PERCEPCIÓN Y SENSACIÓN


PSICOLOGÍA

T3. PERCEPCIÓN Y SENSACIÓN

              
 
Aquí tenéis el tema de Sensación y Percepción resumido o reducido a los contenidos evaluables en el próximo examen. Como veréis no todo lo que aquí aparece es materia de examen (por ejemplo, no entra, obviamente, la conclusión ni otras cosas sino solo lo que acordamos en clase y os fue entregado como "preguntas posibles"). Sin embargo, por imperativos de forma, para que el artículo esté un poco más articulado y también por si alguno, aunque no "entre en el examen" tiene la curiosidad de leer sobre enfermedades de la percepción, alucinaciones o percepción extra-sensorial. Desde el paraíso nublado de Torre del Mar de Málaga, un saludo  y mis mejores deseos para todos. Os quiero y creo en vosotros.

1.     EL PROBLEMA DE LA PERCEPCIÓN .

 

       Desde los escépticos que crearon argumentos contra la posibilidad del conocimiento objetivo (los tropos) los filósofos subrayaron la relatividad de nuestras percepciones y la escasa fiabilidad de las mismas. Ejemplos tomados de las apariencias cotidianas –un palo parece doblarse dentro del agua, un hombre aquejado de ictericia lo ve todo de color amarillo, o el de materias que cambian de aspecto al ser examinadas de cerca- les sirvieron para explicar el engaño de los sentidos. El escéptico perfecto jamás debería pronunciarse acerca de la naturaleza real de las cosas; se contentaría con expresar las impresiones que los fenómenos causan en su alma. No podría asegurar que el oro es amarillo o que el cielo es azul sino solamente que a él se lo parecen. Gracias a esta visión subjetivista se alcanza la imperturbabilidad y la serenidad de los sabios felices pues la filosofía de PIRRÓN afirma que nuestros sufrimientos provienen de que nos volvemos dogmáticos y poseemos creencias sobre la realidad de las cosas mientras que si nos contentamos con suspender el juicio (epojé) y nos reducimos al examen de nuestras sensaciones nunca abandonaremos el terreno seguro de lo evidente ni tampoco la tranquilidad de espíritu. El escéptico es feliz porque no toma postura, porque no juzga sino que siente.

 

          Solamente conocemos lo que sentimos pues hasta la percepción extrasensorial y el contacto con espíritus de difuntos, de ángeles, demonios, semidioses o entidades conscientes cualesquiera (Dios), en caso de ser experimentado será sensorial del mismo modo que los fenómenos de clarividencia, déjà vu, premonición, éxtasis, visión profética, inspiración creativa, telepatía o la más vulgar intuición o sexto sentido. A menudo los videntes han hablado de imágenes, sonidos o sensaciones táctiles, frío o calor y, creo, sobre todo sentimientos o estados de ánimo como sentir una pena enorme al entrar en una casa habitada por fantasmas de niños muertos. También creo recordar que Daniel GOLEMAN  en  Inteligencia Emocional observa la relación entre sensibilidad al medio interno  (interoceptores) y eso que llamamos “intuición” o “presentimiento”; lo que explicaría –en función de una mayor sensibilidad interna atribuida a las mujeres debido, tal, vez, a su aparato reproductor y al al ciclo menstrual y gestatorio- la superioridad de las mujeres como brujas y adivinas; el/la que intuye lo hace “desde las tripas”; con un pellizco en las entrañas.

 

          El principio empirista declara que “no hay nada en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos” (nihil est in intellectu quod prior non fueris in sensu). Aristóteles, santo Tomás de Aquino o Locke rechazan las ideas innatas contra Platón, san Agustín y Descartes. Todo lo que amuebla nuestra cabeza –trátese de sofás funcionales o de trastos inútiles- procede de los avatares de nuestra experiencia. Y de ningún otro sitio.

 

Para algunos el empirismo está más asociado que su rival a la fundación en Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de las tradiciones liberales democráticas modernas. Porque si nacemos como tabula rasa o white paper podemos creer de manera más fácil en el principio de un hombre un voto. Las ideas innatas parecen más ancien régime porque evocan de algún modo la realeza de sangre. Y si la experiencia es la única madre de la ciencia, entonces la educación lo puede todo y el lema y la utopía de la Ilustración se hacen posibles.

 



 

          Con esto llegamos al idealista George BERKELEY (1685-1753) y a su negación de la materia.

 

          El deán de Derry (Irlanda) afirma que ser es ser percibido (esse est percipi) porque “una sustancia material  no es más que una colección de cualidades sensibles”. El calor intenso es doloroso. Es un dolor. Pero el dolor  es una experiencia mental. El calor no es una propiedad real en las cosas que llamamos “calientes”. Solo tenemos conocimiento inmediato de cualidades (qualia) sensibles y las cualidades son mentales. Por tanto solo tenemos conocimiento de lo mental. Cuando acercamos la mano al fuego sentimos una sensación (calor/dolor) y no dos: por un lado, calor (objetivo) y, por otro, dolor (subjetivo). (En efecto: el umbral de dolor o tolerancia y sensibilidad hacia el mismo, no es igual en las mujeres que en los hombres, en niños o en adultos, en anestesiados o en personas con un nivel de alerta muy intenso).

 

          Berkeley, el refutador del materialismo, observa en sus argumentos de la relatividad (tres siglos antes que EINSTEIN y en otro contexto) que si tenemos una mano fría y la otra caliente y sumergimos una en agua tibia y luego la otra, la misma agua parecerá fría a la mano caliente y caliente a la mano fría. ¿Está el agua caliente y fría al mismo tiempo? No. Lo que ocurre es que la realidad es mi percepción.

 

          Berkeley se plantea la existencia de objetos no percibidos, tales como una isla desierta. Admite que si E=P (esse est percipi), entonces las cosas no pueden existir cuando no se las percibe pero, como Dios siempre lo percibe todo, entonces nunca existen sin que nadie las perciba. Por lo común, damos por supuesto que nuestros relojes y consolas existen todo el tiempo que no estamos mirándolos.

 

Podéis pensar que es posible que un objeto sensible exista sin ser percibido. Pero tratad de imaginar un objeto sensible que exista sin ser percibido. Lo que haréis –todo lo que podéis hacer- es imaginaros percibiéndolo”.

El mundo según la ontología inmaterialista o idealista de Berkeley se compone de espíritus y de ideas. Los espíritus pueden ser finitos (los humanos) o infinito (Dios). Las ideas pueden ser “impresas sobre los sentidos” (ideas de sensación), ideas de reflexión (al escudriñar en nuestro espíritu) y reproducciones mentales que se forman con la ayuda de la memoria y la imaginación. No hay materia. Ni ideas abstractas puesto que no podemos pensar en la “idea general del triángulo” sino solamente un triángulo determinado, equilátero, agudo o rectángulo.

          He querido comenzar el tema con Berkeley porque su empirismo radical me asombró por su obviedad cuando lo conocí  en COU (1980-1981) y creo que plantea de forma muy cruda el problema de la percepción: ¿Qué es la materia, qué es la percepción, qué es la realidad, qué es la verdad? Y su respuesta es: Dios, espíritu, cualidades. 

          Es cierto que en unos apuntes de clase para alumnos de Psicología de 2º de bachillerato podría haberse empezado de otro modo, sin referencias al problema metafísico ni filosófico, empezar por ejemplo con los trastornos de la sensación (caso del pintor ciego a los colores: Un Antropólogo en Marte de Oliver  SACKS; distribuido en fotocopias y leído y comentado en clase) o con las leyes de la percepción. Sin embargo, por algún motivo –quizás que los estudiantes vean la importancia de la filosofía para la psicología-, considero necesaria esta larga introducción sobre la respuesta de los escépticos, de Berkeley y de la fenomenología a la pregunta: “¿conocemos la realidad tal cual es?”.

