a la que puede llegar sólo la razón. Dice Isaías 64,4: ¡Dios! Nadie ha visto lo que tienes preparado para los que te aman. Sólo Tú. El fin tiene que ser conocido por el hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su exclusiva razón humana. Más aún. Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de muchos análisis y con resultados plagados de errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación del hombre, pues en Dios está la salvación. Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma más fácil y segura, fue necesario que los hombres fueran instruidos acerca de lo divino, por revelación divina. Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias filosóficas, resultado de la razón, hubiera una doctrina sagrada, resultado de la revelación" (TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología, I, c.1, art. 1)
 
1. El autor y su momento histórico: La labor intelectual de Santo Tomás de Aquino se desarrolla durante el siglo XIII, dentro de la denominada Baja Edad Media (s. XI-XV). Esta época comparte con la Alta Edad Media (s. V-XI) el orden Feudal y los estamentos que dividen la sociedad, pero en ella se desarrollarán acontecimientos que supondrán la crisis del orden típico medieval y la aparición de la época moderna. El hecho principal que cabe destacar es la aparición de los burgos o ciudades, gracias al desarrollo económico propiciado por los numerosos avances técnicos (molino de viento y agua, arado de ruedas, brújula,...). frente al mundo anterior que giraba en torno al Castillo o Monasterio, comenzarán a tener mayor protagonismo las ciudades y, con ellas, una nueva clase social, los burgueses, que irán poco a poco adquiriendo cada vez mayor importancia. En esta época se comienzan a esbozar los estados nacionales a través de la aparición de las nuevas monarquías que irán aglutinando paulatinamente mayor poder frente a los señores feudales (Inglaterra, Francia, España -con la unión de Castilla y Aragón al final de este periodo,...). La Iglesia, y en concreto el Papado, se independizará del poder político del Sacro Imperio Romano-Germánico constituyéndose en un poder independiente (lucha de las investiduras).
 
El proceso de cambio de la Alta a la Baja Edad Media se perfila claramente en dos características culturales del momento: la Catedral y la Universidad. La importancia que irá cobrando la ciudad y su nueva clase social se verá reflejada en la Catedral, símbolo del arte urbano y del Gótico, estilo más luminoso y con mayor estilización que el Románico de la Alta Edad Media. Igualmente, las artes figurativas adquirirán mayor protagonismo a través de la escultura y la pintura donde comenzará a aparecer la perspectiva. Por otra parte la Universidad, en la que enseñará Santo Tomás, se convertirá en el centro cultural de la sociedad, desplazando poco al poco al Monasterio, lo que representará una apertura del saber al mundo no sólo religioso sino también laico.
 
Es en la Universidad donde se desarrollará la filosofía Escolástica (de la escuela) cuyo máximo representante será Santo Tomás. La Escolástica pretende armonizar la razón y la fe, compaginar la Biblia y los dogmas establecidos por la Iglesia con la filosofía clásica: analizando los textos religiosos y filosóficos (lectio y quaestio) y tratando lo temas fundamentales de la filosofía desde una perspectiva cristiana. Frente al platonismo cristiano anterior comenzará a dominar la interpretación aristotélica con la llegada a la Universidad de París en el siglo XIII de la obra de Aristóteles a través de AVERROES ( Córdoba, Al-Ándalus1126 - Marrakech1198)[ii]. Así, y comenzando por la filosofía árabe -con el ya citado Averroes, ALFARABI (872-950)[iii] y AVICENA[iv] (980-1037)- y judía -con MAIMÓNIDES (Córdoba 1135- Egipto 1204)[v]-, se iniciará una nueva época en la filosofía marcada por una fuerte influencia aristotélica y que tendrá a Santo Tomás como su figura más destacada. La escolástica dominará el panorama intelectual durante la Baja Edad Media, entrando en crisis a partir del siglo XIV con la irrupción del Nominalismo y, posteriormente y a partir del Renacimiento, con la Filosofía Moderna.
 
Los temas centrales de las discusiones teológico-filosóficas del pensamiento medieval son:
1.   Las relaciones entre razón y fe.
2.   La naturaleza de los universales.
3.   La diferencia esencia-existencia.
4.   La relación entre Dios (creador) y los seres (criaturas).
 
Contexto de la obra: El texto, en su estructura formal, responde al género que más copiosa literatura produjo a partir del siglo XIII: las Sumas. En ellas se trataba de recoger la totalidad de los temas que abarcaba una disciplina (sumas de teología, de filosofía, de Derecho, etc). No constituyen simples resúmenes o globalizaciones, sino un desarrollo analítico, por tratados y cuestiones, cuya trama fundamental era el artículo y su estructura interna.
 
