TEMA 15: NIETZSCHE Y EL IRRACIONALISMO.- TEMA 16: SARTRE Y EL EXISTENCIALISMO.
T15. NIETZSCHE (1844-1900) Y
EL IRRACIONALISMO.
"DE LAS
TRES TRANSFORMACIONES"
Así Habló
Zaratustra, parte I (1883-1885)
”Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se
convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
(…)
¿Qué es pesado?, así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien. (…)
¿Acaso no es humillarse para hacer daño a la propia soberbia, o hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? (…) .
Con todas esas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto.
¿Qué es pesado?, así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien. (…)
¿Acaso no es humillarse para hacer daño a la propia soberbia, o hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? (…) .
Con todas esas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto.
Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación:
en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se
conquista una presa, y ser señor en su propio desierto.
Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria.
Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria.
¿Quién es el gran dragón al que el espíritu no quiere seguir
llamando señor ni dios? "Tú debes" se llama el gran dragón. Pero el
espíritu del león dice "yo quiero" (…).
Crear valores nuevos,- tampoco el león es aún capaz de hacerlo; mas crearse libertad para un nuevo crear,- eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber, para ello, hermanos míos, es preciso el león (…).
Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí (…). Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño (…) ”.
Friedrich NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, (1883-1885)
Crear valores nuevos,- tampoco el león es aún capaz de hacerlo; mas crearse libertad para un nuevo crear,- eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber, para ello, hermanos míos, es preciso el león (…).
Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí (…). Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño (…) ”.
Friedrich NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, (1883-1885)
"De las tres transformaciones del espíritu”.
"VON DEN
DREI VERWANDLUNGEN."
Also sprach
Zarathustra
"Drei
Verwandlungen nenne ich euch des Geistes; wie der Geist zum Kameel wird, und
zum Löwen das Kameel, und zum Kinde zuletzt der Löwe (...)
Was ist schwer? So fragt der tragsame Geist,
so kniet er nieder, dem Kameele gleich, und will gut beladen sein. (...)
Ist es nicht das: sich erniedrigen, um
seinem Hochmut wehe zu thun? Seine Thorheit leuchten lassen, um seiner Weisheit
zu spotten? (...)
Alles diess Schwerste nimmt der tragsame
Geist auf sich; dem Kameele gleich, das beladen in die Wüste eilt, also eilt er
in seine Wüste.
Aber in der einsamstem Wüste geschieht
die zweite Verwandlung: zum Löwen wird hier der Geist, Freiheit will er sich
erbeuten und Herr sein in seiner eignen Wüste.
Seinen letzten Herrn sucht er sich hier:
feind will er ihm werden und seinem letzten Gotte, um Sieg will er mit del
grossen Drachen ringen.
Welchen ist der grosse Drache, den der
Geist nicht mehr Herr und Gott heissen mag? "Du-sollst" heisst der
grosse Drache. Aber der Geist des Löwens sagt "ich will".
Neue Werthe schaffen -das vermag auch
der Löwe noch nicht; aber Freiheit sich schaffen zu neuem Schaffen- das vermag
die Macht des Löwen.
Freiheit sich schaffen, und ein heiliges
Nein auch vor der Pflicht; dazu meine Brüder , bedarf es des Löwen.(...)
Aber sagt, meine Brüder, was vermag noch
das Kind, das auch der Löwe nicht vermochte? Was muss der raubende Löwe auch
noch zum Kinde werden?
Unschuld ist das Kind und Vergessen, ein
Neubeginnen, ein Spiel, ein auch sich rollende Rad, eine erste Bewegung, ein
heiliges Ja-sagen" (...)
Also sprach Zarathustra. Un damals
weilte er in der Stadt, welche genannt wird: die bunte Kuh."
Friedrich NIETZSCHE, Also sprach Zarathustra , I, "Von den drei Verwandlungen"
, Deutscher Taschenbuch Verlag
GmbH&Co.KG, München (1988), páginas 29-31.
0. PLANTEAMIENTO.
¿Cómo se puede vivir siendo completamente
ateo? ¿Cómo se puede vivir no creyendo más que en el hombre y en la vida? La
filosofía de Nietzsche parte de que “Dios
ha muerto” y pretende sacar todas las consecuencias.
La muerte de Dios significa que los
hombres ya no pueden creer en el Cristianismo ni en ningún otro ideal. ¿Qué se puede hacer más allá del nihilismo y
del escepticismo? ¿Cómo se puede vivir más allá del todo vale, del no hay normas y
del no hay verdad?
1. BIOGRAFÍA DE NIETZSCHE.
(De Wikipedia,
la enciclopedia libre)
"
Friedrich
Wilhelm Nietzsche (AFI ˌfʁiːdʁɪç ˌvɪlɦɛlm
ˈniːt͡ʃə) (Röcken,
cerca de Lützen,
15 de octubre
de 1844-Weimar, 25 de agosto
de 1900)
fue un filósofo,
poeta,
músico
y filólogo
alemán,
considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.
Juventud (1844-1869)
"Friedrich
Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken,
un pequeño pueblo de Sajonia-Anhalt, cerca de Leipzig.
Su nombre proviene del rey Federico Guillermo IV de Prusia,
en cuyo cuadragésimo noveno cumpleaños nació. Sus padres fueron Carl Ludwig Nietzsche
(1813-1849), pastor luterano y preceptor privado en el ducado alemán de Sajonia-Altenburgo en Turingia,
y Franziska Oehler
(1826-1897). Su hermana Elisabeth Förster-Nietzsche nació en 1846,
seguida por su hermano Ludwig Joseph en 1848. Tras la muerte del padre en 1849
y del hermano menor en 1850, la familia se trasladó a Naumburgo,
donde vivió con su abuela materna y las hermanas solteras del padre bajo la
protección de Bemhard Dächsel, un
magistrado local.
"Después
de la muerte de su abuela en 1856, la familia pudo permitirse tener casa
propia. Durante este tiempo el joven Nietzsche asistió a un colegio de niños
para luego trasladarse a un colegio privado, la prestigiosa escuela Pforta,
donde se hizo amigo de Gustav Krug y Wilhelm Pinder, dos
estudiantes pertenecientes a familias acomodadas. En 1854 comenzó a asistir al
Domgymnasium en Naumburgo, pero, habiendo demostrado un talento
especial para la música y el lenguaje, fue admitido en la reconocida Schulpforta,
donde continuó sus estudios desde 1858 hasta 1864. Aquí se hizo amigo de Paul Deussen
y Carl von Gersdorff.
También encontró tiempo para la escritura de poemas y composiciones musicales.
En Schulpforta, Nietzsche recibió una importante educación literaria, en
especial en el estudio de los clásicos griegos y romanos, y por primera vez
experimentó la carencia de su vida familiar en un pequeño pueblo de ambiente
cristiano. Durante este período se encontró bajo la influencia del poeta Ernst Ortlepp.
"Después
de su graduación en 1864, Nietzsche comenzó sus estudios en teología
y filología clásica en la Universidad de Bonn. Por un breve período fue
miembro de la Burschenschaft Frankonia
junto a Deussen.
Para disgusto de su madre, abandonó sus estudios de teología tras un semestre y
comenzó los de filología con el profesor Friedrich Wilhelm Ritschl.
Al año siguiente siguió al maestro a la Universidad de Leipzig. Allí entablaría
una íntima amistad con el estudiante Erwin Rohde.
Los primeros escritos sobre filología
de Nietzsche serían publicados un poco más tarde.
"En
1865 se familiarizó con la obra de Arthur Schopenhauer. Al año siguiente leyó Geschichte
des Materialismus (Historia del materialismo), de Friedrich Albert Lange. Ambas experiencias
le resultaron muy estimulantes desde el punto de vista filosófico y, en
consecuencia, comenzó a adentrarse en esta disciplina, superando su interés por
la filología.
En 1867 realizó un año de servicio
militar voluntario con la división de artillería
prusiana de Naumburgo. En marzo de 1868 sufrió un accidente
ecuestre que lo excluyó del servicio militar y le permitió volver a dedicarse
al estudio. Ese mismo año conoció a Richard
Wagner, personaje fundamental en su desarrollo.
Profesor en Basilea (1869-1879)
"Gracias
a Ritschl, Nietzsche recibió una oferta extraordinaria por parte de la Universidad de Basilea para convertirse en
profesor de filología clásica antes de licenciarse, siendo
así el profesor más joven de la universidad. En su trabajo filológico durante
esa época cabe reseñar el descubrimiento de que el ritmo en la métrica poética
de los antiguos dependía únicamente de la duración de las sílabas a diferencia
de la métrica moderna basada en la acentuación.
"En
1869 la Universidad de Leipzig le concedió el
doctorado sin examen ni disertación en mérito a la calidad de sus
investigaciones. Inmediatamente la Universidad de Basilea lo nombró profesor de
filología clásica y al año siguiente Nietzsche
obtuvo la ciudadanía suiza y fue ascendido a profesor honorario.
"Después
de trasladarse a Basilea,
Nietzsche renunció a su ciudadanía alemana, manteniéndose durante el resto de
su vida oficialmente sin nacionalidad alguna.1
Sin embargo en agosto de 1870 obtuvo un permiso para servir en el bando
prusiano durante la guerra franco-prusiana pero sólo como
médico camillero ya que la neutral Suiza le impidió reclutarse como
combatiente. Su paso por la milicia fue tan sólo de un mes, pero vivió
múltiples experiencias. Allí fue testigo de los efectos traumáticos de la
batalla. Contrajo difteria y disentería,
enfermedades que le arruinaron la salud de por vida.
"De
vuelta a Basilea ese mismo año, Nietzsche fue testigo del establecimiento del Imperio
alemán y el auge de Otto von
Bismarck, a quien veía como un extranjero y con escepticismo. En la
universidad pronunció su discurso inaugural, Sobre la personalidad de Homero.
En esta época conoció a Franz Overbeck, un profesor de Teología, cuya
amistad conservó durante el resto de su vida. El historiador Jacob
Burckhardt, cuyas lecturas Nietzsche analizaba frecuentemente, se
convirtió en otro colega influyente. También durante este período leerá la obra
del filósofo Max Stirner, cuya influencia será notable en
él.2
"Nietzsche
había conocido ya a Richard Wagner en Leipzig
en 1868, y (algo después) a la esposa de Wagner, Cósima.
Admiraba a ambos profundamente y, durante su estancia en Basilea, fue un asiduo
invitado en la casa de los Wagner en Tribschen. Éstos lo introdujeron en su
círculo más íntimo y le agradecieron la atención que dio al principio al
Festival de Bayreuth.
En 1870 regaló a Cósima Wagner por su cumpleaños el manuscrito de la primera
versión de El origen de
la tragedia.
"En
1872, Nietzsche publica su primer libro, El nacimiento de la tragedia en el
espíritu de la música. Sin embargo el trabajo, en el cual siguió un preciso
método filológico para estructurar toda su especulación filosófica radicalmente
novedosa, no fue bien recibido entre sus colegas filólogos, incluido su
profesor Ritschl. En el polémico panfleto Para una filología del futuro,
Ulrich von Wilamowitz-Moellendorff
criticó duramente el libro, lo que contribuyó, sin embargo, a aumentar su
polémica notoriedad en los círculos filológicos y universitarios de Alemania.
En respuesta, Rohde, por la fecha profesor en Kiel, y el mismo Wagner
salieron públicamente en defensa de Nietzsche. Estos hechos remarcaron el
aislamiento creciente que sentía dentro de la comunidad filológica, y por ello
el filósofo intentó (infructuosamente) ganar la cátedra de Filosofía en
Basilea.
"Entre
1873 y 1876, Nietzsche publicó separadamente cuatro grandes ensayos, David
Strauss: El confesor y el escritor, Sobre el uso y el abuso vital de la
Historia, Schopenhauer como educador, y Richard Wagner en
Bayreuth (estos cuatro fueron más tardes recogidos y titulados,
conjuntamente, Consideraciones intempestivas). Los cuatro ensayos
compartían la orientación de una crítica general a la actualidad cultural
alemana, en un intento por cambiar su rumbo, que Nietzsche preveía como
esencialmente falso y equivocado. Comenzando en 1873, además, también acumuló
notas que fueron publicadas más tarde como La filosofía en la época trágica
de los griegos.
"Durante
este periodo, en el círculo de los Wagner, Nietzsche conoció a Malwida von Meysenbug y Hans von
Bülow, y también comenzó una amistad con Paul Rée,
quien después de 1876 le influyó en la atenuación del pesimismo de sus primeros
escritos. Sin embargo, debido a su decepción respecto al «fenómeno Wagner», y
en concreto al Festival de Bayreuth de 1876, donde la banalidad de los actos y
la vileza del público le repelieron, fue cada vez más insalvable la distancia
del filósofo hacia este mundo.
"En
1879, después de un declive de salud, se vio forzado a abandonar su puesto como
profesor. Desde su juventud, Nietzsche había padecido frecuentes momentos de
debilidad generalizada, con épocas de carencia visual que rozaba la ceguera,
fuertes migrañas y violentos ataques estomacales. Estas condiciones
persistentes se agravaron quizá con su accidente a caballo en 1868 y las
enfermedades de 1870, y continuaron afectándolo durante sus años en Basilea,
forzándolo a tomar vacaciones cada vez más largas, hasta que le fue
prácticamente imposible retomar el trabajo.
Ruptura con Wagner
"Con la
publicación de Humano, demasiado humano en 1878, un
libro de aforismos sobre múltiples temas, desde la metafísica hasta la
moralidad y de la religión al sexo, la distancia de Nietzsche respecto a la
filosofía de Wagner y Schopenhauer fue evidente. También su amistad
con Deussen y Erwin Rohde
se enfrió.
"Durante
sus primeros años en Basilea se cocinó la ambivalente amistad de Nietzsche con
Wagner, y aprovechó toda oportunidad para visitar a Richard y a su esposa Cósima.
Nietzsche apreciaba a Wagner como un brillante apóstol catedrático, pero la
explotación de motivos artísticos cristianos cada vez más acentuada, junto con
su chovinismo
y antisemitismo
excederían lo que Nietzsche podría soportar.
"La
composición de Parsifal,
que Wagner concebiría más como un auto litúrgico para el Viernes Santo
que como una ópera, ofendió profundamente la sensibilidad de Nietzsche. Aunque
la gigantesca obra no sería estrenada hasta 1882, ya en 1878 la brecha entre los
dos sería ineludible y definitiva.
Filósofo libre (1879-1888)
"Conducido
por su enfermedad a encontrar climas más templados, Nietzsche viajó
frecuentemente y vivió hasta 1889 como un autor independiente en diferentes
ciudades. Estuvo muchos veranos en Sils Maria,
cerca de St. Moritz, en la Engandina (extremo este de Suiza), y muchos otoños en
las ciudades italianas de Génova, Rapallo y Turín, y la ciudad francesa de Niza. Ocasionalmente
volvía a Naumburgo a visitar a su familia, y especialmente durante este
período, él y su hermana tuvieron repetidos episodios de conflicto y reconciliación.
Vivía de su pensión de profesor retirado de la Universidad de Basilea, pero
también recibía ayuda de amigos.
"Un
antiguo estudiante suyo, Peter Gast (seudónimo de Johann Heinrich Köselitz),
llegó a ser su secretario privado. Hasta el final de su vida, Gast y Overbeck
se mantuvieron como amigos en los que confiar. Malwida von Meysenbug mantuvo una
conducta maternal incluso fuera del círculo de Wagner. Pronto Nietzsche
contactó con el crítico musical Carl Fuchs.
"Nietzsche
se encontraba en el principio de su mayor período productivo. A partir de Humano,
demasiado humano en 1878, Nietzsche publicaría un libro (o su mayor parte)
por año hasta 1888, su último año de escritura, durante el cual completó cinco.
En 1879, Nietzsche publicó Opiniones y máximas mezcladas, lo que sugirió
el aforismo de Humano, demasiado humano.
"En
1881 Nietzsche publica Aurora.
Reflexiones sobre los prejuicios morales, y en 1882 la primera
parte de La gaya ciencia. Este año también conoció a
Lou Andreas-Salomé a través de Malwida von Meysenbug y Paul Rée.
Nietzsche y Salomé estuvieron el verano juntos en Tautenburg, a menudo con la
hermana de Nietzsche, Elisabeth. Sin embargo, la visión que de Nietzsche tenía
Salomé era más la de un amigo y compañero de discusiones lleno de genialidad,
que el de una posible pareja. Él se enamoró de ella lo cual provocó una
situación ambigua e incómoda entre los tres amigos, puesto que Rée a su vez se
interesaba por Lou. Cuando Nietzsche le pidió que se casara con él, Salomé lo
rechazó. Las relaciones de Nietzsche con Salomé y Rée se rompieron en el otoño
de 1882-1883, en parte por las intrigas llevadas a cabo por su hermana
Elisabeth. En paralelo a esta historia, Lou Salomé de vez en cuando mantenía
correspondencia con Freud, introduciéndolo en el pensamiento de Nietzsche. En
el proceso de aparición de nuevos síntomas de su enfermedad, aislado tras las
discusiones con su hermana y su madre, y acosado por pensamientos suicidas, se
marchó a Rapallo,
donde en solo diez días, anticipados por dieciocho meses de incubación,
escribió la primera parte de Así habló Zaratustra.
"Después
de varias críticas filosóficas contra Schopenhauer y Wagner, Nietzsche mantuvo
a pocos amigos. Ahora, bajo la impronta personalísima del Zaratustra
sobre sus obras posteriores, su escritura resultó todavía más «intempestiva» y
se lo leyó (poco) sólo en la medida en que pareciera adecuarse a las
convenciones morales o intelectuales del momento. Nietzsche reconoció la
situación y se obstinó en su soledad («las siete soledades»), incluso aunque a
veces pareciera no resignarse a ella. Abandonó su plan a medio plazo de
convertirse en un poeta público y reconocido, y siguió padeciendo los problemas
consabidos con sus libros. Estos eran tan buenos como poco vendidos. En 1885,
editó únicamente 40 copias de la cuarta parte de Así habló Zaratustra, y
solo una pequeña parte fue distribuida entre sus amigos más allegados.
"En
1886, editó Más allá del bien y del mal. Con este
libro y con la aparición entre 1886 y 1887 de segundas ediciones de sus
trabajos tempranos (El nacimiento de la tragedia, Humano, demasiado
humano, y La gaya ciencia), vio completado su trabajo y se esperanzó
con que una oleada de lectores apreciara sus escritos. De hecho, el interés por
Nietzsche aumentó en esta época, aunque esto fue apenas percibido por él.
"Durante
estos años, Nietzsche conoció a Meta von Slaisk, Carl
Spitteler, y también a Gottfried
Keller. En 1886, su hermana Elisabeth se casó con el antisemita Bernhard Förster y viajó con él a Paraguay3
para fundar una colonia alemana, un plan al que Nietzsche contestó con ironía.
A través de la correspondencia se puede observar que la relación de Nietzsche
con su hermana continuó por el camino que siempre había seguido de conflicto y
reconciliación, pero no la volvería a ver en persona hasta después de su
colapso.
"Nietzsche
continuaba teniendo ataques frecuentes de enfermedad, lo que le imposibilitó
para el trabajo continuo. En 1887, Nietzsche rápidamente escribió su polémica Genealogía de la moral. También
intercambiaba correspondencia con Hippolyte
Taine, y después también con Georg Brandes,
quien al comienzo de 1888 desarrolló en Copenhague
la primera lectura pública de la obra filosófica de Nietzsche y su estudio.
"En el
mismo año Nietzsche escribió cinco libros basados en sus voluminosas notas,
fruto de largo trabajo continuado, que en un principio pensaba reunir bajo el
título de La voluntad de poder. Su salud pareció mejorar y aquel verano
estuvo de buen humor. Pero hacia finales de 1888, sus escritos y cartas
empezaron a revelar una sobreestimación patológica de su estatus y destino.
Sobrevaloraba la respuesta creciente a sus escritos, sobre todo por la reciente
polémica respecto a El caso Wagner.
"De
octubre a noviembre de 1888 Nietzsche trabaja en la obra Ecce Homo
(Cómo se llega a ser lo que se es) que no verá la luz hasta el
año 1908 en una versión en la que el capítulo "Por qué soy tan
sabio" no aparece siendo sustituido por otro capítulo escrito
anteriormente que el propio autor descartó.4
El filósofo en la locura acunándose en una mujer, tal vez su madre
Demencia y muerte (1889-1900)
"El 3
de enero de 1889 Nietzsche sufrió un colapso mental. Ese día fue detenido tras,
al parecer, haber provocado algún tipo de desorden público, por las calles de Turín.
Lo que pasó exactamente es desconocido. La versión más extendida sobre lo
sucedido dice que Nietzsche caminaba por la Piazza Carlo Alberto, un repentino
alboroto que causó un cochero al castigar a su caballo llamó su atención,
Nietzsche corrió hacia él y lanzó sus brazos rodeando el cuello del caballo
para protegerlo, desvaneciéndose acto seguido contra el suelo. En los días
siguientes, escribió breves cartas para algunos amigos, incluidos Cósima Wagner
y Jacob Burckhardt, en las que mostraba signos de demencia y megalomanía.
"A su
colega Burckhardt escribió: «He tenido Caiphas puestos. Además, el año pasado
fui crucificado por los doctores alemanes de una manera muy drástica. Wilhelm,
Bismarck, y todos los antisemitas abolidos».5
El 6 de enero de 1889, Burckhardt mostró la carta a Overbeck. El siguiente día
Overbeck recibió una carta reveladora semejante, y decidió que Nietzsche
debería volver a Basilea. Overbeck viajó a Turín y trajo a Nietzsche a una
clínica psiquiátrica en Basilea.