La respuesta escéptica es un rotundo y dogmático no; la de Berkeley un sí con un pero: conocemos la realidad tal cual es pero la realidad “material” es una película emanada o “creada” de continuo por el Espíritu, el Testigo. La respuesta de la fenomenología –base filosófica de la Gestalt, la escuela que sigo y cuyas técnicas de exploración y terapia ya llevamos tres meses aplicando en el aula-  es más compleja que una afirmación bruta o una negación autocontradictoria (pues si es imposible el conocimiento, entonces también es imposible afirmar que el conocimiento es imposible; y si nada es verdad tampoco se puede decir que es verdad que nada es verdad). Examinémosla en la entrada en español de wikipedia:

“La fenomenología (del griego: φαινόμενoν: "apariencia", ιογος: "estudio, tratado") es una parte o ciencia de la filosofía que analiza y estudia los fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la conciencia).

“Lo que vemos no es el objeto en sí mismo, sino cómo y cuándo es dado en los actos intencionales. El conocimiento de las esencias sólo es posible obviando todas las presunciones sobre la existencia de un mundo exterior y los aspectos sin esencia (subjetivos) de cómo el objeto es dado a nosotros. Este proceso fue denominado epojé por Edmund HUSSERL , el padre de la fenomenología y se le caracteriza por poner entre paréntesis las cosas; es decir, ir a las cosas mismas.

“Husserl introduce más tarde el método de reducción fenomenológica para eliminar la existencia de objetos externos. Quería concentrarse en lo ideal, en la estructura esencial de la conciencia. Lo que queda después de esto es el ego transcendental que se opone al concreto ego empírico. Ahora con esta filosofía se estudian las estructuras esenciales que hay en la pura conciencia, el noémata y las relaciones entre ellos.

“La fenomenología también es un método. A diferencia del método cartesiano que tomaba por "real" todo aquello que fuera primero dudado y luego pensado de manera "clara y distinta", el método fenomenológico toma por real todo aquello que es pensado de manera clara y distinta y puesto en perspectiva temporal. Así, hoy se habla de una psicología, una politología, una historiología fundamentadas explícitamente por el método fenomenológico y se trabaja en un desarrollo de las ciencias matemáticas y físicas, por poner algunos ejemplos.

          Aquí acaba la cita. ¿Qué se puede concluir? Que de acuerdo con la fenomenología la percepción, y los demás actos intencionales, sí nos permiten conocer la realidad tal cual es, desde múltiples perspectivas pero que no podemos hacer ninguna afirmación sobre el “mundo externo”. Los límites de mi experiencia son los límites de mi mundo.

          El problema de la percepción también puede formularse así: percibimos sensaciones de color, no ondas de energía; percibimos sonidos, no vibraciones mecánicas del aire; olemos cosas, no alteraciones químicas en solución gaseosa; tocamos objetos, no estímulos táctiles sobre las terminaciones libres de la epidermis; gustamos. Es decir, percibimos sensaciones gracias a diversas zonas corticales del cerebro (la visión desde el lóbulo occipital, por ejemplo; la audición con el temporal; etc.) y no estímulos físicos de la realidad “externa”. A mi entender, esto no implica, como en Berkeley, una negación de la materia –cualquier cosa que esto signifique- sino una redefinición de esta noción (a partir de ahora: “materia = colección de cualidades”) ni tampoco aboca al escepticismo radical: Porque podemos percibir, sentir mucho aun cuando la percepción objetiva o “científica” sea inalcanzable.   

 

 

  1. CONCEPTOS PREVIOS

Defino estímulo  -de acuerdo con J.L. PINILLOS- como “forma de energía que incide sobre los sentidos”. Sensaciones como “impresiones sensoriales muy simples cuyos agregados formarían las percepciones” y percepción  como “captar un objeto como tal objeto” o “proceso psicofísico por el cual la energía de los estímulos se nos aparece como mundo”. El cerebro tendría una mayor participación en este proceso que en el de la sensación.

          Llevo más de veinte años explicando en clase la diferencia entre sensaciones y percepciones tirando mano de ejemplos tan simples como falsos: El retrato-robot que la policía configura acumulando rasgos estereotipados, la canción que todavía después de haber sido versioneada en su letra, cambiados el ritmo y la instrumentación todavía se reconoce en su melodía y sus armonías a través de tantas variaciones. Pero es evidente que rasgos como nariz, cejas, ojos, óvalo de la cara no son ejemplos de sensaciones indivisibles sino de formas o Gestalten, de todos ya estructurados. Y también valdría lo mismo para la melodía que se reconoce en la versión, por ejemplo, del Aserejé. ¿Dónde buscar los átomos de la sensación? Un pinchazo, una sensación de frío no son ejemplos adecuados puesto que se puede dudar de su simplicidad, no son ideas simples ya que cabe descomponerlas en nociones o sensaciones aún más elementales. Y, por otro lado también resulta necesario reconocer que no es  lo mismo una impresión de un fogonazo que la compleja experiencia estética –se supone que desinteresada- de contemplar un cuadro. Hay sensaciones más complejas y otras más primarias, las hay más conscientes (mirar el cuadro) y las hay más automatizadas (ver un fogonazo).

          De modo que mantendré la distinción habitual entre sensaciones simples y percepciones complejas pero solo como términos relativos dentro de un continuum y descartando la posibilidad de llegar a ningún acuerdo ni sobre los presuntos hechos atómicos de Ludwig WITTGENSTEIN o del Neopositivismo o Positivismo lógico ni tampoco sobre los átomos psicológicos: las sensaciones absolutamente simples e inderivables. Pues ¿qué ejemplo presentaríamos de tales entidades?

          También mantendré en lo que sigue la clasificación de los sentidos como:

a)    Los cinco sentidos o  exteroceptores: vista, oído, olfato, gusto y tacto.

b)    Los interoceptores o receptores sensibles a los órganos internos.

c)     Los nociceptores son los receptores del placer y del dolor.

d)    Los propioceptores son los órganos sensoriales del movimiento y del equilibrio.

e)    Los termoceptores son los encargados de las sensaciones de calor y frío.

Esta clasificación (tomada del manual de Filosofía para 1º de bachillerato de  IZUZQUIZA) presenta algunos defectos:

a)    Algunos exteroceptores son también interoceptores: por ejemplo, el gusto.

b)    Aparte de los exteroceptores, los demás pueden reducirse todos al tacto.

b.1) La abundancia de esta clase de terminaciones nerviosas en el ser humano confirmaría que somos una de las especies  más táctiles.

Se me ocurre que  la llamada intuición o sexto sentido aparece relacionada con la sensibilidad hacia el medio interno y por ello agudizada en las mujeres, según explica Goleman  en su popular Inteligencia Emocional. Los estados de presentimiento o de “pálpito” parecen relacionarse con la sensibilidad hacia las propias entrañas, como si a los adivinos se les movieran las tripas. De modo que hasta la llamada  percepción extrasensorial ,si existe, utiliza un órgano sensorial: los interoceptores. Se habla de estados alterados de conciencia (por sustancias tóxicas, por hiperventilación u otras causas), de “sensibles” que pueden “ver” espíritus sutiles de difuntos. Las religiones admiten el milagro de la percepción del Profeta, de los profetas: No padecían alucinaciones sino visiones de lo eterno. La conversación con Dios mismo, no debe tampoco ser apartada como absurda. Pero ¿qué tipo de ciencia llevará cabo el estudio de la telepatía, la telekinesia, etc.? ¿Cómo investigar lo que apenas es sensorial?

 

          En lo que sigue entenderemos como  umbral absoluto “la intensidad mínima de estímulo suficiente para que se produzca una sensación”. Así habrá un límite máximo por encima del cual no somos capaces de distinguir lo que miramos, una cantidad de decibelios mínima para que la podamos oír (el tic-tac de un reloj a unos 6 metros), una mínima cantidad de gotas de perfume para que podemos olerlas en una casa de varias habitaciones, un umbral del gusto y un umbral del tacto: por ejemplo, el roce del ala de una mosca sobre la mejilla.