La Suma puede considerarse el resultado final de una evolución de la actividad compiladora y enciclopédica que, desde sus inicios, caracterizó a la Edad Media en el aspecto literario. Su antecedente inmediato fueron los "Libros de Sentencias", que ordenaban por materias y siguiendo un orden sencillo las ingentes colecciones de autoridades y textos de los Padres de la Iglesia, llamadas "Florilegios", "Cadenas Aúreas", etc.
 
2. El tema del fragmento es (a mi juicio) la necesidad de la revelación. Es decir, la necesidad de que haya unas verdades de fe que sobrepasen la capacidad de la razón humana. Ideas asociadas: 1) Dios excede la razón humana; 2) pero Dios es la finalidad y la salvación del hombre, de modo que 2.1.)sin la revelación no nos podríamos salvar; 3) además, incluso lo que es accesible a la filosofía o a la razón natural (por ejemplo, la existencia de Dios) lo alcanzarían pocos (porque no todos tienen capacidad o tiempo para ello), 3.1.) tras muchos esfuerzos y 3.2.) incurriendo en errores.
 
3. Explicación de las ideas: Las verdades de fe, ciertos misterios religiosos como la Trinidad que no podemos comprender racionalmente, debemos creerlas porque así nos ha sido revelado por Dios. Pertenecen al campo de la Teología. No al de la Filosofía, ni al de la Ciencia. Estas verdades de fe hay que creérselas en función de la autoridad de la que dimanan, no en función de la evidencia como las racionales. Las verdades de razón. Se descubren dentro del campo de la teología natural (distinta de la teología revelada cuyo objeto son las verdades de fe). Es en este plano de la teología natural donde Tomás realiza la demostración de la existencia de Dios mediante las cinco vías, así como sus más importantes contribuciones a la filosofía. Tomás se opone a las pretensiones de otros filósofos (corriente agustiniana) que identificaban saber teológico y saber filosófico. La razón humana no puede entender la esencia de Dios. Aunque sí puede demostrar Su existencia o Su unidad. Hay cosas divinas impenetrables para nuestro entendimiento. La intención de Tomás con este fragmento es alejarse tanto de un excesivo intelectualismo (para el cual ninguna verdad religiosa sería ininteligible) como de un excesivo anti-intelectualismo (para el cual sólo valdría la fe como fuente de conocimiento). La teología natural tiene su campo y la teología revelada el suyo. La nítida separación entre ambos es la aportación tal vez más importante de Tomás.
 
4. Repercusión y vigencia de santo Tomás: Al poco tiempo de su muerte (1274) se intentó condenar su obra alegando que era de marcada tendencia averroísta. Su antiguo maestro San Alberto fue a París para defender a su discípulo predilecto. La influencia de Tomás de Aquino coincide con el momento álgido de la lucha contra el aristotelismo ortodoxo y por eso el triunfo de su filosofía dentro de la Iglesia tuvo que vencer muchas resistencias.
 
En el siglo XIV se forma un primer grupo de apologistas que constituyen la primera escuela tomista. En 1323 se le canoniza. San Pío V lo declara Doctor de la Iglesia en 1567.
 
En los siglos XVII y XVIII no logra mantener el contacto con el desarrollo de las ciencias experimentales y el nuevo enfoque de la teoría del conocimiento,. Hay un conflicto entre pensamiento escolástico y pensamiento moderno. Descartes -primer filósofo moderno- tomará la terminología escolástica pero cambiándola de sentido. La Escolástico es para él la escuela, el hogar filosófico que dejan atrás.
 
En el siglo XIX se desarrolla el NEOTOMISMO como filosofía casi oficial de la Iglesia (Encíclica "Aeterni Patris" de 1879 de León XIII) sobre todo en Francia y Bélgica (París, Lovaina) pero también cuenta con representantes en otros países. El neotomismo consiste en profundizar en el pensamiento de Tomás, actualizarlo y compararlo con otras filosofías. Asociados al neotomismo están los personalistas católicos franceses Jacques MARITAIN (1882-1973)[vi] y Emmanuel MOUNIER (1905-1950)[vii].
 
ADDENDA: LA LEY NATURAL A LA LUZ DE LA RAZÓN
A continuación incluyo un ensayo de tema tomista que hace ya tres cursos redacté junto al alumno Gonzalo Olivares para un concurso que no ganamos pero que nos produjo otras satisfacciones.
para el II Premio "Filosofiahoy.com"
"¿Dónde, pues, están inscritas estas normas sino en el libro de esa luz que se llama la Verdad? Allí está escrita toda ley justa, de allí pasa al corazón del hombre que cumple la justicia; no que ella emigre a él, sino que en él pone su impronta a la manera de un sello que de un anillo pasa a la cera, pero sin dejar el anillo". San Agustín, De Trinitate 14, 15, 21.
"La ley natural no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado a la creación". Santo Tomás de Aquino, de. praec. 1.
TESIS: En lo que sigue demostraré –a través de la propia naturaleza del razonamiento- la existencia de la ley natural, su eternidad y su universalidad. -No se trata por supuesto de renovar doctrina alguna, ni de separarse ni de adherirse a las "opiniones" de ningún filósofo.
 