"Por
ese tiempo, Nietzsche estaba enteramente sumergido en la locura, y su madre
Franziska decidió llevarlo a una clínica en Jena bajo la dirección de
Otto Binswanger. Desde noviembre de 1889 a febrero de 1890, Julius Langben intentó
curar a Nietzsche, sentenciando que los métodos del doctor eran ineficaces para
curar su condición. Langbehn asumió más y más control sobre Nietzsche. En marzo
de 1890, Franziska sacó a Nietzsche de la clínica, y en mayo de 1890 lo llevó a
su casa en Naumburgo.
"Durante
este proceso, Overbeck y Gast contemplaban la idea de qué hacer con el trabajo no
publicado de Nietzsche. En enero de 1889 se pusieron a planear la salida de El
crepúsculo de los ídolos, por esa época ya impreso y atado. En febrero,
ordenaron una edición privada de 50 copias de Nietzsche Contra Wagner,
pero el editor C. G. Nauman en secreto imprimió 100. Overbeck y Gast decidieron
publicar con reservas El Anticristo y Ecce homo debido a su
contenido más radical.
"En
1893, Elisabeth Nietzsche volvió de Paraguay3
después del suicidio de su marido. Leyó y estudió los trabajos de Nietzsche, y
pieza por pieza tomó control sobre ellos y su publicación. Overbeck fue
paulatinamente relegado al ostracismo, y Gast finalmente cooperó. Después de la
muerte de Franziska en 1897, Nietzsche vivió en Weimar, donde
fue cuidado por Elisabeth, quien permitió a la gente visitar a su poco
comunicativo hermano. El 25 de agosto de 1900, Nietzsche murió después de
contraer neumonía.
Por deseo de Elisabeth, fue inhumado junto a su padre en la iglesia de Röcken.
"La
causa del hundimiento de Nietzsche ha sido un tema de especulación y origen
incierto. Un frecuente y temprano diagnóstico era una infección de sífilis,
sin embargo, algunos de los síntomas de Nietzsche eran inconsistentes. Otro
diagnóstico posible es un meningioma derecho retroorbital, un tipo de cáncer cerebral.6
En su libro La lucha contra el demonio, Stefan Zweig
presenta una psicobiografía sobre Nietzsche en que sitúa la etiología
de su locura desde un ángulo puramente psicogénico.
1.1. LA FISONOMÍA DE NIETZSCHE: SEMBLANZA DE
LOU ANDREAS-SALOMÉ.
("Friedrich Nietzsche en sus Obras",
citado en Lou ANDREAS-SALOMÉ, Mirada
Retrospectiva)
"Yo diría que este
elemento oculto, el presentimiento de una callada soledad, era la impresión
primera y fuerte por medio de la cual la figura de Nietzsche fascinaba. Al
espectador fugaz no se le ofrecía nada de sorprendente; el hombre de mediana estatura,
en su vestimenta extremadamente sencilla, pero también extremadamente cuidada,
con sus rasgos tranquilos y el pelo castaño simplemente peinado hacia atrás,
fácilmente podía pasar inadvertido. Las líneas de la boca, finas e intensamente
expresivas, quedaban cubiertas casi por completo por un gran mostacho peinado
hacia adelante; tenía una risa callada, una manera de hablar sin hacer ruido, y
un modo de caminar cuidadoso, meditabundo que le curvaba un poco los
hombros". "Incomparablemente hermosas y noblemente conformadas...
eran en Nietzsche las manos, de las
cuales él mismo creía que revelaban su espíritu..." "De manera
verdaderamente delatora hablaban también los ojos. Semiciegos, no poseían sin
embargo nada del carácter atisbante, guiñador, involuntariamente impertinente
de muchos miopes; parecían más bien como guardianes y custodios de sus propios
tesoros, de sus secretos mudos, que no debía rozar ninguna mirada no
autorizada. La visión deficiente daba a sus rasgos un tipo muy especial de
encanto, por el hecho de que, en vez de reflejar las cambiantes impresiones
exteriores, sólo reproducía aquello que por su interior pasaba."
"Recuerdo que la primera vez que hablé con Nietzsche -fue un día de
primavera, en la Iglesia de San Pedro en Roma- me sorprendió y confundió,
durante los primeros minutos, la forma buscada y acabada que había en él".
(Lou ANDREAS-SALOMÉ (1988),
op.cit.,p.221)
1.2 "LA FOTOGRAFÍA DE NOSOTROS TRES"
"Muestra a Nietzsche y
a Rée de pie junto a la lanza de una pequeña carreta de dos ruedas; Nietzsche
tiene tomada la agarradera y mira a la distancia, mientras que Rée, apenas
tocando la lanza y evidentemente sin relación íntima con el asunto, está vuelto
hacia el espectador. Lou medio en cuclillas e igualmente vuelta hacia el
espectador, sostiene en la mano izquierda enguantada, la rienda (cuerda) sujeta
a los brazos laterales de los dos hombres, y en la derecha, desnuda, una muy
improvisada y breve fusta, con la umbela de lilas artificiales en la punta; el
trasfondo está formado por una bambalina con un árbol, un matorral y el
Jungfrau [famoso pico montañoso de Suiza]. La expresión del rostro de Nietzsche
podría interpretarse como visionaria, los de Rée y Lou apenas si revelan
alegría. Por la artificiosidad de la fotografía de atelier, la yuxtaposición de desinterés (Rée), pose (Lou) y actitud de entrega a una imagen interior (Nietzsche), la fotografía resulta apenas divertida, antes
bien grotesca e intranquilizadora" (Ibidem, p.222)
2. CONTEXTO DE LA OBRA ASÍ
HABLÓ ZARATUSTRA (1883-1885)
(De Wikipedia, la enciclopedia
libre)
"Así
habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie n. 1
(título original en alemán: Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle
und Keinen) es una obra escrita entre 1883 y 1885 por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.
"La
obra contiene las principales ideas de Nietzsche, expresadas de forma poética:
está compuesta por una serie de relatos y discursos que ponen en el centro de
atención algunos hechos y reflexiones de un profeta llamado Zaratustra,
personaje inspirado en su tocayo fundador del Zoroastrismo.
Compuesta principalmente por episodios más o menos independientes, sus
historias pueden leerse en cualquier orden a excepción de la cuarta parte de la
obra, pues son un cúmulo de ideas y relatos menores independientes que
conforman un solo relato general.
Estructura de la obra
"La
idea inicial de Nietzsche era estructurar el libro en tres partes, que vieron
la luz a lo largo de 1883 y principios de 1884: el primer volumen
fue escrito entre el 1 y el 10 de febrero, el segundo del 26 de junio al 6 de
julio y el tercero entre el 8 y el 20 de enero. Tiempo después, en 1885,
Nietzsche decidió editar una cuarta parte de Así habló Zaratustra,
originalmente destinada a ser la primera parte de una nueva obra, Mediodía y
eternidad, compuesta a su vez por tres volúmenes, que nunca llegó a
completarse. Esta cuarta parte permaneció circunscrita al círculo de amistades
del autor —que realizó una edición privada de 40 ejemplares— hasta su
publicación en 1890. La obra completa en un volumen único, tal cual la
conocemos en la actualidad, no fue publicada hasta 1892. 1
"La
primera parte de la crónica es una exposición de las opiniones fundamentales
que se personifican en la vivencia literaria del profeta. Así hace su primera
presentación del Übermensch ('superhombre' o 'suprahombre') y del
anatema a las corrientes morales (en las que se incluyen las religiosas) de su
época. En el desarrollo de la obra, la segunda y tercera parte se centran tanto
en las conductas del personaje como el matiz histriónico de la doctrina.
Zaratustra se hace más un profeta de «tablas nuevas» que un mero eremita que
«da regalos a los hombres».
Temática
"Nietzsche
se sirve de la figura de Zaratustra, donde es más bien un recurso literario ya
que no representa al personaje histórico y sirve como el portavoz y símbolo de sus
ideas principales sobre las que se asienta toda su obra y que son
exhaustivamente tratadas a lo largo de este libro: la muerte de
Dios, el Übermensch, la voluntad de
poder y (definido por primera vez, aunque no desarrollado
explícitamente) el eterno retorno de la vida.
"Se
presenta como el profeta
supremo, superior en sabiduría y conocimiento al resto de los humanos.
Nietzsche lo emplea como contraposición a la doctrina de la Iglesia católica, a la que considera heredera
de Sócrates
en cuanto a la manera de entender la vida. Zaratustra fue escogido por el autor
como ejemplo de la filosofía presocrática,
para explicar su teoría del Übermensch (superhombre o suprahombre),
vitalista
y naturalista,
y para reivindicar la aceptación de los aspectos negativos y positivos de la vida. En definitiva, para
proponer una actitud de aceptación de la vida en su plenitud y negación del más allá,
que en su opinión era la causa de la debilidad humana.
"Zaratustra
es un ermitaño que vive recluido en la montaña, donde a lo largo de su retiro
reflexiona sobre la vida y la naturaleza del hombre. Una vez siente que es el
momento adecuado, decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su
conocimiento. Esto queda patente al principio del prólogo con la frase:
Estoy hastiado de mi
sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de
manos que se extiendan. 2
"En
cierto modo, y como recursiva referencia a la Biblia y la tradición cristiana,
presente a lo largo de toda la obra, Zaratustra es un mesías que lleva al
hombre la noticia de su salvación; y al igual que Juan el Bautista anunció la
llegada de Jesús, Zaratustra proclama el advenimiento del Übermensch.
"Es
evidente desde el principio el parangón que Nietzsche hace de sí mismo
proyectándose sobre la figura del profeta Zaratustra. Siente la necesidad de
transmitir su conocimiento al mundo, para lo cual escribe un libro.
Equivalentemente, en su afán comunicador, Zaratustra desciende de la montaña y
se mezcla con el pueblo.
Muerte de Dios
"Aunque
el argumento principal es el del Übermensch,
Nietzsche considera la muerte de Dios un requisito previo a su concepción. En
el capítulo De la virtud que hace regalos escribe:
Muertos están todos
los dioses, ahora queremos que viva el superhombre. 2
"La
noticia de la muerte de Dios es la primera enseñanza de Zaratustra,
metafóricamente el pilar sobre el que se sustenta la construcción del Übermensch.
En el primer encuentro que Zaratustra mantiene apenas ha abandonado su retiro
en la montaña, con el que resulta ser un religioso, se sorprende:
¡Será posible! ¡Este
viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que Dios ha muerto!. 2
"La
muerte de Dios supone el momento en que el hombre ha alcanzado la madurez
necesaria para prescindir de un dios que establezca las pautas y los límites a
la naturaleza humana, o sea, la moral. La moral va inextricablemente ligada a lo irracional, a
las creencias infundadas (o más bien inferidas), es decir, a Dios en el sentido
de que la moral emana de la religiosidad, de la fe axiomática, de la pérdida
colectiva de juicio crítico en pos del interés de los poderosos y el fanatismo
de la plebe. Valga decir que en la filosofía nihilista y en muchos autores que
reciben esta catalogación, les sea digna o no, se dan esta clase de modelos
conceptuales en los que se reducen o explican valores y nociones tradicionales
bajo otros valores de categoría moral inversa como la razón, explicada por el
instinto, la potestad de Dios encausada en la servidumbre del hombre, etc. Para
Nietzsche la moral ha de ser sustituida por la verdad, es decir, el hombre al
servicio de sí mismo, su naturaleza: entregado a la consumación de su propia
existencia.
"Escribe
Nietzsche en Ecce homo, acerca
de este tema:
La autosuperación de
moral por veracidad, la autosuperación del moralista en su antítesis, es lo que
significa en mi boca el nombre Zaratustra. 3
(Refiriéndose a Así habló Zaratustra)
[...] nacido de la riqueza más íntima de
la verdad, un pozo inagotable al que ningún cubo desciende sin subir lleno de
oro y de bondad. 3
Nietzsche y Zaratustra
"De
entre todos los escritos de Nietzsche, es sin duda Así habló Zaratustra
el que el autor tiene en más alta estima. Con él cree haber superado toda la
literatura preexistente.
Entre mis escritos
ocupa mi Zaratustra un lugar
aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora
ésta ha recibido. Este libro {...} no es sólo el libro más elevado que existe,
{...} es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la
verdad {...}. 3
"Puede
apreciarse, pues, la especie de naturaleza mesiánica que Nietzsche otorga al Zaratustra
—«el regalo más grande que la humanidad ha recibido»—, precisamente a escasas
líneas de haber escrito:
La última cosa que yo pretendería sería «mejorar» a la
humanidad. 3
"Esta
ambivalencia, que algunos podrían interpretar como ambigüedad o contradicción,
es característica de la obra nietzscheana y probablemente constituye un claro
ejemplo de la ausencia de términos absolutos que preconiza el autor, los cuales
habrían de ser la derivación necesaria de Dios y la moral.
"En Ecce
homo, su especie de autobiografía, dedica a este libro un capítulo mucho
más extenso que al resto, además de referenciarlo e incluso citarlo
recurrentemente a lo largo de toda la obra.
Zaratustra: síntesis
"Entre
las restantes obras de Nietzsche y este denso volumen en cuatro partes hay una
gran diferencia de tono. El espíritu del estilo es poético. Asimismo muestra un
elevado lirismo y una gran fantasía. No debemos olvidar que Nietzsche escribía
frecuentemente poemas; y es de hecho considerado uno de los mayores escritores
en lengua alemana.
"Con la
misma intensidad que la atmósfera bíblica se advierteN aires orientales. El
legendario profeta Zaratustra —el Zoroastro de los persas— no es elegido por
casualidad. Sustentador de la moral del «bien» y del «mal» ha de venir ahora a
destruirla, a hacerla entrar en el ocaso y la caducidad definitiva.
"El
profeta legendario peregrina entre las páginas en medio de extrañas prédicas,
acompañado de dos animales simbólicos: el águila y la serpiente. Extraños
también son los personajes que se presentan desde el principio y deambulan con
sus mensajes. El pueblo en el que Zaratustra predica en el prólogo del libro y
al que vuelve en varias ocasiones más es llamado por Nietzsche «la vaca
multicolor».
"Zaratustra
fue históricamente el ordenador primario de los valores del bien y del mal.
Ahora ha de ser el «transmutador de esos valores», en una nueva escala inédita
en la historia de occidente. "No será el hombre el ejecutante. El hombre
es algo que debe ser superado, porque es un «ocaso» y un «puente» que debe
conducir al Übermensch.
"El Übermensch
encarnará un nuevo tipo de hombre, del cual en la historia ha habido, en
determinadas épocas brillantes y excepcionales, sólo «atisbos que lo
bosquejaban». El Übermensch ha de ser un hombre desgajado de toda forma
de «trasmundo», de todo paradisíaco más allá, de todo mundo celestial. Será
fiel a la «tierra», lo que quiere decir, a su destino y a la realidad. La
mediocridad de la moral occidental, vigente desde el triunfo del cristianismo,
entrará en su definitivo ocaso.
"Dios
deviene en una figura en extinción. Ya no sustentará falsos valores, escalas
erróneas de valores. No uno sino todos los dioses se extinguirán y esa ausencia
permitirá al hombre obtener su plenitud. Sólo vivirá la vida, y la vida es
siempre, cuando no es acallada por la mentira y por la falsa moral, «voluntad de
poder». Voluntad de más vida, que ama los hechos tal como son y busca la
superación."
Cultura popular
·
Richard
Strauss se inspiró en esta obra para componer un poema
sinfónico homónimo en 1896.
·
La
banda italiana Museo Rosenbach publicó en 1973 Zarathustra, un álbum conceptual inspirado
en las ideas de Nietzsche, en especial de este libro.
Referencias
1.
Volver
arriba ↑ Andrés Sánchez Pascual, prólogo a Así habló Zaratustra,
Alianza Editorial.
2.
↑
Saltar
a: a b
c
F. Nietzsche, Así habló Zaratustra. Introducción, traducción y notas de
Andrés Sánchez Pascual. Alianza Editorial.
3.
↑
Saltar
a: a b
c
d
F. Nietzsche, Ecce homo. Prólogo, traducción y anotaciones por Andrés
Sánchez Pascual. Alianza Editorial.
3. EXCURSUS LÍRICO COMO PRELUDIO
ANTI-PEDAGÓGICO.
A
continuación voy a permitirme reproducir un largo poema que escribí hace ya
algunos años y que me gustaría compartir con vosotros. Este ex-curso o
divagación respecto al hilo o discurso principal de nuestro tema, no entra en el examen, sobra
decirlo.- Pero creo que puede
interesaros y ayudaros a entender algo del autor del Zaratustra pues expresa a su manera mis sentimientos hacia
Nietzsche, un filósofo (él prefería llamarse "psicólogo" aunque en
realidad era filólogo) con quien llevo conviviendo desde mi adolescencia. -Sé
que no es muy lógico en unos apuntes de Historia de la Filosofía que el
profesor empiece declarando su opinión -y hasta su odio- sobre Nietzsche.- En todo
caso la opinión debería ser lo último. Eso dictan no solo la pedagogía sino el
mero sentido común (el "menos común de los sentidos", según
Descartes).- Pero también hay razones superiores a la razón, razones de la
sinrazón contrarias a todo espíritu pedagógico. Por eso os lo copio aquí.
Porque tal vez sea ese el mensaje de Nietzsche: Confiar en su sinrazón (?) .
Copio este "poema casi en prosa" como homenaje al pensador Friedrich
Nietzsche: desdichado casi siempre: Casi toda su vida enfermo y miope: Sin
mujer, sin hijos, casi sin amigos: Sin lectores, sin trabajo... Finalmente, -tras su crisis o brote psicótico
de Turín que le lleva al manicomio- , convertido durante doce años (de 1888 hasta su
muerte en 1900) en un vegetal demente que a veces prorrumpe en frases
esquizofrénicas e incomprensibles ("Yo
no tiemblo a los pies de los caballos...").
Es un homenaje que yo hago
al filósofo que me llevó a estudiar Filosofía cuando tenía, como vosotros
ahora, cerca de 18 años. -Disculpad mi atrevimiento y que Nietzsche, autor de El Anticristo, descanse en paz.
FILÓSOFO EN
LA LOCURA
Llegó a
decir de sí mismo
que ya
no era un hombre
sino
dinamita.
- ¡Qué
tontería! Eras un hombre,
eras un
hombre... Y sin embargo
no deja
de ser verdad
que
divides en dos la historia occidental.
(Igual
que Diego Armando MARADONA
la del foot-ball).
Por
supuesto que vio
en su
hora más solitaria
el
error del siglo XX
(y, tal
vez, más allá, más allá...:
del
nuestro (el XXI) pues somos
Los
Últimos Hombres, en efecto.
Era el
alemán más sabio de su tiempo
totalmente
entregado
a las
fantasías
semi-homosexuales
del
Frenético Lysios en Eleusis;
no de Paphos ni de Gnido.
Era el
alemán mejor de su tiempo.
Eras el
alemán mejor de tu tiempo.
Eras un
poco mejor que
Richard
Wagner;
menos
perfecto que Goethe,
menos
rebelde que Heine,
menos
sabio que Jacobi,
menos
bello que Novalis
o
Hoffmannstahl; no eras Hegel.
Pero
ellos estaban muertos.
Todavía
no habíais hecho
lo de
Auschwitz1. Escucha,
lo que
(no) están perdiendo
los
alemanes : la Bestia Rubia
que tú
ensalzabas en cantos:
Nazis
todos a poco que rasques:
Los que
se casan con una cubana turca
y
lamentan los brotes neonazis
de los
jóvenes de las afueras de Dublín
son los
más peligrosos:
Racistas
reprimidos
al
límite de la psicopatía.
Como les ponen las negras
preparan
ya otro Matthausen.
La
están peinando.
A la
Cuarta Guerra Mundial
La
están cardando...
Y tú
igual, hijo de cura:
La
preparabas: ¿No queríais
volveros
irracionales?
Escribías
en los márgenes
y en
los espacios en blanco
de tus
tratados teológico-poéticos
en
sentido extra-moral
y todo
eso: "Dios ha muerto".
"Y
con Él han muerto todos los ideales".
Pero
Dios no puede morir,
so
loco,
¿no te
das cuenta?
Dios ha
muerto, nosotros lo hemos
matado,
cómo podremos consolarnos
del
crimen, nosotros los hiperbóreos
et caetera.
Julio
César Llanos a sus 20 años
simulaba
leer el Zarathustra
cuando
llegábamos a su casa.
- Estábamos
enfermos, intoxicados
por la
maldición contra el Cristianismo
en las
agonías
del
primer amor truncado.
-Está
claro, como dijo
el
amigo Juan Villalba,
que lo
tuyo es una abominación
del
padre, de tu padre
(aunque
Juan lo dijo mejor;
No lo
dijo así):
Dios ha muerto con tu padre.
Y
hablabas sabiamente
contra
los ideales ascéticos
y
"los héroes del teatro del espíritu".
Y
seguías diciendo
-tenías
carrete para rato-
que
sólo creerías
en un
Dios que bailase
(y
Kṛṣṇa baila, danza Hari).
Soñabas
no sé dónde,
en tus
libelos,
que
Dios es el gran bromista.
- ( Y asocio
los Merry Christmas
a la
Estrella de Bethelem
y al
nombre de Radha- Krishna.
La
Navidad, Fritz,
dícese
del Misterio del Nacer
del
Niño Ungido: IesusXto.
No es
preciso explicarlo
al hijo
del pastor
que
perdió a su padre
de
niño, Fritz, de niño...)
(Y
ojalá pueda yo algún día
pisar Yerusalem
y
bautizarme en Jordán
y
bañarme y ser curado
en
piscinas de Bethsaida,
renacer
en Nazareth. Y ojalá)
(Caminos
por los que anduvo
alguna
vez, el Señor; yo, algún día).-
Pero,
señor Nietzsche, Vd.,
usted...
Todo su
saber ser le había hastiado
allá
arriba en la montaña,
su águila
y su serpiente
pero
baja a la ciudad,
(a la Vaca de Colores en tu
jerga)
y ¿qué
demonios enseña?