          El  umbral diferencial  es el “aumento de intensidad del estímulo para que se produzca una modificación en la sensación”. Para la sensación de peso se estableció la ley de WEBER-FECHNER : DE = 0,19.  Es decir, que si soportamos un peso de 1 000 gramos, para notar una diferencia deberíamos añadir un peso de 190 gramos.

          Son datos previos interesantes que no sé a donde conducen. 

 

  1. TEORÍAS SOBRE LA PERCEPCIÓN

3.1 Teoría del Mosaico (o Teoría Asociacionista).

La percepción se formaría por la suma de sensaciones que serían las unidades elementales. Como un mosaico compuesto por piezas. Nosotros seríamos pasivos en este proceso asociándose de forma espontánea los datos sensoriales. Esta teoría se remonta a la investigación sobre el conocimiento humano de John LOCKE y los empiristas. Ya se ha discutido la dificultad de identificar átomos de sensación; la tentativa de TITCHENER y de los estructuralistas de catalogar las unidades elementales de la sensación parece hoy una locura.

3.2 Psicología de la Forma (Gestalt).

Enfrentada a la anterior, rechaza que percibamos primero átomos de sensación y a partir de ellos estructuras; afirma, en cambio, que siempre se perciben formas. Existe un isomorfismo entre el campo perceptivo y el campo cortical y esta semejanza de estructuras se debería a factores innatos.

3.3 Teorías Empiristas.

Admiten la primacía y la inmediatez de la percepción de estructuras pero subrayan la importancia de la experiencia, las motivaciones, la fuerza de las hipótesis y de los factores afectivos. La percepción no es pasiva sino un acto: No solo vemos sino que miramos, no solo oímos sino que escuchamos, no solo sentimos sino que paladeamos, no solo olemos sino que olfateamos. Los resultados de la investigación de SENDEN  con los operados de cataratas nacidos ciegos parecen darles la razón.

 

          A estas alturas del tema parece obvio concluir que la llamada teoría del mosaico ha quedado superada y que, por el contario, la síntesis entre las otras dos, resulta simple y natural: percibimos Gestalten de forma inmediata y aprendemos a percibir.

 

4. LA PERCEPCIÓN DEL TIEMPO

En el Manual de Psicología de DELAY Y PICHOT  se distingue entre tiempo objetivo (tiempo del mundo, mensurable, social o “tiempo de los relojes”) y tiempo subjetivo como “duración vivida” o “tiempo del yo”. Como dice un conocido chiste, el tiempo es relativo porque si te dan una taza que arde y la coges y no la sueltas, aunque sean, de reloj, dos segundos, a ti te parecerán larguísimos mientras que si estás haciendo una actividad agradable (aquí el chiste suele descender a detalles gráficos) esos mismos dos segundos se te pasarán volando. Es obvio. (La fuerza de demostración de lo obvio, en cambio, no deja de ser para mí un misterio: ¿por qué las cosas evidentes son evidentes?).

Factores subjetivos: Cuantos menos cambios se produzcan, más corta  en el recuerdo parece la duración; sin embargo, al vivirlo parecerá interminable. Por el contrario, viviremos como corto un viaje lleno de novedades pero lo recordaremos largo.

En cuanto al llamado “tiempo objetivo”, los psiquiatras franceses DELAY  y PICHOT, recuerdan que el sentimiento de duración “objetiva” del tiempo (que sin mirar el reloj sepamos cuándo ha pasado una hora) no es innato ni natural sino que supone un esfuerzo para adaptarse a cambios irreversibles como la salida y la puesta del sol o la organización de un sistema de trabajo con un horario regular

El sentimiento del tiempo como una cantidad  “objetiva” supone sin duda un esfuerzo, una manera de adaptarse, una condición social para crear una cierta uniformidad entre las duraciones individuales. Por eso normalmente coincide la experiencia de duración (tiempo vivido) y el tiempo objetivo (tiempo de reloj).

Pero en el curso del sueño o de estados oniroides provocados por ciertas drogas , el tiempo se libera de los marcos sociales y solo cuentan los factores afectivos. Así en un sueño un hombre se imagina que ha sido condenado a la guillotina; sueña que languidece largos años en prisión, siente esa duración; y así hasta subir hasta el patíbulo. Al despertar comprueba que la varilla de la cortina de su cama se le ha caído sobre el cuello; por tanto, el sueño de larga duración, en “realidad” no ha durado más que unos instantes.  

Sería muy pobre quedarse aquí, en esta banal distinción entre tiempo subjetivo y tiempo objetivo –que conoce todo aquél que llegue tarde a sus citas porque “se le va el santo al Cielo” o en el llamado estado de flujo (=falta de sensación del transcurso del tiempo por estar absorto en algo) (Cfr. Daniel Goleman, Inteligencia Emocional)- sería raro en una psicología de la percepción del tiempo no mencionar al menos la contribución de San AGUSTíN en Las Confesiones (resalta la inaprehensibilidad conceptual del tiempo en contraste con su vivencia: “¿Qué es el tiempo? Cuando no me preguntan  lo sé. Cuando me preguntan no lo sé”; refuta la realidad de los tres modos del tiempo: pasado, presente y futuro; acaba concluyendo que la temporalidad no existe más que como una afección del alma).

KRISHNAMURTI (pensador y maestro espiritual del siglo XX) negó la existencia de un tiempo psicológico observando que la comprensión, la conciencia es un acto instantáneo. Krishnamurti dijo que “el observador es lo observado”. Y que la verdadera espiritualidad, la verdad última está más allá de las religiones conocidas o los credos aceptados. La observación del pensamiento hasta ponerle término parece ser la principal herramienta (¿herramienta de meditación? No, puesto que el mismo Krishnamurti observó que la meditación no puede ser una técnica) o la moral de Krishnamurti: detener el parloteo del pensamiento, persiguiéndolo hasta el final y poniéndole fin. El fin es el silencio y el medio es la observación del pensamiento hasta acallarlo. Pero ese proceso no toma tiempo como si fuese un entrenamiento en una determinada técnica de aprendizaje pues en ese transcurso de la experiencia de aprender ya se daría el juicio “más avanzado, menos avanzado”. Pero el tiempo psicológico no existe.       (Ver en este mismo blog la SEMBLANZA: KRISHNAMURTI CONTRA KRISHNAMURTI). 

El tiempo y la psicología del tiempo (espacio-tiempo) son el objeto asimismo de una de las mayores aportaciones  científicas del siglo pasado: la Teoría de la Relatividad Especial (1905) de Albert  EINSTEIN. De acuerdo con ella, el tiempo y el espacio no son coordenadas absolutas sino relativas a cierto sistema de referencia: Del mismo modo que GALILEO ya había mostrado en el Renacimiento que si dos barcos navegan a la misma velocidad parecerá que están parados, EINSTEIN no solo convierte en relativa la velocidad sino también el tiempo: pues el reloj de una nave espacial que viajara disparada a una velocidad próxima a la de la luz (c= 300.000 km./seg.) tendría más masa (e = m. c2) y de ello se derivaría que tardaría más tiempo en dar la vuelta a la rueda del reloj , o, dicho de otro modo: el tiempo pasaría más lento que en un sistema de referencia, por ejemplo, de la Tierra, que no va a esa velocidad límite. Por ello el viaje en el tiempo es virtualmente posible y  los de la nave relativista volverían a nuestro planeta hechos unos chavales para enterarse de que habían fallecido tiempo atrás todos sus seres queridos y conocidos. Según las ecuaciones de Einstein se deduce asimismo la existencia de múltiples dimensiones espacio-temporales superpuestas o sub-puestas - como hojas apiladas en torno a un mismo eje (el eje del ahora)- a nuestro mundo o línea del tiempo  (MINKOWSKI).