          EXPOSICIÓN DEL PROBLEMA: SI HAY LEY NATURAL: Por plantear de la manera más directa posible el problema: Las normas sociales (instituciones, moral, leyes) son fruto de un acuerdo o pacto como defienden los sofistas (convencionalismo o positivismo) o bien son leyes naturales, es decir regularidades inscritas en la naturaleza humana  (“haz el bien y evita el mal”) como defiende santo Tomás.
 
          LA NECESIDAD DE LA LEY NATURAL NO IMPLICA SU CUMPLIMIENTO DE HECHO: Lo anterior no significa que “todas” las normas sociales sean de hecho “leyes naturales” sino que deberían serlo. El matrimonio es una institución natural pues deriva de la necesidad de proteger a los hijos, de proteger la vida. Pero el matrimonio homosexual sería considerado una aberración por santo Tomás pues no cumple esa función.
 
          A FAVOR DEL DERECHO NATURAL Y CONTRA EL POSITIVISMO: Hay cosas que están bien y hay cosas que están mal. Por naturaleza. De suyo. Es fácil estar de acuerdo. Más que con la tesis opuesta: que cualquier cosa aprobada por una comunidad sea buena, bella y justa mientras esa comunidad tenga el poder de legislar (lo que llevaría a la paradoja , por ejemplo, de que las leyes anti-judías de la Alemania nazi eran bellas, buenas y justas en relación al contrato o pacto social establecido por los alemanes de aquel tiempo, o que es razonable matar a los propios padres si una convención lo aprueba).
 
          DE LA LEY NATURAL A LA LEY DIVINA: Pero ¿qué cosas son buenas por naturaleza? La respuesta es más que clara: Aquellas que Dios quiere. Y ¿cuáles son las que Dios quiere? –Las que revela mediante la Revelación o hace inteligibles mediante el entendimiento. Por ejemplo: está  mal deshonrar a tus padres, o asesinarlos. Por mucho que lo examinen los filósofos, no creo que nadie se atreva a decir que la condena del parricidio no sea una cosa natural. Debe ser "universal y eterna" y si alguna remota tribu descuartiza a sus progenitores, eso no significa que no sea necesaria su condena sino que ellos son unos salvajes que viven de espaldas a la voluntad de Dios. Y lo mismo vale para el "pacto social" nazi.
 
          LAS LEYES NATURALES SON LAS LEYES DE LA VIDA : Las cosas que Dios manda son las buenas para la vida. Otra forma de llamarlas es así: Leyes de la Vida. Las que favorecen el amor­- poder - sabiduría (Saint-Germain).- Pero los nazis, aunque parezca increíble, podrían creer que sus leyes genocidas  eran vitales (como su Lebensraum) y un parricida podría creer que matar a sus padres constituye una necesidad biológica.
 
          LEYES NATURALES Y LEYES DE LA NATURALEZA: Bajo esta interpretación, las llamadas “leyes naturales” sobre el bien y sobre el mal (sobre asuntos sociales, humanos) empiezan a parecerse a las “leyes de la naturaleza” (sobre asuntos cosmológicos, físicos), es decir, a las regularidades establecidas por la ciencia. Lo mismo será calcular el tiempo de caída de un grave teniendo en cuenta la constante de Newton, que medir la bondad o maldad de una acción, de una ley o una institución en función de la mayor o menor cantidad de vida que fomente.
 
UN RACIONALISMO MORAL EXTREMO PODRÍA CONDUCIR A LAS CÁMARAS DE GAS : Claro que no siempre  es fácil determinar -  aunque las leyes naturales sean las Leyes de la Vida-, qué cursos de acción son los que impulsan más esa energía misteriosa. -Eso dejando aparte el asunto de que fomentar la vida de lo vivo implica fomentar la muerte de lo muerto y de que por tanto una verdadera “ciencia moral” aprobaría el asesinato selectivo de aquéllos  que vayan a causar un daño mayor a la Vida del bien que aportan; y estas cantidades serían objetivamente calculables. Pero ¿cómo medirlas? ¿No acabaríamos  todos sentenciados a muerte si en un plato de la balanza se pesara la vida que hemos creado y en otro la que hemos destruido? -Y sin embargo "todos" habríamos aprobado el asesinato (incluso preventivo) de Hitler.
 