Espíritu de la
Pesadez
(que a
veces me apodaba
el
amigo inmoralista J.B.),
Espíritu
de la pesadez,
a veces
estabas
de un
humor anacreóntico
y en
tus librejos
sacabas
tus juguetes -fetiches-
sacos-de-boxeo
favoritos:
Papá el
Pastor estaba muerto
(más
muerto que Dios
porque
Dios no existía
y si no
existía
no
puede morir.)
Te
estabas volviendo taraja,
majara,
tarumba , un venado de verdad
por
aquello que ocurrió
en el
gabinete con Esmeralda,
la cocotte bordelique del Dr. Phaustus...
Veías y
oías cosas
que te
partían el corazón:
un
caballo recibiendo latigazos...2
¡Oh
León de la Egandina,
el de
oídos muy pequeños
para
cosas inauditas,
único
filósofo desde Heráclito!
(¿No
exagera Vd. un poco?),
muchos
amigos míos han sido transtornados
por el
falso brillo de tus aforismos o epigramas,
chillidos
y ladridos, martillazos y maldiciones,
esprit de finesse y brutalidad teutománica,
ácidos
espumarajos
de tus
múltiples librejos.
Tú sí
que eras
"un
héroe del teatro del espíritu",
ibas de
catedrático-prodigio, de genio
(¿No
era este el colapso post-romántico
por el
que suspiraste tanto?
Ahí lo
tienes:
Vas a
ser muy famoso, Fritz,
¡¡muy
famoso!!,
mucho más
de lo que te has imaginado...
Pero en
cambio
¿quién
demonios
va a
besarte
con
semejante bigotes?
- Hombre
del resentimiento,
te
convertiste en lo que más aborrecías...
-Ya se
me va pasando, herr Nietzsche
esta...
suerte de ira que siento
(mezclada
con
"otras
condiciones fisiológicas
del
juicio de sentimiento").
Esta
aversión extrema que siento
por su
alma, sus libros, su cuerpo.
Crespo
cuerpo
- de bigotes no besados
ni en
cabaña,
ni en
montaña
ni en
el lago,-
está
muerto, muerto, muerto
mientras
que Yo no estoy muerto.
1Todos éramos mejores.
2 Y tú le hablabas en italiano
y bailas sobre el
piano
y ahora ya das
miedo, Fritz,
esto -tu muerte
cerebral-
va a ser menos duro
de lo que te habías
imaginado...
4. CONTEXTO
HISTÓRICO DE NIETZSCHE
“La influencia romántica
en Nietzsche la encontramos en aspectos de su filosofía como el interés y
valoración de la cultura griega, la ponderación del individuo, especialmente de
los más destacados y heroicos, frente a la universalidad ilustrada. Igualmente
se percibe el influjo romántico en el hecho de entender la verdad como algo
subjetivo, como producto humano, o en la valoración de la imaginación del
artista y su libertad. También hay una reminiscencia del citado movimiento en
la consideración de la naturaleza como algo vivo. La rebelión de Nietzsche
contra lo infinito y lo absoluto, tiene, asimismo, raíces románticas. Pero lo
que posiblemente más influyó en Nietzsche es la suplantación de la razón por lo
irracional a la hora de conocer la
realidad: la imaginación, la intuición y los sentimientos fueron colocados en
primer plano por los románticos, frente al racionalismo ilustrado. Esto explica
su admiración por Schopenhauer (1788-1860) y algunas conexiones con Kierkegaard
(1813-1855)“. (Sergio RÁBADE
(coord.) Historia de la Filosofía , libro de
texto, p. 362)
Las múltiples influencias del romanticismo a través de las
ideas musicales de Wagner son obvias
en el primer Nietzsche, el del Origen de la Tragedia (periodo
romántico o de “Filosofía de Artista”). El mismo Nietzsche se encarga en sus
autobiográficos de agradecer y de admirar la figura de Schopenhauer como educador. Más como tipo humano de filósofo que
por sus tesis. Sin embargo parece obvio que la voluntad de poder de Nietzsche le debe mucho al autor de El Mundo como Voluntad y Representación: Schopenhauer: La cosa-en-sí es la voluntad de ser según Schopenhauer mientras que Nietzsche dice que es la voluntad
de poder. En lo que no parecen coincidir es en la ética: porque
Schopenhauer sueña con una anulación del deseo semejante al nirvana búddhico
mientras que Nietzsche no parece creer en la afirmación psicológica según la
cual un aumento de la voluntad o del deseo (de las “necesidades”) conduce a un
mayor estado de sufrimiento.
En cuanto al
filósofo existencialista danés Kierkegaard (el autor del Diario de un Seductor, El
Concepto de Angustia y de Temor y
Temblor) coincide con Nietzsche en la necesidad de crear una nueva moral al
margen de cualquier código impuesto por una instancia exterior. También es un
defensor del irracionalismo en cuanto recuerda que en momentos de crisis,
cuando todo se derrumba y nos invade la angustia nos agarramos a Dios aunque no
sea racional. - Miguel de Unamuno (1864-1936) tomará mucho de
Kierkegaard para su Sentimiento Trágico
de la Vida.
Wilhelm Dilthey
(1833-1911) coincide con Nietzsche en la importancia que otorga a las
vivencias, a la psicología y a la poesía. Diferencia la explicación propia de las ciencias de la naturaleza, de la comprensión requerida por los fenómenos
que estudian las ciencias del espíritu (ciencias humanas o ciencias sociales
como la Psicología ,
la Sociología
o la Historia ).
Este afán hermenéutico, interpretativo también está presente en Nietzsche.
5. PERIODOS Y
OBRAS PRINCIPALES
1º) Periodo
romántico (“Metafísica del Artista”): Oposición Apolo-Dionisos. Influencia de Wagner y
Schopenhauer (1788-1860). Exaltación del arte. Antirracionalismo. La figura del
genio, del “espíritu libre” como
ideal . El Nacimiento de la Tragedia (1871). Consideraciones Intempestivas (1873-1876).
“Verdad y Mentira en Sentido Extramoral”.
2º) Periodo
ilustrado o positivista: Abandono de la visión romántica del arte. Ruptura
con Wagner. Enfermedad y jubilación. Comienza la vida de filósofo errante”. Filosofía
del desenmascaramiento. Explicaciones psicológicas ab inferiori (= desde lo inferior, lo demasiado humano). Se
aproxima a la visión de los ilustrados por su escepticismo y sus críticas. Humano, demasiado Humano (1875-1880).
3º) Filosofía
del Mediodía (Zaratustra): Parte positiva de su pensamiento. Voluntad de
poder. Eterno retorno. Übermensch (ultrahombre,
superhombre). Así habló Zaratustra (1885
en adelante).
4º) Periodo
crítico ( o Filosofía del martillo):
Necesidad de la destrucción de la religión, la filosofía y la moral.
Filosofar a martillazos para comprobar si los “ídolos” tienen o no
consistencia. Más allá del Bien y del Mal
(1886), Genealogía de la Moral (1887), El
Anticristo (1888). Crepúsculo de los
Ídolos ( 1888) La Voluntad de Poder (incompleta y póstuma).
A
partir de 1889 cae en la locura y en diversas extravagancias. Se hace cargo de él su hermana hasta su
muerte en 1900. Nunca recuperó la razón. Mientras su fama crece en Europa en
alas de artistas como Strindberg,
Thomas Mann, Stephan Zweig
y muchos otros, él permanece en la inconsciencia.
Baco-Dionisos
6. LA DESTRUCCION DE
LA TRADICIÓN OCCIDENTAL.
LA MUERTE DE
DIOS.
La obra filosófica de Nietzsche comienza con El Nacimiento de
la Tragedia (1871) que a primera
vista se presenta como un estudio filológico sobre los orígenes de la tragedia
griega pero que en realidad va mucho más allá de eso: se trata de una
metafísica de artista; es decir, de una meta-física cuyo "órgano"
-herramienta o método- y expresión es el arte:
El arte griego estaba basado en el
antagonismo de dos figuras: Apolo y Dioniso (Baco para los romanos). Si lo
apolíneo es lo racional, lo figurativo, lo que tiene un orden y una medida, la
luz, la claridad, la belleza, la individualidad, el "ensueño" (parecido
al concepto de lo Bello en Kant); lo
dionisíaco representa todo lo contrario: lo irracional, lo musical, lo que
desborda todo orden y medida, la obscuridad, el horror, la fealdad, la pérdida
de la individualidad, la "embriaguez" (semejante a la noción kantiana
de Sublime).
"Si hay un arte apolíneo y un arte
dionisíaco, es sólo porque lo apolíneo no tiene lugar de otro modo que como el
ensueño surgido del horror radical, como la visión luminosa del mártir
atormentado, y porque lo dionisíaco lleva en sí la necesidad de plasmarse en
imagen" (Martínez Marzoa, op. Cit., p. 378).
Pero lo apolíneo y lo dionisíaco son
algo más que dos tendencias o impulsos artísticos: son las dos potencias
fundamentales de la naturaleza ("naturaleza" no como la totalidad de
los entes naturales sino como la fuerza única del surgir y del brotar (phýsis)). La Naturaleza es el arte
originario: el caos que se da a sí mismo una figura ordenada, el tormento que
crea su propio sueño. El arte humano solo imita a la naturaleza en este
arrancarse al ocultamiento.
Apolo de Praxíteles
Cuenta Nietzsche que cuando el rey
Midas preguntó a Sileno (compañero de Dioniso) qué cosa era preferible a todas
las demás, Sileno contestó: "Miserable raza de un día, hijos del azar y
la fatiga, ¿por qué me fuerzas a decirte aquello cuya ignorancia sería para ti
lo más valioso? Lo mejor de todo es para ti totalmente inalcanzable: no haber
nacido, no ser, ser nada. Lo segundo es -morir pronto."
-"¿Cómo
se comporta con relación a esta sabiduría popular el mundo de los olímpicos?"
-Comenta Nietzsche-. "Como la
visión extática del mártir torturado se comporta con relación a sus tormentos.
"Ahora se nos abre el mágico
monte del Olimpo y nos muestra sus raíces. El griego conocía y sentía los
terrores y espantos del existir; para poder simplemente vivir, hubo de poner
delante de ellos el brillante ensueño de los olímpicos" (Friedrich Nietzsche, El Nacimiento de la Tragedia, 3). - El mundo apolíneo se inventó por
pesimismo, por nihilismo, por huir del espanto de la vida. Pero durante un
tiempo los griegos lograron mantenerse equilibrados y tuvieron, por así decir,
un doble cerebro racional (apolíneo) y a la vez frenético (dionisíaco). Solo a
partir de Sócrates se empezará a considerar bueno solamente a lo apolíneo,
tachando el torrente de vida dionisíaco de pecado.
Nietzsche se considera el sucesor de Heráclito:
Todo fluye, la guerra es la progenitora de todas las cosas. Acusa a Sócrates y
a Platón de haber inventado un trasmundo
para paralizar la vida y creer que hay unos valores trascendentes. El
cristianismo habría retomado estas ideas y las habría hecho religiosas: un más
allá con un Dios que premia y castiga. Kant con su distinción entre fenómeno y cosa-en-sí habría seguido la
misma línea. La ciencia moderna también. Toda la tradición metafísica
occidental es un error:
" Historia de un error
1. El mundo verdadero,
alcanzable para el sabio, para el piadoso, para el virtuoso,-éste vive en él, es
él.
(La forma más antigua de la idea,
relativamente cuerda, simple, convincente. Transcripción de la tesis `Yo,
Platón, soy la verdad´).
2. El
mundo verdadero, inalcanzable por ahora, pero prometido para el sabio, para el
piadoso, para el virtuoso (`para el pecador que hace penitencia´).
(Progreso de la idea: se hace más sutil, más
insidiosa, más inasible -se hace mujer,
se hace cristiana...).
3. El
mundo verdadero, inalcanzable, indemostrable, no prometible, pero, ya como
pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(En el fondo el viejo sol, pero a
través de niebla y skepsis; la idea devenida sublime, pálida, nórdica,
königsbergiana).
4. El
mundo verdadero -¿inalcanzable? En todo caso no alcanzado. Y, como no
alcanzado, también no conocido. Por lo tanto, no consolador, no liberador, no
obligatorio: ¿a qué podría algo desconocido obligarnos?...
(Mañana gris. Primer bostezo de la
Razón. Canto del gallo del positivismo).
5. El
`mundo verdadero´ -una idea que ya no sirve para nada, que ya no obliga - una
idea que ha llegado a ser inútil, superflua, por lo tanto una idea refutada: ¡eliminémosla!
(Día claro; desayuno; retorno del bons sens y de la serenidad; rubor de Platón;
diabólico alboroto de todos los espíritus libres).
6. Hemos
eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo queda?, ¿quizás el aparente?... ¡No!
¡con el mundo verdadero hemos eliminado también el aparente!
(Mediodía; instante de la sombra más
corta; final del más largo error; punto más alto de la humanidad, INCIPIT
ZARATHUSTRA)." [ =Aquí empieza Zaratustra]
(Friedrich Nietzsche, Crepúsculo
de los Ídolos (1889), "Cómo el mundo verdadero acabó por devenir una
fábula")
Según Nietzsche no hay otro mundo más
que el aparente, el más acá. No hay más valores ni normas morales que los que
el hombre se crea. El mundo no tiene sentido. El Tiempo “es un niño que juega a los dados”,
un niño que juega, que hace castillos de arena y luego los destruye. ¿En
qué se puede creer entonces? En la vida. ¿Qué será valioso? La
salud.
¿Por qué inventaron Sócrates y Platón
el reino
de las ideas, del ser permanente? Porque eran minusválidos del instinto
incapaces de soportar la inseguridad vital y el devenir. Sentían menosprecio
hacia la vida. Eran unos decadentes
opuestos al espíritu trágico de los griegos.
Los cristianos movidos por el mismo espíritu de venganza (hombres del resentimiento) representan la moral de los plebeyos, de los esclavos
frente a la moral de los señores.
Para ellos todo lo que potencia la vida –cuerpo, voluptuosidad, orgullo,
fuerza, ambición, instinto, pasiones- es malo. Y es bueno todo lo enfermizo: la
humildad, la miseria, el dolor, la pobreza de espíritu, el sacrificio. Así se
obró una transvaloración de los valores
por la cual “lo bueno” de la moral de la
época trágica de los griegos pasó a ser acuñado como “malo” a partir de Sócrates
y “lo bueno” (sinónimo de excelente en la antigua forma de valorar) pasó a
considerarse “malvado”.
La ciencia moderna obedece a impulsos parecidos. Cree como Sócrates en
un trasmundo de verdades permanentes
pero detrás de ellas no hay más que voluntad de poder: la ambición de hacer el
mundo inteligible cuando en realidad no se deja captar por los conceptos. Todo
concepto es en cierta forma una mentira. En una ley de la naturaleza sólo
podemos conocer lo que aportamos. No hay hechos; sólo interpretaciones. Además
las ciencias no pueden decirnos una sola palabra sobre nuestra vida y son las
mejores servidoras del Estado.
El desarrollo de la historia ha
desenmascarado todos los idealismos. Esto es la muerte de Dios, el nihilismo. Nietzsche se pregunta qué
hacer. (El mundo suprasensible ha perdido su función y su credibilidad; el
hombre está sin brújula: eso es el nihilismo).
7. LA VOLUNTAD DE PODER. EL ETERNO
RETORNO. EL ULTRAHOMBRE
¿Cómo se puede vivir después de la
muerte de Dios? Según Nietzsche, aceptando
el impulso más fuerte del ser humano: la voluntad
de poder. Esta sed de dominio es por un lado la tendencia a superarse
siempre a uno mismo y por otro el afán de dominar a los demás. Incluso detrás
de comportamientos aparentemente no egoístas como el ascetismo, la ciencia o la
caridad se esconde esta voluntad de poder.
La voluntad de poder es también la
esencia del mundo: todo lo viviente tiene la propensión a desarrollarse
máximamente a costa de los demás.
Como Dios ha muerto y con él todos los
valores trascendentes, ahora lo único sagrado será la vida, la tierra, lo que
da salud al hombre. El hombre fuerte
es el que se da cuenta de que detrás de todo sistema de valores y de todo
saber, está la vida, es decir, la sed de dominio. Esto dará lugar a una forma
heroica y trágica de vivir que es capaz de mirar lo más horrible y lo más bello
de la existencia, el mundo como el juego de un niño. El hombre fuerte es el que
acepta y conoce la voluntad de poder como impulso fatal del hombre y del
universo (ejemplos de hombres fuertes: primero
fueron los genios artísticos, luego Napoleón, Cesar y otros). Crea sus
propios valores y convierte su vida en un experimento.
Algo que debe asumir este hombre que
conoce la voluntad de poder es su caducidad, su mortalidad. En conexión con
este aceptar la propia finitud plantea Nietzsche su idea más oscura: el hombre
debe amar su vida de tal manera que desee vivirla infinitas veces de manera
idéntica hasta en sus detalles.
"El más pesado
peso.- Qué ocurriría si un día, o una
noche, un demon se deslizase en tu más solitaria soledad y te dijese: ' Esta
vida, tal como ahora la vives y la has vivido, tendrás que vivirla una vez más
e innumerables veces más; y no habrá nada nuevo en ella, sino que cada dolor y
cada placer y cada pensamiento y cada
suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y lo indeciblemente grande de tu vida
ha de retornar para ti, y todo en la misma serie y sucesión -e incluso esta
araña y este claro de luna entre los árboles, e incluso este instante y yo mismo.
El eterno reloj de arena de la existencia es siempre de nuevo vuelto -¡y con él
tú, partícula de polvo entre el povo! '- ¿Te arrojarías al suelo, rechinando de
dientes, y maldecirías al demon que te hablaba así? O has vivido un enorme
instante en el que le responderías: ' Tú eres un dios y jamás he oído nada más
divino! ' Si aquel pensamiento adquiriese poder sobre ti, a ti, tal como tú
eres, te transformaría y, quizás, te aplastaría; ¡la pregunta '¿quieres tú esto
una vez más e innumerables veces más?', a propósito de todo y de cada cosa,
estaría como el más pesado peso sobre tu actuar! O ¿cómo tendrías que estar a
bien contigo mismo y con la vida para no aspirar a nada más que a esta última, eterna confirmación y
sanción? "
(Friedrich
Nietzsche, La Gaya Ciencia, libro IV,
penúltimo parágrafo)
Visto así el eterno retorno es una hipótesis con significado ético: En vez de un
más allá unido a un tiempo lineal, debemos desear una repetición eterna de
nuestra vida del más acá. Sin embargo Nietzsche plantea esto también como una
concepción cosmológica: La materia y la fuerza del universo son finitas; en
cambio, el tiempo es infinito; en un tiempo infinito se deben repetir
innumerables veces las mismas vidas igual que si lanzamos cuatro dados
infinitas veces se producirán determinadas combinaciones infinitas veces. Con
ello, resulta imposible escaparse por completo de la vida. Se eterniza lo
perecedero. (La idea del eterno retorno en parte contraría a la voluntad de
poder con su tendencia a la autosuperación).
Según
Nietzsche el hombre no es más que un puente hacia el superhombre (ÚberMensch = ultrahombre, según algunos intérpretes). Nietzsche a
veces presenta a éste como una especie evolucionada a partir del homo sapiens al igual que el ser humano
lo es respecto al mono (con frecuencia Nietzsche recurre a toques darwinistas
en su filosofía). Lo que es seguro es que el superhombre es el ser que sabe la
idea del eterno retorno y la asume pues esta idea produce la transformación
decisiva de la existencia. El superhombre es el hombre fuerte, el hombre
creador, el que no tiene fe en nada sobrehumano, no respeta más valores que los
que él mismo se dicta, se ríe de las pretendidas verdades de la ciencia y la
filosofía, comprende el mundo mediante metáforas, soporta la inseguridad mejor
que nadie, posee un egoísmo pródigo, no se engaña respecto a la voluntad de
poder, permanece fiel a la tierra, entiende la vida como un juego, desprecia el
igualitarismo y la compasión, no desea un trasmundo. Es decir, constituye el perfecto
anticristiano, el ateo por excelencia. El hombre posterior al nihilismo.
Sin embargo Nietzsche nunca hizo una
caracterización clara del superhombre. En parte porque su filosofía positiva se
expresa de forma poética (Zaratrusta). Quizás porque no fue capaz de decir cómo
viviría el superhombre, de traducir su filosofía a un proyecto existencial.
8. COMENTARIO
DEL TEXTO DE LAS TRES TRANSFORMACIONES POR OSHO.
(Extracto de Osho, Zarathustra. Un Dios que puede bailar
(1961); pp.106 a 118 de la edción en castellano de 1997)
- ”Tres transformaciones del espíritu os
menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el
león, por fin, en niño. (…)
"Zarathustra divide la evolución de la
conciencia en tres símbolos: el camello, el león y el niño.
"El camello
es una bestia de carga, listo para ser esclavizado, nunca rebelde. Nunca puede
decir que no. Es un creyente, un seguidor, un esclavo fiel, esto es lo más bajo
en la conciencia humana. El león es una revolución. El comienzo de la revolución
es un 'no' sagrado.
"En la
conciencia del camello hay siempre necesidad de alguien que guíe, y alguien que
le diga: "Debes hacer esto". Necesita los diez mandamientos. Necesita
todas las religiones, todos los sacerdotes y todas las escrituras sagradas
porque no puede confiar en sí mismo, no tiene coraje ni anhelo por la libertad,
es obediente.
"El león es
un anhelo por la libertad, un deseo de destruir todas las prisiones, el león no
necesita ningún líder; es suficiente para sí mismo. No permitirá que nadie le
diga: 'Tú debes', eso es un insulto para su orgullo, sólo puede decir 'Yo
quiero'.
"El león es
responsabilidad y tremendo esfuerzo por librarse de todas las cadenas. Pero ni
aún el león es la cima más alta del crecimiento humano, la cima más alta es
cuando el león atraviesa una metamorfosis y se vuelve un niño. El niño es
inocencia, no es desobediencia, no es creencia, no es incredulidad, es pura
confianza... es un "sí" sagrado a la existencia."