Sería injusto en una descripción de la psicología de la percepción del tiempo no aludir por lo menos a algunas obras y autores de la literatura y de la filosofía, entre otros: Marcel PROUST y su saga novelística À la recherche du temps perdu en 8 libros, tentativa de recuperar mediante un tipo especial de memoria poética –casi un satori (un atisbo del nirvana o estado de santidad, conciencia, beatitud y aniquilación  del Yo)-  el “tiempo perdido”. 

En otro orden de cosas, una de las obras de filosofía más reputadas del siglo XX lleva el sustantivo “ Tiempo” en su título: Sein und Zeit (Ser y Tiempo) de Martin HEIDEGGER. Heidegger, -como todos los existencialistas, y BERGSON-, hace de la temporalidad el centro de su mensaje.        

Por último, basta mirar el panorama completo de la literatura occidental para conocer en su poesía y en su novela el viejo mito de Cronos, el drama del tempus fugit. Así, el discípulo de Bergson, el poeta Antonio MACHADO  definirá la poesía como “palabra en el tiempo”.

 

5. LA PERCEPCIÓN SUBLIMINAR

Subliminar (del latín sub y limes)= “por debajo del umbral mínimo”. La percepción subliminar consiste en que estímulos que pasan desapercibidos a la conciencia (por la rapidez con que se presentan o la configuración de la imagen) pueden sin embargo ser captados por el inconsciente e influir en nuestra conducta. Es evidente el servicio que pueden prestar al control mental de masas a través de la publicidad, la TV y demás medios.

Su verificación experimental  es más que abundante y puede hallarse en cualquier página de la web con toda clase de casos singulares y curiosos. Así por ejemplo los sujetos reaccionan con alteraciones de conductividad en la piel (signo de emoción que puede ser medido por la máquina de la verdad, que no es sino un polígrafo capaz de representar este síntoma lo mismo que el ritmo cardiaco, el respiratorio, la tensión arterial o el electroencefalograma) ante sílabas que aunque no consiguen identificar están cargadas de factores afectivos.

     Otros ejemplos: La imagen taquicoscópica de la calavera de la madre en el final de Psicosis de Alfred HITCHCOCK. Contenidos sexuales y de infidelidad conyugal son los más usados en anuncios . También la palabra “cáncer” o la palabra “muerte” ha sido utilizada para fomentar el consumo de tabaco pues la adicción al tabaco parece presentarse en sujetos que no han asimilado una situación que les condujo al desvalor y tratan de auto-destruirse lo antes posible fumando. El fotograma con una imagen de Coca-Cola (o de Pepsi, no sé) fue pasado a alta velocidad en un cine y se comprobó el aumento de la venta durante el entreacto. Etc., etc., etc.

 

 

6. ALUCINOSIS Y ALUCINACIONES

Las alucinosis se distinguen de las alucinaciones por lo siguiente: en las primeras no se cree en la realidad del objeto percibido mientras que en las alucinaciones, la “percepción sin estímulo” se toma por real.

Caso documentado y típico es la alucinosis  del miembro fantasma en los amputados. También la estimulación eléctrica de los centros corticales de la percepción por intervenciones neuroquirúrgicas, lesiones o crisis epilépticas.

          Las alucinaciones por intoxicación alcohólica (el llamado delirium tremens) afectan a varios sentidos aunque predomina lo visual, son con frecuencia  terroríficos y el juicio de realidad no los pone en duda.

           El hachisch, el LSD, la mescalina, la psilocibina, las tujonas de la absenta, la viagra, los enteógenos de la ayahuasca o del peyote (droga con la que  Carlos CASTANEDA fue iniciado por Don JUAN MATUS) y muchos otros psicotrópicos pueden provocar trastornos en la percepción: modificación afectiva de la percepción: colores triviales parecen de una hermosura extraordinaria, otros objetos habituales como una silla se revelan amenazadores (así lo cuenta de su experiencia con LSD  Aldous HUXLEY  en Las Puertas de la Percepción; obra que dará pie al nombre de The  Doors, el grupo de Jim Morrisson) (A su vez la popular obra de Huxley se hacía eco de unos versos del místico  William BLAKE: “Si las puertas de la percepción estuvieran purificadas, lo veríamos todo tal cual es: infinito”), modificación del espacio y del tiempo como ya se ha señalado, duración autística, desprendida de los marcos sociales, para la cual dos horas vuelan como un minuto y en cambio una espera de dos segundos resulta insoportablemente dolorosa.

            Aldous HUXLEY,  Las Puertas de la Percepción, (1954) La percepción y la Inteligencia Libre” :

“    Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos. Los mártires entran en el circo tomados de la mano, pero son crucificados aisladamente. Abrazados, los amantes tratan desesperadamente de fusionar sus aislados éxtasis en una sola autotrascendencia, pero es en vano. Por su misma naturaleza, cada espíritu está condenado a padecer y gozar en la soledad. Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones y fantasías son siempre cosas privadas y, salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos formar un fondo común de información sobre experiencia, pero no de las experiencias mismas. De la familia de la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas.

  “La mayoría de los universos islas tienen las suficientes semejanza entre sí para permitir la comprensión por inferencia y hasta la empatía o "dentro del sentimiento". Así,  recordando nuestras propias aflicciones y  humillaciones, podemos condolernos de otros en análogas circunstancias, podemos ponernos -siempre desde luego un poco al estilo Pickwick- en su lugar. Pero, en ciertos casos, la comunicación entre universos es  incompleta o hasta inexistente. La inteligencia es su propio lugar y los lugares habitados por los insanos y los excepcionalmente dotados son tan diferentes de aquellos en que viven los hombres y mujeres corrientes que hay poco o ningún terreno común de memoria que pueda servir de base para la comprensión o la comunidad de sentimientos Se pronuncian las palabras, pero son las palabras que no ilustran. Las cosas y los acontecimientos a que los símbolos hacen referencia pertenecen a campos de experiencia que se excluyen mutuamente.

   “Vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es un don en extremo conveniente. Apenas es menos importante la capacidad de ver a los demás como ellos mismos se ven. Pero ¿qué si los  demás pertenecen a una especie distinta y habitan un universo radicalmente extraño? Por ejemplo,  ¿cómo puede el cuerdo llegar a saber lo que realmente se siente cuando se está loco? O, a menos que también se haya nacido visionario, médium o genio musical, ¿cómo podemos visitar  los mundos en los que Blake, Swedenborg o Johann Sebastián Bach se sentían en su casa? Y ¿cómo puede un hombre que se halla en los límites extremos de la ectomorfia y cerebrotonía ponerse en el lugar de otro situado en los límites de la endomorfia o viscerotonía o, salvo en ciertas zonas muy circunscriptas, compartir los sentimientos de quien se encuentra en los límites dc la mesomorfía o somatotonía? Supongo que estas preguntas carecen de sentido para el behaviourista (conductista) sin paliativos, atento únicamente a los comportamientos. Pero, para quienes teóricamente creen lo que en la práctica saben que es verdad -concretamente, que  hay un interior para la experiencia, lo mismo que un exterior-, los problemas planteados son problemas reales, tanto más graves cuanto que algunos son completamente insolubles y otros solubles tan sólo en circunstancias excepcionales y por métodos que no están al alcance de cualquiera. Así, parece virtualmente indudable que nunca sabré qué se siente cuando se es un Sir John Falstaff o un Joe Louis. En cambio, siempre me ha parecido que, por ejemplo, mediante la hipnosis o la autohipnosis, por medio de una meditación sistemática o también tomando la droga adecuada, es posible cambiar mi modo ordinario de conciencia hasta el punto de quedar en condiciones de saber, desde dentro, de qué hablan el visionario, el médium, y hasta el místico.

“Por lo que había leído sobre las experiencias con la mescalina, estaba convencido por adelantado de que la droga me haría entrar, al menos por unas cuantas horas, en la clase de mundo interior descrito por Blake yA.E. Pero no sucedió lo que yo había esperado. Yo había esperado quedar tendido con los ojos cerrados, en contemplación de visiones de geometrías multicolores, de animadas arquitecturas llenas de gemas y fabulosamente bellas, de paisajes
con figuras heroicas, de dramas simbólicos, perpetuamente trémulos en los lindes de la revelación final. Pero no tenía en cuenta, era manifiesto, los rasgos de mi formación mental, los hechos de mi temperamento, mi preparación y mis hábitos.