          LAS LEYES NATURALES Y EL SENTIMIENTO MORAL: Algunos dicen que aunque no sea posible una definición de lo “naturalmente bueno, bello y justo”, el corazón humano  siempre es capaz de distinguirlo. Las situaciones de confusión, pasmo o indecisión moral, no contradicen  esta afirmación pues bien podría ocurrir que alguien no sepa distinguir el bien del mal porque no tenga corazón o porque no sepa escucharlo. En cierta manera el bien y el mal serían  una especie de cualidades no-sensoriales que se perciben con el sentimiento moral, un sentimiento que sin duda no procede de la percepción de hechos externos sino del afecto de desaprobación o de acuerdo que se produce en el propio observador que va a hacer la apreciación moral. Así, todo el mundo se horrorizará ante el parricida y si un psicópata o un caníbal lo aprueban,  eso no demuestra que tal conducta no sea despreciable sino que los observadores, en cierta forma, no son humanos. - Los que no tienen sentimientos morales "normales" como los señalados, los que no perciben el bien como bien y el mal como mal son monstruos, están ciegos a la ley natural, la voz de la conciencia, lógos divino (así  por ejemplo, la "extraña creatura" del doctor Frankenstein).   
 
EL ASEDIO DE LA MODERNIDAD A LA LEY NATURAL: Ahora explicaré cómo esta concepción fue atacada y casi abatida por la filosofía moderna hasta donde llega mi conocimiento: Cuando Hume describe la “falacia naturalista” como el paso indebido desde los hechos a los valores, del ser al deber-ser, destruye el fundamento de la ley natural.  -Y aún antes, Nicolás de Cusa y Ockham lo habían minado con su contingentismo radical. - Parecería que Hume no está hablando de eso sino de que los preceptos morales no pueden basarse en cuestiones de hecho pero que acaso tengan otra fuente (el "corazón", el sentimiento moral). Parece como si la modernidad partiera de la crítica a la ley natural pero desembocara en el misticismo...-¿Es necesario recordar que la divisa de la Ilustración fue la Razón, no en oposición expresa y declarada a Dios y a sus decretos pero sí en oposición a los tutores y a sus tutelas? Si preguntáramos a Kant por la ley natural, tal vez nos diría que la ley natural es todo lo a priori, incluyendo el imperativo categórico; es decir la ley natural son las condiciones trascendentales de la experiencia. Si preguntáramos a Hegel, acaso contestaría que la ley natural  es el desarrollo del Espíritu pues el movimiento de éste no es caótico sino ordenado. Si preguntáramos a Nietzsche –para algunos el último filósofo-  es probable que echara espumarajos de rabia al oír el viejo lenguaje escolástico (quod est lex naturalis?), pero también podría acabar reconociendo que la Voluntad de Poder, el Sentido de la Tierra, las Nuevas Tablas o la Vida -los ídolos o "valores absolutos" de Nietzsche-  no son en el fondo sino sucedáneos de la extinta ley natural.
 
          CONCLUSIONES: De modo que ¿cuáles son mis conclusiones acerca de este somero repaso histórico a la noción de una “ley natural” a la luz del racionalismo de la edad moderna? - Junto con la palabra “Dios” fue desapareciendo la “ley natural” de los libros de Filosofía. Pero tanto el sentimiento moral como el imperativo a priori , el Espíritu, la voluntad de poder o “lo místico” conducen de manera soterrada  a un Dios desconocido y a sus mandatos inexpresables (al menos inexpresables en el lenguaje de la ciencia moderna). -Ocurre como si tachando el nombre de Dios, hubieran dejado sin tachar lo que en Plotino y en el neoplatonismo sería la primera “emanación” del Uno: la multiplicidad del Nous (Inteligencia) que contiene algo así como las Ideas de todas las cosas incluyendo a las leyes naturales de la acción social y moral.- Gesto que carece de sentido pues si Dios no existe –o no puede conocerse-, ¿por qué habría de existir un a priori, un ser en sí, o cualquier cosa llamada “transcendental” como las leyes naturales? -Más juiciosa parece la decisión de los convencionalistas por el mero convencionalismo de las normas: Una comunidad de hombres se ha reunido y ha declarado ilegal el asesinato de los padres (por ejemplo); podría haber decidido otra cosa, que cada cual mate a quien quiera, pero han decidido la prohibición y condena del parricidio; no lo han hecho porque en el cielo resplandezca la ley a la luz del sol platónico sino para que no les maten, por interés. Simplemente. El interés común es la voluntad general (Rousseau) y no una  mayoría social de nazis convencida de exterminar judíos como tampoco el pacto entre unos hermanos parricidas, por muy numerosos que sean, dispuestos a asesinar a sus progenitores.
 