(...) "Y solamente después del león,
después del Gran No... el Sí sagrado de un niño es posible.
"El niño dice sí,
no porque tenga miedo, dice sí porque ama, porque confía. Dice sí porque es
inocente; no puede concebir que sea engañado... su sí es tremenda confianza...
no proviene del miedo, proviene de la profunda inocencia; lo que yo llamo
divinidad.
"Zarathustra de
algún modo tiene un gran principio: 'Dios ha muerto y el hombre es libre por
primera vez', con Dios allí el hombre nunca puede ser libre, puede ser
políticamente libre, puede ser económicamente libre, puede ser socialmente
libre, pero espiritualmente permanecerá siendo un esclavo y permanecerá siendo
como una marioneta.
(...) "Es a causa
de esto que Gautama Buda, Mahavira y Zarathustra, tres grandes profetas del
mundo han negado la existencia de Dios. Te sorprenderá, su argumento para negar
a Dios es un argumento muy extraño, pero muy significativo. Ellos dicen:
'Mientras Dios esté allí, el hombre no tiene posibilidad de tornarse totalmente
libre'.
"La libertad del hombre,
su dignidad espiritual depende de que no haya Dios (...) Zarathustra usa un
lenguaje muy fuerte, es un hombre de lenguaje fuerte, él llama a Dios 'El Gran
Dragón'.
(...) "Todas las
religiones, todas las religiones principales, están incluidas en el dragón.
Todas ellas dicen que todos los valores han sido creados, no hay necesidad de
que tú decidas nada. Todo ha sido decidido para ti por personas que son más
sabias que tú. No hay necesidad de 'Yo quiero'.
(...) "¿Se les ha
ocurrido alguna vez a los hindúes, a los cristianos, a los budistas o a los
mahometanos, la idea de libertad? No. Dicen todos a una sola voz: 'Todo ha sido
ya decidido. Simplemente debemos seguir. Y aquellos que siguen son virtuosos y
aquellos que no siguen caerán en los fuegos del infierno por toda la
eternidad'.
(...) "El niño es
el pico más alto de la evolución en lo que concierne a la conciencia. Pero el
niño es sólo un símbolo; no significa que los niños sean el estado más alto del
ser, un niño es usado simbólicamente porque es cognoscible. Es inocente, y
porque es inocente está lleno de admiración, y porque sus ojos están llenos de
admiración, su alma ansía lo misterioso. Un niño es un comienzo, un juego, y la
vida debería ser siempre un comienzo y siempre un juego; siempre una risa y
nunca seriedad.
(...) "Recuerda que
estás donde está el camello, recuerda que tienes que moverte hacia el león,
recuerda que no tienes que detenerte en el león, tienes que moverte aún más
lejos, a un nuevo comienzo, a la inocencia y al sí sagrado: al niño.
"El real sabio se
torna nuevamente un niño... el círculo es completo: del niño al niño
nuevamente. Pero la diferencia es grande. El niño, como tal, es ignorante.
Tendrá que pasar por el camello, por el león y regresar al niño; y este niño no
es exactamente el antiguo niño, porque no es ignorante. Se ha movido a través
de todas las experiencias de la vida: la esclavitud, la libertad, un sí
impotente, un no feroz, y aun así ha olvidado todo eso.
"No es ignorancia
sino inocencia... el primer niño era el comienzo de un viaje... la segunda infancia
es la terminación del viaje."
Gianni Vatttimo
9. LAS
INTERPRETACIONES SOBRE NIETZSCHE
(
Extraído de Gianni VATTIMO, Introducción
a Nietzsche).
Por su oscuridad, por su carácter
asistemático y metafórico, por la fascinación de su biografía, por su final
trágico, Nietzsche ha sido variadamente
interpretado.
Al principio influyó sobre todo a los
artistas: “de Kafka a Musil, de Rilke a
Thomas Mann, de Strindberg a Gide” (Vattimo, obra citada, pág. 152).
En 1931 A .Baeumler (Nietzsche, Der Philosoph und Politiker) inició la interpretación nazi. Es cierto que hay temas que lo propiciaban:
desprecio del igualitarismo, exaltación de la fuerza y la salud, odio a la
mentalidad judeocristiana, inmoralismo, rechazo de la compasión. Los nazis lo
convirtieron en su filósofo. También
es cierto que algunos anarquistas lo
retomaron como padre espiritual de sus perspectivas revolucionarias. En defensa
de Nietzsche cabe decir que renunció a la nacionalidad prusiana, atacó con frecuencia
al káiser y rompió con una editorial por publicar escritos antisemitas. Parece
demostrado que Hitler no llegó a leer a Nietzsche más que en divulgaciones.
No han faltado tampoco
interpretaciones por parte de los teólogos:
Tanto atacó al Dios cristiano, que en realidad lo andaba buscando.
La lectura existencialista de
Nietzsche desde Jaspers (1936) a Heidegger (1961) es la dominante
tras la Segunda Guerra
Mundial: Nietzsche como teórico de la crisis de la conciencia europea.
En los últimos años se estudia a
Nietzsche sobre todo en el ámbito de la filosofía hermenéutica nacida de Heidegger y recogida por Gadamer.
10. VIGENCIA Y ACTUALIDAD
(Nietzsche desde la
visión de Peter SLOTERDIJK en Temperamentos
Filosóficos (2009))
"Aun
siendo un escándalo para los demócratas y un disparate para los catedráticos,
el nombre de Friedrich Nietzsche sigue haciendo latir fuertemente los corazones
de artistas y revisionistas. El motivo para esta disparidad en los destinos de
su recepción lo ofreció la misma obra de Nietzsche al tomar de unos más de lo
que estaban dispuestos a dar, y al dar a
los otros más de lo que de entrada
podían tomar. Por ello están éstos fascinados mientras que aquéllos tienen sus
reparos (...). Los amigos y los adversarios de Nietzsche sólo coinciden en
definir su obra como una especie de metafísica de artistas (...). La ideología
estética no significa para Nietzsche la liberación de la irreflexión, ni
tampoco satisface la demanda de ética a mitad de precio para artistas y otros jamás-adultos (...)
"Nietzsche
saca a la luz un conjunto de hechos que hasta entonces habían estado apenas
iluminados explícitamente, que indican que la tarea de sacar afuera la propia
vida a partir del encanto en bruto y convertirla en una obra sui generis puede adoptar el carácter de
una lucha a vida o muerte. De ahí que Nietzsche sea en última instancia más
psicagogo que psicólogo, aunque su genio psicológico, en las puertas del siglo
XX, el siglo de la psicología, aparezca como una monumental figura de guardián;
incluso Sigmund Freud, el héroe de la psicologización, tuvo ocasión de negar
durante toda su vida que hubiera alcanzado su territorio a través de la puerta
de Nietzsche (...).
"Como
psicagogo de la Edad Moderna, Nietzsche es el guía en la bella tentación de
crear grandes figuras de vida teniendo como materiales el talento y el
carácter. Por consiguiente, parece que Nietzsche colocó en el mundo algo más
que una racionalización de las adversidades de su propia vida.
"(...)
El término "superhombre" de Nietzsche, que tan mala fama ha tenido,
no significa otra cosa en este contexto que la exhortación a crear, a partir
del producto semielaborado que madres y docentes despachan al mundo, una obra
de arte del Yo que se forma plásticamente a sí misma. De este programa se sigue
consecuentemente la transición desde la prioridad del autoconocimiento a la
prioridad de la autorrealización.
"(...)
El sueño de reformador de Nietzsche fue, como todos sabemos, desatar una
contrarrevolución de salud contra el morbus
metaphysicus [enfermedad metafísica]
que, con sus inhibiciones, había cautivado al mundo occidental desde los días
de Sócrates y de Pablo (...) La repercusión más importante de Nietzsche podría
hallarse en su talento para conferir a las sagradas escrituras, en parodias
serias, unos significados opuestos e insospechados. Cantó viejas letras con
nuevas melodías y compuso nuevas letras para las melodías viejas (...) Como
fundador bufón de una religión, formuló de nuevo su sermón de la montaña y
reescribió las Tablas del Sinaí; como antiplatónico, trazó escalones terrenales
de poder y de fuerza para el alma, cuya voluntad está en ascender a lo más
alto. Podemos vacilar a la hora de denominar éxito general a su reescritura de
los textos y a su redireccionamiento de las fuerzas. Pero pendiente y más
actual que nunca sigue siendo el hábito de los ensayos de Nietzsche de
reformular el espíritu de las leyes morales en correspondencia con los tiempos
presentes. Quizás sí podemos aprender algo del arte paródico de Nietzsche para
la tarea de reescribir las Tablas en las que consten las reglas para la
supervivencvia del animal industrioso que es el Homo sapiens. Podría resultar que transmutar los valores y
permanecer fieles a la Tierra fueran tareas que van a desembocar en lo
mismo".
11. COMENTARIO
FINAL A "DE LAS TRES TRANSFORMACIONES".
(...) "La filosofía de Nietzsche es la
última filosofía. No porque
Nietzsche, o Hegel y Nietzsche, sean 'culpables' de la eliminación de la
filosofía; no, Hegel y Nietzsche son filósofos, los últimos grandes filósofos;
ellos no hicieron otra cosa que decir lo que había. Después de ellos no queda
como 'filosofía' otra cosa que la posibilidad de aprovechar de diversas maneras
las migajas del gran festín, de ordenar de diversos modos los materiales
carentes ya de espíritu. La diversidad de actitudes y elaboraciones
'filosóficas' puede ser mayor que nunca (...). Totalmente al margen de esto,
queda, sin embargo, la posibilidad de una meditación esencial sobre la
filosofía misma, meditación a la que pertenecen cuestiones como éstas:
"¿Por qué
acontece la pregunta por el ser, y por qué, finalmente, no acontece? ¿Por qué aquello que continuamente mencionamos,
aquello en cuya mención (es, sea)
consiste nuestra existencia, es , para nosotros, nada, una palabra
absolutamente vacía?, ¿no resulta entonces nuestra misma existencia, que
consiste en decir es y decir sea, algo absolutamente vacío? ¿Por qué
la palabra 'verdad' significa todo y, a la vez, no significa nada? (...) "
(Felipe MARTÍNEZ MARZOA, Historia
de la Filosofía ** (1973), p. 425)
Con
estas preguntas dramáticas cerraba el maestro Martínez Marzoa la historia de la
metafísica occidental: No se puede ir más allá de Nietzsche, no puede haber
filosofía verdadera después de Nietzsche porque Nietzsche supone el
cumplimiento de esa misma metafísica.
El texto del comentario puede
prestarse a simplificaciones:
Entenderlo de manera obvia como
que Nietzsche está diciendo que el espíritu humano (tanto a nivel individual o
psicológico como a nivel cultural o colectivo) pasa por una etapa de sumisión y
auto-humillación (camello) hasta que se
rebela contra toda norma impuesta por el Dragón/Dios/Tú Debes (león) y termina
por convertirse en un ser inocente, puro y creador de nuevos valores (niño).
-Dicho así el fragmento se transforma en una parábola ñoña: Camello sacrificado
se vuelve León libre del santo-decir-no que a su vez se transforma en
santo-decir-sí del Niño. -O si se pretende vulgarizarlo más: Una ama de casa
harta de trabajar como una camella se transforma en leona en el fondo de su
propio desierto y luego (tras haberse divorciado y abandonado a sus hijos) en
niña sabia e inocente.
Para evitar esta falta de profundidad
en la interpretación es necesario poner en relación al Camello con todo lo
dicho sobre la "Destrucción de la Tradición Occidental" y la
"Moral de Esclavos". El "Dragón" y la rebelión del León
contra el Deber deben ser enmarcados dentro de las concepciones de Nietzsche de
la Muerte de Dios, de la Transvaloración de todos los Valores (Umwertung aller Werte) y del Nihilismo. Por último, el Niño es algo
más que inocencia o "nuevo comienzo"; hace referencia al Superhombre
(Übermensch), el que asume la
Voluntad de Poder y el Eterno Retorno.
Por último, quizás convenga comentar en este punto cómo concebía
Nietzsche su obra Also sprach
Zarathustra, a la que llamaba "Mi Hijo":- Para empezar no se
trata de un ensayo filosófico como otros del mismo autor, sino de una especie
de "Poema Didáctico" con personajes orientales como el profeta persa Zoroastro
-o Zaratustra; supuestamente el creador de la moral como creador de la primera
religión dualista: Ormuz (el Bien, el Águila) vs. Ahrimán (el Mal, la
Serpiente); por ello también ha de ser el primero que lo reconozca y se
retracte- y un tono que recuerda por su estilo aforístico o por el gusto de las
letanías a las Escrituras Sagradas como el Evangelio o -sobre todo- los
Discursos atribuidos a Buddha. A
Nietzsche le impresionaron sobre todo los textos del canon budista y aunque el protagonista
de su Poema Didáctico se llame Zaratustra posee más rasgos búdicos e hindúes
que zoroastristas. Hermann HESSE (1877-1962) en su novela Siddartha (1922) trajo de
nuevo a la India a Zaratustra, en el sentido de que su personaje es un
personaje nietzscheano en la India del siglo V a.C. En mi opinión el resultado
es superior al Zaratustra de
Nietzsche (obra, a mi juicio, extraña y
excesiva; mala poesía didáctica con retazos visionarios).- Sin embargo como el
propio Nietzsche prefería clasificar Así
habló Zaratustra -Un Libro para todos y para nadie- , es como una "Sinfonía". Nietzsche estaba muy interesado y conocía
muy bien la música sinfónica. De hecho compuso la Ermanarichsinfonie y otras piezas como la Meditación de Manfredo, El Himno a la Amistad y El Eco de una Noche de San Silvestre. Los
principios que estructuran las cuatro partes del Zaratustra presentan varias
analogías con la forma musical de la "Sinfonía". Nietzsche se propuso
expresarse en un lenguaje cantarín y es posible distinguir capítulos en tonos
menores y en tonos mayores. De modo que
se hace necesario escuchar el Zaratustra como si se tratase de una obra musical
más que entenderlo e interpretarlo de manera meramente intelectual.
Aun así subsistirá un fondo obscuro:
Nietzsche no se cree el señor y creador de su obra sino el médium, como si
Zaratustra se hubiera valido de él como un canal para entrar en la realidad
(concepto romántico de la inspiración artística compartido con Wagner). Es
decir, Nietzsche es un poeta o un músico que a la hora de componer, como una
torre, su Zaratustra se atiene tanto a criterios formales o estéticos como a
criterios racionales o puramente filosóficos. Nietzsche es un lírico -y no solo
un pensador académico- cuando vuelca su propio sentimiento vital a sus 39 años
de ir hacia los hombres, de buscar amigos y lectores a los que enseñar su
visión. Pues sin duda el hombre Nietzsche es (o quisiera ser) Zaratustra del
mismo modo que Cristo es Dios. - Tal vez por todo ello, por esta variedad de
aspectos, y por su novedad, es "uno de los libros más conocidos (al menos de título) de
la literatura filosófica; cosa que proporcionó, además, a la filosofía,
últimamente, una popularidad mayor de la que gozaba desde hacía mucho
tiempo" (Curt Paul JANZ, op. cit. En la Bibliografía, tomo 3, "Los
Diez Años del Filósofo Errante" (1879-1888), p. 190).
ACTIVIDAD ESCRITA SOBRE NIETZSCHE
1.
Resume en un párrafo lo que te parezca
más interesante de la biografía de Nietzsche diferenciando los distintos
periodos: Juventud, profesor en Basilea, ruptura con Wagner, filósofo libre,
demencia y muerte.
2.
Comenta lo que te sugiera la fisonomía de Nietzsche a través de las fotos y
retratos que se conservan de él.
3.
Resume en un párrafo el contexto de la obra Así
habló Zaratustra.
4.
Comenta lo que quieras sobre el poema "Filósofo en la Locura".
5.
Explica a tu manera y opina acerca de lo apolíneo y lo dionisiaco, la
destrucción de la metafísica occidental y la "historia de un error"
(3 párrafos).
6.
¿Qué crees que piensa Nietzsche de todos los pensadores anteriores -desde
Sócrates y Platón a Kant y Hegel- que hemos estudiado a lo largo del curso (1
párrafo).
7.
Explica con tus propias palabras, ejemplos y giros de expresión, y opina acerca
de la voluntad de poder (Wille zur Macht),
el eterno retorno y el superhombre (3 párrafos).
8.Comenta
lo que quieras sobre los textos o extractos sobre Nietzsche de Osho, Vattimo y
Sloterdijk (1 párrafo).
9.
Redacta una conclusión final seria, sincera y con contenido sobre este último
tema de Nietzsche y sobre la Filosofía en general de 1º y de 2º de bachillerato
(2 párrafos)
11.
BIBLIOGRAFÍA
- Albert CAMUS, El Mito de Sísifo; El Hombre Rebelde.
- Gilles DELEUZE, Nietzsche y la Filosofía (1962).
- Eugen FINK, La Filosofía de Nietzsche.
- Martin HEIDEGGER, Nietzsche
- Friedrich
NIETZSCHE, Sobre Verdad y Mentira en
Sentido Extramoral; El Origen de la Tragedia; Humano,
demasiado Humano; Genealogía de la Moral; Crepúsculo de los Ídolos; Más allá
del Bien y del Mal; Así habló Zaratustra; Ecce Homo; El Anticristo.
- Curt paul JANZ, Friedrich Nietzsche (biografía en tres
tomos) (1978).
- OSHO, Zarathustra, un Dios que puede bailar
- Peter SLOTERDIJK, Temperamentos Filosóficos (2009).
- Gianni VATTIMO, Introducción a Nietzsche (1985).
- Stephan ZWEIG, La Lucha contra el Demonio: Hölderlin,
Kleist, Nietzsche.
12. AUDICIONES Y PELÍCULA.
- Óperas de Wagner:
En especial, Tristán e Isolda
(lamento final de Isolda), Parsifal, la
Cabalgata de las Valquirias, El Holandés Errante y el Anillo de los Nibelungos, de las que oiremos en clase algunos
fragmentos.
- El texto de
"Las tres transformaciones" podrías ser recitado mientras se escucha
como música de fondo la célebre versión de Strauss de Así habló Zaratustra
(Also Sprach Zarathustra) y se
proyecta la primera escena de la película de Stanley Kubrick : 2001: Una Odisea en el Espacio.
- La directora
italiana Liliana Cavani realizó la película Más
allá del Bien y del Mal sobre el
triángulo amoroso entre Lou-Andreas Salomé, Nietzsche y Paul Rée.
T16. EL EXISTENCIALISMO.
COMENTARIO DE TEXTO DE JEAN PAUL SARTRE (1905-1980)
EL EXISTENCIALISMO
ES UN HUMANISMO (1945)
"Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo
que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a
sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al
mundo, es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en el
poder de la pasión. No pensará nunca que una bella pasión es un torrente
devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos y que por
consecuencia es una excusa; piensa que el hombre es responsable de su pasión.
El existencialista tampoco pensará que el hombre puede encontrar socorro en un
signo dado sobre la tierra que le orienta; porque piensa que el hombre descifra
por sí mismo el signo como prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin ningún
apoyo ni socorro, está condenado a cada instante a inventar el hombre".
Jean Paul SARTRE, El existencialismo es un
humanismo (1945 y 1949).
1. SITÚA AL AUTOR EN SU MOMENTO HISTÓRICO.
De Wikipedia, la enciclopedia libre:
1.1 LA
OBRA.
El
existencialismo es un humanismo (1946) es una transcripción taquigráfica de una conferencia
del escritor y filósofo francés Jean-Paul Sartre, que se considera
el manifiesto del existencialismo. El 29 de octubre de 1945, el club "Maintenant", creado por Jacques Calmy y Marc Beigbeder después de la Segunda Guerra
Mundial
y la liberación de Francia, organiza en la
Sala de los Centrales, en París, una conferencia
de Jean-Paul Sartre titulada "El
Existencialismo es un humanismo". La conferencia se anunció con bombos y
platillos en los principales medios de comunicación y aunque los organizadores
presumían cual sería la respuesta, la velada superó todas las previsiones. Boris Vian hizo una recensión
en La espuma de los días: empujones, sillas rotas, damas
desmayadas, Sartre obligado a abrirse
paso a codazos. Había nacido el existencialismo. Sartre y Simone de Beauvoir se convertían en
el símbolo de toda una generación. A pesar del éxito de la conferencia, no
estaba previsto publicar nada. Un editor lo hizo en 1946 sin contar con el permiso de Sartre. Sartre
primero se dedica a responder las críticas hechas por pensadores cristianos o marxistas, especialmente a
las de los comunistas a los que trata de
aproximarse. Luego expresa lo que él entiende suma confusión: hay dos sentidos
(especies) existencialistas, que tienen en común el considerar que "la
existencia precede a la esencia", están "los cristianos"
como Jaspers y Marcel, y están "los ateos" como Heidegger y él mismo.
Su introducción es clara aunque simple y explica lo que es el existencialismo,
por lo que es accesible a gente sin formación filosófica. El hombre empieza por
existir, rodeado de circunstancias: el mundo natural, la cultura de su sociedad;
en donde no hay pistas ni señales que indiquen en sus circunstancias cómo debe
vivir. El hombre es diferente a la naturaleza, tiene conciencia de sí mismo. La
cultura va cambiando con
el tiempo, es pura
subjetividad. Por lo que el hombre es un proyecto que se realiza
viviendo, no puede hallarse una esencia que explique qué es ser hombre, él es
responsable de sí mismo. Y este "sí mismo", se refiere a la
subjetividad entendida en su acepción "imposibilidad de sobrepasar la
subjetividad humana" (es la otra noción como "individualismo" lo que
confunde y genera rechazo).El hombre, sin un Dios que justifique sus valores
morales o éticos para legitimar su conducta, cada vez que elige se enfrenta a
sí mismo sin justificaciones o excusas: condenado a ser libre. Condenado, como
un estado o condición impuesta, significa que no elige y sin otra opción es
(este "es" como acto no como esencia) libre; y como una condición que
angustia de un ser
"arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace".La moral existencialista se
asemeja al arte, en ambos casos
hay creación e invención. Como no puede decirse a priori de un cuadro cómo debe hacerse
sino que se juzga como cosa hecha.