“   (...) Media hora después de tomada la droga advertí una lenta danza de luces doradas. Poco después hubo sinuosas superficies rojas que se hinchaban y expandían desde vibrantes nódulos de energía, unos nódulos vibrantes, con una vida ordenada, continuamente cambiante. En otro momento, cuando cerré los ojos, se me reveló un complejo de estructuras grises, dentro del que surgían esferas azuladas que iban adquiriendo intensa solidez y, una vez completamente surgidas, ascendían sin ruido hasta perderse de vista. Pero en ningún momento hubo rostros o formas de hombres o animales. No vi paisajes, ni espacios enormes, ni aparición y metamorfosis mágicas de edificios, ni nada que se pareciera ni remotamente a un drama o una parábola. El otro mundo al que la mescalina me daba entrada no era el mundo de las visiones; existía allí mismo,  en lo que podía ver con los ojos abiertos. El gran cambio se producía en el campo objetivo.

  “ Tomé la píldora a las once. Hora y media después estaba sentado en mi estudio, con la mirada fija en un florerito de cristal. Este florero contenía únicamente tres flores: una rosa Bella de Portugal completamente abierta, de un rosado de concha, pero mostrando en la base de cada pétalo un matiz más cálido y crema; y, pálida púrpura en el extremo de su tallo roto, la audaz floración heráldica de un iris. Fortuito y provisional, el ramillete infringía todas las normas del buen gusto tradicional. Aquella misma mañana, a la hora del desayuno, me había llamado la atención la viva disonancia de los colores. Pero no se trataba ya de esto. No contemplaba ahora unas flores dispuestas del modo desusado. Estaba contemplando lo que Adán había contemplado a la mañana de su creación: el milagro, momento por momento, de la existencia desnuda. 

“  -¿Es agradable?- preguntó alguien. Durante esta parte del experimento se registraban todas las conversaciones en un dictáfono y esto me ha permitido refrescar mi memoria. 

  “-Ni agradable ni desagradable -contesté-. Simplemente, es.

   “Istigkeit... ¿no era esta la palabra que agradaba a Meister Eckhart? "Ser-encía". El ser de la filosofía platónica, salvo que Platón parece haber cometido el error y absurdo error de separamos del devenir e identificarlo con la abstracción matemática de la Idea. El pobre hombre no hubiera podido ver nunca un ramillete de flores brillando con su propia luz interior... nunca hubiera podido percibir que lo que la rosa, el iris y el clavel significaban tan intensamente era nada más, y nada menos, que lo que eran, una transitoriedad que era sin embargo vida eterna, un perpetuo perecimiento que era al mismo tiempo puro Ser, un puñado de particularidades insignificantes y únicas en las que cabía ver, por una indecible y sin embargo evidente paradoja, la divina fuente de toda existencia. 

“   Continué en contemplación de las flores y, en su luz viva, creí advertir el equivalente cualitativo de la respiración, pero de una respiración sin retorno al punto de partida, sin reflujos recurrentes, con sólo un reiterado discurrir de una belleza a una belleza mayor, de un hondo significado a otro todavía más hondo. Me vinieron a la mente palabras como Gracia y Transfiguración y esto era, desde luego, lo que las flores, entre otras cosas, sostenían. Mi vista pasó de la rosa al clavel y de esta plúmea incandescencia a las suaves volutas de amatista sentimental que era el iris. La Visión Beatífica, Sat Chit Ananda, Ser-Conocimiento-Bienaventuranza... Por primera vez comprendí, no al nivel de las palabras, no por indicaciones incoadas o a lo lejos, sino precisa y completamente, a qué hacían referencia estas prodigiosas sílabas. Y luego recordé un pasaje que había leído en uno de los ensayos de Suzuki: "¿Qué es el Dharma-Cuerpo del Buda?" (El Dharma-Cuerpo del Buda es otro modo de decir Inteligencia, Identidad, el Vacío, la Divinidad). Quien formula la pregunta es un fervoroso y perplejo novicio en un monasterio Zen. Y con la rápida incoherencia de uno de los Hermanos Marx, el Maestro contesta: "El seto al fondo del jardín." El novicio, en la incertidumbre, indaga: "Y el puede que comprende esta verdad ¿qué es, puede decírmelo?" "Groucho" le da un golpecito en el hombro con el báculo y contesta: "Un león de dorado pelaje."

“   Cuando lo leí, no fue para ni más que desatino con algo dentro, vagamente presentido.
   Ahora, todo era claro como el día, evidente como Euclides. Desde luego, el Dharma-Cuerpo del Buda era el seto al fondo del jardín. Al mismo tiempo y de modo no menos evidente, era estas flores y cualquier otra cosa en que Yo -o mejor dicho, el bienaventurado No-Yo, liberado por un momento de mi asfixiante abrazo- quisiera fijar mi vista. Los libros, por ejemplo, que cubrían las paredes de mi estudio. Como las flores, brillaban cuando los miraba, con colores más vivos, con un significado más profundo. Había allí libros rojos como rubíes, libros esmeralda, libros encuadernados en blanco jade; libros de ágata, de aguamarina, de amarillo topacio; libros de lapislázuli de color tan intenso, tan intrínsecamente significativos, que parecían estar a punto de abandonar los anaqueles para lanzarse más insistentemente a mi atención.

“  -¿Qué me dice de las relaciones espaciales? -indagó el investigador, mientras yo miraba a los libros.

  “ Era difícil la contestación. Verdad era que la perspectiva parecía rara y que se hubiera dicho que las paredes de la habitación no se encontraban ya en ángulos rectos. Pero esto no era lo importante. Verdaderamente importante era que las relaciones espaciales habían dejado de importar mucho y que mi mente estaba percibiendo el mundo en términos que
no eran los de las categorías espaciales. En tiempos ordinarios, el ojo se dedica a problemas como: ¿Dónde?, ¿A qué distancia? ¿Cuál es la situación respecto a tal o cual cosa? En la experiencia de la mescalina, las preguntas implícitas a las que el ojo responde son de otro orden. El lugar y la distancia dejan de tener mucho interés. La mente no tiene su percepción en función de la intensidad de la existencia, de la profundidad del significado, de relaciones dentro de un sistema. Veía los libros, pero no estaba interesado en las posiciones que ocupaban en el espacio. Lo que advertía, lo que se grababa en mi mente, ya que todos ellos brillaban con una luz viva y que la gloria era en algunos de ellos más manifiesta que en otros. En relación con esto la posición y las tres dimensiones quedaban al margen. Ello no significaba,  desde luego, la abolición de la categoría de espacio. Cuando me levanté y caminé pude hacerlo con absoluta normalidad, sin equivocarme en cuanto al paradero de los objetos El espacio seguía allí. Pero había perdido su predominio. La mente se interesaba primordialmente no en las medidas y las colocaciones, sino en el ser y el significado.
   Y junto a la indiferencia por el espacio, había una indiferencia igualmente completa por el tiempo.
   -Se diría que hay tiempo de sobra. -Era todo lo que contestaba cuando el investigador me pedía que le dijera lo que yo sentía acerca del tiempo. 

  “Había mucho tiempo, pero no importaba saber exactamente cuánto. Hubiera podido, desde luego, recurrir a mi reloj, pero mi reloj, yo lo sabía, estaba en otro universo. Mi experiencia real había sido, y era todavía, la de una duración indefinida o, alternativamente, de un perpetuo presente formado por un apocalipsis en continuo cambio. 