          MI PARECER: No- y con esto , distinguidos señores del tribunal, termino declarando mi propio parecer :  - No pueden matar a Dios y mantener la ley natural bajo otros nombres. Todo funcionaba mejor cuando un padre era un padre, un hijo era un hijo y una madre era una madre. Cuando un marido era un  marido y una esposa era una esposa. Cuando un maestro era maestro y un discípulo era un discípulo. Esa es mi opinión.
 
          NUEVA VACILACIÓN DE MI TESIS: NECESIDAD DE LA IDEA DE DIOS: En definitiva: A la luz de la razón, existe la ley natural aunque los modernos se empeñen en negarlo. Pero también existe Dios –(es mentira lo contrario: no ha muerto, no había muerto puesto que es eterno).-  Sería tan absurdo  reintroducir lo trascendental, las leyes naturales sin Dios, como hablar de un dharma sin creer  en la presencia efectiva de Buddha (no hay bodhidharma sin Buddha), un Evangelio sin Cristo o un Corán sin Alá  pero manteniendo sus leyes que –al menos según la opinión de algunos doctos- ordenan que Salman Rushdie o dibujantes de cómics daneses sean ejecutados por escribir cosas que no deberían haber escrito pues contravienen la ley natural (sharia) (en árabe: "El camino al manantial"). Igual que los judíos según una ley natural debían ser exterminados. O el parricida tenía que matar a sus padres.
 
Alumno responsable del trabajo:
Gonzalo Olivares García
(16 años; alumno del Instituto Juan d´Opazo de Daimiel, provincia de Ciudad Real);
Profesor que supervisa el trabajo:
Javier Lumbreras Herrero
(profesor de Filosofía en el mismo centro)
 


 


[i] Monte Cassino, abadía  fundada por san Benito en el siglo VI. Allí se escribió la Regla de San Benito, modelo de sucesivas órdenes monásticas relevantes a lo largo de la Edad Media. Es curioso que fuera en este mismo lugar donde Ludwig WITTGENSTEIN (1889-1951) comenzó a redactar su Tractatus Logico-Philosophicus (1921) durante su cautiverio como prisionero en la Primera Guerra Mundial. Con anterioridad a la fundación cristiana había existido en el mismo sitio un templo pagano consagrado a Apolo (deidad relacionada con la filosofía). Durante la Segunda Guerra Mundial la abadía sufrió un total de cuatro batallas, últimos episodios de una larga serie de saqueos,  destrucciones y reconstrucciones.
[ii] "Averroes proviene de una familia de estudiosos del derecho. Su abuelo fue cadí principal de Córdoba bajo el régimen de los almorávides y su padre mantuvo la misma posición hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146. El propio Averroes fue nombrado cadí de Sevilla y sirvió en las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos durante su carrera.
"Además de elaborar una enciclopedia médica, escribió comentarios sobre la obra de Aristóteles (de ahí que fuera conocido como «El Comentador»). En su obra Refutación de la refutación (Tahafut al-tahafut) defiende la filosofía aristotélica frente a las afirmaciones de Al-Ghazali de que la filosofía estaría en contradicción con la religión y sería por lo tanto una afrenta a las enseñanzas del Islam. Jacob Anatoli tradujo sus obras del árabe al hebreo en los años 1200. Sus escritos influyeron en el pensamiento cristiano de la Edad Media y el Renacimiento". "A finales del siglo XII una ola de fanatismo invadió Al-Ándalus después de la conquista de los almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena, cerca de Córdoba, prohibiéndose sus obras. Meses antes de su muerte, sin embargo, fue revindicado y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y metafísica se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no en su original árabe. Su principal discípulo fue Ibn Tumlus, quien le había sucedido como médico de cámara del quinto califa almohade Al-Nasir." (Wikipedia: artículo Averroes)
 