El hombre vive inmerso en el mundo y se realiza viviendo, un ser que siempre es
el mismo frente a situaciones que varían, y elige siempre en ese contexto. Como
hombre se enfrenta a sí mismo, y como su existencia es dada por lo que los
demás reconocen en él, sus circunstancias también incluyen a todos los hombres.
Y sólo se puede juzgar, como un juicio lógico, si sus acciones
están fundadas en el error o en la verdad: la libertad que se busca a sí misma
desde lo abstracto a lo concreto.1Se pueden leer en
esta obra las precisiones que Sartre hace sobre el concepto de existencialismo,
sobre todo como precisiones filosóficas:"...entendemos
por existencialismo una doctrina que hace posible la vida humana y que, por
otra parte, declara que toda verdad y toda acción implica un medio y una subjetividad
humana".(Jean-Paul
Sartre,
El existencialismo es un humanismo). La noción de sentido de la Historia que desarrolla Hegel es rechazada. Para Sartre, la libertad del
ser humano está tan unida a su propio devenir que nadie puede predecir, ni
siquiera de modo rudimentario qué giro experimentará la Historia. Eso le lleva
a rechazar el optimismo marxista. La moral
Kantiana también es
rechazada. Sartre toma el ejemplo de un joven ante la decisión de permanecer
ocupándose de su madre o unirse a la Resistencia en Londres. En ningún caso la
máxima de su acción será moral ya que tendrá necesariamente que sacrificar un
"fin en sí" para reducirlo al rango de "medio": abandonar a
su madre es el medio de llegar a Londres, abandonar a los resistentes en cambio
es el modo de ocuparse de su madre. Eso ilustra su famosa y específica teoría de los cobardes y
los ruines: "A unos de ellos, que se esconderán, por seriedad o por
excusas deterministas, su libertad total, los llamaré cobardes; a los otros,
que tratarán de demostrar que su existencia es necesaria, cuando es la
contingencia misma de la aparición del hombre en la tierra los llamaré ruines".
La posteridad recordará como aforismos dos de sus frases:"la existencia
precede a la esencia"."el hombre está condenado a ser libre".
EL AUTOR
Jean-Paul Charles Aymard
Sartre (París,
21 de
junio de 1905 – 15 de abril
de 1980), conocido
comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue un filósofo,
escritor y dramaturgo francés,
exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Fue el décimo escritor
francés seleccionado como Premio Nobel de Literatura (1964),
pero lo rechazó explicando en una carta a la Academia
Sueca que él tenía por regla declinar todo reconocimiento o distinción y
que los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente,
sin pasar por las instituciones. Fue pareja de la también filósofa Simone de Beauvoir.
Foto de Simone
de Beauvoir a los 45 años http://gramscimania.blogspot.com/2011/01/datos-sobre-simone-de-beauvoir.html
BIOGRAFÍA
Los padres de Sartre
fueron Jean-Baptiste Sartre, un oficial naval, y Anne-Marie Schweitzer, hermana
de Albert Schweitzer. Su padre murió de fiebre
cuando él tenía apenas quince meses, y Anne-Marie lo crió con ayuda de su
abuelo, Charles Schweitzer, quien enseñaría matemáticas a Jean-Paul y le
introduciría desde muy joven a la literatura clásica.
La filosofía le atrajo
desde su adolescencia en los años
veinte, cuando leyó Essai sur les données immédiates de la conscience
(Ensayo sobre los datos inmediatos de la consciencia) , de Henri
Bergson. Estudió en París en la elitista École Normale Supérieure, donde conoció en
1929 a Simone de Beauvoir y a Raymond
Aron. Sartre y de Beauvoir se volvieron compañeros inseparables durante el
resto de sus vidas, en una relación no monógama. Juntos combatieron las
suposiciones y expectativas de la formación burguesa. El conflicto entre la
opresiva y destructiva conformidad espiritual (mala fe) y un «auténtico» estado
de existencia, se convirtió en el tema central del trabajo de Sartre, un tema
desarrollado en su principal trabajo filosófico El
ser y la nada (1944).
http://gramscimania.blogspot.com/2011/01/datos-sobre-simone-de-beauvoir.html
La introducción más
conocida a la filosofía de Sartre es su trabajo El existencialismo es un
humanismo (1946). En este trabajo, Sartre defiende el existencialismo de
sus críticos, que al final requieren la falsificación de sus ideas.
Se graduó de la École
Normale Supérieure en 1929 con un doctorado en filosofía y sirvió como
conscripto en el Ejército Francés de 1929 a 1931. En 1964 rehusó el Premio Nobel de Literatura,
alegando que su aceptación implicaría perder su identidad de filósofo.
Su vida se caracterizó
por una actitud militante de la filosofía. Se solidarizó con los más
importantes acontecimientos de su época, como el Mayo
Francés, la Revolución Cultural china —en su etapa de
acercamiento a los maoístas, al final de su vida— y con la Revolución Cubana. Es el paradigma del
intelectual comprometido del siglo XX.
El escritor y filósofo
falleció el 15 de abril de 1980, a los 74 años de edad, en el hospital de
Broussais tras una enfermedad, que de hecho le apartó de la dirección de Libération
años antes. Fue enterrado el 20 de abril, rodeado de una inmensa multitud. Más
de 20.000 personas acompañaron el féretro hasta el cementerio de Montparnasse, en París, donde
descansan sus restos.
OBRAS
Novelas
y relatos
- La náusea (La nausée, 1938)
- El muro (Le mur, 1939)
- El muro (Le mur)
- La cámara (La
chambre)
- Eróstrato (Érostrate)
- Intimidad (Intimité)
- La
infancia de un jefe (L'enfance
d'un chef)
- Los
caminos de la libertad (Les
chemins de la liberté, 1945–1949):
- I: La edad de
la razón (L'âge de
raison, 1945)
- II: El aplazamiento (Le sursis)
- III: La muerte en el alma (La mort dans l'âme, 1949)
- La suerte está echada (Les jeux sont faits) (1947)
Obras
teatrales
Barioná, el hijo del trueno (Bariona, ou le fils du tonnerre , 1940)
- Las moscas (Les mouches, 1943)
- A puerta
cerrada (Huis clos,
1944)
- Muertos sin sepultura (Morts sans sépulture, 1946)
- La puta respetuosa (La putain respectueuse, 1946)
- Las manos sucias (Les mains sales, 1948)
- El diablo y
Dios (Le diable et le bon
Dieu, 1951)
- Kean
(1954)
- Nekrasov (1955)
- Los
secuestrados de Altona (Le Sequestres d'Altona, 1959)
- Les Troyennes (1965)
Ensayos
- Situaciones (Situations, 1947–1976):
- Situaciones I: El hombre y las cosas (1947)
- Situaciones II: ¿Qué es la literatura? (Qu'est-ce que la littérature?, 1948)
- Situaciones III: La República del silencio:
estudios políticos y literarios
(1949)
- Situaciones IV: Literatura y arte (1964)
- Situaciones V: Colonialismo y neocolonialismo (Colonialisme et néo-colonialisme, 1964)
- Situaciones VI: Problemas del marxismo 1 (Problèmes du marxisme I, 1964)
- Situaciones VII: Problemas del marxismo 2 (Problèmes du marxisme II, 1965)
- Situaciones VIII: Alrededor del 68 (Autour de 68, 1972)
- Situaciones IX: El escritor y su lenguaje y
otros textos (1972)
- Situaciones X: Autorretrato a los setenta años (1976)
Obras
filosóficas
- La imaginación (1936)
- La transcendencia del ego (1938)
- Bosquejo de una teoría de las emociones (1939)
- Lo imaginario. Psicología fenomenológica de la
imaginación (L'imaginaire.
Psychologie phénoménologique de l'imagination, 1940)
- El ser y la
nada (L´être et le néant,
1943)
- El existencialismo es un
humanismo (1945 y 1949)
- Crítica
de la razón dialéctica (Critique
de la raison dialectique, 1960)
Crítica
literaria
- Baudelaire
(1947)
- San Genet: comediante y mártir (Saint
Genet comédien et martyr, un
estudio sobre Jean Genet) (1952)
- El idiota de la familia (L'idiot de la famille, un estudio sobre
Flaubert) (1972)
Otras
obras
- Reflexiones sobre la cuestión judía (1946)
- El engranaje (L'Engrenage, 1948)
- Las palabras (Les mots, 1964, autobiografía de su infancia)
Publicaciones
póstumas
- Cuadernos por una moral (Cahiers pour une morale, 1983)
- Carnets de la drôle de guerre (1983)
- Verdad y existencia (Vérité et existence, 1989), Paidós
I.C.E. / U.A.B., Barcelona, 1996.
Trad. de Alicia Puleo. Revisión de la traducción, notaAmorós.
Véase
también
- Literatura
francesa
- La filosofía de Martin Heidegger
- Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra
Referencias
- ↑
(Grüner, E., 2005, El fin de las pequeñas historias)
Enlaces
externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Jean-Paul
Sartre.
- Wikiquote
alberga frases célebres de o sobre Jean-Paul Sartre.
- Sartre, los intelectuales y la política
- Sartre y el marxismo
- El humanismo del existencialismo
- Sartre en la Biblioteca Virtual Cervantes (Universidad de Alicante, España)
- Carla Cordua Sommer: Gerencia del Tiempo.
Ensayos sobre Sartre
- Hablemos de Sartre.
Página dedicada al pensador elaborada por el escritor Germán Uribe
- Los últimos días de Sartre: el infierno son los
otros
- La náusea de Sartre
- Acerca del existencialismo
- Sartre, un siglo
- Extracto de entrevista a Sartre (Video).
- Tesis, monografías, documentos acerca de Sartre
- Sartre; Teoría fenomenológica de las emociones,
existencialismo y conciencia posicional del mundo - Adolfo Vasquez Rocca
PH. D
2.
TEMA O PROBLEMA DEL TEXTO.
El
hombre, al ser totalmente libre en sus decisiones, es responsable de sus actos,
sin que pueda poner excusas ante las consecuencias de los mismos. El problema
es la libertad.
3.
IDEAS PRINCIPALES (crítica).
1ª El hombre está condenado a ser libre (afirmación que se opone al determinismo, la doctrina que niega la
libertad humana basándose en nuestra naturaleza psicofísica o fenoménica:
DEMÓCRITO, , SPINOZA, KANT SCHOPENHAUER y otros).
2ª El hombre es responsable de sus actos, sea cual sea la intención y las
consecuencias de los mismos (también esta tesis podría ser objeto de
discusión desde la perspectiva por ejemplo de la moderna psicología
conductista: Beyond Freedom and Dignity (1971)
de Skinner explicará en términos
sencillos lo contrario: si todo está determinado, no somos responsables de
nuestros actos; el santo o el genio igual que el criminal y el psicópata no
tienen más remedio que comportarse como se comportan debido a sus contingencias de refuerzo (es decir,
al peculiar historial de premios y castigos que se le haya administrado a ese
organismo) ( de una manera más sutil cabe también observar que donde Sartre
escribe "responsable", suena
más bien -a mí al menos me suena así- "culpable").
3ª Las pasiones, sentimientos e instintos no son una excusa o no se pueden
poner como disculpa para explicar cierta decisión o actuación (los ataques
de Sartre al "poder de la pasión" parecen dirigidos a los románticos;
sé que no es una palabra muy exacta pero tampoco lo es Sartre cuando critica
los pasionales: de HEGEL a NIETZSCHE y de Nietzsche a FREUD aparecen tachados
todos los autores que defienden lo irracional o lo vital).
4ª El ser humano no tiene ninguna guía externa que le diga lo que tiene
que hacer o no, lo que debe elegir o no, ya que cualquier signo podría ser
interpretado de mil maneras (más que de "guía externa" como se
resume aquí, yo entiendo más bien "guía sobrenatural" aunque el texto
usa "signo dado sobre la tierra", creo que resulta clara en esta
segunda crítica la alusión al cristianismo de Leon BLOY (1846- 1917), Charles
PÉGUY (1873-1914) Jacques MARITAIN
(1882- 1973),
Henri BERGSON (1859-1941), Emmanuel MOUNIER (1905-1950) o Étienne GILSON
(1884-1978).
Albert CAMUS
(1913-1960)
5ª Por todo ello el hombre está arrojado al mundo solo, en una absoluta
libertad y responsabilidad: "sin ningún apoyo ni socorro, está
condenado a cada instante a inventar el hombre" ( de nuevo la condena a
ser libre: ¿tomamos decisiones todo el tiempo? Yo no creo que sea así: una gran
cantidad de acciones diarias se ejecutan de manera funcional o automática y no
deliberada: yo cuando me levanto no me siento condenado a ser libre ni me invento
mi jornada minuto a minuto; sólo a veces).
4 RELACIÓN ENTRE IDEAS .
http://edu.jccm.es/ies/orden/index.php?option=com_content&view=article&id=54%3Aapuntes-filosofia-ii&catid=53%3Afilosofia&Itemid=82
Sartre
parte de una frase un tanto lapidaria: el
hombre está condenado a ser libre, solo, sin excusas, sin socorro,
desamparado, angustiado a la hora de dar cuentas de sus acciones. Es cierto,
nos sigue diciendo Sartre, que el hombre es libre, absolutamente libre, pero
lejos de ser una bendición es más bien algo angustiante ya que el hombre es
responsable de todo lo que hace, de todas sus actuaciones, y no tiene excusas
ante las consecuencias de dichas acciones, ya que, uno no puede excusarse ni en
las pasiones, ni en los instintos, ni en signos externos mal interpretados;
cada persona es libre y responsable de todos sus actos y de las consecuencias
de los mismos, eso es lo que opina el existencialista, y por todo ello, el
inventar cada día al hombre se transforma en algo angustiante, quizá en una
pesadilla de la que no se puede despertar.
5.
EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS.
http://edu.jccm.es/ies/orden/index.php?option=com_content&view=article&id=54%3Aapuntes-filosofia-ii&catid=53%3Afilosofia&Itemid=82
Libertad,
este es el concepto sobre el que gira, no sólo este fragmento del ensayo que
Sartre escribió en 1946 “El existencialismo es un humanismo”, sino el
existencialismo en general. Para Sartre el ser humano está condenado a ser
libre, no somos libres de dejar de ser libres. Una vez el hombre ha sido
arrojado a la vida, se vuelve responsable de todo lo que hace, de su proyecto
fundamental: su vida. No hay excusas, si se fracasa es que uno ha elegido
fracasar. El hombre se elige, su libertad es incondicionada, y puede cambiar en
cualquier momento su proyecto fundamental. Estamos perpetuamente amenazados por
el poder escoger y por tanto por devenir distintos de lo que somos. No existen
hechos accidentales, un acontecimiento social que surge repentinamente y me
arrastra no viene de afuera; si yo soy movilizado en una guerra, esa guerra es
mi guerra y yo la merezco, ya que, como diría Sartre, yo podría sustraerme de
ella con el suicidio o con la deserción; si no me substraigo a ella, se puede
decir que yo la he elegido, quizá por ser blando, por debilidad, porque
prefiero otros valores a los de la paz, pero en todo caso es una elección. Los
actos, las decisiones, las elecciones particulares, ponen a cada instante en
cuestión la elección originaria, el proyecto fundamental que a su vez determina
las voliciones y los actos particulares, como vemos una pescadilla que se
muerde la cola. Ser responsable de lo que uno hace, es también ser responsable
de los demás hombres, ya que la elección afecta a los demás así como a los
valores que deben constituir la realidad. Por ello, ese sentimiento de
angustia, del que nos habla Sartre, florece en nosotros, un sentimiento que
nace por nuestra absoluta responsabilidad no sólo para con nosotros solos sino
para con los demás.
No
obstante, podemos decir que el existencialismo sartriano, en el fondo, es una
doctrina optimista porque afirma que el destino del hombre está en el hombre
mismo; no existen ni esencias, ni valores absolutos, ni normas que predispongan
o guíen su hacerse, ni tampoco, límites de ese hacerse, un no-posible que
delimite sus posibilidades.
5bis.
LA FILOSOFÍA DE SARTRE
De Wikipedia:
A. «LA EXISTENCIA PRECEDE A LA ESENCIA».
Tumba de Jean-Paul Sartre y de Simone de Beauvoir, en el cementerio de
Montparnasse (París, Francia).
Sartre considera que el ser humano está
"condenado a ser libre", es decir, arrojado a la acción y responsable
plenamente de la misma, y sin excusas.
A su vez, Sartre concibe la existencia humana
como existencia consciente. El ser del hombre se distingue del ser de la cosa por
ser consciente. La existencia humana es un fenómeno subjetivo, en el sentido de
que es conciencia del mundo y conciencia de sí. Se observa aquí la influencia
que ejerce sobre Sartre el racionalismo cartesiano. En este punto se diferencia de Heidegger,
quien deja fuera de juego a la conciencia.
Sartre se forma en la fenomenología
de Husserl y
en la filosofía de Heidegger, discípulo éste de aquél. En plena guerra
mundial, cuando forma parte del Ejército Francés como meteorólogo,
Sartre es hecho prisionero, y en el largo periodo de ser cautivo del nazismo
reformula muchas de sus ideas y elabora otras. Escribe constantemente e incluso
representa obras de teatro en pleno campo de prisioneros. Si en Heidegger el Dasein es un
«ser-ahí», arrojado al mundo, «e-yecto», para Sartre, el humano, en cuanto
«ser-para-sí», es un «pro-yecto», un ser que debe «hacer-se».
El hombre es el único que no
sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe
después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la
existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer
principio del existencialismo.
El existencialismo es humanismo
Sartre escribe que en el ser humano «la
existencia precede a la esencia», contrariamente a lo que se había creído en la
filosofía precedente. ¿Qué quiere decir esto? Sartre da un famoso ejemplo: si
un artesano quiere realizar una obra, primero «la» piensa, la construye en su
cabeza: esa prefiguración será la esencia de lo que se construirá, que luego
tendrá existencia. Pero nosotros, los seres humanos, no fuimos diseñados por
alguien, y no tenemos dentro nuestro algo que nos haga «malos por naturaleza»,
o «tendientes al bien» —como diversas corrientes filosóficas y políticas han
creído, y siguen sosteniendo—. «Nuestra esencia, aquello que nos definirá, es
lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos», que son
ineludibles: no actuar es un acto en sí mismo, puesto que nuestra libertad no
es algo que pueda ser dejado de lado: ser es ser libres en situación, ser es
ser-para, ser como proyecto.
Simone de Beauvoir, Sartre y Ernesto Guevara en La
Habana (1960)
B.
SARTRE Y EL COMUNISMO.
El periodo inicial de la carrera
de Sartre, definida por El ser y la nada (1943), fue seguido por un
segundo periodo de activismo político e intelectual. En particular, su trabajo
de 1948 Manos
sucias examinaba el problema de ser un intelectual y participar en la
política al mismo tiempo. Se afilió al Partido Comunista Francés (PCF), aunque apenas fue
miembro durante algunas semanas, y desempeñó un papel prominente en la lucha
contra el colonialismo francés en Argelia. Se
podría decir que fue el simpatizante más notable de la guerra de liberación de
Argelia. Tenía una ayudante doméstica argelina, Arlette
Elkaïm, a quien hizo hija adoptiva en 1965. Se opuso a la Guerra
de Vietnam, y junto a Bertrand
Russell y otras luminarias organizó un tribunal con el propósito de exhibir
los crímenes de guerra de los Estados
Unidos. El tribunal se llamaba «Tribunal
Russell».
Agudamente crítico del estalinismo,
su pensamiento político atravesó varias etapas: desde los momentos de
Socialismo y Libertad, agrupación política de la resistencia francesa a la
ocupación nazi,
cuando escribe un programa basado en Saint-Simon, Proudhon y
demás, cuando consideraba que el socialismo de Estado era contradictorio a la
libertad del individuo, hasta su brevísima adhesión al Partido Comunista
Francés, y su posterior acercamiento a los maoístas. Su
principal trabajo en el intento de comunión entre el existencialismo y el
marxismo fue Crítica de la razón dialéctica, publicado en 1960.
El énfasis de Sartre en los
valores humanistas de Marx
y su resultante énfasis en el joven Marx lo llevaron al famoso debate con el
principal intelectual comunista en Francia de los años
sesenta, Louis Althusser, en el que éste trató de redefinir
el trabajo de Marx en un periodo pre-marxista, con generalizaciones
esencialistas sobre la humanidad, y un periodo auténticamente marxista, más maduro
y científico (a partir del Grundrisse y El capital).
Algunos dicen que éste es el único debate público que Sartre perdió en su vida,
pero hasta la fecha sigue siendo un evento controvertido en algunos círculos
filosóficos de Francia.
C. SARTRE Y LA LITERATURA
Durante las décadas de 1940 y
1950, las ideas de Sartre eran muy populares, y el existencialismo fue la
filosofía preferida de la generación beatnik en
Europa y Estados
Unidos. En 1948, la Iglesia Católica listó todos los libros de Sartre
en el Index Librorum Prohibitorum. La
mayoría de sus obras de teatro están llenas de símbolos que sirven de
instrumento para difundir su filosofía. La más famosa, Huis Clos (A
puerta cerrada), contiene la famosa línea: «L'enfer, c'est l´Autre»
(«El infierno es el Otro»). El Otro —en francés tiene un alcance universal y
casi metafísico— como otredad, como alteridad radical. 1
Además del impacto de La
náusea, la mayor contribución literaria de Sartre fue su trilogía Los caminos de la libertad, que
traza el impacto de los eventos de la pre-guerra en sus ideas. Se trata de una
aproximación más práctica y menos teórica al existencialismo. Sobresale también
su famoso ensayo sobre Gustave Flaubert: El
idiota de la familia. Es un minucioso y voluminoso texto
relativo al autor de Madame Bovary, donde Sartre examina cómo brota
el deseo de escribir.