  “El investigador hizo que mi atención pasara de los libros a los muebles. Había en el centro de la habitación una mesita de máquina de escribir; más allá, desde mi punto de vista, habla una  silla de mimbre y, más allá todavía, una mesa. Los tres muebles formaban un complicado dibujo de horizontales, verticales y diagonales, un dibujo que resultaba más interesante por el hecho mismo de que no era interpretado en función de relaciones espaciales. Mesita, silla y mesa se unían en una composición que parecía alguna pintura de Braque o Juan Gris, una naturaleza muerta que, según se advertía, se relacionaba con el mundo objetivo; pero expresándolo sin profundidad y sin ningún afán de realismo fotográfico. Yo miraba mis muebles, no como el utilitario que ha de sentarse en sillas y escribir o trabajar en mesas, no como el operador cinematográfico o el observador científico, sino como el puro esteta que sólo se interesaba en las formas y en sus relaciones con el campo de la visión o el espacio del cuadrado. Pero, mientras miraba, esta vista puramente estética de cubista fue reemplazada por lo que sólo se puede describir como "la visión sacramental de la realidad". Estaba de regreso donde había estado al mirar las flores, de regreso en el mundo donde todo brillaba con la luz interior y que era infinito en su significado. Las patas de la silla, por ejemplo, ¡Qué maravillosamente tubulares eran, que sobrenaturalmente pulidas!. Pasé varios minutos - ¿o fueron siglos?-, no en mera contemplación de estas patas de bambú, sino realmente siendo ellas o, mejor dicho, siendo yo mismo en ellas o, todavía con más precisión -pues "yo" no intervenía en el asunto, como tampoco en cierto modo, "ellas"-, siendo mi No-mismo en el No-Misma que era la silla.

“   Al reflexionar sobre mi experiencia, me sentí de acuerdo con el eminente filósofo de Cambridge Dr. C. D. Broad en que "haríamos bien en considerar que hasta ahora que el tipo de teoría que Bergson presentó en relación con la memoria y la percepción de los sentidos". Según estas ideas la función del cerebro, el sistema nervioso y los órganos sensoriales es principalmente eliminativa, no productiva. Cada persona, en cada momento, es capaz de recordar cuanto le ha sucedido y de percibir cuanto está sucediendo en cualquier parte del universo. La función del cerebro y del sistema nervioso es protegernos, impedir que quedemos abrumados y confundidos, por esta masa de conocimiento en gran parte inútiles y sin importancia, dejando fuera la mayor parte de lo que de otro modo percibiríamos o recordaríamos en cualquier momento y admitiendo únicamente la muy reducida y especial selección que tiene probabilidades de sernos prácticamente útil. Conforme a esta teoría, cada uno de nosotros es potencialmente Inteligencia Libre. Pero, en la medida en que somos animales, lo que nos importa es sobrevivir a toda costa. Para que la supervivencia biológica sea posible, la Inteligencia Libre tiene que ser regulada mediante la válvula reducidora del cerebro y del sistema nervioso. Lo que sale por el otro extremo del conducto es un insignificante hilillo de esa clase de conciencia que nos ayudará a seguir con vida en la superficie de este planeta. Para formular y expresar el contenido de este reducido conocimiento, el hombre ha inventado e incesantemente elaborado esos sistemas de símbolos y Filosofía implícitos que denominamos lenguajes. Cada individuo se convierte enseguida en el beneficiario y la víctima de la tradición lingüística en la que ha nacido.

“   Lo que en el lenguaje de la religión se llama "este mundo" es el universo del conocimiento reducido,  petrificado por el lenguaje. Los diversos "otros mundos" con los que los seres humanos entran de modo errátil en contacto, son otros tantos elementos de la totalidad del conocimiento pertenecientes a la Inteligencia Libre. La mayoría de las personas sólo llegan a conocer, la mayor parte del tiempo, lo que pasa por la válvula reductora y está consagrado como genuinamente real por el lenguaje del lugar. Sin embargo, ciertas personas parecen nacidas con una especie de válvula adicional que permite trampear a la reductora. Hay otras personas que adquieren transitoriamente el mismo poder, sea espontáneamente sea como resultado de  "ejercicios espirituales", de la hipnosis o de las drogas. Gracias a estas válvulas auxiliares permanentes o transitorias discurre, no, desde luego, la percepción de "cuando está sucediendo en todas las partes del universo -pues la válvula auxiliar no suprime a la reductora que sigue excluyendo el contenido total de la Inteligencia Libre-, sino algo más -y sobre todo algo diferente del material utilitario-, cuidadosamente seleccionado, que nuestras estrechas inteligencias individuales consideran como un cuadro completo, o por lo menos suficiente, de la realidad.”

 

Las alucinaciones de la esquizofrenia, y en general de las psicosis  y de los delirios crónicos aparecen con la conciencia perfectamente clara, “como un rayo en un día despejado de verano” y son con más frecuencia auditivas que visuales. “El sujeto tiene la impresión de percibir directamente, como por telepatía, sin pasar por la perceptiva auditiva, ideas, órdenes o comentarios sobre sus actos” (DELAY y PICHOT, Manual de Psicología).

          Llegados a este punto se pueden recomendar al alumno diversas obras de consulta sobre el tema de “drogas y cultura” o “drogas y percepción social de la realidad”, fundamentalmente el mencionado de Carlos CASTANEDA , Las Enseñanzas de Don Juan por ser el primero de una serie que es preciso leer en orden como sistema de iniciación de un brujo.

No pueden olvidarse tampoco los clásicos sobre drogas: La Historia de las Drogas de Antonio ESCOHOTADO, Pharmacoteón  de J. OTT, o las investigaciones de FERICGLA sobre la ayahuasca y sus alucinaciones entre los shuar (jívaros de la Amazonia). Sin olvidar el Libro de las Alucinaciones de José HIERRO y por supuesto los testimonios literarios múltiples desde los que se narraron los episodios del Club de Haschichins (grupo de artistas y escritores que se reunían en el París del Segundo Imperio (187…) para consumir dawamesq (un preparado de hachisch) y asediar la inspiración; entre ellos estaban: Arthur RIMBAUD ( Petit Matinée d´Ivresse, parece hacer referencias expresas a las alucinaciones de las drogas), Théophile GAUTIER, Charles BAUDELAIRE y Gustave FLAUBERT  entre otros.

El método paranoico-crítico  de Salvador DALÍ  igual que “el desarreglo razonado de todos los sentidos” y la búsqueda de alucinaciones innumerables en Rimbaud constituyen hitos de referencia en el camino del arte contemporáneo hacia  territorios irracionales, alucinaciones incluidas; pero tanto Dalí como Rimbaud matizan: razonado  debe ser el desarreglo y crítico el método paranoico; lo que no suena a nada semejante a abandonarse a la locura.

 

7 . CONCLUSIONES Y PROSPECTIVA.

          Mucho es lo que he ganado en comprensión y conocimiento al elaborar este trabajo. Mucho también lo que queda en el tintero, lo que queda por investigar pero que puede ser completado en el futuro. Así, por poner un ejemplo, desarrollar un poco la relación del surrealismo  ,y en particular  Salvador DALÍ, con la percepción y con las ilusiones visuales. O de la Psicología de la Gestalt con la Bauhaus  y con el arte abstracto.

          Voy a intentar enumerar mis conclusiones personales después de este itinerario provisional; llegar a ellas es más difícil que hacer preguntas, del mismo modo que “encontrar” –en mi opinión-  es más difícil que “seguir buscando”:

1ª.- Todo es mental, el argumento de Berkeley me sigue pareciendo irrebatible. Ni la ciencia actual ni el rumbo de la filosofía posterior lo han desmentido.

2ª.-  La fenomenología de Husserl y otros parece la teoría del conocimiento más válida hoy por hoy.

3ª.-  No hay sensaciones elementales. No hay átomos psicológicos.

4ª.-  Las leyes de la Gestalt (fondo-figura, buena forma, etc.) aumentan mi impresión de misterio acerca de la sabiduría del alma.

5º.- La percepción del tiempo, extremadamente subjetiva, también vuelve al alma más y más enigmática.