 
[iii] "Abū Naṣr Muḥammad ibn al-Faraj al-Fārābī o, en algunas fuentes, Muḥammad ibn Muḥammad ibn Tarjan ibn Uzalag al-Fārābī (en persa, ابو نصر محمد فارابی), conocido en Occidente con el nombre de Farabius, Al-Farabi, Farabi, Abunaser o Alfarabi, fue un filósofo medieval y polímata centroasiático persa. Nació en Wasil en 872 en el distrito de Farab en el Turquestán Occidental (actual Turkmenistán y antaño Transoxiana) y murió en Damasco, Siria en 950. Estudió todas las ciencias y las artes de su tiempo por lo que se le llamó Maestro Segundo, por referencia a Aristóteles, el Maestro Primero
"Estudió en Bagdad (Irak). A él se debe el comentario de La República de Platón y un Sumario de las Leyes de Platón.
"Lejos de ser un oscuro filósofo medieval, Al-Farabi fue llamado Segundo Maestro por Averroes (Ibn Roschd) y Maimónides; el Primer Maestro era sin duda Aristóteles quien en opinión de Averroes estableció definitivamente la gloria de la filosofía. Al-Farabi fue uno de los primeros que estudió, comentó y difundió entre los árabes la filosofía de Aristóteles.
"Hijo de una noble familia, su padre fue un militar de la corte turca. Abu Nasr Al-Farabi estudió en Bagdad (Irak), gramática, filosofía, matemáticas, música y ciencias, teniendo como maestro a Abu Bishr Matta ben Yunus y frecuentando a los filósofos cristianos nestorianos de la traslatio studiorum de los griegos en el mundo árabe.
"La clausura, por orden de Justiniano I en 529 de las escuelas filosóficas paganas de Atenas, significó el final de la Academia de Platón y la dispersión de la filosofía griega a otras ciudades. Los filósofos griegos platónicos se refugiaron en Alejandría, Harrán y Antioquía (Siria) antes de expandirse por Bagdad. Al-Farabi se relacionó con algunos de estos traductores, como Yuhanna (Johannes) ben Hylan.
"Su elocuencia y su talento para la música y la poesía se ganaron el aprecio del sultán de Siria, Seïf-ed-Daulah, quien quiso incorporarle a su corte. Al-Farabi se negó a la petición y excusándose se marchó del palacio, siendo asesinado por dos ladrones cuando volvía de camino. Según otra versión, pasó gran parte de su vida en la corte de Siria mantenido por el príncipe.
"En 943, Farabi se instaló en Alepo y viajó por Egipto. Murió en Damasco en 950" (Wikipedia: artículo: Al-Farabi).
 
[iv] "Ibn Sina o Avicena (por su nombre latinizado) es el nombre por el que se conoce en la tradición occidental a Abū ‘Alī al-Husayn ibn ‘Abd Allāh ibn Sīnā (en persa: ابو علی الحسین ابن عبدالله ابن سینا; en árabe: أبو علي الحسین بن عبدالله بن سینا; Bujará, Gran Jorasán, c. 980Hamadán, 1037) fue un médico, filósofo, científico y polímata persa.[1] Escribió cerca de trescientos libros sobre diferentes temas, predominantemente de filosofía y medicina.
"Sus textos más famosos son El libro de la curación y El canon de medicina, también conocido como Canon de Avicena. Sus discípulos le llamaban Cheikh el-Raïs, es decir 'príncipe de los sabios', o el más grande de los médicos, el Maestro por excelencia, o en fin el tercer Maestro (después de Aristóteles y Al-Farabi).
"Es asimismo uno de los principales médicos de todos los tiempos" (Wikipedia: artículo: Avicena).
 
[v] "(...) Fue un médico, rabino y teólogo judío de Al-Andalus de la Edad Media. Tuvo importancia como filósofo en el pensamiento medieval.
"Nació en Córdoba (España), el 30 de marzo de 1135,[1] en el seno de una distinguida familia, por vía paterna, de jueces rabínicos, estudiosos y dirigentes comunitarios, documentada desde el siglo X y que pretendía descender del Rabí Yehudá ha-Nasí, de la (segunda mitad del siglo II), redactor de la Mishná. Su familia materna, por el contrario, era de humilde condición; su madre, que murió al darle a luz, era la hija de un carnicero; y su padre se volvió a casar. Era éste un erudito formado en Lucena por Rabí Yosef ha-Leví ibn Migash. Inició ya de pequeño sus estudios bíblicos y talmúdicos en la ciudad de Córdoba, pero en 1148 una ola de fanatismo almohade hizo que su familia tuviera que aparentar su conversión al Islam y cambiar a menudo de residencia por Al-Andalus. Vivió en la ciudad de Almería, donde dio cobijo en su casa a su maestro Averroes, hasta trasladarse en 1160 con sus hijos a Fez.[2] Allí residió durante sólo cinco años, debido a la intolerancia almohade que les obligó a exiliarse, primero durante unos meses, en Palestina y finalmente en Egipto. Maimónides residió allí el resto de su vida junto a su familia, en la ciudad de Alejandría y después en Fustat (hoy El Cairo, Egipto), donde se ganó la vida ejerciendo la medicina en la corte del visir Saladino, y luego en la del visir al-Fadl, hijo mayor de Saladino. Con este oficio obtuvo una gran fama y admiración popular. En 1177 fue nombrado dirigente de la comunidad judía de Egipto. Murió en Al-Fustat el 13 de diciembre de 1204. Posteriormente su tumba fue trasladada a Tiberíades, en el actual Israel.
"Su fama en la cultura europea se debe a su obra filosófica. Aunque ésta fuera muy discutida por el judaísmo, entre otras razones por su fuerte oposición al misticismo de los cabalistas y su influencia aristotélica, se le considera la mayor figura posbíblica (según el proverbio "De Moisés a Moisés no hubo otro Moisés"). En ciertos ámbitos más conservadores se le llegó a considerar hereje de su religión, en especial, por ser el responsable de convencer a los caraístas de apartarse de sus prácticas originales, y acercándolos al judaísmo rabínico.
"Fue muy conocido por sus coetáneos como médico, dejando una importante huella en la tradición popular que muestra a Maimónides, sobre todo, como un médico a quien se atribuyen milagros que le elevan al nivel de santo, un sabio juez y un rabino" (Wikipedia: artículo: Maimónides).
 