D. SARTRE DESPUÉS DE LA LITERATURA.
En 1964 Sartre escribió
una autobiografía denominada Les mots (Las palabras). Ese mismo
año se le concedió el Premio Nobel de Literatura, pero lo
declinó tajantemente.
A pesar de su abrumadora fama
mundial, Sartre mantuvo su vida sencilla, con pocas posesiones materiales y
activamente comprometido a varias causas hasta el final de su vida, tal como la
revuelta estudiantil del Mayo
Francés de 1968.
E. PSICOLOGÍA EXISTENCIAL
Sartre rechazó durante décadas la
noción del Unbewußtsein («lo inconsciente»),
particularmente la planteada por Freud. Sartre argumentaba que lo inconsciente era un criterio «característico
del irracionalismo alemán», y por tal motivo se oponía a una psicología que
se basara en un «irracionalismo». De este modo es que Sartre intentó un
«psicoanálisis racionalista», al cual llamó «psicoanálisis existencial».
Las paralogías
de Sartre en esta cuestión son de perspicaz argumentación: «Un ser humano
adulto no puede ni debe estar defendiendo sus defectos en hechos ocurridos
durante su infancia, eso es mala fe y falta de madurez».
Es así como Sartre intentó crear
un psicoanálisis basado en una total autocrítica
del sujeto, una «profundización» que eliminara la «mala fe». En el discurso de
tal intento, Sartre llegó a valiosas observaciones, particularmente las
atinentes a la imaginación y a lo imaginario,
o a opiniones tales como «el infierno es la mirada del otro»; el mismo
concepto de «mala fe» es interesante para los psicólogos y filósofos. En cuanto
la mala fe,
explica Sartre, es un autoengaño (basado principalmente en racionalizaciones)
por el cual el sujeto pretende tranquilizarse y, al tratarse precisamente de
«fe», el individuo cree ciegamente en estas «razones».
ADDENDUM A LA BIOGRAFÍA DE SARTRE Y SIMONE DE BEAUVOIR
Otra historia de amor
Por Tomás Eloy Martínez
Para La Nación
HIGHLAND
PARK, N. Jersey.- ESTA vez no se trata de la ya fatigosa aventura que unió para
siempre a Bill Clinton con Monica Lewinsky, sino de una historia de amor
verdadero, sin escándalos de poder ni confidentes traidores.
El
personaje central de este relato es Simone de Beauvoir. El otro personaje no es
Jean-Paul Sartre (o, por lo menos, no él solo) sino el novelista norteamericano
Nelson Algren, al que Beauvoir estuvo ligada, entre 1947 y 1951, por una pasión
absorbente, sumisa, "una pasión de esclava", como la llamó ella
misma. El lenguaje de la narracion es epistolar, tal como en las fabulas
morales del siglo XVIII: cartas cruzadas entre los dos amantes, en inglés -una
lengua que Beauvoir manejaba con maestría-, entre París y Chicago.
La
historia está contada en un libro que apareció a comienzos de este mes, A
Transatlantic Love Affair , en el que se muestra sólo el anverso de la
medalla: las cartas de Beauvoir, y no las de Algren. Eso importa poco. En el
tercer volumen de su autobiografía, La fuerza de las cosas (1963),
Beauvoir dio a conocer largos fragmentos de las cartas que él le había escrito,
lo cual completa el cuadro.
Beauvoir
está de moda en los Estados Unidos. Un largo artículo en The New York Times ,
a mediados de septiembre, cita la decena de libros y ensayos recientes que han
intentado demostrar hasta qué punto muchas ideas de Sartre, y en especial las
de su summa filosófica, El ser y la nada , derivan en línea recta
de las reflexiones de su más devota discípula.
Siempre
fue un misterio la aparente dependencia que Beauvoir sentía por Sartre. Las
cartas a Nelson Algren permiten entender mejor lo que pasaba entre los dos.
El
contrato con Sartre
Hasta
hace pocos años, la mayor parte de los biógrafos coincidía en que era Sartre el
que, entre 1929 y 1930 (cuando ella tenía veintiún años y él, veinticuatro),
había impuesto unas leyes que permitían a la pareja compartir el sexo y las
pasiones intelectuales, contándose todo lo que les pasaba con otros amores, sin
que ninguno de los dos tuviera derecho a los celos. Ese modelo de pareja
exigía, por supuesto, que vivieran en casas separadas.
Durante
el lapso del primer contrato, que duró dos años, Simone de Beauvoir era la
relación privilegiada de Sartre, y viceversa: ambos tenían derecho a entrar en
la vida del otro a cualquier hora del día y de la noche, y a conocer antes que
nadie todo lo que el otro hiciera.
Estaba
prohibido mentir. "La sinceridad (o la transparencia) es algo a lo que no
puedo renunciar", anotó Sartre por entonces. Pero, a la vez, tenían la
obligación de no preguntar. Se sobrentendía que los amores
"circunstanciales" eran también fugaces y que ninguna pasión
imprevista podría destruir el férreo y verdadero "amor esencial". El
pacto fue renovado muchas veces, aunque no hiciera falta.
Fue
Beauvoir la que divulgó los placeres y tormentos de esa pareja. Sartre, el
presunto responsable de la idea, sólo habló de ella sesgadamente y no publicó
nada (o casi nada) sobre el tema. Era feo, miope, torpe, en tanto que ella era
muy atractiva. En las cartas a Nelson Algren se descubre que el filósofo era
también un pésimo amante. Con el novelista norteamericano (autor de El
hombre del brazo de oro , entre otras obras menores), Beauvoir descubrió
por primera vez las felicidades del cuerpo, y así lo declara: "Te
pertenezco, Nelson. Soy tu pequeño fetiche". Todo lo que podía sentir como
mujer lo sintió con Algren antes que con nadie. Las cartas lo dicen.
La
libertad del Castor
Durante
muchos años imaginé que Beauvoir actuaba con Sartre como una especie de
parásito intelectual, que vivía a la sombra de su respiración para poder
convertirla en palabras. Debí haber descubierto que me equivocaba cuando el
propio Sartre, en sus Cartas al Castor (a Beauvoir la llamaban "el
Castor" por su energía y laboriosidad), revela que el vasallo era él y no
ella, como creíamos todos.
"Yo
quería afirmar mi libertad ante las mujeres _escribe Sartre_, lo cual era
cómico, porque era yo el que corría detrás de ellas. Un buen día quedé
atrapado. El Castor aceptó esa libertad y se la quedó para sí."
El
tema de la libertad o de la falta de libertad en las parejas desvelaba al mundo
occidental en los años 60. Parte de la revolución hippie y de los
ideales revolucionarios en la América Latina durante esa década y la siguiente
tiene que ver, precisamente, con la búsqueda de una igualdad sexual que era
también un acto de justicia. El pacto de la pareja Sartre-Beauvoir insinuaba
una vía de escape a las convenciones que parecía ideal: lo compartían todo y no
se debían nada. Al final resultó una desilusión.
Cuando
estaba enamorada de Algren (mientras el mundo entero creía que estaba enamorada
de Sartre), Beauvoir escribió uno de los tratados fundacionales del feminismo: El
segundo sexo , su magistral ensayo en dos volúmenes. Hasta donde se sabe,
no lo discutió en absoluto con Algren. Cada vez que hablaba con él de sus
libros, lo hacía al pasar, sin darles importancia, como si la avergonzaran.
Nada
sin narrar
Hay
allí una extraña vuelta de su condición femenina: con Sartre, que era su igual,
se mostraba arrogante, caprichosa, erudita; con Algren, que era hijo de una
familia proletaria de Detroit, al que Beauvoir aventajaba de lejos en
curiosidad intelectual, se mostraba cortés y hasta servil, como si quisiera ser
perdonada por su inteligencia. "Querido, querido mío -le escribió cuando
estaba por compartir con él una cabaña en el lago Michigan-: voy a lavar los
pisos, voy a cocinar todas las comidas, voy a escribir no sólo mi libro sino
también el tuyo." Tal como le sucedería con Sartre, fue Beauvoir la que
sacó mejor partido narrativo de esa otra relación. En 1954 publicó una novela, Los
mandarines , en la que Algren aparecía casi idéntico al de la realidad
aunque con otro nombre, Lewis. En La fuerza de las cosas quiso ir más
lejos y contó su aventura de amor con puntos y comas. Algren trató de
replicarle, indignado, en artículos publicados por Harper´s y por Playboy
. Pero en ese momento (1963), ella era ya demasiado famosa y él casi se
había desvanecido en la nada.
Ya
se sabe lo que Beauvoir hizo con Sartre: no dejó nada de él sin narrar. Amores,
combates intelectuales, trabajos, defecaciones, decrepitud: todo lo que ella
supo de Sartre fue transfigurado en palabras.
Siempre
me pareció sorprendente -y también terrible- que esa curiosidad casi enfermiza
por la intimidad de los otros (o del otro) ocultara toda la curiosidad que
Beauvoir debió de sentir por sí misma. En sus memorias no refiere ni uno solo
de sus fracasos amorosos ni sus desbocamientos de placer. Así como es impúdica
hasta el escándalo con sus parejas, es extremadamente pudorosa con su propia
intimidad.
En
ninguna obra fue tan nítido ese exhibicionismo del otro como en La ceremonia
de los adioses , donde refiere sus últimos diez años junto a Sartre. El
libro pretende ser piadoso: es implacable.
Allí
se ve a Sartre declinar, perder la voluntad aunque no la lucidez, caer bajo el
dominio intelectual de un par de advenedizos, entusiasmarse con la adulación de
las adolescentes, advertir con indiferencia que ya no es capaz de controlar sus
esfínteres, sucumbir a la gangrena (y a sus olores de náusea), esperar la
muerte con torpeza. En cada línea, Simone de Beauvoir acecha la ruina de ese
fantasma al que alguna vez amó.
Grandeza
y orgullo
Si
no se hubiera publicado A Transatlantic Love Affair , nada habría
alterado esa imagen de supremo egoísmo. Las cartas a Nelson Algren cambian la
historia, al descubrir una Beauvoir que era capaz de suplicar, sufrir, vivir el
amor de manera irreflexiva y casi adolescente, con una ternura que casi inspira
compasión.
Al
menos en los cuatro años que van de 1947 a 1951 -los años en que escribió Los
mandarines y El segundo sexo , sus dos obras maestras-, ella se mostró tan
indefensa y torpe ante el amor como cualquier otro ser humano. En ese alarde de
pequeñez está mucha de su grandeza. Lo demás es sólo amor propio herido, o tal
vez orgullo.
Durante
el verano de 1950, en la cabaña del lago Michigan, Algren le dijo
sorpresivamente que ya no la quería más. Volvieron a encontrarse en el mismo
sitio, al año siguiente, y casi no se tocaron.
"Sé
feliz, mi querido -le escribió ella desde el aeropuerto de Nueva York, en la
carta de despedida-. Sé feliz, y guárdame un lugarcito en el desván de tu
corazón." Con esa frase, Beauvoir dejaba el reino de los sentimientos y
entraba en el de la pura inteligencia, donde hay menos desdichas pero también
mucha menos felicidad.
© La Nación
SARTRE VS CAMUS: LA LUCHA NO ACABA CON LA MUERTE
La eterna polémica entre Sartre y
Camus renace después de que Onfray haya dedicado al segundo su nuevo libro. Y
no oculta sus preferencias: Onfray se queda con Camus. Y la mayoría, también.
En mayo de 1951, Albert Camus se sorprendió al abrir la revista Les Temp Modernes, el órgano auspiciado por Jean Paul Sartre, y leer con incredulidad y depresión una dura crítica de su libro El hombre rebelde. Camus, tras el primer impacto, comprendió que todo diálogo había acabado con- Sartre y los suyos, una relación que duraba años. Sartre, por su parte, pensó que lo que acaba es que tiene que acabar.
En mayo de 1951, Albert Camus se sorprendió al abrir la revista Les Temp Modernes, el órgano auspiciado por Jean Paul Sartre, y leer con incredulidad y depresión una dura crítica de su libro El hombre rebelde. Camus, tras el primer impacto, comprendió que todo diálogo había acabado con- Sartre y los suyos, una relación que duraba años. Sartre, por su parte, pensó que lo que acaba es que tiene que acabar.
La
intelectualidad francesa, siempre atenta a todo contexto, se percató de
inmediato de que una lucha imprevisible había estallado entre dos líderes de
muy distinta naturaleza humana y, por derivación, de distintas corrientes
ideológica. Francia, como la conocemos, es un polvorín con la pólvora esparcida
por el suelo cuando se enciende la chispa de una controversia que va de lo
ideológico a lo personal o a lo sociológico. Albert Camus murió el 4 de enero
de 1960 y Jean-Paul Sartre, muchos años más tarde, el 15 de abril de 1980. No
importa el paso del tiempo, la guerra sigue abierta.
El
filósofo Michel Onfray (Argentan, 1959), quien recientemente escribió un libro
desmitificador sobre Sigmund Freud (referenciado en el nº 8 de FH) acaba de
publicar la biografía filosófica de Albert Camus, L’ Ordre Libertaire (Flammarion);
600 páginas dedicadas al pensamiento y la vida de un hombre con el que
indisimuladamente se siente unido. La obra, sin embargo, servirá para que la
guerra a muerte que iniciaron en 1951 Sartre y Camus siga abierta.
Camus, el ganador
Onfray
asume la misión de reparar cualquier injusticia que las huestes de Sartre
pudieron infligir en un temperamento humanista, apacible, como el de Camus. El
biógrafo no quiere ser distante; coloca a Albert Camus como la figura estelar
de la primera mitad del siglo XX. Onfray, quien se define como hedonista,
tolerante, activo ateo, impulsor de corrientes anarquistas, libertario y
realmente implicado con la ética de su tiempo, tiene todas las posibles
aproximaciones al pensamiento de Camus. Biógrafo y biografiado, procedían de
orígenes humildes, ajenos a la legitimidad parisina. Camus era hijo de un
obrero –pied noire– en Argelia y una asistenta sorda, de origen menorquín.
Onfray es hijo de unos humildes agricultores normandos. Los dos conocían la
orfandad de llegar a la metrópoli sin otro aval que el hambre por incorporarse
al escalafón intelectual. Los dos tenían en Nietzsche una primera iluminación,
adecuada para abrirse paso en ambientes endogámicos. Para Onfray hay dos tipos
de filósofos: el que reduce la vida a conceptos abstractos y se distancia de
los mecanismos reales del espíritu y, por contra, aquel otro, representado por
talentos como el de Sócrates, Epicuro o Camus, para los que “esculpirnos a
nosotros mismos es una forma de dar sentido a la vida”. La verdad es que eso
que llamamos posteridad está dando la razón a Albert Camus: sus dos obras
emblemáticas –El extranjero y La peste-– han vendido un total de diez millones
de ejemplares, lo cual tiene un significado cualitativo indiscutible. Camus
hasta ahora está ganando la guerra abierta contra Sartre, tal como la entienden
los intelectuales franceses. El curso de la batalla entre talentos y sus obras
no se libra principalmente en una dialéctica teórica; son las ideas pero sobre
todo las personalidades que las encarnaron las que seducen –en el caso de Camus–
o suscitan desconfianza, en el caso de Sartre.
Camus
hoy, con la clarificación del tiempo, sigue siendo un hombre que sigue fiel a
su origen humilde, lo que le une a los desfavorecidos del mundo, por decisión
reflexiva y, lo que es más importante, por empatía espontánea. Mientras, el
tiempo sigue dibujando a Sartre dotado de tanto talento como de soberbia y
distanciamiento de los seres humanos reales.
La odiosa comparación
Albert
Camus descubre su tuberculosis en 1930, con 17 años, y esa enfermedad, disminuyendo
sus condiciones físicas con fatigas y toses frecuentes, condiciona mucho su
tiempo futuro acercándole al sentimiento trágico de la vida, probablemente de
forma muy semejante al peregrinaje de Nietzsche llevando a cuestas su
enfermedad. Camus hizo de las dificultades una forma de construirse y llegar a
ser el adversario filosófico más temible que Sartre llegó a encontrar. Las dos
vidas no podían ocultar cómo se enfrentaban a su entorno.
Sartre,
a lomos de un talento que fascina con brillantes formulaciones, frivoliza, sin
embargo, en ambiguas relaciones, con el nazismo que pudo ver desde Alemania,
con el colaboracionismo y la Resistencia, actitudes que trataba de dotar de
sentido, sin alterar íntimamente su conciencia. Camus, más coherente, se enrola
en el ejército francés; ayuda a escolarizar niños judíos en Orán; entra en la
Resistencia, publica revistas clandestinas. Es fácil de entender que, tras la
guerra, dos trayectorias tan diferentes fueran calando en la sociedad francesa
a pesar de la constante tarea de desconsideración de la obra de Camus por parte
de Sartre y sus tropas. Para ellos, Camus era incapaz de comprender a los
filósofos; era un lector de segunda división, en el fondo un pensador burgués
o, peor, un filósofo para “clases terminales”. Todo había comenzado en 1951,
con una crítica que quizá solo pretendía ejemplificar la sumisión que Sartre
exigía a todo intelectual que reclamara un espacio propio.
El juicio final
Camus
al fin ha sido comprendido. Decía: “En el hombre hay más cosas dignas de
admiración que de desprecio” o “La libertad no es nada más que una oportunidad
para ser mejor”. En política, “son los medios los que deben justificar el fin”.
Mientras, Sartre decía: “El infierno son los otros”, “Todos los medios son
buenos cuando son eficaces”.
Albert
Camus recibió el premio Nobel de Literatura, en 1957, cuando tenía 44 años. En
1964, siete años después que Camus, Sartre recibió el ofrecimiento del Nobel de
Literatura; lo rechazó explicando que su aceptación implicaría perder su identidad
como filósofo.
PALABRAS PROFANAS NTES, INCITACIONES Y ENSAYOS
domingo,
30 de octubre de 2011
Revisitando la polémica
Camus-Sartre
Publicado
en la revista Sudestada, octubre de 2011
Por Mariano
Pacheco
Como en la guerra, en la polémica también es
necesario que el agredido responda para que se den por iniciados los
enfrentamientos. Eso, precisamente eso, sucedió cuando Jean Paul Sartre decidió responder a los ataques de Albert Camus.
Para
cuando se desató este verdadero duelo intelectual, en 1952, ambos autores
estaban entre los más reconocidos escritores e intelectuales de Francia. Camus
ya había publicado sus novelas El extranjero y La peste, y sus
principales obras teatrales: Calígula y El malentendido, Estado de sitio y Los justos. Sartre,
todas las novelas que publicaría
en vida: La náusea y los tres tomos de Los caminos de la libertad,
su primer y único libro de cuentos, El muro, y gran parte de sus más
importantes obras de teatro, como Las moscas, A puerta cerrada, Muertos sin sepultura, La mujerzuela respetuosa, Las
manos sucias y El diablo y el buen Dios. Por
supuesto, también era ya un reconocido pensador, en parte por su libro El
ser y la nada y el ensayo ¿Qué es la literatura? Pero por sobre
todo, Sartre era quien había pronunciado la célebre conferencia “El
existencialismo es un humanismo” apenas terminada la segunda guerra mundial, de
la que Camus fue un actor destacado, debido a sus importantes tareas
desarrolladas en la resistencia antifascista.
La
polémica
La
ruptura entre ambos se produjo luego de que el célebre periódico Les Temps
Modernes publicara un
artículo escrito por Francis Jeanson, donde le reprocha a Camus (que había
publicado recientemente El hombre rebelde), que reduzca su rebeldía al
plano estético. Camus le contesta a Sartre, que dirige el diario, y no al autor
de la nota. Escribe: “empiezo a estar cansado de ver cómo yo, y sobre todo
antiguos militantes que nunca eludieron la responsabilidad en los problemas de
su tiempo, reciben clases de eficacia de censores que nunca colocaron más que
su sillón en el sentido de la historia”.
Frase
que lidiaba con lo patético, dice uno de los biógrafos de Sartre (Annie Cohen
Solal), que coloca a Camus en un lugar torpe y ridículo, que lo deja con su
orgullo apaleado y sus llagas al descubierto, mostrando así su mayor debilidad.
Algo que aun recordará Simone de Beauvoir varios años después, cuando redacte
uno de los tomos de sus memorias (Las fuerzas de las cosas), y escriba
que, más allá del rencor que sentía por alguna de las cosas escritas por Camus,
sin embargo, la había conmovido saber “hasta qué punto le habían dolido algunos
de los ataques dirigidos contra El hombre rebelde”.
Todo
el alboroto se produce, básicamente, porque Camus le reprocha a Sartre que no
denuncie los campos de trabajo forzado que funcionan en la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS). “Ninguna crítica de mi libro puede prescindir de
este hecho”, afirma Albert.
Entonces
Sartre se enoja, puesto que ante la deshonra que siente frente a un tono tan
injurioso –dice– se ve obligado a no callar. Y de allí la carta, también
publicada en el legendario diario, con la que replica los dichos de Camus y
explica que hubiese preferido que la discrepancia entre ambos se hubiera dado
por una diferencia de fondo, y no contaminada por “no sé qué tufillo de vanidad
herida”. Y dedica extensas páginas en atacar a Camus en tres frentes, de manera
simultánea: en primer lugar, por el dispositivo utilizado (atacarlo a él en vez
de a quien ha escrito el artículo). En segundo lugar, por la acusación que
realiza (que los integrantes del diario están de acuerdo con “los campos”). Por
último, con relación a la posición que cada uno ocupa, en ese momento, dentro
del campo cultural francés.
Veamos,
entonces, cómo Sartre aborda cada uno de estos tres frentes de batalla.