6ª.- La publicidad y la propaganda subliminales podrían aplicarse al control mental de masas (existen algunas razones para sospechar que ya vienen siendo utilizadas en este sentido).

7ª.- Adentrarse en las PES (telepatía, clarividencia, precognición, comunicación y percepción de espíritus de difuntos) puede ser peligroso.

8ª.- “La intuición es el oído de Dios”.

9ª.- “El Amor es el mejor médium de comunicación”.

10ª .- La percepción de lo obvio es una de las bases de la terapia Gestalt.

11ª.- El sexto sentido de los animales (que a menudo se ponen a salvo de catástrofes naturales  como el tsunami de Indonesia en 2004) deja en evidencia la inferioridad de nuestra sensibilidad e inteligencia.

 

          Dentro del escalonamiento de procesos psíquicos tal como yo los concibo  (sensación, percepción, memoria, imaginación, aprendizaje, pensamiento y lenguaje, inteligencia, la afectividad (emociones, sentimientos, pasiones), personalidad, personalidad social) el siguiente tema debería ser el de la memoria y la imaginación, estructurado más o menos así: conexión con la percepción; qué son memoria e imaginación; sus bases neurofisiológicas; clases y factores que influyen en su rendimiento; la mnemotecnia; trastornos y delirios; tests de memoria, test de imaginación; la imaginación creativa y la genialidad; para qué sirven memoria e imaginación. El objetivo “práctico” que se planteará en este tema es que las alumnas/o potencien su capacidad de recordar y su fantasía del mismo modo que el objetivo del presente ha sido el de ampliar  las capacidades perceptivas.




 
PSICOLOGÍA. SEGUNDO DE BACHILLERATO.
T3. Percepción y Sensación. T4. Memoria e Imaginación
Último examen. Jueves 4 de mayo de 2017
IES Juan D´Opazo de Daimiel

 




 

1. Plantea en tus propios términos - en dos párrafos-  en qué consiste el problema de la percepción y -en otro párrafo- cómo lo resuelve BERKELEY. (2 puntos)

2. Pon dos ejemplos propios de sensaciones (simples) y dos ejemplos de  percepciones (complejas)  y explica la diferencia entre unas y otras. (1 punto)

 3. Reflexiona libremente a lo largo de dos párrafos sobre la percepción del tiempo a partir de este apartado de los apuntes y relaciónalo con la visión de Jiddu KRISHNAMURTI de la observación de la conciencia por sí misma y la idea de que no existe un tiempo psicológico.(2.5)

4.  Indica en cada caso si se trata de memoria sensorio-motriz, memoria autística o memoria social y razona el porqué:

4.1) Una avalancha de recuerdos de Guermantes inundó el corazón de Marcel Proust cuando probó aquella madalena mojada en té.

4.2) El alumno modelo repite como un papagayo mecánico los temarios de Selectividad.

4.3) No seré bueno bailando pero tengo el ritmo en las manos de tanto tocar la guitarra.

(1 punto)

 

5. Factores en el Rendimiento de la Memoria. ¿Cómo puedes mejorar tu capacidad de memorización de cara al estudio de temarios amplios como los de Selectividad? Di algo interesante y que te pueda ayudar. (2 puntos)

 

6. ¿Recuerdas las dos  estrofas y el estribillo de la canción canaria "Clavelitos"? En ese caso canturréalas durante el examen ( bonificación: 1- 1.5 puntos).

7. Pon ejemplos de los distintos tipos de memoria (memoria inmediata, reacción diferida, reconocimiento, recuerdo, reaprendizaje, memoria reintegrativa (o rememoración), eidetismo  (memoria fotográfica) . Así: Memoria reintegrativa: "Cuando escucho viejas canciones de Los Panchos vuelvo  acordarme de todo como si otra vez estuviese allí, en el verano de 1991, en la casa de campo junto al río...".(1.5)

8. ¿Qué recordaré a largo plazo, dentro de unos años, de este curso y en particular de esta asignatura? ¿Qué es lo que me llevo? Escribid al menos 4 cosas que realmente os haya aportado o enseñado la asignatura tanto en las prácticas como en la teoría. No es necesario "regalarme el oído". Se trata más bien de recapacitar y concluir para aclararos vosotros.(2.5)

La prueba se puntúa sobre 14= 10; 7=5.

- Las faltas de ortografía no bajarán nota pero trata de redactar con la mayor corrección posible.







 

PREGUNTAS POSIBLES PARA UN EXAMEN DE PSICOLOGÍA:

T3.LA PERCEPCIÓN. T4.MEMORIA E IMAGINACIÓN LOS PROCESOS REPRESENTATIVOS

 

 

1. Explica en tus propios términos, sin reproducir los apuntes, en qué consiste el problema de la percepción y expón la filosofía de BERKELEY criticándola.

2. Señala si se trata de simples sensaciones o de percepciones complejas y razona por qué: a) Olía raro, no sabría decirte exactamente a qué; b) la nuca de Carmen olía a una mezcla de su piel con el perfume XC; c) miré y miré el rostro de aquel hombre pero no le reconocí como mi amigo de infancia Alberto hasta que no dijo mi nombre; c) en la oscuridad mi mano se posó en alguna parte blanda de su cuerpo pero no sé en cuál; d) me recorrió el espinazo un escalofrío: estaba seguro, alguien a mis espaldas me estaba espiando; e) me daba cuenta de la situación: aquellas chicas estaban muy molestas conmigo e iban a ser agresivas; también me di cuenta de que lo pasaban mal y que yo no quería ser ni autoritario ni cínico con ellas.

3. Define "umbral absoluto" y "umbral diferencial" poniendo ejemplos distintos a los que se mencionan en los apuntes (no hace falta que sean ejemplos exactos).

4. Reflexiona libremente a lo largo de dos párrafos sobre la percepción del tiempo a partir de este apartado de los apuntes y relaciónalo con la visión de Jiddu KRISHNAMURTI de la observación de la conciencia por sí misma y la idea de que no existe un tiempo psicológico.

5. ¿Qué es la percepción subliminar? Menciona algunos ejemplos originales.

 

6. ¿Poseen memoria los animales? ¿Y las plantas? ¿En qué sentido? ¿Cómo definirías tú la memoria?

7. Indica en cada caso si se trata de memoria sensorio-motriz, memoria autística o memoria social y razona el porqué: a) los jueves por la noche en el Living estoy aprendiendo a bailar el swing ;  b) en sueños, a veces besa a su marido muerto; c) se emborrachó en El Cano´s y le dio por ponerse nostálgico y no paraba de llorar; c) recuerdo que el primer curso de Psicología en el D´Opazo (2009-2010)  fue muy conflictivo; d) cuando los americanos llegaron a la Luna el 20 de julio de 1969, yo lo vi en directo por TV; e) Christian no sabe Historia pero sí maneja una navaja como si fuera parte de su cuerpo; f) me inundó una oleada de rememoraciones de aquel verano de infancia; no sé qué edad tenía pero sí recuerdo las sensaciones: la playa, estar subido a los árboles, medio desnudo, los colmillos del Pancho...; g) vi al gato famélico en mi portal de la calle San Isidro  y le dije que si quería que le diese de comer, tenía que dar la vuelta a la casa, subir por la parcilla de la cuadra y esperarme al pie de la terraza de atrás desde la cual yo le tiraría un poco de jamón; entonces pensé que era estúpido darle una explicación tan larga a ... un gato, y que no podía entenderme; pero cuando subí a casa el gato estaba justo donde le había dicho, como si se acordase de mis palabras; h) hay una estudiante en nuestra clase que tiene una sonrisa preciosa y que cuenta muy bien las cosas; ella sabe hacer un relato lo mismo de un sueño que de un incidente callejero; en eso es muy inteligente y sin duda esta capacidad le será de provecho; porque el que sabe lo que cuenta, se da cuenta de lo que pasa.