[vi] Jacques Maritain, filósofo francés cristiano, nacido el 18 de noviembre de 1882 en París y fallecido el 28 de abril de 1973 en Toulouse. (...)Estudió en el Liceo Enrique IV y en la Sorbona. En 1904 se casó con Raïssa Oumansoff, inmigrante judía de origen ruso, con quien compartió muchas de sus inquietudes intelectuales y obra. No consideraban que la ciencia por sí sola fuera capaz de responder a cuestiones existenciales de carácter vital. Por consejo de Charles Péguy, tomaron entonces los cursos de Henri Bergson, quien paralelamente a la deconstrucción del "cientismo", les comunicó el "sentido del absoluto.
 
"De familia protestante, en 1906 Maritain, junto con su esposa, se convirtió al catolicismo, influido por León Bloy, hecho trascendental tanto en su vida como en su obra, bautizándose en la Iglesia de San Juan Evangelista de Montpatre el 11 de junio de aquel año, con León Bloy como padrino. Jacques, junto con Raïssa, se trasladó a Heidelberg en 1907, donde estudió biología bajo la dirección de Hans Driesch. La teoría neovitalista de Driesch lo atrajo, ya que se vinculaba con las concepciones de Bergson.
"Raïssa enfermó y, durante su convalecencia, su consejero espiritual, el dominico Humbert Clérissac, le dio a conocer la obra de Tomás de Aquino, por la que a su vez ella interesó en este autor a Jacques Maritain. Se dedicó entonces al estudio y divulgación de la escolástica tomista, en gran medida siguiendo al dominico Juan de Santo Tomás (1589-1644). Mantuvo vinculos estrechos con el reconocido filósofo tomista francés Réginald Garrigou-Lagrange hasta que su amistad sufrió una ruptura con motivo de la Guerra Civil Española.[1]
"Profesor de Filosofía en un liceo Parisién y, desde 1914, en el Institut Catholique, dio cursos en universidades de Europa (como la santanderina Universidad de Verano), Estados Unidos (Universidades de Columbia, Chicago y Princeton) y Canadá (en el Institute Pontificio de Estudios Medievales de Toronto, en 1933, entre otros numerosos centros).
"Partidario de una sociedad abierta y plural inspirada en el principio de cooperación entre los diferentes, fue defensor de los sistemas democráticos basados en la participación popular, la libertad ideológica y de culto y los derechos humanos que entendía enraizaban en la ley natural. Su actitud de enfrentamiento con el régimen de Vichy, que simpatizaba con el nacionalsocialismo hitleriano, es coherente con estos planteamientos de su filosofía política. Su apoyo a intelectuales judíos perseguidos descansa también en estos presupuestos. Igualmente, tras hechos como el bombardeo de Guernica y las matanzas de republicanos llevadas a cabo en Extremadura por el general Queipo de Llano, se opuso a considerar la Guerra Civil española como una "Cruzada", ni siquiera a considerar como dignas de ser llamadas católicas a las tropas mandadas por Franco y demás generales golpistas.
"Fue radicalmente crítico con el Estado burgués, el sistema capitalista y una concepción liberal de la propiedad privada. Sostenía la prevalencia de la persona sobre el mercado y el destino universal de los bienes. Condena la sociedad bienpensante del liberalismo conservador burgués. Fustiga que la burguesía confunda la dignidad humana con la ilusoria imagen de un individuo abstracto sin dimensión comunitaria ni colectiva.
"El Estado no tiene otro fin que asegurar el bien común. Este es distinto de la suma de los intereses particulares. El deber del Estado es la justicia. El poder político se legitima si está al servicio del hombre. Pero un hombre concreto que no se entiende sin su dimensión comunitaria. Por eso la democracia es mucho más que el cumplimiento de unas reglas constitucionales. En este sentido, la democracia está siempre por hacerse y por eso exige una revolución mucho más profunda que lo que la literatura revolucionaria conoce con ese nombre, ya que se aferra a principios más profundos.
"El ala izquierda de la Democracia Cristiana reivindicó sus posiciones sociales, aunque él siempre mantuvo las distancias con los partidos confesionales"Su influencia filosófica y religiosa sobre algunos jóvenes intelectuales cercanos a la Acción Francesa y su estímulo a las iniciativas de Emmanuel Mounier contribuyeron, a principios de los años 1930, al nacimiento del personalismo de los no conformistas de esos años. Profundizó en paralelo la reflexión política y social en Humanismo Integral en 1936. Su ideario político influyó poderosamente en los partidos Demócrata Cristianos de Europa y de América latina después de la Segunda Guerra Mundial, siendo un referente de primer orden en la definición doctrinaria, ideológica y programática de los mismos.
"Antitotalitario, animó la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial y se refugió en Norteamérica donde estaba enseñando en el momento en que se desató el conflicto. En 1945-48 fue embajador de Francia en el Vaticano. En 1947 presidió la delegación francesa en la segunda asamblea general de la Unesco (México). Al año siguiente, ocupó la cátedra de filosofía en la Universidad de Princeton. El 23 de junio de 1961 recibió el premio de Literatura de la Academia Francesa.
"A partir de 1961, Jacques Maritain vivió con los Hermanitos de Jesús en Toulouse. Desde la creación de esa orden, en 1933, había ejercido influencia intelectual en ella. Se hizo Hermanito en 1970". (Wikipedia: artículo Jacques Maritain).
 