En
cuanto al dispositivo, Sartre desmenuza el escrito desde las primeras dos
palabras. “En esta carta resulta difícil distinguir el procedimiento a secas,
del procedimiento de mala fe. Me llama usted Señor Director, cuando todo
el mundo sabe que nos liga una amistad de diez años; se dirige a mí, con el
evidente propósito de refutar a Jeanson; éste es ya un procedimiento de mala
fe”. Y lanza allí toda su artillería. Afirma que al no hablarle nunca al autor
de la nota, Camus pone a Jeanson al margen de lo humano. “Por momentos llega
usted a aniquilarlo del todo, y escribe tranquilamente su artículo,
refiriéndose a mí, como si yo fuera el autor… Pero yo me pregunto, Camus, ¿quién
es usted para imponer semejantes distancias?”. Y finalmente remata: “porque en
resumidas cuentas, ¿a qué viene semejante alboroto? A Jeanson no le gustó
su libro, lo dijo, y usted se disgustó”. Claro, luego Camus utiliza un “hábil
empleo del plural”, colocando a Sartre en dos incómodos lugares: como un
criminal que está de acuerdo con “los campos” y como aquel que encarga los
trabajos sucios a otros (en este caso criticarlo a él a través de la pluma de
otro).
En
cuanto a la acusación, Sartre expresa, en primer lugar, su disgusto por la
forma en que Camus ha abordado el tema. Le dice que, como en las películas, se
comporta como el polizonte que camina haciendo crujir sus zapatos (“Vamos
hombre, te digo que ya lo sabemos todo. Te estás haciendo más sospechoso con tu
silencio. Confiesa de una vez tu complicidad. Conocías esos campos, ¿no es
así?”). Luego retruca que así como es justo que él pueda decir que Jeanson no
ha hablado en su artículo de “los campos”, también lo es que el otro
respondiera planteando que es ridículo que el escritor decida lo que el crítico
debe decir. Por otra parte –remata Sartre– usted no se ocupa tanto de los
campos en su libro, y no se entiende muy bien por qué exige de pronto que se
los ponga sobre el tapete, salvo que algún informante mal informado le hubiera
hecho creer que de ese modo nos colocaría en un aprieto”. Y en seguida aclara
que el colectivo de Les Temps Modernes planteó el asunto y tomó partido
ni bien la opinión pública francesa se enteraba del tema. Y más tarde,
nuevamente, tanto en editoriales como en notas y artículos. “La existencia de
esos campos puede producirnos indignación, puede causarnos horror, hasta es
posible que nos obsesione, pero ¿por qué habría de ponernos en un aprieto?
¿He retrocedido yo alguna vez cuando se trató de decir lo que pensaba de la
actitud comunista?”. Escribe finalmente Sartre: “Sí, Camus: convengo con usted
en que esos campos son inadmisibles; pero también me parece inadmisible el uso
que hace de ellos diariamente la llamada prensa burguesa”.
Por
último, y con relación a la posición de los intelectuales en la historia,
Sartre acusará a Camus de haber utilizado el sufrimiento que padecen quienes
fueron a parar a esos campos para aplastar a un crítico que no le cantó loas,
cuestión que le parece inadmisible. “Mi posición personal es muy distinta
–refuta–, pienso que el único modo de auxiliar a los esclavos de allá es tomar
partido por los de aquí”. Y derriba, como de un mazazo, todo el capital
simbólico de su adversario, poniéndolo en jaque con su galardón político más
preciado: su rol durante la resistencia. Sartre toma una frase de Cartas a
un amigo alemán, donde Camus escribió: “durante años han querido ustedes
hacerme entrar en la historia”. Y toma esa frase para decir que si en 1941
Camus ingresó en la Historia, fue un poco forzado por las circunstancias,
porque entonces se trataba de impedir “que la locura hitlerista destruyera un
mundo en que la exaltación solitaria era todavía posible para algunos”. Pero
una década más tarde, cuando ya no se trata de defender el statu quo
sino de cambiarlo, ahí sí, Camus, que se cree fuera de la Historia, pone
condiciones para reingresar en ella: pide que se le ofrezcan las más seguras
garantías.
Sartre,
por el contrario, sostiene que se quiera o no se está dentro de la Historia y,
por lo tanto, hay que ser digno de participar en ella. “Puesto que estamos
metidos hasta el cuello debemos tratar de darle el sentido que nos parezca
mejor, prestando nuestra colaboración, por pobre que sea, a todas las acciones
concretas que la necesiten”. Y luego remata: “para merecer el derecho de
influir sobre los hombres que luchan, primero hay que participar en su lucha;
hay que aceptar muchas cosas, antes de hacer lo posible por modificar algunas”.
Al
parecer, ese es el momento en que Sartre está dispuesto a aceptar algunas cosas
para poder ser, al menos coyunturalmente, un compañero de ruta de los
comunistas.
El
largo adiós
“Ignoro
lo que será de nosotros: quizá volveremos a encontrarnos en el mismo bando,
quizá no… La revista está a su disposición si quiere contestarme, pero yo no lo
haré otra vez”, escribe Sartre hacia el final de aquella carta-polémica de
agosto de 1952. “Espero que nuestro silencio hará que se olvide esta polémica”
es la última oración.
Hasta
que Camus murió en un accidente automovilístico, el 4 de enero de 1960,
Sartre se mantuvo encerrado en un profundo silencio respecto del tema.
Pero tres días más tarde, bajo el título “Albert Camus”, publica una pieza
conmovedora en torno a esa extraña amistad hecha trizas por el debate y
olvidada por el paso del tiempo. Allí dice que durante los últimos meses
suponían que Camus, como muchos de ellos, estaría cambiando, junto con el
mundo. “Esto bastaba para que su presencia siguiera viva”. Y aclara: “Nos
habíamos distanciado, él y yo. Un distanciamiento no significa gran cosa,
aunque vaya a ser definitivo”.
La
muerte, para Sartre, es ante todo imposibilidad de ser. De allí que no pueda
conjeturarse que habría hecho, dicho, pensado Camus respecto al mundo
convulsionado que se avecinaba. Sabemos, sí, algunas de las cosas que hizo
antes de morir. Por ejemplo, que en 1956,
estando en Argel, había intentado mantener una posición intermedia, pacifista
entre los combatientes del movimiento independentista argelino y el ejército
francés –recordemos que Camus nació en el seno de una familia de colonos
franceses instalados en Argel y que allí realizó sus estudios–, lanzando su “Llamada a la tregua civil”, por
la cual fue abucheado por una multitud que pedía a gritos su muerte, en un
contexto en el cual estar en el medio era mucho más que no posicionarse junto a
las víctimas del desastre realizado por las fuerzas de ocupación (véase, a modo
de ejemplo, el brillante film de Gillo Pontecorvo, La batalla de Argel).
Sabemos, también, que al año siguiente recibió el Premio
Nobel de Literatura. Premio
que Sartre rechazaría en 1964.
En
fin, de alguna manera extraña la polémica entre ambos ha sido leída muchas
veces en una clave moralista. Se ha dicho, creo que injustamente, que Sartre se
negaba a condenar los campos en la URSS, a diferencia de Camus, para quien los
principios éticos primaban por sobre las oportunidades políticas. Injustamente
–digo– porque como ya se ha señalado, en Les Temps Modernes había sido
denunciado el tema en más de una oportunidad. Fue la pluma de Merleau Ponty,
por ejemplo, quien expresara que si bien Rusia seguía siendo “incomparable con
las demás naciones” y que no estaba permitido “juzgar sino aceptando su
proyecto y en nombre de éste”, también será él quien afirmará, en relación con
los campos de trabajo soviéticos, que eran más criminales que los otros,
“puesto que traicionaban la revolución”.
¿No
podríamos pensar, acaso, que el acercamiento de Sartre al Partido Comunista
Francés tuvo que ver con esa coyuntura tan particular, que implicaba una
ofensiva conservadora no sólo en el país sino también en Estados Unidos y otros
sitios del mundo? Acercamiento, por otra parte, que duró sólo dos años y
medios, y que funcionó como una suerte de paréntesis a partir del cual Sartre
dejaría de ser para los comunistas ese enemigo acérrimo (el que finalmente
nunca dejó de ser), para pasar a ser un compañero de viaje, al fin y al cabo
siempre un camarada crítico. Dicho de otro modo, ¿no tuvo que ver esa actitud
con realizar un aporte para impedir que el partido fuera silenciado y se
terminaran las persecuciones y encarcelamientos a sus militantes?
Porque
lo que estaba en juego en la polémica con Camus, no era solamente la condena de
los campos en la URSS, sino también la necesidad de preservar, al menos por
algún tiempo, la imagen de un país socialista ante un contexto de macartismo en
ascenso. Y en ese punto, tanto Sartre como sus camaradas del periódico, no estaban
dispuestos a condenar aisladamente a Rusia, es decir, si no era en el marco de
una denuncia más general de la opresión realizada por occidente en todo el
mundo. Es que no podían dejar de concebir la necesidad de no caer en un
anticomunismo indiscriminado, como el que ellos le reprochan a Camus.
Anticomunismo que pretendía cerrar las bocas de cualquiera que protestara
contra cualquier abuso, simplemente con la pregunta: ¿y los campos?
Sartre
y Camus, ayer y hoy
Han
pasado casi seis décadas desde aquella polémica. ¿Tiene sentido, entonces,
volver sobre aquellos asuntos? ¿No es mera nostalgia, o peor aún, una
reaccionaria idealización del pasado? Sospecho que no, en la medida en que
entendamos que importantes elementos de aquel debate continúan estando –tal vez
a modo de huellas– presentes en muchos de los debates estético-políticos de hoy
en día.
Cabe
destacar, a modo de cierre, que 1960, además de ser el año de la
muerte de Camus, es el año en que Sartre publica su Crítica de la razón
dialéctica. Para entonces, Sartre ya había roto con los comunistas,
producto de la invasión a Hungría por parte de la URSS. En uno de los dos tomos
de aquel libro ejemplar, Sartre dice, entre otras cuestiones, que “el marxismo,
lejos de estar agotado, es aún muy joven, casi está en la infancia, apenas si
ha llegado a desarrollarse. Sigue siendo, pues, la filosofía de nuestro tiempo;
es insuperable porque aún no han sido superadas las circunstancias que lo
engendraron”.
Frase que en este nuevo siglo parece no haber
perdido actualidad.
6.
PREGUNTA CERRADA SOBRE LA ACTUALIDAD O VIGENCIA DEL FRAGMENTO: EJEMPLO HIPOTÉTICO: ¿CREES QUE LAS IDEAS DE SARTRE
SOBRE LA RESPONSABILIDAD PERSONAL JUSTIFICAN LAS PROTESTAS EN LA PUERTA DEL SOL
Y EN OTRAS CAPITALES ESPAÑOLAS (MOVIMIENTO "DEMOCRACIA REAL YA") ASÍ
COMO EL PANFLETO "¡INDIGNAOS! DE
STÉPHANE HESSEL?.
Aclaración:
Habría resultado hasta cierto punto fácil redactar una comparación entre el
fragmento de SARTRE (El Existencialismo
es un Humanismo) (1946) y el de ORTEGA y GASSET (1883-1955), Historia como Sistema (1935), pues la
diferencia cronológica y temática es muy escasa. El alumno ya conoce ambos
textos y confío en que captará por sí solo los paralelismos.
Otra
forma de abordar esta cuestión de "la vigencia" habría sido hablar de
la fenomenología existencialista -Edmund HUSSERL (1859-1938), Martin HEIDEGGER
(1889-1976) y el propio Jean-Paul Sartre- y de su influencia sobre la TERAPIA
GESTALT, el PSICOANÁLISIS Y LA PSICOLOGÍA HUMANISTA. Esto supondría hablar de
lo que más me interesa ahora: de la Filosofía a la Psicología y a la
Psicoterapia.
Sin
embargo voy a simpllificar y referirme solamente a la influencia en Stéphane
HESSEL (autor del panfleto o libelo Indignez-vous!
(2009) (¡Indignaos!)) de las
ideas de Sartre acerca la responsabilidad personal, el proyecto existencial, la
autenticidad, el compromiso político y la invención del hombre.
Por
supuesto que la respuesta a la cuestión que propongo es libre y probablemente
la contestación menos dualista -ni un sí ni un no absolutos- , la más matizada,
también sería la más inteligente. Ofrezco a continuación la pequeña entrada de
wikipedia sobre el héroe de la Resistencia: Hessel, uno de los que firmaron la
declaración de las Naciones Unidas de los Derechos Universales (Derechos
Humanos) (1948) así como lo que creo que es el texto íntegro de ¡Indignaos!. Aunque la traducción y la
edición contengan algunos defectos creo que hablan por sí solas. "Crear es
resistir; resistir es crear".
STÉPHANE HESSEL
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Stéphane Hessel
(Berlín, Alemania, 20
de octubre de 1917) es un diplomático, escritor, y militante político francés. Fue
miembro de la resistencia
francesa durante la Segunda Guerra
Mundial, capturado y torturado por la
Gestapo,1 2 y recluso de los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau. Fue uno de los redactores de la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 1948.
Biografía
Tras la Segunda Guerra Mundial, como diplomático,
Hessel participó en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos.3 Asimismo, ha sido embajador de Francia ante la ONU.3
El 15 de marzo de 2009, durante la convención
nacional de los comités locales de Europe Écologie
en París, junto Cohn-Bendit y José Bové,
Stéphane Hessel anunciaba su voluntad de apoyar las listas del partido para las
elecciones
europeas de junio de 2009, con
"la esperanza de ver surgir una izquierda impertinente con peso".
Desde entonces su compromiso con la formación continúa, apoyándola también en
los comicios regionales del 2010.4
Publicaciones
Su libro, Indignez vous! (¡Indignaos!), de gran popularidad durante las navidades del
2010 en Francia,5 con ventas de casi 1,5 millones de ejemplares,2 ha sido traducido al español y publicado por el Editorial Destino, del Grupo Planeta, con prólogo de José Luis Sampedro, y al gallego, Indignádevos!, publicada por
Faktoría k de libros, prologada por Manuel Rivas.
Las Protestas
en España de mayo de 2011 y el Movimiento
de indignados 15-M se inspiran en sus
ideas.6
Condecoraciones
Referencias
2. ↑ a
b
(en inglés) «A Resistance Hero Fires Up the French» The New
York Times Consultado el 26 de
abril de 2011
6. ↑ El País
(sección: editorial); Indignados en la calle, 17 de mayo de 2011 (consultado el mismo día).
7. ↑ http://www.unesco.org/new/en/social-and-human-sciences/events/prizes-and-celebrations/unesco-prizes/unescobilbao-prize/laureates/
Bibliografía
·
Hessel, Stéphane:
Hacia nuevas solidaridades. Diez diálogos sobre cooperación al desarrollo.
Ediciones La Catarata, 2009. ISBN: 978-84-8319-438-6
·
Hessel, Stéphane
(marzo de 2011) [2010]. ¡Indignaos! Un alegato contra la indiferencia y a
favor de la insurrección pacífica (1.ª. 4.ª impresión edición). Barcelona:
Destino. pp. 60. ISBN 978-84-233-4471-0.
·
Hessel, Stéphane;
Helvig, Jean-Michel (2008) (en francés). Citoyen
sans frontières. Conversations avec Jean-Michel Helvig [Ciudadano sin
frontieras. Conversaciones con Jean-Michel Helvig]. París: Fayard. ISBN 978-2-213-63372-5.
Enlaces externos
¡INDIGNAOS!
Después de 93 años, estoy
cerca del final. El final para mí ya no está muy lejos. Pero todavía permítanme
recordar a otros que actuaron basados en mi compromiso político. Fueron los
años de resistencia a la ocupación Nazi -- y el programa de derechos sociales
elaborado hace 66 años atrás por el Consejo Nacional de la Resistencia.
Es a Jean Moulin [miembro
asesinado del Consejo] a quien le debemos como parte de este Consejo, la unidad
de todos los elementos de la Francia ocupada -- los movimientos, los partidos,
los sindicatos -- para proclamar su membresía en la Francia combatiente, y le
debemos esto al único líder que lo reconoció, el general Charles de Gaulle.
Desde Londres donde me uní a de Gaulle en Marzo de 1941, aprendí que este
Consejo había completado un programa lo adoptó el 15 de Marzo de 1944, que
ofrece para la Francia liberada un grupo de principios y valores en los que
descansaría la moderna democracia de nuestro país.
Estos principios y
valores los necesitamos más que nunca. Es hasta que nosotras lo veamos, todas
juntas, que nuestra sociedad se vuelva una de la que estemos orgullosos, no
esta sociedad de inmigrantes sin papeles -- expulsiones, sospechas respecto a
los inmigrantes. No esta sociedad donde se cuestiona la seguridad social y los
planes de pensiones y salud nacionales. No esta sociedad donde los medios
masivos están en manos de los ricos. Son cosas en las que nos habríamos negado
a ceder si fuésemos los herederos verdaderos del Consejo Nacional de la
Resistencia.
Desde 1945, después de un
horroroso drama [La 2ª Guerra] hubo una ambiciosa resurrección de la sociedad a
la que el mismo remanente del contingente del Consejo de la Resistencia se
dedicó. Recordémosles mientras creaban un programa de salud nacional y de
pensiones tal como la Resistencia quería, como su programa estipulaba, "un
plan completo de salud nacional y seguridad social, apuntado a asegurar a todos
los ciudadanos y ciudadanas los medios de subsistencia cuando sea que estén
incapacitados para encontrar un trabajo; una jubilación que permita a los
viejos trabajadores terminar sus días con dignidad.
Las fuentes de energía,
electricidad, y gas, minas, los grandes bancos, fueron nacionalizados. Ahora
esto fue como el programa recomendaba: "... el retorno a la nación de los
monopolizados medios de producción, frutos del trabajo común, fuentes de
energía, riqueza de las minas, de compañías de seguros y de los grandes bancos;
la institución de una verdadera democracia económica y social involucra la
salida de los grandes feudos económicos y financieros de la dirección de la economía."
El interés general debe
dominar sobre los intereses especiales. El hombre justo cree que la riqueza
creada en la esfera del trabajo debe dominar sobre el poder del dinero.
La Resistencia propuso,
"una organización racional de la economía asegurando la subordinación de
los intereses especiales a los intereses generales, y la emancipación de los
"esclavos" de la dictadura profesional que fue instituída en los
estados fascistas," que había usado el gobierno interino [por dos años
después de la guerra] de la república como un agente.
Una verdadera democracia
necesita una prensa independiente, y la Resistencia lo sabía, lo demandaba,
defendiendo "la libertad de prensa, su honor y su independencia del
Estado, el poder del dinero y la influencia extranjera." Esto es lo que
alivió las restricciones a la prensa desde 1944. Y la libertad de prensa está
definitivamente en peligro hoy.
La Resistencia solicitó
una "real posibilidad para que todos los niños y niñas franceses se
beneficien de la más avanzada educación" sin discriminación. Las reformas
ofrecidas en el 2008 van contra este plan. Jóvenes profesores y profesoras,
cuyas acciones apoyo, llegaron al extremo de negarse a aplicarlas, y vieron sus
salarios reducidos como forma de castigo. Se indignaron, "desobedecieron",
juzgando esas reformas demasiado alejadas del ideal de una escuela democrática,
muy al servicio de una sociedad de comercio y no desarrollando la mente
inventiva ni crítica suficiente.
Todas las fundaciones de
la conquista social de la Resistencia están amenazadas hoy.
EL MOTIVO DE LA RESISTENCIA: INDIGNACIÓN.
Alguno se atreverá a
decirnos que el Estado no puede afrontar los gastos de estas medidas para
ciudadanos nunca más. ¿Pero cómo puede existir hoy una falta de fondos para
apoyar y extender estas conquistas si la producción de riqueza ha aumentado
considerablemente desde el periodo de la Liberación cuando Europa estaba en
ruinas? Al contrario, el problema es el poder del dinero, tan opuesto por la
Resistencia y el gran hombre egoísta, con sus propios sirvientes en las altas
esferas del Estado.
Los bancos privatizados
de nuevo, han probado estar más preocupados de sus dividendos y de los altos
sueldos de sus líderes que del interés general. Esta disparidad entre los más
pobres y los más ricos nunca había sido tan grande, ni amasar fortunas y la
competición tan incentivado.
¡El motivo básico de la
Resistencia fue la indignación!
Nosotros, los veteranos
de los movimientos de resistencia y de las fuerzas de combate de la Francia
Libre, llamamos a la generación joven a vivir, transmitir, el legado de la
Resistencia y sus ideales. Les decimos: Tomen nuestro lugar, ¡Indígnense!
Los líderes políticos,
económicos e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la
opresión de una dictadura internacional real o de los mercados financieros que
amenazan la paz y la democracia.
Deseo para todas las
personas, para cada una que tengan sus propios motivos de indignación. Es
invaluable. Cuando alguien te atropella como era atropellado por el Nazismo, la
gente se vuelve militante, fuerte y comprometida. Ellos se unen a este momento
histórico y los grandes momentos de la historia deben continuar gracias a cada
individuo. Y este momento conduce a más justicia, más libertad, pero no a esa
libertad ilimitada del zorro en el gallinero. Los derechos contenidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 son justamente eso,
universales.
Si te encuentras con un
desfavorecido, siente pena por él pero ayúdale a ganar sus derechos.
DOS VISIONES DE LA HISTORIA
Cuando trato de entender
qué causó el fascismo, lo que lo hizo que tantos fueran dominados por Hitler y
el régimen de Vichy, me digo a mí mismo que los propietarios, con sus egoísmos
estaban tremendamente asustados con la revolución Bolchevique. Se les permitió
liderar con sus miedos.
Pero si, hoy como
entonces una activa minoría se levanta, será suficiente; debemos ser la
levadura que hace que el pan suba. Ciertamente, la experiencia de una persona
muy vieja como yo, nacida en 1917, es diferente a la experiencia de la gente
joven de hoy en día. Yo a menudo le pido a profesores la oportunidad de
interactuar con sus estudiantes y les digo: No tienen las mismas obvias razones
para comprometerse. Para nosotros resistir era no aceptar la ocupación alemana,
vencer. Esto fue relativamente sencillo. Simple como lo que siguió la
descolonización. Entonces vino la guerra en Argelia.