8. ¿Recuerdas? Factores en el rendimiento de la memoria: 1) ¿Por qué el Búho te motiva a entrar en el edificio del Instituto y mueve las alas? 2) ¿Por qué Dios-Cristo "está mazao"?                3) El Pez ¿por qué echa burbujas por la boca y cada vez se hace más listo, con cada repetición? ¿Y por qué el Gato con Botas está concentrado en una pelea y no admite interferencias? ¿Por qué en el Gimnasio dan Brincos a la vez que organizan el material?

9. Medita sobre cómo podrías mejorar tu capacidad de memorizar contenidos para Selectividad teniendo en cuenta los diversos factores de las memoria y la Curva del Olvido de EBBINGHAUS. ¿Cuál es tu fuerte y cuál es tu weakest point como mnemonista?

10. ¿Recuerdas las dos únicas estrofas y el estribillo de la canción canaria "Clavelitos"? En ese caso canturréalas durante el examen (1- 1.5 puntos).

11. Teorías sobre el Olvido: resúmelas y aplícalas a la manera en que te vas a tomar el super-examen de acceso a la Universidad.

12. ¿A qué clase de memoria - inmediata, reacción diferida, reconocimiento, recuerdo, reaprendizaje, memoria reintegrativa (o rememoración), eidetismo  (memoria fotográfica) -pertenecen los siguientes ejemplos?:

a) Joaquín Rivas -el artista y director de la Feria Internacional de Arte-  me dio de viva voz el número de su teléfono móvil cuando nos despedimos a las 6 de la mañana; me pareció muy sencillo pero al día siguiente no lo recordaba; b) le enseño a mi gata un ovillo de lana de los que le gustan y me lo pongo en la espalda hasta que se le olvida; c) Watson daba un martillazo sobre una plancha de hierro y el pequeño Alberto lloraba y "se pegaba un berrinche" hasta que se le olvidaba el estímulo; c) he aprendido gracias a los alumnos que un "examen tipo test" consiste en reconocer una única respuesta correcta entre el resto que son falsas; d) se acordaba de que se había acostado con aquella chica y su cara le sonaba pero no se acordaba ni de su nombre; a ella le pasaba lo mismo; e) el punteo de Nothing else matter ya me resulta familiar a base de escuchárselo a Palacios, a CJ y a otros de su generación; f) en algún momento me debo acordar de canturrear la letra entera de "Clavelitos"; g) a mí el examen de Selectividad (junio de 1981) no me resultó tan fácil como le contaba a todo el mundo; debía memorizar unos temarios muy extensos y no había hecho nunca un examen tan largo, de tantas asignaturas y en tan pocos días; pero mi chulería, mi arrogancia me ayudaron porque no pensaba asustarme por la PAU ni por la PAEG ni por la PUAGH; de modo que fui de sobrado, presumí ante todos de no haber estudiado nada (era falso) y saqué un mediocre 6 del que siempre me he avergonzado.- Escribir sobre lo que había leído y retenido, era mi fuerte;       h) mi cerebro es como un caravasar de la Ruta de la Seda: puedes encontrar de todo: no sé qué cantidad de canciones y de versos alberga; i) mi suegra Juana no necesita apuntar los números de teléfono porque se los sabe todos; su capacidad en este sentido no parece tener límites;    j) un payador (un trovador o bardo gaucho de la Argentina) como Jorge Cafrune o Atahualpa Yupanqui podía estar toda la noche cantando sin agotar su repertorio; k) ¿qué canciones, qué poemas, qué versos, qué palabras, qué verdades llevas grabados en tu corazón y no olvidas?;              l) no me cuesta tanto pronunciar bien el árabe porque en mi inconsciente todavía suenan ecos del árabe de  Libya oído en mi infancia; m) en general las recuperaciones siempre son más fáciles que los primeros exámenes porque aunque suspendieses, por lo menos ya lo habías visto; n) le fue más sencillo aprender la guitarra porque había tocado durante unos meses cuando era pequeño, o) una profesora de Música compone nanas para embarazadas, las hace escucharlas poniendo el sonido en el vientre y luego el niño cuando nace, reconoce la nana que escuchó cuando aún no había sido dado a luz; p) S. el mnemonista ruso estudiado por LURIA era capaz de provocarse a sí mismo una reacción fisiológica como aumentar su temperatura o su ritmo cardiaco gracias a su poderosa imaginación visionaria; q) otros "prodigios de la memoria" consiguen recitar sin errores la interminable lista de decimales del número Pi; r) Dalí podía retratar el rostro y el cuerpo de su musa Gala sin necesidad de que ella posase, tan solo imaginándosela como si la tuviera delante; así fueron realizados los numerosos y precisos retratos de la esposa y amada de Dalí; por ejemplo, Leda Atómica;             s) Ramón CAMPAYO  el campeón mundial español en pruebas de mentalismo afirma que sus dotes están al alcance de cualquiera que practique la mnemotecnia; t) es cierto que tras considerar las maravillas humanas de la memoria y de la imaginación a lo largo de este tema, estoy menos fóbica/o respecto al famoso super-examen de Selectividad; porque me doy cuenta, por ejemplo, de que me voy a morir y que al lado de este hecho, la Selectividad (y más cosas) carecen de importancia; y además porque al entender lo que es la memoria natural -y no los esfuerzos violentos de memorización en poco tiempo, con premura y agobio- y lo que es el olvido -distinto del Alzheimer y de los trastornos y deterioros cognitivos- puedo hacer las paces conmigo mismo/a: con mi inteligencia y con mis capacidades; y además Javier no va a dejar de machacarnos con esto y de hacernos terapia para que confiemos en nosotros mismos y en nuestra habilidad para vivir y ser felices; u) compré un frasco del perfume XC porque olerlo me transportaba a Friburgo y al recuerdo de la nuca de Carmen a la que solo volví a a ver una vez más; v) cuando evoco mi primera experiencia sexual, me parece que todavía estoy enamorado de Anita; w) Marcel PROUST  se ve "transportado" en su imaginación y sentimiento al mundo del pasado, de su infancia cuando por casualidad, ya de mayor, prueba unas determinadas madalenas con té que también le ofrecía su tía de niño; ese fogonazo o aluvión súbito de recuerdos es À la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido), una novela en 8 tomos, considerada una de las más importantes del siglo XX y de todos los tiempos.

13. ¿Qué recordaré a largo plazo, dentro de unos años, de este curso y en particular de esta asignatura? - Indica verdadero o falso y pondera de 1 a 10 tu grado de adhesión  o de rechazo al enunciado. Por ejemplo: a): respuesta correcta:  F ( falso) ; ponderación: 0 (rechazo máximo).

a) Recordaré que el profesor era un desorganizado, un absentista, un borde, un faltón y un cínico.

b) En poco tiempo, en cuanto empiece mi veraneo, no me acordaré absolutamente de nada; ni tampoco querré acordarme. No he aprendido en Psicología absolutamente nada.

c) Me equivoqué al escoger la asignatura de Psicología; ¡maldita sea la hora en que la elegí pensando que iba a aligerar la carga de mi 2º de Bachillerato! Jamás volvería en ningún caso a cursar esta materia ni a aconsejársela a otros. De la Psicología me apetece olvidarme cuanto antes mejor.

d) De lo que yo me acordaré será de todos los malos ratos que he pasado por culpa de esta asignatura, por las "terapias" y las tensiones; me acordaré del daño, de la tristeza y de todo lo malo.

e) Bueno, también me acordaré de algunas cosas buenas en relación a la asignatura, el profesor, el curso y el pequeño grupo de psicólogos (como los llama mamá María Cárceles)

- e1

-e2

-e3

-e4

-e5

...

 

 

 

 

 

 

INSTRUCCIONES DE CALIFICACIÓN DE LA PREGUNTA SEMI-CERRADA DE TEST : Este ejercicio consta en total de 10 items (por lo menos, pues las respuestas en positivo a la pregunta "¿qué recordaré?" son ampliables de manera indefinida); cada respuesta correcta puntúa 0.10. Total: 1 punto.


 

 

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