[vii] Datos biográficos sobre Mounier: "Nacido en una familia con recursos económicos limitados, se complace Mounier en señalar que sus cuatro abuelos eran campesinos, curtidos por el trabajo y con el contacto con la Naturaleza, personas de alma sencilla, con sentimientos tan nobles como profundos. Se siente vinculado a esa trayectoria hereditaria, y anudará siempre Mounier vida y pensamiento, escritos y acción social en su propia persona, considerándose militante de ideas trasformadoras como el labrador que siembra y cultiva. «Ante el espantoso espíritu de los serios, siento que un abuelo reacciona en mí, su salud circula por mis arterias, el aire de los campos me purifica los pulmones, y doy gracias», escribió, antes de su muerte por cáncer de pulmón, a un amigo. Un tono triste invadió su personalidad desde niño. Pudiera atribuirse a su casi ceguera total, ya de nacimiento, pero agravada posteriormente. Debe añadirse su deficiente audición, que ha contribuido a su tendencia a la introversión y a un cierto aislamiento. Sin embargo, fue siempre un compañero generoso y cordial.
"Terminado su bachillerato en Grenoble, se marcha a París a estudiar medicina, por iniciativa de sus padres. Después de dos años, abandona la carrera para seguir su vocación auténtica de filósofo. Su maestro primordial fue el pensador católico Chevalier. Terminada la carrera de filosofía, Mounier fue encargado de cátedra en la Universidad. Como influencia decisiva cuenta Péguy y figuran como amigos entrañables Georges Barthélemy, Jean Guitton y Maritain. El proyecto de tesis doctoral apuntó primero al tema de la mística española e hizo un viaje a España en la primavera de 1930; pensó, después, en el tema del pecado; y, por último, la realizó sobre el Pensamiento de Charles Péguy (1931). Para realizar una acción intelectual de la máxima eficacia, se propone crear una revista de largo alcance. Esta idea madura en colaboración con Georges Wizard y André Déléage. En 1930 tiene en la mente el título de «inverse», pero se decide por «Espirit». El primer número de «Esprit» se publica en octubre de 1932. Es un momento dilemático, porque supone un cierto progresismo cristiano, que suscita algunas oposiciones. En su causa militan pensadores de distinta ideología: Wizard, Déléage, Jean Lacroix, Berdiaeff, etc. Maritain y François Mauriac se distancian en cambio de ella. El arzobispo de París exige un informe sobre el contenido satánico de la revista. En 1936 se habla de una condena de Roma, pero no se produce. En 1940 es prisionero de los alemanes. Se había casado en 1938. El régimen de Vichy le prohíbe publicar la revista el 25 de agosto de 1941. Es encarcelado el 21 de enero de 1942; en libertad provisional, el 21 de febrero; de julio a octubre, de nuevo en prisión. Se celebró proceso contra él del 19 al 26 de octubre, en el que fue absuelto. En diciembre de 1945 reanuda una nueva etapa de «Espirit». Su muerte fue debida al agotamiento, con una crisis cardiaca, a los 45 años de edad." (Wikipedia: artículo Mounier)
 
 


 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 
 


 
 


 
 



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