Era necesario que Argelia
fuese independiente, era obvio. En cuanto a Stalin, aplaudimos la victoria del
Ejército Rojo contra los Nazis en 1943. Pero ya sabíamos de las atrocidades
stalinistas de 1935, e incluso si era necesario mantener los oídos abiertos
hacia el comunismo para compensar el capitalismo estadounidense, la necesidad
de oponernos a esta insoportable forma de totalitarismo se había establecido
como una perogrullada. En mi larga vida presencié una sucesión de motivos para
indignarme.
Estas razones nacieron menos de una emoción que de un compromiso
deliberado. Como estudiante de una escuela normal [una escuela de magisterio]
fui muy influenciado por SARTRE, un compañero de estudios. Su "La
náusea" [Una novela], "El Muro" [Un drama] y "El Ser y la
Nada" [un ensayo] fueron muy importantes en el entrenamiento de mi
pensamiento. Sartre nos enseñó "Ustedes son responsables como
individuos". Ese fue un mensaje libertario. La responsabilidad de una
persona no puede ser asignada por el poder o una autoridad. Al contrario, es
necesario estar involucrado en el nombre de la responsabilidad de uno como ser
humano.
Cuando entré en la French
Ècole Normale Superieure, en la calle Ulm en París en 1939, entré como un
ferviente adherente del filósofo Hegel, y adherí al pensamiento de Maurice MERLEAU-PONTY. Su enseñanza explora la experiencia concreta, la del
cuerpo y sus relaciones con los sentidos, una gran sensación singular
enfrentada con una pluralidad de sensaciones. Pero mi optimismo natural que
busca que todo lo deseable sea posible, me llevó más bien a Hegel. El Hegelismo
interpreta la larga historia de la humanidad como teniendo un significado: Es
la libertad del hombre progresando paso a paso. La historia se hace de
sucesivos choques y la toma en consideración de los desafíos. La historia de
las sociedades y por lo tanto, de los avances, y al final el hombre ha
alcanzado su plena libertad, tenemos en el estado democrático su forma ideal.
Este es ciertamente otro
entendimiento de la historia. Dice que el progreso está hecho de
"libertad", luchando por "siempre más"; esto puede ser como
si viviésemos en un huracán devastador. Así es como se lo representaba a un
amigo de mi padre, el hombre que compartió conmigo un esfuerzo por traducir al
alemán "En busca del tiempo perdido" [novela] de Marcel PROUST.
Él era el filósofo alemán
Walter BENJAMIN. Había elaborado una
visión pesimista de una pintura de Paul Klee, un pintor suizo, el "Angelus
Novus", donde la cara del ángel abre los brazos para contener y empujar
una tempestad, que él identifica con el progreso. Para Benjamin, que se
suicidaría en septiembre de 1940 para escapar del Nazismo, el sentido de la
historia es la progresiva dominación de un desastre tras otro.
INDIFERENCIA: LA PEOR DE LAS ACTITUDES.
Es verdad que las razones
para estar indignadas pueden verse hoy menos claramente relacionadas o el mundo
se ha vuelto demasiado complejo. ¿Quién está haciendo el ordenamiento, quién lo
decide? No es siempre sencillo diferenciar entre todas las corrientes que nos
gobiernan. No estamos lidiando con una pequeña élite cuyas actividades pueden
ser fácilmente visibles. Este es un mundo vasto, en el cual tenemos una
sensación de interdependencia. Vivimos en una interconectividad como nunca
antes. Pero en este mundo todavía hay cosas intolerables. Para verlas, es bueno
y necesario mirar, buscar. Le digo a los jóvenes, busquen poco y eso es lo que van
a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir "No puedo
hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante." Por
incluirte a ti mismo en esto, pierdes uno de los elementos que hacen al ser
humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo
primero.
Ellos y ellas [las
personas jóvenes] pueden desde ya identificar dos grandes desafíos nuevos:
1. La gran brecha que
existe entre los más pobres y los más ricos y que no cesa de crecer. Es una
innovación de los siglos 20 y 21. Los más pobres en el mundo de hoy ganan
apenas dos dólares al día. Las nuevas generaciones no pueden dejar que esta
brecha se vuelva mayor. Los reportes oficiales por sí solos deberían provocar
un compromiso.
2. Derechos humanos y
estado del planeta: Tuve la oportunidad después de la Liberación de participar
en la escritura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada
por la Organización de las Naciones Unidas, el 10 de Diciembre de 1948 en París
en el Palacio de Chaillot. Fue como secretario privado principal de Henry
Laugier, el Secretario General adjunto de la ONU, y como secretario de la
Comisión sobre Derechos Humanos que yo con otros participamos en la redacción
de esta declaración. No sabría cómo olvidar el rol en su elaboración de René
Cassin, quien fue comisionado nacional de justicia y educación en el gobierno
de la Francia Libre en Londres en 1941 y ganó el Premio Nobel en 1968, ni el de
Pierre Mendès-France en el Consejo Económico y Social a quien le enviábamos los
borradores que producíamos antes de ser considerados por el Tercer Comité
(Social, Humanitario y Cultural) de la Asamblea General. Fue ratificado por los
54 estados miembros en sesión de las Naciones Unidas y yo lo certifiqué como
secretario.
Es a René Cassin a quien
le debemos el concepto de "derechos universales" en vez de
"derechos internacionales" como lo planteaban nuestros amigos
estadounidenses y británicos. Esto [universal en vez de internacional] fue
clave porque, al final de la Segunda Guerra mundial, lo que estaba en juego era
lo que iba a ser emancipado de las amenazas del totalitarismo que había pesado
sobre la humanidad.
Para llegar a ser
emancipado era necesario obtener de los estados miembros de la ONU una promesa
de respetar estos derechos universales. Esto fue una forma de tratar de burlar
el argumento de "soberanía total" que cada nación enfatiza mientras
se dedica a provocar violaciones contra la humanidad en su propio suelo. Tal
sería el caso de Hitler quien se sentía con un poder supremo y autorizó a
provocar un genocidio. Esta declaración universal le debe mucho a la repulsión
universal hacia el Nazismo, el fascismo y el totalitarismo -- y le debe un
montón, en nuestras mentes al espíritu de la Resistencia.
Tenía la sensación de que
era necesario moverse rápidamente para no ser engañados por la hipocresía que
había en la composición de la ONU, algunos que reclamaban que esos valores ya
estaban ganados no tenían intención alguna de promoverlos fielmente --
afirmaban que nosotros tratábamos de imponerles valores en la declaración.
No puedo resistirme al
deseo de citar el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948): "Toda persona tiene el derecho a una nacionalidad."
El artículo 22 dice: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene
derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de
cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad." Y
si bien esta afirmación tiene un alcance declarativo y no legal, ha jugado un
papel muy importante desde 1948. Esto llevó al pueblo colonizado a pelear por
su independencia; esto sembró en sus mentes una batalla por la libertad.
Noto con satisfacción que
en el curso de las últimas décadas ha habido un aumento en las Organizaciones
No Gubernamentales (ONGs) y en movimientos sociales como ATTAC (Asociación por
una Tasa a las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana) o
como la FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) y Amnistía
Internacional que son activos y competitivos. Es obvio que para ser efectivos
hoy es necesario actuar en red, usar todos los medios de comunicación modernos.
A la gente joven le digo:
Miren alrededor, encontrarán temas que justifiquen su indignación -- hechos
acerca del tratamiento de inmigrantes, de inmigrantes "ilegales", de
gitanos. Encontrarán situaciones concretas que les llevan a fortalecer su
acción ciudadana. ¡Busquen y encontrarán!
MI INDIGNACIÓN POR LO QUE OCURRE EN PALESTINA.
Hoy mi mayor indignación
tiene que ver con Palestina, la Franja de Gaza y Cisjordania. Este conflicto es
indignante. Es absolutamente esencial leer el reporte de Richard Goldstone, de
Septiembre del 2009, en Gaza, en que un juez sudafricano y judío que afirmaba
aún ser un sionista, acusó al ejército israelí de haber cometido "actos
comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias,
crímenes contra la humanidad" durante su "Operación Plomo
Fundido" que duró 3 semanas.
Volví a Gaza en 2009
cuando pude entrar con mi esposa gracias a nuestros pasaportes diplomáticos,
para estudiar de primera mano lo que el reporte decía. La gente que nos
acompañaba no fue autorizada a entrar en la franja. Allí y en Cisjordania.
También visitamos el refugio de palestinos establecido por la UNRWA desde 1948,
donde más de 3 millones de palestinos fueron expulsados desde sus tierras en
Israel, esperando todavía un cada vez más problemático retorno.
En cuanto a Gaza, esto es
como una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos. Una prisión
donde la gente se organiza para sobrevivir. A pesar de la destrucción material
como la del Hospital de la Media Luna Roja por la Operación Plomo Fundido, está
el comportamiento de sus habitantes, su patriotismo, su amor por el mar y las
playas, su constante preocupación por el bienestar de sus niños, que son
innumerables y alegres, que permanecen en mi memoria. Estábamos impresionados
con cuán ingeniosamente ellos enfrentaban todas las carencias que les han sido
impuestas. Les vimos hacer ladrillos, por falta de cemento, para reconstruir
las miles de casas destruidas por los tanques. Ellos nos confirmaron que hubo
1.400 muertos -- incluyendo mujeres, niños y ancianos en el campo palestino --
durante esta "Operación Plomo Fundido" llevada a cabo por el ejército
israelí, comparada con tan sólo 50 personas heridas en el lado israelí.
Comparto las conclusiones del juez sudafricano. Que estos judíos puedan, ellos
mismos, perpetrar crímenes de guerra es insoportable. Ay, la historia no nos da
ejemplos suficientes de gente que extrae lecciones desde su propia historia.
¿TERRORISMO O EXASPERACIÓN?
Sé que Hamás [partido de
los luchadores de la libertad palestinos], que ha ganado las últimas elecciones
legislativas, puede no ayudarlos que cohetes sean lanzados sobre ciudades
israelíes en respuesta a la situación de aislamiento y bloqueo en que los habitantes
de Gaza viven. Pienso naturalmente que el terrorismo es inaceptable; pero es
necesario admitir (desde la experiencia en Francia) que cuando el pueblo está
ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular
no puede ser totalmente pacífica.
¿Le es útil a Hamás
lanzar cohetes hacia Sdérot [pueblo israelí al otro lado de la frontera con la
franja de Gaza]?
La respuesta es no. Esto
no sirve a sus propósitos pero ello puede explicar esto como una muestra de la
exasperación de los gazanos. Bajo la noción de exasperación, es necesario
entender la violencia como la lamentable conclusión de situaciones inaceptables
a las cuales han sido sometidos.
Por lo tanto, ellos
pueden llamarlo, terrorismo como una forma de exasperación. Y este llamado
"terrorismo" es un nombre inapropiado. Uno no debería tener que
recurrir a esta exasperación, pero hay que tener esperanza. La exasperación es
una negación de la esperanza. Es comprensible, diría que es casi natural, pero
aún es inaceptable. Porque esto no permite a adquirir resultados que la
esperanza posiblemente puede eventualmente producir.
NO VIOLENCIA: EL CAMINO QUE DEBEMOS APRENDER A SEGUIR.
Estoy persuadido de que
el futuro le pertenece a los no violentos, la reconciliación de diferentes
culturas. Es por esta vía que la humanidad entrará a su siguiente etapa. Pero
en esto estoy de acuerdo con SARTRE:
No podemos excusar a los terroristas que lanzan bombas, pero podemos
entenderlos. Sartre escribió en 1947: "Reconozco
que la violencia en cualquier forma que pueda manifestarse es un revés. Pero es
un revés inevitable porque estamos en un mundo de violencia. Y si bien es
cierto que el riesgo de recurrir a la violencia es permanente, es también
cierto que es el medio seguro para hacerla detenerse."
A esto añadiría que la
no-violencia es una segura forma de hacer que la violencia se detenga. Uno no
puede tolerar el terrorismo, usando a Sartre o en el nombre de este principio,
durante la guerra de Argelia ni durante los juegos olímpicos de Munich en 1972,
en el intento de asesinato contra los atletas israelíes. El terrorismo no es
productivo y Sartre mismo se preguntaría al final de su vida sobre el sentido
de la violencia y dudar de su razón de ser.
Sin embargo, proclamar
"la violencia no es efectiva" es más importante que saber si uno debe
condenar o no a quienes se dedican a esto. El terrorismo no es efectivo. En la
noción de la efectividad, una esperanza no sangrienta es necesaria. Si hay una
esperanza violenta, está en el poema de William Appollinaire "la esperanza
es violenta" y no en la política.
SARTRE, en Marzo de 1980, a tres semanas de su muerte declaró:
"Es necesario tratar de explicar por qué el mundo de hoy, que es horrible,
es sólo un instante en un largo desarrollo histórico, que la esperanza siempre
ha sido una de las fuerzas dominantes en revoluciones e insurrecciones y cómo
todavía siento la esperanza como mi concepción de futuro.
Es necesario entender que
la violencia se opone a la esperanza. Es necesario preferir la esperanza,
esperanza por sobre la violencia. La no-violencia es el camino que debemos
aprender a seguir. También los opresores.
Es necesario llegar a
negociaciones para quitar la opresión; esto es lo que permitirá no tener más
violencia terrorista. Por lo tanto no debemos permitir que se acumule demasiado
odio.
El mensaje de Mandela y
Martin Luther King encuentra toda su pertinencia en el mundo que ha superado la
confrontación de ideología [p.e. Nazismo] y el totalitarismo conquistador [p.e.
Hitler]. Esto es también un mensaje de esperanza en la capacidad de las
sociedades modernas de sobreponerse a conflictos por medio del mutuo
entendimiento y una paciente vigilancia. Para alcanzar este punto es necesario
basarse en derechos, en vez de violaciones, quien sea el autor, debe causar nuestra
indignación. No hay que transar estos derechos.
POR UNA INSURRECCIÓN PACÍFICA.
He apreciado, y no soy el
único, la reacción del gobierno israelí cuando por la forma en que cada viernes
los ciudadanos de Bil'in protestaban sin usar piedras ni la fuerza hasta el
muro de separación. Las autoridades israelíes calificaron esto como un
"terrorismo no sangriento". Esto es algo bueno... Es necesario ser
israelí para calificar la no violencia como terrorista. Es especialmente
necesario para ser incómodos [como le resultaba a los israelíes] por la
eficacia de la no-violencia, que se encuentra para provocar apoyo,
entendimiento -- el apoyo de todas las personas que en el mundo son adversarias
de la opresión.
El pensamiento
productivista, impulsado por Occidente condujo al mundo a una crisis de la que
debe salir a través de una radical ruptura con el concepto de
"crecer" no solo en el campo financiero sino también en el dominio de
las ciencias y la tecnología. Ya es el momento de que las preocupaciones acerca
de la ética, la justicia y el equilibrio duradero (económico y medio ambiental)
prevalezcan. Porque son los riesgos más serios que nos amenazan. Ellos pueden
poner fin a la aventura humana en el planeta, que puede llegar a ser
inhabitable para los humanos.
Pero sigue siendo cierto
que el progreso más importante fue hecho después de 1948 [año de la fundación
de la ONU y la declaración de los Derechos Humanos]: descolonización, el fin
del apartheid, la destrucción del imperio soviético, la caída del muro de
Berlín. Por otro lado, los diez primeros años del siglo XXI fueron un periodo
de degeneración. Esta degeneración es explicada en parte por la presidencia de
George Bush, los eventos del 11 de Septiembre y desastrosas consecuencias que
involucran a los Estados Unidos, tales como la intervención militar en Iraq.
Tenemos esta crisis
económica, pero todavía no iniciamos una nueva política de desarrollo. Del
mismo modo, la cumbre de Copenhagen contra el cambio climático no produjo una
política real para la preservación del planeta.
Estamos en el umbral
entre el terror de la primera década y las posibilidades de las décadas que
siguen. Pero es necesario tener esperanza, es siempre necesario. La década
anterior, la de los noventa, ha sido un tiempo de gran progreso. Las Naciones
Unidas tuvieron la sabiduría de llamar a conferencias como la de Río sobre
medio ambiente, en 1992, y la de Beijing sobre la mujer en 1995. En Septiembre
del 2000, por iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, los 191
miembros adoptaron una declaración con "8 objetivos del milenio para el
desarrollo" de la que notablemente prometieron reducir la pobreza en el
mundo a la mitad para el 2015.
Mi pesar está en que ni
Obama ni la UE se han comprometido a lo que debiera ser su aportación por una
fase constructiva, basada en valores fundamentales.
CONCLUSIÓN.
¿Cómo concluir este
llamado a la indignación? Diciendo todavía lo que, en ocasión del sexagésimo
aniversario del programa del Consejo Nacional de la Resistencia dijimos el 8 de
Marzo del 2004 -- somos veteranos de los movimientos de resistencia y fuerzas
de combate de la Francia Libre (1940-1945) -- que ciertamente "El nazismo
fue derrotado, gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la
Resistencia y a las Naciones Unidas contra la barbarie fascista. Pero esta
amenaza no ha desaparecido y nuestra ira contra la injusticia sigue
intacta". No, esta amenaza no ha desaparecido por completo. Convoquemos
una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas
que no propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean
el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la
amnesia generalizada y la competición excesiva de todos contra todos."
A todas las personas que
harán el siglo XXI, les decimos con afecto:
CREAR ES RESISTIR; RESISTIR ES CREAR.
http://conspiraciones.blog.com.es/2011/02/16/texto-integro-de-indignaos-de-hesse-10607025/
Nietzsche fue un filosofo del siglo XIX .Opinaba que de la misma forma que el resto de dioses estaban muertos, Dios también debería estarlo. Los hombres aceptan esto una vez que maduran. Para él la moral va ligada a lo irracional y debe ser sustituida por la verdad para que de esta forma las personas alcancen su plenitud. Nietzsche era partidario de dejar atrás el cristianismo y evolucionar hacia una filosofía atea, evolucionar hasta convertirnos en “superhombres” sin fe y con valores que los humanos nos dictemos. Durante sus últimos años de vida empezó a mostrar signos de locura por lo que no fue consciente de la fama que estaba adquiriendo por los países europeos
ResponderEliminarNietzsche fundamenta su pensamiento en la muerte de Dios; significa que el hombre ya es maduro, no está al servicio de la moral religiosa de la época sino de la verdad, de sí mismo. Esta acción conduce a la aparición de un superhombre (Übermensch) desprendido de cualquier doctrina moral (cristiana) de lo divino.
ResponderEliminarNo hay otro mundo que en el que vivimos y no hay más moral que la creada por nosotros.
Nietzsche se opone a Sócrates y Platón por defender el mundo de las ideas, separado de las personas, el filósofo alemán quiere vivir para bien o para mal; lo que tiene sentido es la vida, no las ideas de un mundo externo.
La muerte de Dios supone que el hombre viva, y vivir conlleva dominio, dominio del hombre más fuerte, que crea o impone sus valores y trata de vivir siendo consciente de que va a morir.
Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán el cual fue uno de los pensadores mas importantes del siglo XIX. Él opinaba que todos los dioses estaban muertos por lo que nuestro Dios tambien lo estaría. Este pensamiento de que Dios está muerto se obtiene según el cuando obtienes la madurez ya que es el momento en el cual dejas de necesitar que Dios establezca tu moral. Para él es importante que se abandone a la moral por la verdad y entonces seremos como el hombre al servicio de uno mismo. Nietzsche pretende que nos convirtamos en "superhombres" para lo que es necesario ser ateo y dejar atrás el cristianismo y otras religiones para así tener los valores que nosotros mismos creemos no los que nos impone Dios.
ResponderEliminarFinalmente al final de su vida fue tratado como loco.
Nietzsche , importante filósofo del XIX , discrepaba en cuanto a que la vida depende de un mundo ideal o se rige por una religión o un Dios , por lo que el hombre al madurar ( o convertirse en "superhombre", como él dice ) , se centra únicamente en que la realidad y la existencia dependen y se rigen por la vida , lo que experimentamos y demostramos , para posteriormente morir.En Italia comenzó a padecer demencia , y finalmente murió en 1900.
ResponderEliminarPedro Sánchez-Montañés Pérez 2ºH
ResponderEliminarNietzsche fue filósofo, poeta, músico y filólogo alemán y fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX. Empezó a estudiar teología, aunque pronto abandonó esta carrera por la filología. Conoció al músico Wagner. Dio clases en la Universidad de Basilea. Durante casi toda su vida padeció muchas enfermedades lo que hizo que viajara a ciudades con climas más templados sobre todo en Italia. Sus últimos años de vida estaba inmerso en la locura hasta que murió.
Pasó por varios períodos: romántico, ilustrado, crítico, tiene numerosas obras de las que destacan: Übermensch (superhombre) y Así habló Zaratustra.
En su periodo romántico lo que más influyó en Nietzsche es la suplantación de la razón por lo irracional. La imaginación, la intuición, los sentimientos frente al racionalismo ilustrado.
Para el filósofo el “superhombre” es el hombre fuerte, el hombre creador, el que no cree en nada sobrehumano, solo se respeta a sí mismo y se ríe de las verdades de la ciencia y la filosofía, entiende la vida como un juego, y desprecia el igualitarismo y la compasión, es anticristiano y ateo.
Según Nietzsche, solo hay un mundo de apariencias. Los valores y las normas morales son las que los hombres crean. El mundo no tiene sentido, solo se puede creer en la vida y lo más valioso en la salud. En su periodo crítico, tuvo necesidad de destruir la religión, la filosofía y la moral.
Para mí, Nietzsche piensa que el hombre es un error y que debe superarse alejándose de Dios. Cuando el hombre se supera llega “el superhombre”. Dice que Dios ha muerto. Critica la modernidad y cree que el hombre ha avanzado en moralidad y esta nos quita la libertad. No quiere poner al ser humano en el lugar del Dios cristiano, piensa que la divinidad supera la humanidad.